Un cazabombardero ruso Sukhoi Su-34 dispara misiles durante una exhibición aérea. REUTERS/Maxim Shemetov
Los aviones de vigilancia E-3 de la OTAN han estado siguiendo la guerra en Ucrania desde el principio.
Los miembros de la tripulación declararon a Business Insider que han notado un cambio en el componente aéreo de la guerra.
A medida que las líneas del frente se congelaban, los ataques aéreos pasaron de bombardeos cercanos a ataques a distancia.
EN EL ESPACIO AÉREO POLACO — La tripulación de este avión de vigilancia de la OTAN puede que no pueda ver todos los detalles de los combates en Ucrania desde su altitud de crucero de 30.000 pies, pero aún tiene una imagen sorprendentemente clara del campo de batalla.
Desde las alturas de Europa del Este, las tripulaciones de vigilancia aérea de la OTAN, que operan los aviones E-3 Sentry de la alianza, han seguido la evolución de la guerra aérea rusa desde el inicio de su invasión a gran escala de Ucrania.
Al principio, las tripulaciones observaban los bombardeos de los aviones de guerra rusos hacia el frente. Ahora, las aeronaves rara vez cruzan el espacio aéreo ucraniano, habiendo sido reemplazadas en gran medida por ataques con misiles y drones a distancia, ya que ambos bandos dependen más de las defensas aéreas y la potencia de fuego de largo alcance.
Al principio de la guerra, "se observó mucha actividad", declaró el capitán Jasper, un controlador de vigilancia holandés que monitorea el espacio aéreo y la superficie, a Business Insider a bordo del E-3 durante una misión reciente sobre Europa del Este en apoyo a la operación Baltic Sentry de la OTAN.
Pero a medida que el frente se congelaba gradualmente y la guerra se volvía más estática, hubo "menos actividad aérea", afirmó. "Eso es, de hecho, lo que vimos de nuestro lado".
Los aviones y helicópteros rusos fueron recursos aéreos comunes al principio de la guerra. DIMITAR DILKOFF vía Getty Images
Durante las primeras semanas de la invasión, los aviones y helicópteros rusos eran comunes en los cielos ucranianos, sobrevolando el país para apoyar el avance de las fuerzas, aunque a menudo de forma insuficiente. Sin embargo, las pérdidas y la eficacia de las defensas aéreas ucranianas, que Rusia no logró suprimir, frenaron sus esfuerzos.
La guerra se trasladó al este, donde Rusia podía lanzar misiles a Ucrania o dejar que sus bombarderos dispararan desde una relativa seguridad. Ambos bandos desplegaron defensas aéreas tan densas que las tripulaciones de la OTAN, que observaban desde las alturas, pudieron apreciar el cambio: los pilotos de ambos bandos dejaron de volar a distancia, y la guerra aérea rusa se volvió cada vez más remota.
Los cielos de Ucrania se han convertido en un campo de batalla definido por la negación, no por el dominio aéreo. Ninguno de los dos bandos domina los cielos, por lo que Rusia y Ucrania castigan al enemigo a distancia. Y las tripulaciones de vigilancia del E-3 han notado la diferencia.
La OTAN, con los ojos puestos en el cielo
El E-3, un avión de pasajeros Boeing 707/320 modificado, puede detectar aeronaves, barcos y lanzamisiles hostiles a gran distancia. Cuenta con una cúpula de radar giratoria de 360 grados que permite una visión de más de 480 kilómetros en el aire y la superficie, y sensores de alta tecnología que, a diferencia de las estaciones terrestres, no están limitados por el terreno ni la curvatura terrestre. Un AWACS de la OTAN asignado a la Fuerza Aerotransportada de Alerta Temprana y Control se prepara para reabastecerse de combustible en vuelo sobre Europa, el 17 de mayo de 2023. La flota de E-3 de la OTAN ha estado rastreando la guerra en Ucrania. Sargento de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EE. UU., Andrew D. Sarver.
El sistema de alerta y control aerotransportado, o AWACS, también puede rastrear activos aliados e interactuar con ellos. Los datos recopilados por el avión se pueden distribuir fácilmente en tiempo real a aeronaves, barcos o centros de mando de la OTAN, lo que proporciona a los aliados un conocimiento crítico de la situación, tanto en tiempos de guerra como de paz.
La OTAN recibió su primer E-3 a principios de la década de 1980, y esta pequeña pero potente flota ha volado en apoyo de numerosas misiones y operaciones de conflicto en las décadas posteriores, incluyendo operaciones sobre Norteamérica, Europa y Oriente Medio.
La anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014 marcó un punto de inflexión para la flota de AWACS, que comenzó a experimentar una mayor actividad en Europa del Este. Tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú en 2022, la OTAN intensificó sus patrullas aéreas para supervisar mejor las actividades rusas y disuadir cualquier agresión en el flanco oriental de la alianza.
El Mayor Ben, oficial estadounidense y asignador de cazas del E-3, encargado de la coordinación con otras aeronaves, afirmó que las misiones de policía aérea de la OTAN en Europa del Este han pasado de ser esporádicas a regulares desde 2022.
"Volamos más, proporcionamos más disuasión", explicó el Mayor Ben, quien, al igual que otros miembros de la tripulación multinacional con la que habló BI durante el vuelo, solo pudo ser identificado por su rango y nombre de pila por razones de seguridad. El E-3 no lleva armas, pero proporciona conocimiento de la situación, coordinación y visibilidad que amplían el horizonte de radar de la alianza cientos de kilómetros y dificultan que un adversario oculte movimientos o intente atacar con ataques sorpresa, lo que aumenta la disuasión.
ARCHIVO - En esta imagen, extraída de un video publicado por el Ministerio de Defensa ruso el 7 de agosto de 2024, se observan bombas planeadoras lanzadas por un avión de guerra ruso para atacar posiciones ucranianas en un lugar no revelado de Ucrania. Rusia ha utilizado bombas planeadoras altamente destructivas para atacar posiciones militares y zonas civiles ucranianas. Servicio de Prensa del Ministerio de Defensa ruso vía AP, Archivo.
La flota de AWACS también está monitoreando cómo ha cambiado el campo de batalla en Ucrania. El capitán Jasper explicó que el poder aéreo fue un factor importante al comienzo de la invasión a gran escala, pero que este se desaceleró a medida que la guerra pasó de un combate basado en maniobras a una campaña de mayor desgaste, y las líneas del frente se volvieron más estáticas.
"Lo que vemos son más vuelos ISR (vuelos de vigilancia y reconocimiento) y ya no hay tanta actividad aérea en Ucrania", explicó, y recordó cómo la tripulación podía ver en las pantallas de sus computadoras cómo los aviones despegaban, volaban hacia las líneas del frente y se alejaban, lo que indicaba que el bombardeo había terminado. El capitán Donny Demmers, oficial de asuntos públicos neerlandés, a quien se le permitió compartir su nombre completo, afirmó que las aeronaves evitan acercarse demasiado a las líneas del frente ahora que tanto Ucrania como Rusia están desplegando sofisticados sistemas de defensa aérea que amenazan a los aviones enemigos.
