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jueves, 5 de junio de 2025

FAA: Los F-16 primero llegarán a Río Cuarto

Los primeros seis F-16 llegarán a Río Cuarto y no a Tandil: razones y detalles




Llegada de los F-16 a Argentina – Puntos Clave

Destino inicial: Río Cuarto

  • Primeras 6 aeronaves (4 biplaza + 2 monoplaza) llegan en diciembre 2025.

  • No irán a Tandil inicialmente por demoras en infraestructura.

  • Viajan desde Dinamarca con reabastecimiento en vuelo y posibles escalas.

Infraestructura

  • Río Cuarto: pista cerrada de junio a agosto para reasfaltado y sistemas de frenado.

  • Tandil: será la base definitiva, pero las obras demandan más tiempo.

  • Trabajos divididos: contratistas privados (áreas sensibles) + FAA (tareas menores).

Centro de Instrucción

  • En construcción en VI Brigada Aérea de Tandil, listo en 2025.

  • Usará el F-16BM como simulador para técnicos y mecánicos.

  • Formación en idioma inglés + plataforma técnica virtual + práctica directa.

Armamento y capacidades

  • F-16 con sistema multirol y armamento moderno.

  • Se firmó una LOA (acuerdo) y habrá más en el futuro.

  • Posible integración de armamento nacional como la bomba Dardo.

Avión reabastecedor

  • Evaluación en curso por equipo especializado.

  • Proyecto paralelo al de los F-16, no incluido en el mismo contrato.

Entrenamiento

  • Pilotos y técnicos entrenándose en EE.UU.

  • Formación local con simuladores y sistemas reales.

  • Foco fuerte en profesionales jóvenes y mantenimiento de alto nivel.

 

El comodoro Juan Manuel Sosa y el vicecomodoro Cristian Giaccaglia, líderes del Programa “Peace Condor” de la Fuerza Aérea Argentina, explicaron el avance del plan de incorporación de los F-16 y su cronograma.

Con la llegada del primer F-16BM en febrero (para entrenamiento en tierra), se prevé que seis aeronaves (4 biplaza y 2 monoplaza) lleguen en diciembre. Ya se están realizando obras de infraestructura en el Área Material Río Cuarto (AMRIV), como el reasfaltado de la pista y la instalación de sistemas de frenado, para recibirlas. Las obras se dividen entre contratistas privados (por su sensibilidad militar) y trabajos menores hechos por la propia FAA para reducir costos. Los aviones llegarán desde Dinamarca, con reabastecimientos en vuelo, y se espera que en los próximos traslados participen pilotos argentinos.

La infraestructura en Tandil también se está adecuando, ya que será la base definitiva de los F-16. Allí se trabaja en pistas, hangares y sistemas de apoyo. Sin embargo, Río Cuarto debe estar listo antes, porque recibe las primeras aeronaves. La pista de esa unidad se cierra en junio y estará en obras hasta agosto.

En cuanto al armamento, se compró un paquete completo con capacidades multirol, actualizado con el software y hardware más reciente. Se contempla además la posible integración de sistemas argentinos, como la bomba planeadora Dardo. Aunque no se detallan todos los armamentos por razones de seguridad, se anticipa un salto tecnológico importante en esta área.

Respecto a los aviones tanqueros, su análisis está en proceso, pero se trata de un proyecto paralelo al de los F-16.

El entrenamiento del personal también es una prioridad. Dado que el F-16 opera en inglés, se desarrolló un programa intensivo de idioma y capacitación técnica. Ya hay personal entrenándose en EE.UU., y otro grupo se capacitará en Tandil, donde se construye un Centro de Instrucción. Este centro estará listo en 2025 y usará el avión que ya se trajo como simulador para el entrenamiento técnico. Además de mecánicos, el entrenamiento se extiende a áreas como guerra electrónica, inteligencia y radares.

La Fuerza Aérea está apostando fuertemente a la profesionalización técnica y operativa de todo el personal relacionado con los F-16, con una planificación plurianual que contempla formación, infraestructura y tecnología.



domingo, 4 de mayo de 2025

Fuerza Aérea Argentina: Maniobras con Meteors, Calquines y Lincolns

Maniobras aéreas en la BAM Morón



Participan Gloster Meteors, IAé2.4 Calquín y Avro Lincoln. Los bombarderos ligeros Calquín simulan un ataque a Morón y son interceptados 20 km antes del objetivo mientras que los Lincoln lo son a 70km.


Carreteando en pista

 
Despegan los Meteor para intercepción

 
Calquines sobre Morón

 
Avro Lincoln hacia Morón 




sábado, 19 de abril de 2025

Malvinas: El accionar de los Canberras (2/2)

𝐂anberras detectados por la Flota (𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟐)

𝘙𝘦𝘭𝘢𝘵𝘢𝘯: 𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵á𝘯 𝘌𝘥𝘶𝘢𝘳𝘥𝘰 𝘎𝘢𝘳𝘤í𝘢 𝘗𝘶𝘦𝘣𝘭𝘢 (𝘱𝘪𝘭𝘰𝘵𝘰). 𝘛𝘦𝘯𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘑𝘰𝘳𝘨𝘦 𝘚𝘦𝘨𝘢𝘵 (𝘕𝘢𝘷𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰𝘳)





No sé que mecanismo o sentido me alertó, pero lo hice. Del vientre de una nube apareció un pequeño filete blanquecino con pasmosa velocidad. Se dirigía paralelo a mi rumbo, hacia el No 1. Cuando esa imagen se graba en mi retina ya estaba gritando con todas las fuerzas:
— ¡ Pájaro, abrite, un misil ! — ¡Ruptura!
Simultáneamente accioné violentamente los aceleradores a su tope máximo, todo el volante y pedal a la izquierda y atrás.
— ¡ Jorge, lanza bengalas y chaff, cada 15 segundos !
Pasé rozando el agua con mi ala izquierda, que se extiende a 10 metros de la cabina; pero sin sacar la vista del misil. El No 1 giraba rápidamente hacia la derecha, lo que quizás provocó que el Sidewinder calórico, enganchara la estela caliente del numeral 2, sumado a que éste iba más alto y que su trayectoria era aún lineal. Con desesperación grité:
— ¡ Guarda el 2 ! ¡¡¡Guarda el 2 !!!!
— ¡Vire carajo!.
— ¡ Dios !....
Ya era tarde… no tuvo tiempo de evadirlo. Vi el misil entrar en su motor derecho lo que no provocó ninguna explosión violenta como el lector podría imaginar, pero si provoco la destrucción progresiva del motor. En este instante perdíamos de vista la acción por el brusco cambio de rumbo. Pero el Capitán Baigorrí por estar virando hacia ese lado pudo ver la eyección y los dos hongos de los paracaídas, como así la caída del avión al agua con fuego en el motor derecho.



