En 1952, la compañía Martin propuso al Ejército estadounidense un inusual avión de ataque terrestre, denominado "Mighty Midget". Se trataba de un bimotor de dimensiones reducidas (más pequeño que un Spitfire) y diseño sencillo, con un blindaje y armamento robustos. Era económico y se esperaba que fuera fácil de mantener. Podía transportarse en camión cerca del frente y operar en pistas cortas y básicas. El piloto se sentaba en una cápsula desmontable en la parte delantera del avión y lo dirigía en posición boca abajo. Sin embargo, aunque el concepto se consideró atractivo, el Ejército estadounidense lo rechazó por considerarlo demasiado audaz, sobre todo debido a la posición vulnerable del piloto en la cápsula.

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