"Pero aún habrá muchos ataques con misiles", explicó. Sin embargo, en lugar de bombardeos cercanos, los ataques se llevan a cabo a mayor distancia utilizando armas de distancia restringida.
Las autoridades ucranianas, incluido el presidente Volodymyr Zelenskyy, han presionado constantemente a los aliados militares occidentales de Kiev para que les proporcionen sistemas de defensa aérea y munición adicionales para reponer las reservas agotadas ante el recrudecimiento de los ataques con misiles y drones de Rusia contra las principales ciudades.
Crisis del Beagle: Análisis de resultados potenciales entre los principales activos de ambos bandos
El objetivo inicial de este artículo era simple: identificar las operaciones aéreas plausibles en el Teatro de Operaciones Austral (TOA) y delinear el desarrollo de una posible guerra aérea en esa hermosa región de nuestra Patagonia. La falta de enfrentamientos reales en dicho escenario sugería un ejercicio teórico: extrapolar el desempeño de diversas aeronaves en otros conflictos para, a través de paralelismos, anticipar su rendimiento en un entorno patagónico. Sin embargo, esta idea, aparentemente prometedora, empezó a trastabillar tras una revisión bibliográfica básica. De todos modos, dicho ejercicio intelectual está realizado someramente en la segunda parte de este articulo más abajo. Dados estos factores, el resultado de un combate aéreo podría favorecer a la aeronave con:
Mejor maniobrabilidad y velocidad si el enfrentamiento se reduce a un combate aéreo a corta distancia.
Los
sistemas de armas más avanzados y las capacidades de guerra electrónica
pueden inclinar la balanza en cualquier tipo de enfrentamiento.
La habilidad del piloto a menudo se convierte en el factor decisivo, especialmente en aeronaves de igual nivel.
En
resumen, sin detalles específicos sobre la aeronave que se compara, el
resultado probable dependerá de cuál de estos factores favorezca más a
un bando sobre el otro. En el combate aéreo moderno, los enfrentamientos
a menudo ni siquiera llegan a la etapa de combate aéreo, y los
enfrentamientos BVR se resuelven mediante ataques con misiles mucho
antes del contacto visual.
Evaluación de potencial combate aéreo entre un A-4 Skyhawk y un Hawker Hunter
Evaluar
un hipotético combate aéreo entre el A-4 Skyhawk (operado por
Argentina) y el Hawker Hunter (operado por Chile) sobre el Canal Beagle
durante la Crisis del Beagle implica un análisis detallado de las
características de la aeronave, la experiencia de los pilotos y el
entorno táctico. A continuación, se incluye un desglose:
1. Características de la aeronave
A-4 Skyhawk (Argentina)
Función: Diseñado principalmente como avión de ataque, pero también capaz de combate aire-aire.
Maniobrabilidad:
El A-4 es muy maniobrable, conocido por su pequeño tamaño y agilidad,
lo que lo hace eficaz en combates aéreos, especialmente a bajas
altitudes.
Velocidad: Velocidad máxima de aproximadamente 673 mph (Mach 0,9), más lento que el Hunter.
Armas: Normalmente está armado con dos cañones de 20 mm y podría llevar misiles Sidewinder para combate aire-aire.
Radar y aviónica: El A-4 carecía de capacidades de radar avanzadas en comparación con los cazas, y dependía más de la orientación visual.
Estos tipos de avión se hubiesen enfrentado en la Patagonia Austral: Dos Hawker Hunters y un A-4 Skyhawk.
Hawker Hunter (Chile)
Función:
Diseñado como un caza a reacción transónico, el Hunter fue uno de los
aviones de combate más exitosos y ampliamente utilizados de los años
1950 y 1960.
Maniobrabilidad: El Hunter era conocido por
su excelente manejo y estabilidad, particularmente a altas velocidades y
bajas altitudes, pero era ligeramente menos ágil que el A-4 a
velocidades más bajas.
Velocidad: Velocidad máxima de aproximadamente 715 mph (Mach 0,94), lo que le daba una ligera ventaja en velocidad.
Armamento:
Normalmente estaba armado con cuatro cañones ADEN de 30 mm y era capaz
de llevar misiles Sidewinder, que eran superiores en alcance y precisión
en comparación con los cañones más antiguos.
Radar y aviónica: El Hunter tenía un radar y una aviónica básicos, mejores que el A-4, pero no de vanguardia según los estándares de la época.
2. Experiencia de los pilotos
Durante
la Crisis del Beagle, tanto Argentina como Chile contaban con pilotos
altamente entrenados y con experiencia de combate en diversos
conflictos. La competencia de los pilotos jugaría un papel crítico en
cualquier enfrentamiento, particularmente en la maniobra y explotación
de las fortalezas de sus respectivas aeronaves.
3. Tácticas y entorno
Geografía del canal Beagle:
El canal Beagle es una región angosta y montañosa con patrones
climáticos complejos, que podrían influir en el enfrentamiento. Ambas
aeronaves necesitarían usar el terreno a su favor, lo que podría
favorecer al A-4, más maniobrable, en combate cercano.
Alcance del enfrentamiento: La
geografía angosta y montañosa podría limitar la efectividad de las
tácticas BVR (más allá del alcance visual), empujando el enfrentamiento a
un alcance más cercano donde las habilidades de combate aéreo y la
maniobrabilidad serían cruciales.
Altitud: El Hunter
podría tener una ventaja a mayores altitudes debido a su mayor
velocidad, pero a altitudes más bajas, donde es probable que se produzca
un combate a corta distancia, la maniobrabilidad del A-4 podría ser
decisiva.
Pilotos chilenos de Cessna A-37B Dragonfly del Grupo de Aviación No. 12 durante la crisis del Beagle
4. Resultado hipotético de un combate aéreo
Combate inicial:
si el combate comienza a una altitud media o alta, la velocidad y la
estabilidad del Hunter podrían darle una ventaja inicial. Podría
intentar atacar al A-4 con sus cañones o misiles Sidewinder antes de que
el A-4 cierre la distancia.
Combate evolucionante: si el
A-4 puede cerrar la distancia o atacar a altitudes más bajas, su
maniobrabilidad superior podría permitirle superar al Hunter y ponerse
en posición de disparar sus propias armas de manera efectiva.
Ventaja del terreno:
el terreno complejo del Canal Beagle probablemente jugaría un papel
importante. El A-4 podría usar el terreno para evadir los ataques del
Hunter o para emboscarlo.
Armas y tecnología: los cañones
más poderosos del Hunter y la aviónica ligeramente mejor podrían
resultar decisivos en un combate cuerpo a cuerpo, particularmente si el
A-4 no puede cerrar el rango de manera efectiva.
Evaluación final
Ventaja para el Hawker Hunter:
la velocidad, la potencia de fuego y el radar del Hunter le dan una
ligera ventaja, especialmente en un enfrentamiento frontal o a gran
altitud.
Ventaja para el A-4 Skyhawk: el A-4 podría
obtener la ventaja en un combate aéreo a corta distancia y baja altitud,
donde su maniobrabilidad y la capacidad del piloto para aprovechar el
terreno podrían permitirle superar en maniobrabilidad al Hunter.