Nuestro pecho se conmovió instintivamente, si es que eso era posible, dadas las circunstancias que corrían, al pensar que nuestros amigos no tenían salvación en la inmensidad del mar abierto.
Realizando la mencionada maniobra el número 1 alcanzó a divisar la silueta oscura de un Sea
Harrier, que seguramente nos perdió en el radar y se lanzó a nuestra caza en forma visual. Por accidente la diferencia tecnológica momentáneamente se había achicado. Entraban en juego otros factores, habilidad, experiencia y, por qué no, providencia. En eso Jorge me dijo:
— ¡Eyectá los tanques de puntera loco!  Efectivamente con tanques nuestras posibilidades de evasión eran mínimas, ya que no podríamos superar los 700 Kms. por hora, con riesgo de desprenderse uno de ellos, provocando un impacto inevitable de la aeronave contra el agua al haber resistencia diferente en cada ala . Estiré la mano hacia el panel derecho para eyectarlos; pero la violencia de la maniobra incrementó el peso de mi brazo al punto de escaparle dos veces al botón 1-. En el tercer intento, y por el exceso de velocidad vimos salir catapultados hacia atrás sendos "tips". El avión crujió y se aceleró en forma brusca como si lo hubiesen soltado de golpe. En ese instante, coincidente con el lanzamiento de bengalas, sentí otro golpe o estremecimiento en la cola. Afiebradamente comprobé los comandos y le dije a Jorge:
— Pensé que nos habían dado pero anda todo bien.
— ¿ Pájaro ? — lo llamé porque debía consultarlo ya que era el jefe de esa unidad de combate, la escuadrilla ”Rifle” — ¿ qué hacemos ?
— "Volvemos individual". (Cada uno por su cuenta).
— "Ojo que nos andan buscando".
— "Eyectamos bombas de planos".
Realmente no tenía sentido seguir hacia el objetivo, detectados por los radares de la flota, con dos Harrier arriba y 300 Kmts. que aún nos separaban de la isla. Con gran congoja, por ser nuestro elemento ofensivo, lanzamos las bombas exteriores para poder acelerar aún más.



Mis ojos escudriñaban cada nube y cada chubasco y giraban de un lado a otro como el haz del radar. Sentía como la velocidad aumentaba y aparecían fuertes vibraciones en los comandos.
Lógicamente el resto de atención que me quedaba estaba afectado a no embestir la cresta de las olas. Pero Segat que no veía tanto hacia afuera, colaboraba con los instrumentos.
— ¡ Viejo ! ¡ Guarda la velocidad, que nos desarmamos !
Teníamos más de 950 km. por hora siendo la máxima, por límites estructurales 850 kmts por hora. Reduje aceleradores y me pegué más a la superficie del agua.
A continuación de algunas maniobras colocamos rumbo general 330° a Trelew, mientras sacábamos cálculos de consumo, por no saber si llegábamos con el alto gasto que ocasionaban la poca altura y velocidad de nuestro vuelo.



Era difícil de entender pero estábamos enfrentados inteligencia contra inteligencia, los segundos corrían y el golpe no llegaba.
— Che, parece que nos perdió. ¿ Cómo le irá al "Pájaro" ?
— Pájaro - Cobra - (mi indicativo normal) -¿ Cómo andas ?
— “¡ Bien loco ! No me enganchó”
— ¡ A mí tampoco Pichón !
En la penumbra del avanzado atardecer, me pareció ver buques con reflectores grisáceos. -
¡Estábamos rodeados por la flota !. Se me apretó el corazón.
— ¡ Estamos rodeados, veo fragatas por todos lados, no tengo por donde pasar !
Aunque no había forma de distinguirlos estaban demasiado cerca del continente por lo que dedujimos eran de la Armada Argentina. Dada la forma de nuestra aparición eso no era ninguna garantía de supervivencia si no alcanzábamos a avisarles, pues con toda seguridad en sus pantallas veían acercarse aun agresor. — ¡Jorge, ¡urgente!, con la clave, llama en la frecuencia de los "Navis", que son nuestros. Yo por las dudas miro afuera para tratar de esquivar si nos tiran algo.



Todo ocurría tan vertiginosamente que los sentidos parecían lentos y torpes.
— ¡ “Lobo – Matienzo” ! (Llamada en clave).Prontamente arreciaron las llamadas de distintos buques pidiendo autenticación. (Confirmación por medio de códigos especiales). Lo que quería decir que estaban a punto de tirarnos con todo. Con un poco de alivio hicimos enlace con unaa fragata que nos recibió el informe adelantado y pedido de auxilio:
— Escuadrilla Rifle, tres Canberras, fuimos interceptados por aviones Harrier a 150 millas náuticas por el radial 330 de Malvinas. Un Canberra derribado por misil aire-aire, dos tripulantes eyectados.
— Recibido, enviamos el informe y para el rescate informamos al Aviso "Alférez Sobral" (Que en esta empresa fuera atacado).
Regresamos de noche junto con el "Palito" Nogueira, que por avería o falla de sus equipos de navegación, sumada a la falta de su puntera izquierda, venía casi sin combustible al aterrizaje.
Toda la gente, Oficiales, Suboficiales y Civiles nos esperaba al bajar. Nos abrazaron y sufrieron silenciosamente por la caída de nuestros camaradas el 1eer.Teniente "Coquena" Mario González y el Teniente "Pituso" De Ibáñez .
De ahí me fui a la capilla de la Base. Entré, estaba a oscuras. Recé por los camaradas caídos.
Y a medida que me acostumbraba a la penumbra me encontré con muchas siluetas que me acompañaban. Estábamos todos allí. Asumimos nuestra pérdida, "Levantamos el guante" y comenzamos la espera con la "vela de las armas" para asestar nuestro "golpe de maza" (símbolo de nuestro escudo de combate).
Luego de este traspié la F.A.S.2 -nos dejó varios días inactivos por considerar que nuestra lentitud con tanque de puntera colocados y la falta de repuestos para eyectarnos en todas las misiones, agregadas a las condiciones momentáneas de la batalla hacían excesivamente riesgosa nuestra operación.
Estábamos "tascando el freno", cada camarada que caía era una espina clavada en el alma y un multiplicador de nuestra impotencia.
Llegó el desembarco de San Carlos. Mientras se realizaban los primeros ataques de escuadrillas argentinas a la flota en la Bahía, organizábamos una salida de ocho Canberras con ocho bombas de 1.000 Ibs cada uno, con una escolta de Mirage III, previamente coordinada.
El Mayor Chevallier, a cargo del Escuadrón en ese momento, expuso la misión a la F.A.S. El bombardeo sería de zona desde 15.000 mts. de altura, cubriendo un paño de terreno de 2.000
Mts. por 2.000 mts., con 64.000 Ibs. de bombas (32.000 Kgs.) para destruir o desmembrar la cabeza de playa. El sistema de puntería sería visual y/o con el apoyo del "amado radar de Puerto
Argentino". Este sistema se utilizó en varias ocasiones logrando batir objetivos, consistiendo básicamente en calcular interpolando los vientos existentes desde el terreno hasta la altura de lanzamiento, compatibilizados con la trayectoria balística de la bomba y de esta forma obtener un punto de lanzamiento y a órdenes del radar todos descargar sus bombas. Las posibilidades de retorno eran estimadas en el 40% pero la importancia del blanco hizo que la mayoría nos ofreciéramos como voluntarios. La iniciativa fue bien recibida por la F.A.S. La orden llegó. Alcanzaron a despegar tres aviones y nos ordenaron regresar al aterrizaje. Quizás por haberse desperdigado la cabeza de playa, o por la alta posibilidad de derribo o por otras razones de comando que no llegaron a nuestro conocimiento. Lástima, era una misión a nuestra justa medida.



