Adolf Galland, un gran aviador alemán de la SGM que se ganó el respeto de sus enemigos
Uno de los pilotos alemanes más famosos y audaces de la Segunda
Guerra Mundial fue Adolf Galland, un hombre cuya historia da para
escribir un libro.
Nació en Westerholt en 1912 y ya siendo muy joven empezó a mostrar interés por la aviación. Inicialmente fue piloto civil de la aerolínea alemana Lufthansa, pero en 1934 se unió a la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana. Su primera acción de combate tuvo lugar en España con motivo de la Guerra Civil (1936-1939), en la que participó como voluntario de la Legión Condor, una unidad de aviadores alemanes enviada para ayudar al bando nacional. Uno de los sitios desde los que voló fue el aeródromo de Calamocha, del que ya hablé aquí. Durante la Segunda Guerra Mundial participó en la invasión de Polonia en 1939 pilotando un avión de ataque, tras lo cual pidió ser transferido a la aviación de caza.
Durante la Batalla de Inglaterra (1940) manifestó sus discrepancias con el comandante supremo de la Luftwaffe, Hermann Göring, por el uso que hacía de los aviones de caza, que provocaba un alto número de bajas. Esas diferencias continuaron durante toda la guerra, hasta el punto de que a comienzos de 1945 Galland y otros pilotos alemanes, algunos de ellos ases con una gran fama, protagonizaron una revuelta contra Göring, por la torpe estrategia que mantenía con los cazas. Aquel motín pudo costarle una ejecución a Galland y a sus compañeros, pero era ya por entonces un hombre muy famoso. Habiendo conseguido 104 victorias, llegó al rango de Teniente General y se había convertido en comandante de la aviación de caza alemana, siendo uno de los primeros en obtener la Cruz de Hierro en su grado de Cruz de Caballero con hojas de roble, espadas y diamantes.
Galland era un hombre que luchaba sin odio, heredando la tradición de los "caballeros del aire" de la Primera Guerra Mundial. Aunque se convirtió en un gran as, el hecho de haber provocado la muerte a otros era algo que no le alegraba. Combatía por patriotismo y por servir a su país, y siguió haciéndolo hasta el final de la guerra, cuando tuvo la oportunidad de volar en los cazas a reacción Messerschmitt Me-262 Schwalbe contra los bombarderos aliados que atacaban territorio alemán. Era un militar profesional y no se le conocen simpatías por los nazis. De hecho, en la postguerra Galland entabló amistad con el aviador y as británico de la RAF Robert Stanford Tuck, que era judío, e incluso le nombró miembro honorario de su escuadrón de veteranos.
Al final de la guerra, Galland fue capturado por los estadounidenses y, curiosamente, tras su cautiverio lo primero que hizo fue dar una conferencia para la Real Fuerza Aérea británica (RAF). En los años siguientes, Galland trabajó como asesor para la Fuerza Aérea Argentina. EEUU bloqueó un intento de reincorporarle a la Luftwaffe. No obstante, hay que decir que el as alemán se ganó el respeto de sus antiguos enemigos, siendo invitado con honores a eventos de la RAF y de la Fuerza Aérea de EEUU (USAF).
Como curiosidad, entre otros pilotos de la Luftwaffe, uno de los mejores amigos de Galland fue Franz Stigler, el famoso aviador alemán que no quiso disparar al B-17 Ye Olde Pub, por compasión, al ver el avión destrozado y a sus ocupantes muertos o malheridos. Galland pensaba que Stigler había incumplido su deber como militar, pero que había hecho lo correcto como ser humano. Ambos siguieron siendo buenos amigos hasta la muerte de Galland en 1996.
El canal Yarnhub publicó ayer un interesante vídeo sobre la vida de Galland (está en inglés pero dispone de subtítulos en español, puedes activarlos en la barra inferior del reproductor):
Gracias siempre excelente. Te leo desde el principio
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