Pilotos
jóvenes posando frente a aviones de entrenamiento primario/ataque
ligero camuflados Beechcraft T-34B Mentor. Pocos hubiesen sobrevivido a
un ataque aéreo de la FAA.
Pilotos
de De Havilland DH-115 Vampire del Grupo de Aviación No. 8 (FACh) Los
Vampire eran auténticos ataúdes voladores con nunca capacidad de combate
aéreo.
Conclusión: el resultado
probablemente dependería de las condiciones iniciales del
enfrentamiento. Si el Hunter pudiera mantener un combate rápido a gran
altitud, podría asegurar una victoria. Sin embargo, si el Skyhawk
pudiera forzar el combate a una altitud menor o usar el terreno a su
favor, podría dar vuelta la situación. Dada la importancia equivalente
de la habilidad del piloto y la ejecución táctica, este combate aéreo
hipotético podría ir de cualquier manera, con un ligero favoritismo
hacia el Hawker Hunter debido a sus ventajas tecnológicas y de
velocidad.
Evaluación de potencial combate aéreo entre un F-86 Sabre y un Hawker Hunter
En
un enfrentamiento hipotético entre el F-86-F Sabre (operado por
Argentina) y el Hawker Hunter (operado por Chile) sobre el Canal Beagle
durante la Crisis del Beagle, el resultado dependería de varios
factores, incluidas las características de la aeronave, la experiencia
del piloto, las tácticas y el entorno operativo. A continuación se
presenta una evaluación detallada:
1. Características de la aeronave
F-86 Sabre (Argentina)
Función:
El F-86 era un caza a reacción transónico, ampliamente considerado como
uno de los mejores aviones de la era temprana de los reactores,
particularmente famoso por su papel en la Guerra de Corea.
Maniobrabilidad:
El Sabre era conocido por su excelente maniobrabilidad, particularmente
a altitudes más altas y en un escenario de combate aéreo. Tenía
reputación de ser ágil y receptivo, lo que lo hacía efectivo en combate
cuerpo a cuerpo.
Velocidad: Velocidad máxima de aproximadamente 687 mph (Mach 0,92), ligeramente más lento que el Hunter.
Armas:
Por lo general, estaba armado con seis ametralladoras M3 de calibre .50
o, a veces, con cañones, según la variante. Algunos modelos posteriores
podían llevar misiles Sidewinder, aunque esto era menos común en el
servicio argentino.
Radar y aviónica: La aviónica del
Sabre era relativamente básica en comparación con los jets posteriores,
centrándose más en enfrentamientos visuales y combates aéreos.
2. Experiencia del piloto
Tanto
Argentina como Chile contaban con pilotos experimentados durante la
Crisis del Beagle, muchos de los cuales se habían entrenado en
condiciones similares y estaban familiarizados con las capacidades de
sus aeronaves. La competencia de estos pilotos sería un factor crítico
en el enfrentamiento, en particular para aprovechar las fortalezas de
sus respectivas aeronaves.
Un
Cessna A-37B Dragonfly en un segmento de ruta que conectaba Puerto
Montt con aeropuerto El Tepual, en el sur de Chile, el 28 de diciembre
de 1978. Este aeródromo hubiese sido blanco de ataques contra-aéreos de
la FAA.
3. Tácticas y entorno
Geografía del canal Beagle: El
terreno angosto y montañoso del canal Beagle probablemente obligaría a
que los enfrentamientos se produjeran a altitudes más bajas, donde el
entorno podría utilizarse en beneficio de una aeronave. El terreno
podría beneficiar al F-86, más maniobrable, permitiéndole participar en
combates aéreos a corta distancia.
Alcance de combate: La
naturaleza cercana del canal Beagle podría limitar los enfrentamientos
en BVR, llevando la lucha al rango visual, donde la destreza en combate
aéreo de la aeronave sería primordial.
Altitud y velocidad: si
bien el Hunter tenía una ventaja de velocidad, el entorno angosto y de
baja altitud podría anularla, lo que hace que la maniobrabilidad y la
habilidad del piloto sean más críticas.
4. Resultado hipotético de un combate aéreo
Combate inicial:
si el combate comienza a mayor altitud, la ventaja de velocidad del
Hunter podría permitirle iniciar el combate en sus propios términos. Sin
embargo, la maniobrabilidad del Sabre podría permitirle evadir e
intentar cerrar la distancia para un combate más favorable.
Combate evolucionante:
en un combate aéreo a baja altitud, la maniobrabilidad superior del
F-86 Sabre podría darle una ventaja, especialmente si la lucha se
convierte en una batalla de giros donde la agilidad del Sabre entra en
juego.
Comparación de armas: los cañones ADEN de 30 mm
del Hunter son significativamente más poderosos que las ametralladoras
calibre .50 del Sabre, lo que significa que si el Hunter puede asestar
impactos, probablemente causaría más daño. Sin embargo, la agilidad del
Sabre podría dificultarle al Hunter acertar esos tiros en un combate
aéreo cerrado.
Durante la Guerra Indo-Pakistaní de 1965, los
Hawker Hunter y los F-86 Sabre protagonizaron varios enfrentamientos
aéreos destacados:
4 de septiembre de 1965: Una
formación de tres F-86 Sabre pakistaníes, liderados por el Líder de
Escuadrón Muhammad Mahmood Alam, se encontró con cuatro Hawker Hunter de
la Fuerza Aérea India a baja altitud. En el combate que siguió, Alam
afirmó haber derribado dos Hunters, aunque fuentes indias reconocen la
pérdida de solo un avión.
4 de septiembre de 1965: En
otro enfrentamiento, tres F-86 Sabre pakistaníes combatieron contra dos
Hawker Hunter indios cerca de la Base Aérea de Halwara de la Fuerza
Aérea India. Después de que el Líder de Escuadrón Sarfaraz Ahmed Rafiqui
derribara un Hunter, llegaron cuatro Hunters indios más. En el combate
aéreo a baja altitud que siguió, los pakistaníes reclamaron haber
destruido cuatro Hunters, pero también perdieron dos Sabre, incluido el
de Rafiqui, quien eyectó demasiado bajo y falleció.
7 de septiembre de 1965: El
Líder de Escuadrón Muhammad Mahmood Alam, volando un F-86F Sabre,
afirmó haber derribado cinco Hawker Hunter indios en una sola misión,
con cuatro de estas bajas supuestamente ocurriendo en 30 segundos. Esta
afirmación ha sido objeto de debate, ya que las fuentes indias disputan
la cantidad de aviones perdidos.
Estos enfrentamientos
reflejan la intensidad de los combates aéreos entre estos dos tipos de
aeronaves durante el conflicto, con éxitos y pérdidas en ambos bandos.
Un caza Dassault Mirage IIIEA de la FAA, armado con un misil aire-aire Matra R.530 en la línea central.
Un Dassault Mirage 5M (renombrado IAI Dagger en Israel) mostrado cargado de bombas antes de una misión de entrenamiento.
Un Douglas A-4B Skyhawk
Un Douglas A-4C Skyhawk
Dos FMA IA-58 Pucará volando sobre el área de El Chaltén en la provincia de Santa Cruz.