Si bien no pudimos llevarla a cabo a partir de allí comenzamos a operar en las famosas (entre las tropas enemigas) misiones nocturnas que nos ganó el apodo de "Murciélagos". En sus dos variantes: las rasantes, donde luchábamos contra la poca visibilidad, la meteorología, la tortuosa navegación, la temida proximidad al agua y obstáculos y la dificultad de encontrar el blanco. Naturalmente también contra las defensas del enemigo. Con la ventaja de ser sorpresiva y evitar los sistemas defensivos de gran alcance. Y las nocturnas de altura que nos facilitaba mucho la navegación pero estábamos más expuestos a los misiles de fragatas. Así regresamos, penetramos las defensas del enemigo, a veces a velocidades irrisorias para cuidar el combustible y los tanques y los golpeamos muy duro. Vale el testimonio del Teniente Lucero, que todos vimos en la filmación de la Fuerza Aérea al ser rescatado del agua por los ingleses. Por aquellos días se hallaba internado en un hospital de campaña en San Carlos, cuando a la media noche uno de nuestros ataques hizo temblar con sus bombas toda la zona lo que ocasionó su evacuación inmediata para recibir, según le manifestaban Médicos Ingleses, gran cantidad de heridos y muertos (Quizá más de los que reconocieron en toda la guerra). Un inglés le dijo:  -"Hubo mucha sangre hoy aqui" . Otro testimonio es el recogido por corresponsales extranjeros que indican que los bombardeos al Monte Kent (algunos relatados anteriormente) produjeron la destrucción de un vivac con tropas y gran cantidad de pertrechos bélicos, acopiados para la irrupción final a Puerto Argentino. La que aparentemente debió postergarse y derivó en el desembarco de Bahía Agradable, que como sabemos fue muy "desagradable" para ellos. Coincidentemente el Capitán Pastrán, piloto derribado de Canberra, fue interrogado insistentemente por la inteligencia enemiga sobre el sistema que utilizamos para apuntar con precisión y sin visibilidad, ya que en dos ocasiones batimos el puesto de comando. De las declaraciones recogidas informalmente de ex-prisioneros se corroboró el temor permanente de las tropas invasoras a los bombardeos nocturnos. Pasado el tiempo llegó a mis manos una revista Air-Pictorial, donde se publica un artículo de George Baldwin, titulado: (Operaciones de Sea Harrier en las Falklands", donde entre otras cosas enuncia: (lo encerrado entre paréntesis es de mi pluma con fines esclarecedores) "Al atardecer (1° de mayo) tres Canberras argentinos fueron avistados cerca de la flota (escuadrilla del Capitán  Nogueira) con los radares de abordo y luego perdidos, pero el rumbo del alejamiento fue tomado por un piquete (helicóptero con radar asociado al de una fragata) y pasado a una PAC (patrulla aérea de combate dos Harrier vistos por la escuadrilla “Ruta”). Prontamente salieron en su busca los Harrier, que poco después hicieron contacto con los Canberras argentinos con sus radares



Blue Fox (persiguiendo a la escuadrilla ”Ruta”). (Casualmente dieron con nosotros que veníamos en trayectoria opuesta). Los Canberras volaban a 50 pies (error de apreciación ya que volábamos a mucho menor altura) y eyectaron sus bombas (incorrecto ya que eyectamos solamente los tanques de puntera y luego del derribo). El Teniente Al Curtis, que después murió, disparó su Sidewinder y vio su blanco explotar (esto ocurrió antes de lo relatado en el párrafo anterior y el blanco no explotó); presto buscó el último Canberra dañado por otro Sidewinder disparado por el Teniente Comandante Mike Brodwater. (No nos derribó porque volábamos a dos metros del agua, por la ruptura oportuna y por el lanzamiento de bengalas; aunque evidentemente detonó bajo la panza de nuestro avión). Este avión escapó lo mismo que el otro Canberra . Pero se calcula que fue dañado e improbable que haya regresado a la base (en carta dirigida a los nombrados destinatarios con todas las consideraciones antes escritas agrego que doy fe de que ¡ sí regresamos a nuestra base y que lanzamos con posterioridad varias toneladas de bombas sobre sus tropas

domingo, 9 de marzo de 2025

Malvinas: El accionar de los Canberras (1/2)

Canberras detectados por la Flota (𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟏)

𝘙𝘦𝘭𝘢𝘵𝘢𝘯: 𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵á𝘯 𝘌𝘥𝘶𝘢𝘳𝘥𝘰 𝘎𝘢𝘳𝘤í𝘢 𝘗𝘶𝘦𝘣𝘭𝘢 (𝘱𝘪𝘭𝘰𝘵𝘰). 𝘛𝘦𝘯𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘑𝘰𝘳𝘨𝘦 𝘚𝘦𝘨𝘢𝘵 (𝘕𝘢𝘷𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰𝘳)
 

 


El 2 de Abril fue inmensa nuestra sorpresa y alegría. Apenas recuperados del evento comenzamos entusiasmados nuestras elucubraciones de combate. Con el 1er. Teniente Marcelo Adolfo Siri (Navegador) nos "fabricamos" el vuelo de Canberra hacia la zona de operaciones con el objeto de comprobar distancias y resultados de bombas y espoletas en el agua. Esto trajo aparejadas "cargadas" por parte de varios oficiales; era obvio nuestro interés por estar a la brevedad en la zona recientemente recuperada. Realmente era como el irresistible canto de la sirena.



Así lo hicimos, aterrizamos en la Base Aeronaval Trelew y fuimos recibidos con patriótica algarabía.
Efectuamos varios vuelos en el mar siguiendo distintos patrones de bombardeo y otras prácticas para ganar experiencia que no teníamos. Como siempre SIRI dio muestras de sus excelentes aptitudes como navegador y bombardero, aunque comencé a notar que le aquejaban terribles dolores. Pese a sus esfuerzos por ocultarlos, en ocasiones se le escapaban conmovedores quejidos. (Tenía una enfermedad incurable). Así esperábamos la hora del combate, pero la flota fue más lenta que su enfermedad. Iniciadas las operaciones y ocultando grandes sufrimientos, me pidió que lo llevara de cualquier manera hasta el avión y lo ayudara a atarse para poder ir al combate, a lo que no accedí ya que su aptitud física estaba marcadamente disminuida, el margen de supervivencia era nulo en caso de derribo y en el mejor de los casos su estado se agravaría. Lloró conmigo de impotencia, como el buen soldado que no puede defender lo suyo. Pocos meses después de finalizada la contienda, ya en conocimiento pleno de su enfermedad libró su última batalla con la misma voluntad de aquellos días. Es imperiosa la mención de estos antecedentes para valorizar la personalidad de este luchador. Vaya este pequeño homenaje para la "Lombriz" Siri y sus hijos, para que siempre sepan de su valor.

Ante la inminente llegada de la flota, constituimos las tripulaciones estables compatibilizando criterios de eficiencia, experiencia y afinidad. Durante el conflicto el 1er. Teniente Jorge Segat fue mi inseparable navegador. Por momentos nos sentíamos eufóricos y luego de investigar las capacidades del enemigo, evadíamos los análisis entregándonos aun campeonato de dardos, en el que el centro mosca era la imagen de la señora Thatcher. (Nada que ver con el vudú, solamente era una buena terapia). La espera era dura, me recordaba la imagen del padre frente a la sala de partos. La tensión creciente y el incremento de secreciones glandulares consecuentes produjo fenómenos extraños: el más fantástico fue que el "Gordo" Cardo (la mascota del grupo) adelgazara; otros que en sueños realizaban maniobras evasivas se rompieron la cabeza contra el suelo; algunos no dormían; se les caía el cabello y así variadas alteraciones fuera de lo común. El olfato nos dijo que esto se iba alargando, por lo que con Segat, Sproviero y otros fanáticos nos dedicábamos, metódicamente, de noche y fuera de alerta, fue a hacer gimnasia. Hoy sé que fue importantísimo su efecto en nuestros posteriores vuelos nocturnos "casi a ciegas", donde pudimos ver cosas adivinando. Según los expertos esto fue probable solo por poseer condiciones psicofísicas muy buenas. Como sello identificatorio y por mi afición al karate y a las pesas me quedó el apelativo: "Musculito".



