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martes, 27 de noviembre de 2018

GCE: Los niños catalanes contras las bombas nacionalistas

Dibujos contra bombas


El Born CCM expone 68 trabajos escolares realizados en 1938 por niños, víctimas de los bombardeos fascistas en Barcelona


José Ángel Montañés | El País

   
Uno de los dibujos expuestos en el Born CCM.


En Barcelona, durante la Guerra Civil, se experimentó con una nueva técnica de matar de forma sistemática: el bombardeo indiscriminado sobre la población civil; una práctica que lamentablemente se sigue produciendo en la mayoría de conflictos de la actualidad en la que ni los más vulnerables, los niños, se salvan. En marzo de 1938 la aviación alemana e italiana experimentó sobre la ciudad lanzando sus bombas que tuvieron como efecto más inmediato la destrucción generalizada y el fallecimiento de 875 civiles, de los cuales 118 eran niños, además de casi dos mil heridos. Al final fue uno de los bombardeos con más muertos durante toda la guerra en una sola incursión, tras el de la ciudad vasca de Guernica. Dos meses antes, el 30 de enero, ciento cuarenta y seis niños y niñas de cinco y trece años desayunaban en el comedor del convento de Sant Felip Neri, convertido en centro de acogida de la Generalitat. La mayoría eran de Alcalá de Henares, algunos de ellos huérfanos que formaban parte del millón de refugiados llegados de toda España a Barcelona. En un bombardeo murieron 42 personas, la mayoría niños que se habían refugiado en la iglesia.

Los niños vivieron y sufrieron la guerra tanto o más que los adultos. Y una de las formas de combatir las bombas que caían sobre sus cabezas fue la realización de dibujos que les sirvieran para llegar a entender, si eso era posible, tanta barbarie. El Born Centro de Cultura y Memoria expone en Una infancia bajo las bombas (comisariada por el historiador Jordi Guixé, hasta el 31 de marzo) una setentena de dibujos realizados por niños de Barcelona y otras poblaciones catalanas. Proceden del Grup Escolar Lluís Vives de Sants y del coleccionista Ramon Soley que los ha ido comprando en subastas.

Otro de los dibujos realizados por niños en 1938 mostrando la guerra.


Tras pasar por delante de una enorme foto de un grupo de niños en Sant Felip Neri, difícil de aguantarles la mirada sabiendo que muchos de ellos fueron asesinados pocos después, se exponen los dibujos llenos de emoción, realismo y sensibilidad, en los que los niños muestran sus miedos y vivencias provocados por la guerra.

Los dibujos, hechos dentro del marco de las escuelas con un claro sentido terapéutico y pedagógico, muestran escenas cotidianas como gente haciendo cola para poder comprar algunos alimentos básicos (en uno de ellos se ve una pelea de dos mujeres que se agarran por el moño), personas sentadas en el interior de un refugio, esperando a que cesen los bombardeos, combates aéreos entre aviones de los dos bandos, o el avance del ejército republicano en medio de las trincheras enemigas.

La exposición del Born con los dibujos de la guerra. J. Á. M.


Todos los dibujos están firmados por estos artistas infantiles que documentaron esta tragedia: “I. Gallofré, 14 años”, “Lluís Cervera, 12 años”, “Joan García, curso preparatorio”, “Gemma Vidal, 12 años”, “Manolito García, 5 años” y “Sócrates de Pablo Castaño, 12 años”. Pero los dibujos también tuvieron un claro sentido propagandístico y de instrumentalización para sensibilizar la opinión internacional y así poder obtener nuevos recursos para cubrir las necesidades de los niños y niñas refugiadas.

Memoria silenciada

Los dibujos forman parte de los 3.000 que se recogieron por el Comité Provincial de Cultura Popular con el objetivo de mostrar a la población los trabajos infantiles. Los pintaron niños entre cinco y 14 años. Otras entidades que pusieron en marcha iniciativas similares fueron la Spanish Child Welfare Association of America, la Red Support y las Brigadas Internacionales con la idea de apoyar las evacuaciones de niños españoles. Una parte de los dibujos se expusieron en diferentes muestras de Estados Unidos. Se editó un catálogo con prólogo de Aldous Huxley. También en Moscú mediante la Asociación Española de Relaciones Culturales con la URSS.

En la exposición pueden verse también fotografías protagonizadas por otros niños que sufrieron la guerra y elementos como un trozo de madera quemada recogida el 7 de enero de 1938 entre los restos de la Escola de Mar, proyecto modélico de pedagogía moderna que fue destruida por las bombas. “Los niños vivieron el terror masivo desde el aire. Vivieron la guerra y 40 años de dictadura. Son una memoria silenciada”, remarcó Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde de Ada Colau, durante la presentación.

Un niño de la guerra llamado Josep Guinovart La obra de Guinovart, en el Born CCM. J. Á. M.



La exposición del Born CCM permite contemplar una obra de gran formato de Josep Guinovart que sufrió dos veces el efecto de la guerra: en Barcelona y en Agramunt, donde se había refugiado con 11 años de los efectos devastadores de la aviación, pero que también fue bombardeada. De esta vivencia nació, en los años noventa, la pieza Des del Guernica, en clara alusión a la obra de Picasso.

La pieza se expone en la entrada del Museo de Historia de Catalunya desde que la cedió su autor, pero sin la intención con que la dotó Guinovart: pegada a una pared que solo permite verla desde enfrente. Ahora, por primera vez, puede cruzarse por su interior y contemplar su reverso lleno de frases del propio Guinovart en las que hace referencia a otros conflictos armados del planeta en el siglo XX. “Es necesario exponerla de forma correcta y digna”, comentó Maria Guinovart, hija del artista.

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