Para 1978, la FAA todavía tenía en servicio unos 13 cazas North American F-86F Sabre, los cuáles serían dados de baja en 1986. Estos aviones estarían destinados a enfrentar a los Hawker Hunter gracias a las experiencias de las guerras indo-pakistaníes.
Los
jets de entrenamiento avanzado/ataque ligero Morane-Saulnier M.S.760
Paris tendrían una muy larga carrera en la FAA. Adquiridos en 1958 solo
serían dados de baja en 2006.
La Fuerza Aérea tenía siete Lockheed C-130E/H Hercules para 1978.
Para finales de los 1970s, la FAA tenía 11 Fokker F-27s en servicio que cubrían las rutas de LADE aparte de otras tareas
El
venerable Douglas C-47 estaba todavía en servicio en la FAA en 1978.
Catorce ejemplares permanecían en servicio hasta que fueron dados de
baja en 1990.
Evaluación final
Ventaja para el Hawker Hunter: la
velocidad, la estabilidad y la mayor potencia de fuego del Hunter le
dan una ventaja en un enfrentamiento directo, especialmente si puede
mantener una mayor altitud o ventaja de velocidad.
Ventaja para el F-86 Sabre:el
Sabre podría obtener la ventaja en un combate aéreo a corta distancia y
baja altitud, donde su agilidad y maniobrabilidad le permitirían
superar en maniobras al Hunter, lo que podría compensar su armamento más
ligero.
Conclusión: el
resultado dependería en gran medida de las condiciones iniciales del
enfrentamiento. Si el Hunter pudiera aprovechar su velocidad y potencia
de fuego de manera efectiva, probablemente tendría la ventaja. Sin
embargo, si el enfrentamiento se convirtiera en un combate aéreo a corta
distancia en el complejo terreno del Canal Beagle, el F-86 Sabre podría
aprovechar su maniobrabilidad para cambiar el rumbo. En general, el
Hunter puede ser ligeramente favorito debido a su velocidad y potencia
de fuego, pero las capacidades de combate aéreo del Sabre podrían
convertirlo en una competencia reñida.
Evaluación de potencial combate aéreo entre un Mirage III y un Hawker Hunter
En
un enfrentamiento hipotético entre el Mirage III (operado por
Argentina) y el Hawker Hunter (operado por Chile) sobre el Canal Beagle
durante la Crisis del Beagle, el resultado dependería de varios factores
clave, incluidas las características de la aeronave, la experiencia del
piloto, las tácticas y el entorno operativo. A continuación, se
presenta un análisis de cómo podría desarrollarse dicho enfrentamiento:
1. Características de la aeronave
Mirage III (Argentina)
Función:
El Mirage III es un avión de combate supersónico multifunción, capaz
tanto de interceptar como de atacar a tierra. Fue uno de los cazas más
avanzados de su tiempo y tuvo un papel destacado en muchas fuerzas
aéreas de todo el mundo.
Maniobrabilidad: El Mirage III
es conocido por su diseño de ala delta, que proporciona maniobrabilidad a
alta velocidad y una rápida tasa de ascenso. Sin embargo, su ala delta
también lo hace menos ágil a bajas velocidades y en giros cerrados en
comparación con los diseños más convencionales.
Velocidad:
El Mirage III tiene una velocidad máxima de alrededor de Mach 2,2
(1.450 mph), lo que lo hace significativamente más rápido que el Hawker
Hunter. Esto le da una ventaja considerable en términos de velocidad y
altitud.
Armamento: Normalmente está armado con dos
cañones DEFA de 30 mm y es capaz de transportar misiles aire-aire como
el Matra R530 o el más avanzado Matra R550 Magic. Estos misiles
proporcionaron al Mirage III una ventaja significativa en el combate
aire-aire.
Radar y aviónica: El Mirage III estaba
equipado con un radar Cyrano, que, aunque no tan avanzado como los
sistemas modernos, seguía siendo superior a la aviónica del Hunter,
especialmente en términos de alcance y capacidades de combate.
Suboficiales
mecánicos de la FACh, posando con un Hawker Hunter del Grupo de
Aviación No. 9. La mayor parte de los Hunters estaban estacionados en el
norte del país.
Hawker Hunter (Chile)
Función: Como
se mencionó anteriormente, el Hunter es un caza a reacción transónico
subsónico con fuertes características de rendimiento en los años 1950 y
1960. Maniobrabilidad: El Hunter es estable y confiable tanto a gran
como a baja altitud, pero carece de la maniobrabilidad a alta velocidad
de los jets supersónicos como el Mirage III. Sin embargo, sigue siendo
un caza de combate capaz, especialmente a bajas velocidades.
Velocidad: Velocidad máxima de aproximadamente Mach 0,94 (715 mph), significativamente más lenta que la del Mirage III.
Armamento: Armado
con cuatro cañones ADEN de 30 mm y capaz de llevar misiles Sidewinder,
el Hunter tiene un gran poder, pero su velocidad subsónica limita su
capacidad de atacar o desatacar a voluntad.
Radar y aviónica: La aviónica del Hunter es relativamente básica en comparación con el Mirage III, con menos alcance y capacidad.
Sabres derrotan a Hunters in la Segunda Guerra Indo-Pakistaní de 1965.
2. Experiencia del piloto
Tanto
Argentina como Chile tenían pilotos bien entrenados durante la Crisis
del Beagle. La habilidad de los pilotos jugaría un papel crucial,
especialmente en maximizar las fortalezas de sus respectivas aeronaves.
3. Tácticas y entorno
Geografía del canal Beagle:
El terreno complejo y montañoso del canal Beagle probablemente
obligaría a los enfrentamientos a altitudes más bajas, donde la
estabilidad del Hunter podría entrar en juego. Sin embargo, la velocidad
superior y las capacidades de radar del Mirage III le permitirían
dictar los términos del enfrentamiento.
Alcance del enfrentamiento: La
capacidad del Mirage III de enfrentarse en BVR utilizando misiles
guiados por radar podría ser decisiva. Si los pilotos del Mirage III
pueden usar su velocidad superior y su radar para enfrentarse al Hunter
antes de acercarse al alcance visual, tendrían una ventaja
significativa.
Altitud y velocidad: La velocidad superior
del Mirage III y su rendimiento a gran altitud le permitirían
enfrentarse y desengancharse a voluntad, un factor importante en
cualquier escenario de combate aéreo.
4. Resultado hipotético de un combate aéreo
Enfrentamiento inicial: El
Mirage III, con su velocidad y sus misiles guiados por radar,
probablemente intentaría enfrentarse al Hunter desde la distancia,
aprovechando sus capacidades BVR. El Hunter, por otro lado, necesitaría
acortar la distancia para poner en juego sus cañones o misiles de corto
alcance.
Combate evolucionante: si el Hunter logra
acortar la distancia, su maniobrabilidad a velocidades más bajas podría
convertirlo en un oponente peligroso, particularmente en un combate
aéreo. Sin embargo, las capacidades de alta velocidad del Mirage III y
el potencial armamento de misiles aún le proporcionarían importantes
opciones defensivas.