El 26 de Abril se llevó a cabo la difícil e infructuosa misión de tres Canberras a las Georgias. Agregando el paulatino avance de la flota, se multiplicaban en nosotros las ansias de "la lucha justa" y también el miedo, por supuesto. No el miedo instintivo, ingobernable, sino el temor lógico al futuro de los hijos sin padre, a perder el numeral que confía ciegamente en nuestra pericia, o ser combativamente inferior al enemigo, o equivocarse en las decisiones, o no llegar al blanco, o bombardear propias tropas, etc.; y ¿por que no?, dejar este cuerpo material que, malo o bueno, es nuestro y nos acompañó unos cuantos años.
Fue posible vencer el obstáculo porque paulatinamente se nos fueron cayendo "los velos" y nos descubrimos a nosotros mismos. Supimos que amábamos la tierra de nuestros padres e hijos y que necesitábamos esencialmente del Principio y Fin de todas las cosas: Dios. No soy original en los conceptos, pero no me despreocupa el serlo, la historia del hombre es una viva reiteración.
Lo que sí me importa es rescatar algún valor que nos han prodigado estos jóvenes, fieles exponentes de la sociedad argentina que con sus pocos años y experiencias son educadores ejemplares de las cosas trascendentales. Ellos nos recuerdan que debemos ser el estandarte de la cultura Greco-Romana pura y no el apéndice putrefacto de la cultura del "Dios oro". Los cómodos y descreídos enjuiciarán esas abstracciones como "quijotadas", "tonterías", "utopías",
"ideales perimidos", o como quieran llamarles, pero jamás podrán con ellos.
Cuatro horas del día 1 ° de Mayo. El Mayor Vivas, jefe del Escuadrón, golpeando las puertas de los alojamientos gritó:
— ¡ Atacan Puerto Argentino !
— ¡ Arriba todo el mundo !
No quiero asegurarlo pero creo haber escuchado que alguno salió con una bota de vuelo dos números más chica y viceversa.
Las dos escuadrillas de alerta se subieron a los aviones quedando encerrados y atados. A fuerza de ser claro, debo decir que la imposibilidad de mínimos movimientos produce diversas molestias, en piernas, espalda, cuello, etc., que con el correr de las horas se hace dolorosa. A propósito de estos datos que he ilustrado fue que improvisamos una escuadrilla para relevar a los que llevaban largas horas en esa condición. Total era por un ratito... ¡ error !... a breves minutos de reemplazarlos, llegó la primera orden fragmentaria que consistía en dos salidas de tres aviones con 30 minutos de intervalo.
Salió la primera escuadrilla: "Ruta". Integrada por el Capitán Nogueira como jefe, Capitán
Sánchez, Navegador, Teniente Cooke - Capitán Lozano de No 2 y Capitán Rodino- 1er. Teniente
Dubroca de N° 3.
Nuestro blanco eran lanchas y tropas de desembarco al norte de la isla Soledad. Cumplido el lapso preestablecido decolamos como guía el Capitán Alberto Baigorrí con el Mayor Rodeiro, de numeral 2 el Teniente De Ibáñez con el 1er.Teniente Mario González y como numeral 3 quienes relatan. La estructuración de la Escuadrilla no fue azarosa sino que el guía debe ser el más experimentado, sucediéndole en aptitudes y comando el No 3, que a su vez brinda protección defensivo-evasiva a todo el grupo (en este caso el No 1 y 3 éramos jefe de escuadrilla titulares) y el numeral 2 que va colocado en el medio, es el piloto más "nuevo", que como tal debe ser cuidado.



Ascendimos alrededor de 10.000 metros, para ahorrar combustible, iniciando el descenso próximos a la zona de captación radárica del enemigo, para no ser detectados. Un dato de interés es que el avión Canberra; produce en el radar un eco exactamente tres veces más grande que un avión tipo Mirage y se percibe desde el doble de distancia en guales condiciones. Volábamos casi tocando el agua, el No 1 dejaba un torbellino de espuma en el aire. Bruscamente, por el alcance de las ondas de VHF (Radio) comenzamos a escuchar gritos entrecortados y luego más claros:
— ¡ Bien pibe, lo pusiste de traste, lo tumbaste !
Otro decía: — ¡ Me eyecto !
Otro: - ¡ Me dieron. No puedo tenerlo. Me voy a la isla!
Este último parecía ser el Capitán Nogueira (“Ruta”). Efectivamente lo era, por la poca visibilidad reinante, no vieron hasta estar demasiado cerca que el desembarco había sido rechazado y la flota había aproximado a la costa para proteger el repliegue. Así se encontraron con una pared defensiva entre ellos y el objetivo. Segundos más tarde vieron notables destellos que iluminaron dos fragatas y luego, como tomando forma de la nada, varios misiles de gran porte y color blanco que se orientaban hacia ellos. Milagrosamente, por haberlos visto salir, pudieron esquivarlos. Pasando dos de ellos entre los aviones. Se produjo entonces la ruptura (desprendimiento de los aviones) defensiva. Evidentemente varias andanadas de misiles salieron en su búsqueda, de los cuales uno detonó cerca de la puntera del ala izquierda del guía, volándola como si fuese de papel de cigarrillo. La proximidad al agua evitó el impacto directo pero la pérdida del control producida por la explosión convirtió al agua en un virtual enemigo, evitando por centímetros la fatal colisión. Recuperado el control, vio salir a su encuentro una sección de Harrier (P.A.C.) del portaaviones cosa que providencialmente lo hizo desistir de aterrizar en Puerto Argentino y le evitó correr la misma suerte que el Capitán García Cuerva (M-III).



El navegador Capitán Sánchez al sentir el impacto dijo:
— ¡ Me eyecto !
— ¡ No ! ¡ No ! ¡Para, quédate!
Ante la propia limitación por avería del "Palito" Nogueira , para acelerar adecuadamente y evadir los interceptores ordenó a sus numerales regresar a la base, quedándose él como señuelo. El "Pájaro" Baigorrí y yo lo llamábamos para saber de su suerte. De ese enlace y otros que se oían dedujimos que la sombrilla aérea de M-III regresaba al continente por combustible, dejándonos sin protección. Y que el desembarco inglés se había suspendido.
— ¿ Escuchaste Pájaro ?
— ¡Sí, le voy a preguntar al "Palito" !
— “Ruta – Rifle” (llamado de escuadrillas)
Sin recibir respuesta perforábamos lloviznas y nubes desgarradas. Ya ni nos acordábamos del temblor de las piernas; del baño turco, ni de las incomodidades del asiento.
Observamos con Jorge, que desde su cubil era "todo ojos", que el número 2, De Ibáñez, se desplazaba algunos metros hacia arriba, seguramente para aliviar la tensión extrema que provoca el volar tan bajo.
Lo llamé:
— ¡ Rifle 2; baje!
Momentáneamente descendió, aunque con tendencia a subir. Como los dos aviones de adelante, tenían espoletas que harían estallar sus bombas muy cerca mío, fui tomando la conveniente distancia para evitar sus esquirlas. Nos encontrábamos a 300 kmts del objetivo.
En ese momento algo indescriptible me impulsó a mirar hacia la derecha, forzando la natural posición del asiento.

domingo, 19 de enero de 2025

Argentina: Cada piloto de F-16 costará entre 27/52 millones USD en toda su carrera

 

Costos de formar y mantener pilotos de F-16 Fighting Falcon para la Fuerza Aérea Argentina

  • ¿Cuánto cuesta crear y mantener calificado a un piloto de F-16?
  • ¿Cómo sería el ciclo de vida de un piloto en la Fuerza Aérea Argentina?
  • Cifras al 2024 y un análisis económico-financiero al final


Por Esteban McLaren para FDRA

Supongamos un futuro piloto argentino, oficial recién graduado. Los aviones disponibles para entrenamiento son los Grob G 120, AT-6 Texan II, EMB 312 Tucano y FMA IA-63 Pampa, luego viene, a partir del año que viene, el F-16 Block 15 MLU ex-Dinamarca. ¿Cuántas horas de vuelo se requiere que cumpla en cada aparato un piloto para llegar a volar en un F-16? Luego, si el piloto llega a calificar para volar F-16, cuantas horas por año debe mantener para seguir calificado en el aparato. Buscamos sumar en una tabla todas las horas realizadas por aparato más las horas por año de volar un F-16 hasta alcanzar el límite de edad permitido para un piloto para poder volar un moderno caza de combate. Para ello vamos a suponer un ciclo de vida del piloto, suponiendo edades razonables del piloto cuando inicia con el Grob G-120 y luego establecer una edad de corte para poder operar el F-16 tal como se emplea bajo los estándares de la OTAN. Un análisis económico-financiero optativo se encuentra al final.