Ventaja del terreno: si bien el
Hunter podría intentar usar el terreno a su favor, la velocidad y el
radar del Mirage III probablemente le permitirían mantener la ventaja,
eligiendo cuándo y dónde atacar.
Un
piloto de caza de F-5E de la FACh (izquierda). Un avión Northrop F-5E
Tiger II de la FACh volando sobre la cordillera (derecha). Para
diciembre de 1978, sólo 3 con menos de 10 misiles AA se encontraban en
servicio en todo el territorio chileno.
Evaluación final
Ventaja para el Mirage III:
la velocidad, la altitud y las capacidades BVR superiores del Mirage
III le dan una clara ventaja en la mayoría de los escenarios de
enfrentamiento. Podría atacar al Hunter a distancia con misiles antes de
que este pudiera ponerse en posición de usar sus cañones o misiles de
corto alcance. Incluso en un combate aéreo, la velocidad del Mirage III
podría permitirle retirarse si la lucha se volviera en su contra.
Ventaja del Hawker Hunter: los
puntos fuertes del Hunter residen en el combate aéreo a corta distancia
a bajas velocidades, donde es muy maniobrable y sus cañones son
letales. Sin embargo, ponerse en esta posición contra el Mirage III, más
rápido y mejor equipado, sería un desafío.
Conclusión:
En un enfrentamiento hipotético sobre el Canal Beagle, el Mirage III
probablemente dominaría debido a su velocidad, radar y capacidades de
misiles. La capacidad de atacar desde la distancia y dictar los términos
del enfrentamiento dejaría al Hunter en una desventaja significativa.
Si bien el Hunter aún podría representar una amenaza si lograra acortar
la distancia, el equilibrio general de poder favorecería al Mirage III,
lo que lo convertiría en el vencedor más probable en un encuentro de ese
tipo.
Enfrentamientos entre Mirage III/5 o IAI Nesher vs. Hawker Hunter:
Guerra de los Seis Días (1967):
Durante
este conflicto, los Mirage III israelíes se enfrentaron a varios Hawker
Hunters operados por fuerzas árabes, particularmente de Jordania y
Siria.
Resultado: Los Mirage III, con una ventaja en
velocidad y capacidad de misiles aire-aire, lograron derribar a varios
Hawker Hunters durante estos enfrentamientos, marcando una clara ventaja
tecnológica.
Guerra de Yom Kippur (1973):
En
este conflicto, los Mirage 5 y los IAI Nesher (derivado del Mirage 5)
de la Fuerza Aérea Israelí también se enfrentaron a cazas Hawker Hunter
sirios.
Resultado: Los Mirage y Neshers israelíes
tuvieron un desempeño superior, derribando varios Hawker Hunters,
demostrando nuevamente su superioridad en combate aéreo.
Enfrentamientos entre Mirage III/5 o IAI Nesher vs. Northrop F-5A/F-5E:
Guerra Irán-Irak (1980-1988):
En
este conflicto, ambos bandos utilizaron cazas Mirage y Northrop F-5. La
Fuerza Aérea Iraquí volaba Mirage F-1 y Mirage 5, mientras que Irán
operaba F-5A y F-5E.
Resultado: Hubo enfrentamientos
entre estos cazas, aunque los registros indican que las fuerzas iraquíes
con Mirage tuvieron una ligera ventaja debido a la mayor capacidad de
los Mirage 5 para portar armamento pesado y misiles avanzados, logrando
varios derribos de F-5 iraníes.
Estos ejemplos
destacan que en la mayoría de los enfrentamientos, los Mirage III/5 y
sus variantes tuvieron la ventaja tecnológica y táctica, especialmente
debido a sus mejores capacidades de misiles aire-aire y rendimiento en
combate a gran altitud. Los F-5, aunque ágiles y más económicos, no
lograron imponerse en enfrentamientos a larga distancia contra los
Mirage.
Enfrentamientos entre Northrop F-5A/F-5E vs. MDD A-4 Skyhawk
Solo ocurrieron de manera simulada en los programas Top Gun y
Entrenamientos de Combate Aéreo Disimilar (DACT)
Propósito: El
DACT implica entrenar a los pilotos en combates aéreos contra aviones
diferentes de los que ellos operan, simulando adversarios potenciales
para mejorar la preparación de combate.
Rol del F-5E Tiger II: El
F-5E, con su agilidad y rendimiento, ha sido utilizado por los
escuadrones adversarios de la Marina y la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos para emular cazas enemigos, notablemente al MiG-21. Su tamaño
reducido y maniobrabilidad lo convierten en una plataforma eficaz para
este rol.
Rol del A-4 Skyhawk: El A-4 Skyhawk
también ha sido empleado como adversario en ejercicios, simulando
diversas amenazas aéreas en los entrenamientos. Su diseño compacto y
agilidad le permiten imitar eficazmente las características de vuelo de
ciertos aviones enemigos.
Enfrentamientos de Entrenamiento
En
los ejercicios DACT, los F-5E Tiger II y los A-4 Skyhawk se han
enfrentado para brindar a los pilotos experiencia contra diferentes
perfiles de aeronaves. Estos enfrentamientos están diseñados para probar
y mejorar las habilidades de combate aéreo, las tácticas y la capacidad
de adaptación de los pilotos.
Resultados: Los
resultados de estos enfrentamientos varían según la habilidad del
piloto, las tácticas empleadas y los objetivos específicos del
entrenamiento. El objetivo principal no es determinar un "ganador"
definitivo, sino mejorar la destreza en combate.
Resumen:
Aunque
el F-5E Tiger II y el A-4 Skyhawk no se han encontrado en combate real,
sus enfrentamientos simulados en entornos de entrenamiento han sido
fundamentales para preparar a los pilotos para escenarios de combate
aéreo reales. Ambos cazas son ampliamente maniobrables pero el F-5E Tiger tiene una envolvente combate superior.
Componentes principales de la envolvente de combate
Velocidad (Eje horizontal)
Representa la velocidad del caza, generalmente medida en nudos, Mach o kilómetros por hora.
Carga G (Eje vertical)
Indica la cantidad de fuerza gravitacional (G) que el avión puede soportar en maniobras. Los cazas modernos pueden alcanzar hasta 9 G o más, dependiendo de su diseño.
Límites estructurales
La envolvente incluye las capacidades máximas y mínimas que el avión puede soportar sin comprometer su estructura:
Carga G positiva: Máximo que puede tolerar antes de sufrir daños estructurales.
Carga G negativa: Límite inferior, ya que los aviones suelen tolerar menos G negativos.
Régimen de giro sostenido y máximo
Régimen de giro sostenido: La cantidad de grados por segundo que el avión puede girar sin perder energía (velocidad).
Régimen de giro máximo: Giro momentáneo que puede lograr, aunque puede causar pérdida de energía o velocidad rápidamente.
Altitud
La envolvente de combate puede cambiar según la altitud, ya que la densidad del aire afecta el rendimiento aerodinámico y la potencia del motor.
Zona de pérdida y maniobrabilidad restringida
La envolvente incluye las zonas donde el avión pierde sustentación o tiene maniobrabilidad limitada debido a baja velocidad o ángulos de ataque extremos.