Para determinar cuántas horas de vuelo un piloto argentino, siguiendo los estándares de la OTAN (NATO), necesita completar en cada avión antes de calificar para volar un F-16 Block 15 MLU, así como cuántas horas anuales debe mantener para seguir calificado, es necesario basarnos en el perfil estándar de entrenamiento de pilotos militares en fuerzas aéreas occidentales. A continuación, se desglosan las etapas de formación y la acumulación de horas de vuelo según los tipos de aviones disponibles: Grob G 120, AT-6 Texan II, EMBV 312 Tucano, FMA IA-63 Pampa, y finalmente el F-16 Block 15 MLU.


Etapas de Entrenamiento de Vuelo

  1. Grob G 120 (Entrenamiento Primario)
    • Este es el avión de entrenamiento primario básico. Los estándares de la OTAN y los de muchas fuerzas aéreas occidentales requieren que los cadetes completen entre 70 y 100 horas de vuelo en esta etapa antes de avanzar.
  2. AT-6 Texan II o EMB 312 Tucano (Entrenamiento Intermedio/Avanzado)
    • Después del entrenamiento primario, los cadetes pasan a un avión de entrenamiento turbohélice como el AT-6 Texan II o el Tucano. Este entrenamiento intermedio/avanzado suele requerir entre 120 y 150 horas de vuelo, dependiendo de la fuerza aérea.
  3. FMA IA-63 Pampa (Entrenamiento en Jet)
    • En esta etapa, los cadetes vuelan un jet de entrenamiento avanzado como el IA-63 Pampa para familiarizarse con las características de los aviones a reacción. Normalmente, se requieren entre 150 y 200 horas de vuelo en este avión antes de pasar a un caza supersónico.
  4. F-16 Block 15 MLU (Conversión Operacional)
    • Tras completar el entrenamiento en jet, el piloto entra en un curso de Conversión Operacional para volar el F-16. Este curso incluye tanto simulación como horas reales de vuelo. Por lo general, se requiere un mínimo de 200 horas de vuelo en el F-16 para obtener la calificación completa.

Horas de Vuelo para Mantener la Calificación en el F-16

Una vez calificado en el F-16, para mantener la calificación como piloto operativo, los estándares de la OTAN requieren que el piloto mantenga entre 120 y 180 horas de vuelo anuales en un avión de combate moderno como el F-16.


 

Edades y Progresión

Asumimos que el piloto comienza su entrenamiento alrededor de los 21 años (tras haber completado la formación académica en la Escuela de Aviación Militar - EAM) y que la edad de retiro de un piloto de caza en un moderno avión de combate se sitúa alrededor de los 45 años, siguiendo los estándares de las fuerzas aéreas occidentales.

A continuación, se presenta una tabla que resume las horas de vuelo por cada etapa de entrenamiento y las horas necesarias para mantener la calificación en el F-16 hasta la edad de retiro:

Tabla Resumen de Horas de Vuelo

EtapaAviónHoras RequeridasEdad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano14022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa18023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU20024 años
Horas Totales Entrenamiento600

Horas de Vuelo AnualesF-16 Block 15 MLU150 (promedio anual)25-45 años
Horas Anuales por 21 años (de los 24 a los 45 años)3,150

Total de Horas de Vuelo

ConceptoHoras Totales
Horas totales de entrenamiento (hasta F-16)600
Horas de vuelo anuales en F-16 (21 años)3,150
Total de horas de vuelo3,750


Un piloto argentino, siguiendo los estándares de la OTAN, necesitaría acumular aproximadamente 600 horas de vuelo en entrenamiento básico, intermedio y avanzado antes de calificar para volar un F-16. Una vez calificado, deberá mantener alrededor de 150 horas anuales de vuelo en el F-16. A lo largo de una carrera de 21 años (desde los 24 hasta los 45 años), el piloto habrá acumulado aproximadamente 3,750 horas de vuelo.



Cálculo de costos

Para calcular el costo total de entrenar a un piloto argentino y mantener su calificación en el F-16 Block 15 MLU, vamos a utilizar estimaciones razonables del costo por hora de vuelo para cada avión en la flota de entrenamiento y operación mencionada: Grob G 120, AT-6 Texan II, EMBV 312 Tucano, FMA IA-63 Pampa, y el F-16 Block 15 MLU. Luego, sumaremos todos los costos para tener un estimado total del costo de entrenar y operar a un piloto en su vida útil como piloto de combate en Argentina.

 

Estimaciones de costo por hora de vuelo

  1. Grob G 120: Fuentes globales estiman alrededor de $500 USD por hora de vuelo.
  2. AT-6 Texan II o EMBV 312 Tucano: El costo estimado por hora de vuelo para el AT-6 es de alrededor de $1,000 USD, y el EMBV 312 Tucano se ubica en una categoría similar.
  3. FMA IA-63 Pampa: Siendo un entrenador a reacción, sus costos operativos son más altos, estimados en alrededor de $2,000 USD por hora según datos disponibles de jets comparables.
  4. F-16 Block 15 MLU: De acuerdo con varias fuentes, el costo por hora de vuelo del F-16 varía entre $8,000 y $22,470 USD, dependiendo de factores como mantenimiento y condiciones operativas (Executive Flyers)​(Wikipedia).

Estas cifras son aproximadas y pueden variar dependiendo del país, la estructura de costos, mantenimiento, combustible y otros factores. Sin embargo, son cifras razonables basadas en el costo de operación de aviones similares en fuerzas aéreas occidentales.

 

Con base en la información actualizada, incluiremos dos estimaciones del costo de volar el F-16 Block 15 MLU: una basada en un límite inferior de $8,000 por hora de vuelo y otra basada en un límite superior de $22,470 por hora de vuelo. A continuación se muestra la tabla revisada y el desglose de costos.

 


Tabla actualizada: Horas de vuelo y costos por aeronave (F-16 Block 15)

EtapaAviónHoras RequeridasCosto por Hora (USD)Costo Total (USD)Edad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208050040,00021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano1401,000140,00022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa1802,000360,00023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU2008,0001,600,00024 años
Horas Totales Entrenamiento600

2,140,000
Horas de Vuelo Anuales (baja estimación)F-16 Block 15 MLU150 (anual)8,0001,200,000 (anual)25-45 años
Horas Totales por 21 años (baja estimación)3,1508,00025,200,000

Costo Total con estimación baja


$27,340,000 USD

Estimación Alta: F-16 a $22,470 por hora (F-16C)

EtapaAviónHoras RequeridasCosto por Hora (USD)Costo Total (USD)Edad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208050040,00021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano1401,000140,00022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa1802,000360,00023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU20022,4704,494,00024 años
Horas Totales Entrenamiento600

5,034,000
Horas de Vuelo Anuales (alta estimación)F-16 Block 15 MLU150 (anual)22,4703,370,500 (anual)25-45 años
Horas Totales por 21 años (alta estimación)3,15022,47047,327,500

Costo Total con estimación alta


$52,361,500 USD

Cálculo del Costo Total

  1. Costo total de entrenamiento (600 horas):

    • Baja estimación: $2,140,000 USD
    • Alta estimación: $5,034,000 USD
  2. Costo total de operación en el F-16 (21 años):

    • Baja estimación: $25,200,000 USD
    • Alta estimación: $47,327,500 USD

Resumen de Costos

EstimaciónCosto Total (USD)
Estimación baja$27,340,000 USD
Estimación alta$52,361,500 USD

Conclusión

El costo total de entrenar y mantener a un piloto argentino calificado para volar un F-16 Block 15 MLU oscila entre $27,340,000 USD y $52,361,500 USD a lo largo de su carrera, dependiendo del costo por hora de vuelo en el F-16.






miércoles, 15 de enero de 2025

Crisis del Beagle: Pinchando las defensas chilenas


Probando las defensas aéreas chilenas en diciembre de 1978



Entre el 19 y el 22 de diciembre, el Comando de Aviación Naval (COAN) y la Fuerza Aérea Argentina (FAA) llevaron a cabo dos operaciones con el propósito de recolectar inteligencia.