Usos tácticos
Permite a los pilotos comprender las condiciones óptimas para maniobras defensivas, ofensivas o de escape.
Ayuda a identificar ventajas y desventajas en enfrentamientos contra otros cazas (comparando envolventes de combate).
Es crucial para planificar tácticas de combate aéreo, ya que determina las maniobras que el avión puede realizar en condiciones extremas.
Visualización
La envolvente de combate se representa gráficamente en un diagrama llamado diagrama de carga-G versus velocidad, que traza los límites operativos del avión.
Por ejemplo, un caza ágil como el F-5 tendrá una envolvente más amplia (mayor maniobrabilidad) que un avión de ataque menos especializado, como un A-4.
Factores que influyen en la envolvente
Carga útil: Armamento y combustible afectan el peso y, por ende, el rendimiento.
Condiciones ambientales: Altitud, temperatura y presión del aire.
Estado del avión: Mantenimiento y desgaste estructural.
La envolvente de combate es un concepto dinámico, ya que puede variar según el modelo del avión, el equipamiento y las condiciones operativas.
Costos
Para 1978, el A-4 Skyhawk era generalmente más caro que el A-37B Dragonfly debido a sus capacidades avanzadas, su diseño para operar desde portaaviones y su mayor complejidad.
Comparación de Costos (Aproximados)
A-4 Skyhawk: A finales de la década de 1970, el costo unitario de un A-4 Skyhawk era aproximadamente de $2–3 millones, dependiendo de la variante y la configuración.
A-37B Dragonfly: El A-37B Dragonfly era significativamente más barato, con un costo unitario de alrededor de $800,000–1.4 millones.
Factores Clave de la Diferencia:
Diseño y Rol:
El A-4 Skyhawk era un avión de ataque ligero diseñado para operar desde portaaviones, con un diseño robusto para las operaciones de la Marina y el Cuerpo de Marines.
El A-37B Dragonfly era un avión más ligero y sencillo diseñado para misiones de contrainsurgencia (COIN) y apoyo aéreo cercano, lo que lo hacía más económico de construir.
Tecnología y Características:
El Skyhawk tenía un sistema de aviónica más sofisticado y podía transportar una carga útil mayor, lo que contribuía a su mayor costo.
El Dragonfly fue diseñado para ser económico, utilizando sistemas más simples y un fuselaje más pequeño.
Por lo tanto, en términos de costo, el A-4 Skyhawk era el avión más caro por un margen significativo en 1978.
Operación León Ascendente: Logros, Preguntas Abiertas y Escenarios Futuros
Un análisis exhaustivo de la campaña israelí en suelo iraní y sus resultados
INSS Insight No. 2007, 9 de julio de 2025 עברית Tamir Hayman
La Operación León Ascendente, llevada a cabo en suelo iraní, fue una campaña de gran importancia, que demostró maestría operativa, excelencia y un sofisticado esfuerzo diplomático internacional complementario. Si bien es cierto que la gratificación es necesaria, la campaña debe analizarse de forma objetiva y profesional. ¿Se lograron realmente sus objetivos? ¿Se ha eliminado una amenaza existencial para el Estado de Israel? ¿Ha mejorado significativamente la situación de seguridad de Israel o se encuentra atrapado en un círculo vicioso de excelencia táctica y fracaso estratégico?
Aunque aún es prematuro responder a estas preguntas definitivamente, este artículo analizará las motivaciones de Israel para atacar a Irán, los riesgos inherentes al ataque, el método de operación y sus componentes, sus resultados y logros clave, así como los escenarios futuros. Las razones que llevaron a Israel a tomar la iniciativa ofensiva
La intransigencia de Irán en las negociaciones con Estados Unidos. Durante las negociaciones, Irán insistió en mantener su capacidad de enriquecimiento de uranio, rechazando todas las propuestas de compromiso estadounidenses al respecto.
El programa de misiles iraní alcanzó una etapa altamente peligrosa. La Dirección de Inteligencia Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (AMAN) calculó que, en cuatro años, Irán poseería más de 8.000 misiles avanzados capaces de causar daños acumulativos a una escala intolerable.
Acontecimientos alarmantes en el "Eje Armamentístico". En los últimos años, Irán ha desarrollado un proyecto singular para producir una ojiva de misil letal (un arma de fusión). Si bien este ambicioso proyecto fracasó, este impulsó a los científicos de misiles iraníes, ahora inactivos, a convertirlo en un proyecto de armas nucleares "convencionales" (un arma de fisión). Este cambio, sumado al umbral de capacidad nuclear de Irán, que poseía todos los medios para producir una bomba, creó el riesgo de que Irán alcanzara pronto una zona de inmunidad, lo que significa que la velocidad de su desarrollo para construir una bomba superaría la capacidad de Israel para intervenir militarmente. El Líder Supremo de Irán, Alí Jamenei, no dio la orden de proceder a esta etapa, pero el potencial de una amenaza grave era evidente.
Una oportunidad histórica creada por los logros israelíes desde el 7 de octubre de 2023. La relativa debilidad de Hezbolá y Hamás, la destrucción de los sistemas estratégicos de defensa aérea de Irán y sus dificultades económicas parecían representar una oportunidad de oro para atacar a Irán. Dado que la mayoría de las evaluaciones consideraban esta situación temporal, se hizo imperativo actuar de inmediato.
Evaluación de la urgencia por parte del estamento de seguridad israelí
La evaluación predominante entre el estamento de seguridad israelí era que posponer la operación sería extremadamente problemático, ya que se preveía que la amenaza iraní empeoraría: en pocos años, otro presidente estadounidense —quien podría estar menos atento a las preocupaciones de seguridad de Israel y menos dispuesto a cooperar para frustrar el armamento iraní— podría asumir el cargo. Miles de ojivas convencionales pesadas en posesión de Irán pondrían en grave peligro la capacidad defensiva de Israel. La tecnología y la capacidad nuclear de Irán alcanzarían una zona de inmunidad, lo que haría ineficaz un ataque preventivo. Además, las potencias iraníes en Oriente Medio podrían recuperarse y rearmarse. La conclusión inevitable era que Israel pronto podría enfrentarse a una realidad imposible. Por lo tanto, a pesar de los riesgos, un ataque contra Irán se volvió esencial. Los Riesgos
La operación, si bien se consideró necesaria, implicaba cuatro riesgos importantes que permanecieron sin resolver hasta el momento de su ejecución:
Dependencia de la Cooperación de EE. UU. para Atacar Fordow. La postura básica de Estados Unidos, reflejada en las declaraciones oficiales del presidente Trump y de su base política (el movimiento "MAGA"), se oponía a las "guerras interminables en Oriente Medio". Por lo tanto, era muy incierto si Estados Unidos actuaría junto a Israel. Si bien el presidente dio luz verde a la operación israelí, podría revertir su postura en cualquier momento, especialmente si consideraba que la operación no era lo suficientemente brillante como para ofrecer gloria política. En tal escenario, la operación podría haber sido un fracaso total, ya que un ataque contra Irán sin destruir las instalaciones de Fordow —el objetivo principal de la campaña— aún dejaría a Irán con la capacidad de desarrollar una bomba nuclear.