La primera misión, realizada el 19 de diciembre por el COAN, consistió en un vuelo del SP-2H Neptune P-111 desde Río Grande hacia el oeste. La aeronave sobrevoló las islas en disputa antes de dirigirse hacia el norte, volando paralelo a la costa chilena. Alcanzó la altura de Puerto Aysén, desde donde reingresó al espacio aéreo argentino sobre Río Turbio. Posteriormente, volvió a entrar al espacio aéreo chileno atravesando el estrecho de Magallanes, y regresó a Río Grande tras un vuelo de ocho horas y media. Durante la misión, el Neptune transportaba un armamento ASW completo; sin embargo, su objetivo principal era recopilar información de los radares mediante sus equipos de apoyo electrónico (MAE), una capacidad tecnológica avanzada en la región en ese momento.

La segunda operación, llevada a cabo el 22 de diciembre, tenía como objetivo evaluar los tiempos de reacción de los F-5 chilenos. Esta misión fue asignada al Grupo 4, cuyos pilotos, el Capitán Piuma Justo y el Teniente González, despegaron en aviones A-4C Skyhawk desde San Julián. Entraron al espacio aéreo chileno por Puerto Aysén, volando a una altitud de 10,000 pies (aproximadamente 3,000 metros), y se dirigieron hacia Punta Arenas. Cuando estaban a 3 millas (5 kilómetros) de la ciudad, el radar de Río Gallegos les notificó que los F-5 o (aunque más probablemente fuesen Hawker Hunter) habían despegado. Habiendo cumplido su misión, los A-4 regresaron a San Julián.

martes, 7 de enero de 2025

Malvinas: Morgan y el Sánchez, una amistad en combate


Memorias de un piloto inglés sobre la Guerra de Malvinas


Cuando empieza la primavera europea, David Morgan sabe que volverán a asaltarlo recuerdos de la guerra. Regresó de las Islas Malvinas en julio de 1982, condecorado y reconocido por sus hazañas como piloto de los Sea Harriers, los aviones más modernos de aquel tiempo. Participó en más de 50 misiones durante el conflicto, en las que derribó helicópteros y aviones. Al regresar a casa, esas hazañas se transformaron en pesadillas. “Estaba irritable, nervioso y muy reacio a tomar las pequeñas decisiones de todos los días. Era como si me hubiera acostumbrado a tomar decisiones de vida y muerte y había perdido la habilidad de lidiar con lo mundano”, cuenta David Morgan en su libro de memorias, Cielos Hostiles, escrito hace 14 años y recientemente traducido al español y publicado en Argentina. Mucho tiempo después de la guerra fue diagnosticado con estrés postraumático y pudo hablar de lo que había vivido.

En una entrevista virtual desde Buenos Aires con EL PAIS, la primera con una periodista argentina, David Morgan rememora aquellos tiempos con mirada triste y pausas largas. A los 73 años, su vida es ahora tranquila, rodeada de naturaleza en una hermosa casa rural en Shaftersbury, a 150 km de Londres. Todos los fines de semana lo visitan sus dos hijos y sus cinco nietos, a quienes lleva a volar en su avión particular y les dedica el tiempo que quizás no tuvo como padre. Sus hijos eran pequeños cuando él partió al Atlántico Sur. ¿A dónde iba? ¿Qué eran las Malvinas? Los niños lo entendieron tiempo después, cuando algunos de sus amigos de la escuela contaban que habían perdido a sus padres. Gracias a 12 años de ayuda terapéutica, David Morgan pudo escribir sus memorias. Las dedicó a su familia y a su psicóloga, Sally, a quien le agradeció “salvar su cordura”.

Con un prólogo especialmente dedicado a los argentinos, David Morgan aclara que temía que el libro “no fuera bien recibido” en el país sudamericano. “Pero mis buenos amigos allá me animaron a hacerlo”, dice. Sus párpados caen pesados sobre sus ojos claros y vidriosos mientras mira a través de la pantalla de su computadora. “La guerra no es gloriosa, es como asomarse al infierno y lo vivimos igual de ambos lados. No disfrutábamos las victorias porque sabíamos que los pilotos argentinos eran como nosotros: sentían el mismo amor por volar y también tenían familias que los esperaban”, aclara con el mismo tono humano que usa en su libro.

En Cielos Hostiles, Morgan hace descripciones minuciosas de sus misiones, con detalles técnicos y datos precisos, junto con las experiencias del momento. Se pueden leer cartas de amor, fragmentos de su diario personal, citas de libros de Richard Bach (autor de Juan Salvador Gaviota e Ilusiones) o poemas de John Pudney (de un libro regalo de su padre, también piloto de la RAF y veterano de la Segunda Guerra Mundial) además de versos propios, escritos para su mujer y sus amigos caídos en combate.


Morgan hoy, a los 73 años, cerca de Londres

“A alguna gente no le gustó que incluyera lo personal, pero mi idea era escribir lo que viví, aunque me avergüence”, dice Morgan cuando aclara que Inglaterra muchos colegas lo criticaron por eso. Durante sus años de posguerra, Morgan fue instructor de escuadrones y al estallar la Guerra del Golfo, en 1991, lo convocaron. Esa fue la alarma que disparó su estrés postraumático. Habían pasado casi 10 años desde Malvinas, pero sus recuerdos reaparecieron y pidió ayuda. Entonces se retiró y se dedicó a la aviación comercial.

En ese mismo tiempo, una amigo que volaba con él, Maxi Gainza, le propuso encontrarse con un veterano de guerra argentino que estaba de paso por Londres. Al principio se resistió, pero luego aceptó conocer a Héctor Sánchez, uno de los cuatro pilotos con los que había tenido el combate aéreo más dramático de la guerra. Aquel 8 de junio en Malvinas merece todo un capítulo en sus memorias, porque Morgan y su compañero, David Smith, atacaron con misiles cuatro Skyhawks (aviones de combate argentinos) tras ver cómo habían bombardeado un buque inglés en la Bahía Agradable. Tres de los pilotos argentinos murieron y Héctor Sánchez se salvó.

“Eso me afectó mucho. Recuerdo exactamente ese momento, cómo iban cambiando mis emociones en segundos: la ira cuando vi atacar a nuestra gente, la euforia cuando bajé al primer avión, la empatía cuando el segundo hombre que se eyectó pasó cerca de mi cabina y luego la ira de nuevo, cuando maté al tercer hombre. Creo que ese día fue el disparador de la mayoría de mis problemas después del final del conflicto”, reflexiona Morgan, y se queda en un largo silencio. Durante los ocho meses que tardó en escribir el libro, tuvo varios bloqueos y debió trabajar mucho sobre eso.

Al hablar de Héctor Sánchez, vuelve a sonreír. En una ocasión, luego de varios encuentros, recuerda que el argentino, notándolo distante y pensativo, le dijo con empatía: “No te preocupes más, David, cada uno cumplía con su deber”. Se abrazaron. La amistad sigue intacta desde aquellos años. Ambos mantuvieron contacto por mail y luego por redes sociales. David nunca viajó a Buenos Aires, pero planea hacerlo en el futuro.



Morgan y el impactante recuerdo del combate del 8 de junio de 1982

En 2007, para el 25 aniversario de la guerra, David Morgan viajó por primera vez a las Islas Malvinas. Recorrió en jeep aquellos lugares helados que recordaba regados de cadáveres y restos de armamentos. Todo se veía diferente en esta visita. “Encontré restos del fuselaje de mi avión y también de uno de los aviones que yo había derribado. Su piloto, Daniel Bolzán, fue uno de los que murió aquel 8 de junio y decidí enviárselos a su hijo”, recuerda. Le escribió y le contó todo. Así inició su relación con el hijo de uno de los 649 soldados argentinos que murieron en las islas. “Sus pilotos realizaron ataques con habilidad y coraje, causando graves daños a muchos barcos británicos. Eran muy valientes”, añade Morgan.

Las memorias de David Morgan llegan justo en un momento de revisión histórica de la guerra de las Malvinas en Argentina. En el campo académico se debate la simplificación que definió a esta guerra como “absurda y caprichosa” y a sus protagonistas como marionetas de la dictadura de entonces. Para la antropóloga Rosana Guber “este marco redujo fuertemente las alternativas con que sus protagonistas directos podrían darle sentido a su experiencia bélica y humana, y también redujo el margen del reconocimiento de su acción en la esfera pública”. En esta investigación, Guber concluye que los encuentros de posguerra entre británicos y argentinos demuestran que la guerra enfrenta a seres humanos que, muchas veces, necesitan encontrar razones para una experiencia tan traumática.

David Morgan es parte de un importante grupo de veteranos de guerra de ambos países que, décadas después, necesitaron entender por qué estuvieron allí y darse la mano para manifestarse respeto. A diferencia de otros encuentros entre veteranos de ambos países promocionados en documentales y hasta obras de teatro, el encuentro entre David Morgan y Héctor Sánchez se mantuvo en la intimidad. “Yo siento que nuestra amistad es algo privado y muy fuerte. Nos une el haber vivido la misma experiencia, aunque sea en bandos diferentes. No necesitamos hacerlo público”. En 2019, Héctor Sánchez invitó a David Morgan a visitar Malvinas junto a Pablo Bolzán, hijo del piloto argentino muerto en combate, y Luis Cervera, veterano de guerra. Recorrieron juntos las islas y levantaron un monumento en memoria del padre de Pablo, Daniel Bolzán. Morgan pudo cerrar así el círculo de su historia

domingo, 29 de diciembre de 2024

Armas Argentinas: Bomba planeadora FAS-850 “Dardo 2”

La bomba inteligente argentina FAS-850 “Dardo 2”


Bien sabido es que los medios aéreos de Argentina se encuentran en inferioridad clara con respecto a los actores regionales del momento. Las instituciones castrenses del país llevan adelante esfuerzos notorios para paliar la situación. La bomba FAS-850 “Dardo 2” es un claro ejemplo.



Vista general de la bomba “Dardo”, que potenciará los medios de combate nacionales.

Existe un programa de bombas inteligentes stand-off llevado a cabo por la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DIGID), dependiente de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), con el objetivo de desplegar capacidades técnicas y humanas que permitan lograr el desarrollo de armamento de gran alcance, acorde con la filosofía moderna. Atendiendo especialmente a soluciones que posean un alto grado de componentes y piezas nacionales, se inició el programa Fuerza Aérea Sistemas (FAS) 850, que tuvo su punto de partida con la bomba Dardo I, que era un material lanzable stand-off asistido por un cohete que le confería un alcance de 15 km., siendo su peso de 227 kg.


Las “Dardo” han sido probadas extensamente en los A-4AR de la FAA y los “Super Etendard” de la Aviación Naval.

Con posterioridad evolucionó a la Dardo 2, que es una bomba lanzable desde el aire inteligente con sistema de alas plegables, que permitió desarrollar capacidades en numerosas disciplinas concurrentes con el diseño de equipamientos stand-off de última generación. Todo el conocimiento y la capacitación tuvo que ser planificada por mentes autóctonas, ya que era casi imposible obtener información sensible para el proyecto. Gracias a la formación y experiencia acumulada durante tantos años en el desarrollo y mantenimiento de armamento, fue y es posible trabajar en este modelo de equipos.

Los prototipos iniciales de esta bomba planeadora cuentan con una longitud de 2.630 mm. y un diámetro máximo de 400. El cuerpo se asemeja a un paralelepípedo que en su parte frontal se va ahusando, para terminar en una antena de telemetría y tubo pitot. En su interior, desde adelante hacia atrás se alojan un tanque de nitrógeno comprimido, el sistema neumático, las baterías, el transmisor de telemetría; por detrás de las alas la computadora de abordo, un secuenciador, el módulo de motores de control y un paracaídas, este último para permitir su recuperación tras las pruebas en vuelo.

Según los primeros datos públicos, el peso de este ingenio puede variar entre los 250 y los 400 kg., dependiendo de la carga útil empleada, que puede ser única, múltiple, FAE (Fuel Air Explosive) u otras. En su parte superior la bomba dispone de dos alas metálicas, que se encuentran plegadas hacia atrás sobre el cuerpo y que se extienden cuando empieza la caída libre, luego de ser lanzada. Se encuentran unidas en su raíz en una especie de placa que también dispone de dos cáncamos NATO 14”, que sirven para su fijación al soporte.

En la parte posterior del cuerpo, que en las versiones iniciales culmina en forma plana y que internamente aloja un paracaídas, se encuentran cuatro aletas que nacen en los vértices de esta suerte de paralelepípedo. Inicialmente se emplearon las aletas traseras de los misiles Rafael Shafrir II con la finalidad de aprovechar sus rolerones, pero estos no fueron efectivos, debido a que no tenían la velocidad necesaria para su correcto funcionamiento, por lo que en las versiones posteriores se modificaron.

Tecnologías y características

También en la parte trasera, pero dispuestas horizontalmente, dispone de dos aletas estabilizadoras planas de forma rectangular. En la parte superior trasera hay un pequeño carenado con su parte frontal compuesta por una sección transparente, que permite la colocación de una cámara de video. Dependiendo de la versión por delante y detrás de ese carenado posee otros dos más pequeños de forma rectangular, que son los correspondientes a las antenas de GPS (Global Positioning System) de 50 Hz. En un primer momento esta bomba solo disponía de uno de ellos, primero sobre la parte frontal superior y después reubicado en la trasera.


Gráfico de la disposición interna del ingenio.

Tras la antena que se encuentra más atrás se sitúa el sistema de apertura del paracaídas. A la izquierda de la antena delantera del GPS se inserta lo que parece ser un pin de seguridad. Ubicadas en el lateral derecho del cuerpo hay dos hendiduras que disponen de distintas entradas. En una de estas se encuentra una perilla que tiene la inscripción, apenas visible, 110 V, una entrada circular y una para USB (Universal Serial Bus). En el mismo lateral, pero más adelante, también posee un indicador con agujas que, a juzgar por la ubicación del sistema neumático, parece indicar que se trata de un manómetro. En el lateral opuesto está un indicador de ángulo de ataque.