Mecanismo Final Dependiente de Estados Unidos. Sin la participación de EE. UU., la operación podría haberse convertido en una prolongada guerra de desgaste. Este tipo de conflictos solo termina cuando una de las partes se detiene unilateralmente por agotamiento. Irán, impulsado por el orgullo y su estatus de potencia regional, no se detendría unilateralmente, ni Israel podía permitirse hacerlo sin completar su misión en Fordow. Por lo tanto, se requería un mecanismo de detención externo —una orden del presidente de Estados Unidos— para contener a ambas partes.
Daños al frente interno de Israel. La estimación preliminar de víctimas mortales fue de al menos 400. Si el plan de represalia inmediata de Irán se hubiera ejecutado por completo en las primeras horas, las bajas y la destrucción habrían sido mucho mayores que las acumuladas. Además, existía una amenaza muy real de que un ataque de ese tipo pudiera afectar la continuidad de las operaciones de la Fuerza Aérea y el sistema de defensa aérea de Israel. Daños de tal magnitud habrían limitado gravemente la capacidad de Israel para continuar con el plan de ataque.
Riesgo continuo incluso después de la campaña. El ataque podría llevar a los líderes iraníes a ordenar un avance acelerado hacia la obtención de un arma nuclear, concluyendo que un estatus nuclear umbral no es suficiente disuasorio y, por lo tanto, debe producirse una bomba real. Si Irán solicita una bomba ya fabricada a otro país (Corea del Norte, Pakistán, China, Rusia), la amenaza podría ser incluso mayor de lo inicialmente evaluado, antes y después del ataque.
León en Ascenso: El Método de Operación y los Elementos de Engaño
A diferencia de los reactores nucleares en construcción en Siria e Irak, donde la destrucción de un solo reactor de plutonio bastaba para paralizar el programa nuclear, el programa nuclear iraní no se centra en un solo reactor. Implica una infraestructura compleja que no puede eliminarse de un solo ataque, lo que requiere una campaña prolongada y flexible que comprende numerosas operaciones. Por consiguiente, se planeó una operación sorpresa para paralizar los sistemas de mando y control de Irán, establecer la superioridad aérea sobre los cielos iraníes y preservar la libertad de acción. Esto permitiría ataques significativos y amplios contra diversos componentes del programa nuclear iraní.
Las Cinco Ofensivas de la Campaña
La operación consistió en cinco ofensivas: decapitación, superioridad aérea, neutralización del proyecto nuclear, agotamiento del arsenal de misiles y desestabilización del régimen. La defensa del frente interno israelí, otro esfuerzo importante, no se abordará en este análisis.
Decapitación Sistémica
Este término militar se refiere a la neutralización del liderazgo del enemigo. El reto operativo consiste en eliminar simultáneamente a todos los altos mandos militares desde el principio. Esta misión se ejecutó con éxito. Entre las eliminaciones clave se incluyen:
Amir Ali Hajizadeh, Comandante de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), responsable del programa de misiles de Irán, que desarrolló durante la última década.
Gholam Ali Rashid, Jefe del Estado Mayor de Emergencia, Comandante del Comando Central Khatam al-Anbiya, designado para comandar todas las fuerzas militares de Irán en tiempo de guerra, incluyendo tanto al CGRI como a las fuerzas armadas regulares. Durante aproximadamente 15 años, preparó este comando para la guerra contra Israel y Estados Unidos.
Mohammad Bagheri, Jefe del Estado Mayor de Rutina, comandante del ejército iraní en tiempos de paz. En caso de fallecimiento de Rashid y disfunción del comando de emergencia, se suponía que asumiría el control de la campaña.
Hossein Salami, Comandante del CGRI, responsable de "exportar la revolución". También comandó las fuerzas de misiles de Irán y sus aliados en Irak, Yemen, Líbano y otros lugares. Su eliminación perturbó aún más todo el eje chií.
Superioridad aérea sobre Teherán
Logros clave:
Establecer un corredor aéreo seguro (de hecho, varios corredores) que permitió a la Fuerza Aérea Israelí realizar ataques de largo alcance con reabastecimiento en vuelo y una oleada continua de ataques lejos del territorio israelí.
Mantener una presencia constante de drones sobre Irán para localizar lanzadores de misiles tierra-tierra (SRBM), neutralizar los sistemas de defensa aérea y eliminar a los comandantes. Esta persistente presencia de drones generó un temor considerable, quizás incluso mayor que el de los aviones de combate, lo que redujo considerablemente el lanzamiento de SRBM hacia Israel.
Inteligencia: Los desafíos para localizar lanzadores, sistemas de defensa aérea y ejecutar ataques de precisión en medio de la batalla fueron inmensos. Irán es vasto y distante, lo que hace que la inteligencia precisa sea esencial para la adquisición de objetivos, especialmente los lanzadores móviles de SRBM. Para esta misión, la inteligencia militar israelí desarrolló nuevas capacidades a lo largo de los años y trabajó en estrecha coordinación con la fuerza aérea. La superioridad aérea israelí provocó un fracaso sistemático de la doctrina de combate iraní. Irán se había preparado para la guerra con un mando y control centralizados, lanzadores de misiles balísticos de corto alcance (SRBM) diseñados para evadir aeronaves y sistemas de defensa aérea redundantes. Todo este modus operandi fue completamente interrumpido.
Neutralización del Proyecto Nuclear
Las acciones clave incluyeron:
Destrucción de centros de conocimiento en ciencia de armas, eliminando a los principales expertos en el campo de las armas nucleares, especialmente en diagnóstico, radiación, explosivos y sistemas de detonación multipunto (MDS).
Ataques a la industria militar, destruyendo las instalaciones que fabricaban componentes para el proyecto nuclear, en particular centrifugadoras.
Daños significativos a las plantas de enriquecimiento de uranio en Natanz y Fordow.
Destrucción de la planta de conversión de uranio en Isfahán, donde se enriquecía el uranio fundido se convierte en uranio metálico, una etapa crítica en la producción de un núcleo hueco de uranio para la fosa fisible de un arma nuclear.
Destrucción del archivo nuclear, cuya copia se encontraba en el sótano de la sede del proyecto nuclear en Teherán.
Destrucción del arsenal de misiles
Logros clave:
Ataque a las líneas de producción de misiles, lo que causó daños significativos a la capacidad de fabricación de misiles de Irán, aunque no la eliminó por completo.
Destrucción de lanzadores y misiles. El mayor éxito fue la destrucción de más del 70% de los lanzadores de misiles, lo que creó un cuello de botella en la producción. Aproximadamente el 50% de los misiles que representaban una amenaza directa para Israel fueron destruidos o neutralizados.
Ataque a los sistemas de mando y control, logrado mediante la eliminación de comandantes y ataques a la infraestructura de control y monitoreo.
Ataques a los símbolos del régimen (Parte del esfuerzo por debilitar al gobierno)
Operaciones clave:
Colapso de los muros de la prisión de Evin: Esta notoria prisión de Teherán alberga a disidentes políticos y opositores al régimen. El objetivo era fomentar la oposición facilitando fugas masivas que posteriormente podrían impulsar una revolución. Sin embargo, solo un pequeño número de presos logró escapar.