La aeronave portadora que se encuentre configurada con este tipo de bombas puede efectuar el lanzamiento hasta los 40.000 pies (12.192 m.), con una velocidad igual o menor que 0,9 Mach y el alcance es de 60 km., con un CEP (Circular Error Probable) de 15 m. Según las previsiones preliminares en una segunda etapa, con la adición de un motor cohete se esperaba que la altura de lanzamiento se redujera a 25.000 pies (7.620 m.), contando con la capacidad de batir blancos que se encuentren en el orden de los 100-150 km. con un CEP que ronda entre los 6 ó 7 m. El sistema de guía empleado es por inercial/GPS, mientras que la designación del blanco puede ser previa o durante el vuelo.

La carga de esta bomba en el vector lanzador es posible gracias al adaptador para Dardo II-Mod.3, que básicamente consta de una pieza principal que es el cajón soldado, sobre el cual se montan los siguientes componentes: un carenado frontal en la parte superior trasera, una tapa de inspección, mientras que en la inferior trasera se sitúa el conjunto de antena de GPS. Sobre la parte superior se encuentran los conectores delantero y trasero y en la inferior las horquillas para cables armadores. Del cajón pende una unidad Alkan 165, que es donde va fijada la bomba. Este adaptador se fija a la aeronave mediante dos cáncamos NATO 14”, permitiendo la estandarización del material acorde a criterios logísticos y operativos comunes.

Con los resultados obtenidos en las pruebas con los prototipos de las primeras se evolucionó a la Dardo 2-B de configuración de guerra (carga única). Incorpora como carga el cuerpo de bomba Mk.82 o BK-BR 250, que se encuentra situado debajo de lo que parece ser un soporte confeccionado con una lámina metálica, que a su vez está unido a la placa donde se fijan las alas y los cáncamos. Externamente el cuerpo queda cubierto por un carenado plástico de sección rectangular, que en su parte inferior copia la curvatura del cuerpo de la bomba.


FAS 850 “Dardo 2C”

Caminando con la “Dardo II”

En lo que respecta a la sección de cola, se ha confeccionado también en material plástico. A diferencia de las primeras versiones, ésta termina en forma ahusada y no plana, ya que no dispone de paracaídas de recuperación. También se han integrado las aletas que nacen en los vértices, que pasaron a ser del mismo material plástico, abandonando las anteriores correspondientes a los misiles Shafrir. En lo que respecta a las dimensiones, según lo informado se conservan la longitud y diámetro máximo de la versión preliminar y lo mismo sucede con la altura, velocidad de lanzamiento y el alcance, mientras que el CEP estimado es de 15 m. En esta versión el peso es de 280 kg.

La designación del blanco puede ser tanto previo como durante el vuelo, mientras que la navegación es por inercial y GPS. En esta bomba también se ha integrado la espoleta de proximidad por efecto Doppler desarrollada en el marco del proyecto FAS 1020. Se conecta con el cuerpo de la bomba mediante un prolongador. Esta espoleta es compatible con bombas frenadas FAS 250 y lisas BK BR 50, 125 y 250 y las de la serie Mk. Para su funcionamiento emplea el principio de radio frecuencia/Doppler, permitiendo un tiempo de armado que va desde los 2 a los 12 segundos, mientras la altura nominal de explosión es de 10 m.

Las condiciones de operación permiten un lanzamiento con una velocidad mínima de 220 nudos (407,44 km/h.) y una máxima de 580 (1.074,16), variando la altura en función de la bomba empleada, que soporta un rango de temperaturas comprendido entre los -30 y los +60° C. Su confiabilidad es superior al 80 por ciento en el modo de radio frecuencia y superior al 90 con el respaldo de impacto. Esta espoleta posee un selector externo, desde donde se puede configurar el tiempo de armado en segundos, dependiendo si la bomba es lisa o frenada. También en la materia ultrasensible de espoletas la FAA ha trabajado intensamente para obtener y preparar el conocimiento sobre esta espinosa materia.

El próximo paso que la FAA planea dar es la Dardo 2-C, la versión propulsada que integrará un turbomotor íntegramente nacional, alimentado con combustible JP (Jet Propulsion) y cuenta con un sistema de control y navegación que le permite cumplir misiones típicas de un misil de crucero. Se halla en avanzado estado de desarrollo previéndose efectuar los vuelos de prueba en el segundo semestre de este año. La longitud y diámetro exterior son similares a los anteriores, al igual que la velocidad y altura de lanzamiento. Su peso es de 250 kg., mientras que el alcance se extenderá a 200 km.

Al igual que en la versión previa, la designación de blanco puede ser anterior o durante el vuelo, mientras que la navegación es inercial y por GPS, con un perfil en el aire programable que incluye navegación a baja cota con altímetro láser. Los modos de navegación hacia el blanco son de alineación, aproximación y final, incluyendo los predictivos para blancos móviles. Se prevé dotarla con un guiado terminal infrarrojo (IR), que se encuentra en desarrollo.

La carga de guerra es equivalente a la de la bomba Mk.82, aunque, por los datos que han trascendido, parece ser que no llevará el cuerpo de la misma. Estará situada en la parte frontal, extendiéndose hasta la altura de la placa que dispone de los cáncamos y alas. En este caso también se emplea una espoleta de proximidad Doppler FAS 1020, sin la necesidad de utilizar el prolongador. Detrás de este se aloja lo que parece ser el tanque que contiene el propulsante.


“Dardo II” en su pilón de lanzamiento bajo un reactor de combate de la FAA.

Aumento del potencial

En lo que respecta a la fisonomía exterior, se usa un cuerpo plástico similar al de la Dardo 2-B, que difiere tanto en la forma del cono frontal, en la parte inferior, que no copia la curvatura del cuerpo de la bomba, y tendrá una toma de aire que internamente se conecta a la parte frontal del turbomotor. En la sección de cola posee una salida circular para la tobera de esta planta propulsora. En los estudios, se evaluó el empleo de un estatorreactor, un estatocohete y un turborreactor/turbofan.

La dotación de este interesante material permitirá potenciar a los cansados aviones nacionales con un sistema de armamento aéreo de altísima eficiencia, que dotará a la FAA de una buscada capacidad, tal cual es el ataque a gran distancia a blancos rentables y muy protegidos. Las Dardo permiten que viejos reactores, como los que hoy tiene la Fuerza Aérea, operan con grandes posibilidades de éxito a distancia de seguridad y con notable contundencia.

Hasta el momento esta bomba ha sido probada desde el Mirage M-IIICJ matriculado C-717, suspendida del soporte ventral Alkan PM3. Posteriormente los ensayos continuaron en los A-4AR Fightinghawk asignados al Centro de Ensayos de Armamentos y Sistemas Operativos (CEASO). En el caso de estos últimos, la bomba se encontraba suspendida del pilón central Aero-7A de la estación 3. Los Super Etendard 3-A-207 (0757) y 3-A-209 (0759), de la Aviación Naval se trasladaron al Área de Material Río Cuarto para realizar pruebas con ellas, siendo asistidos por el CEASO. También existe evidencia fotográfica y fílmica del 3-A-213 (0763) y del 3-A-214 (0764) portando estas bombas en los soportes externos.

La fuerza naval ha expresado que requiere este tipo de material de última generación y que la dotación del mismo en la institución relanzaría el papel de los Super Etendard en el escenario regional. Hasta ahora se han llevado a cabo alrededor de 30 lanzamientos, esperando que este sistema de armas de diseño y producción nacional ingrese al inventario de la aeronáutica. La necesidad imperiosa de nuevo material lanzable para los aviadores se verá satisfecha con estos ingenios, que permitirán una cierta recuperación del poderío bélico perdido tras años de una casi nula inversión en materia defensiva. De esta manera la FAA demuestra, una vez más, que, aun en medio de estrechez presupuestaria y tiempos políticos adversos, cuenta con personal técnico preparado para los desafíos tecnológicos. 

Autor: Luis Piñeiro (Corresponsal de Grupo Edefa en Argentina)

Fotos: Fuerza Aérea Argentina

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