Fuerza de Seguridad Thar-Allah: Esta es una importante fuerza de seguridad pública encargada de combatir a los opositores al régimen. Decenas de sus miembros fueron asesinados, pero aún no se sabe si la capacidad operativa de la organización se ha visto significativamente debilitada.
Ataques a los recursos de seguridad interna: Los ataques se dirigieron contra las fuerzas del orden que apoyaban la represión de los disturbios por parte del régimen. Decenas de instalaciones oficiales y puestos de mando fueron atacados, y numerosos agentes de seguridad interna murieron. El impacto general en la estabilidad del régimen sigue siendo incierto en este momento.
Esfuerzos adicionales para debilitar el régimen
El sistema financiero del CGRI: Se registró un intento de bloquear las transferencias financieras y desestabilizar la seguridad económica de figuras clave del eje chií. Resultado: Los mecanismos financieros de Irán se vieron gravemente obstaculizados.
Debilitamiento del Basij: Esta milicia popular pretendía reprimir rápidamente los intentos de derrocar al régimen. Aproximadamente la mitad de sus miembros son civiles cuya identidad profesional se desconoce, lo que generó temor y disuasión entre la población. Decenas de personas murieron, sin un impacto significativo aparente en la estabilidad del régimen.
Destrucción del Cuartel General de Teherán: No se trataba de centros policiales, sino de puestos de mando para la preparación para el combate y el proyecto nuclear. Su destrucción pretendía crear un sentimiento de persecución y poner de relieve la profunda penetración de la inteligencia israelí en el corazón de Teherán. El resultado: daños muy visibles, evacuación generalizada de activos y evacuación de civiles a gran escala cerca del cuartel general. Esta acción tuvo un valor táctico inmediato y podría tener un impacto estratégico a largo plazo.
Evacuaciones de los Barrios de Teherán: Su objetivo era minimizar las bajas civiles durante los ataques israelíes contra Teherán (en cumplimiento del derecho internacional). El resultado: embotellamientos masivos y mayor presión pública, aunque no se produjeron disturbios ni protestas generalizadas.
Resultados a largo plazo: Tiempo de recuperación e impacto general
Interrupción del mando y control
Mando y control: Irán se recuperó rápida y eficientemente del ataque de decapitación al comienzo de la guerra. Todos los comandantes recién nombrados eran veteranos experimentados. Al final de la guerra, eran líderes curtidos en la batalla que, en su opinión, habían sobrevivido, e incluso ganado, una guerra contra Israel y Estados Unidos. Por lo tanto, esto no representa una pérdida estratégica a largo plazo para Irán.
Aprendizaje y lecciones: La fricción entre Israel e Irán enseñó a ambas partes sobre sí mismas. Israel ahora conoce mejor las capacidades y la cultura estratégica de Irán, y es probable que Irán aprenda y se adapte de forma similar. Se espera que Irán desarrolle contramedidas contra la penetración de la inteligencia israelí y su superioridad aérea.
Motivación: El líder supremo de Irán probablemente deliberará si retomar las negociaciones con Estados Unidos o tomar otro camino. Cualquier negociación futura será diferente a la anterior a la guerra. Es probable que Irán intente evitar parecer débil, quizás manteniendo la ambigüedad nuclear, manteniendo una bomba en reserva o preservando la incertidumbre.
Impacto del programa nuclear
Pérdida de la capacidad de enriquecimiento en suelo iraní: Si Irán busca enriquecer uranio por encima del 60%, ahora tendrá que construir una nueva instalación de enriquecimiento. Antes del conflicto, Irán podría haber alcanzado el enriquecimiento de grado armamentístico en aproximadamente una semana. Ahora, debido al éxito de la campaña, tardará muchos meses.
Sin capacidad actual de reconversión de uranio: Irán actualmente no puede reconvertir el uranio enriquecido en metal. Si bien esta tecnología es más sencilla que otros procesos nucleares, esfuerzos apresurados y encubiertos podrían permitirle alcanzar este objetivo en varios meses (menos de un año), aunque la restauración completa tomaría mucho más tiempo.
Pérdida de experiencia: La eliminación de recursos nucleares clave: Los científicos del programa abandonaron el programa sin su personal más peligroso y capaz. Irán cuenta con muchos científicos talentosos, pero pocos con la habilidad para gestionar un proyecto complejo de armas nucleares. Reclutar, entrenar y formar un nuevo equipo tomará muchos meses.
Resumen de logros
Frente nuclear:
Irán ya no es un estado en el umbral nuclear; por lo tanto, el tiempo necesario para que desarrolle una bomba nuclear es ahora mayor que el que Israel necesitaría para intervenir militarmente.
Irán podría recuperar el umbral nuclear en uno o dos años tras la orden de un líder supremo para reiniciar el programa, suponiendo que no haya interferencia externa.
La urgencia y el detalle del proceso de diseño de la bomba (componentes, estructura, funcionamiento) determinarán el tiempo de recuperación. En teoría, Irán podría realizar una prueba nuclear en menos de un año, pero tal medida proyectaría poder sin representar una amenaza operativa y probablemente desencadenaría un ataque estadounidense-israelí a gran escala.
Frente de Misiles:
Aproximadamente la mitad de la capacidad de misiles balísticos de misiles de Irán se perdió debido a la destrucción industrial, las pérdidas de misiles y los lanzamientos iraníes contra Israel. Israel ha frenado considerablemente el desarrollo de misiles iraníes, aunque se espera que la industria militar se recupere con el tiempo.
Posibles Escenarios Futuros (De Mayor a Menor)
Desaparición Rápida de una Bomba: Este escenario podría materializarse si Jamenei concluye que una ruptura nuclear es la respuesta necesaria de Irán. Irán cuenta con 400 kg de uranio enriquecido al 60% y los conocimientos técnicos para la reconstrucción. Aunque tomaría muchos meses, Irán podría arriesgarse a una reacción internacional e israelí. Resultado: Irán se convierte en un paria global, lo que podría provocar una posible acción militar de Estados Unidos y la comunidad internacional.
Acuerdo Nuclear como Encubrimiento para un Desarrollo Secreto: Irán firma un acuerdo mientras reconstruye en secreto su programa nuclear. La opinión pública iraní podría considerarlo una debilidad, pero proporcionaría un alivio económico al régimen. Resultado: Un importante desafío operativo y de inteligencia para Israel y Occidente.
Sin acuerdo, sin ataque inmediato, recuperación lenta hacia el umbral nuclear: Esto probablemente conllevaría nuevas y severas sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU. Irán se vería debilitado, lo que podría propiciar el colapso del régimen con el tiempo. El riesgo: Irán podría acelerar sus esfuerzos nucleares. La pregunta abierta: ¿qué viene primero: el colapso del régimen o la fuga de armas nucleares? (Incluso un futuro régimen podría no abandonar la vía nuclear).
Abandono total del programa nuclear: El líder supremo de Irán prioriza la estabilidad sobre las ambiciones nucleares, priorizando el bienestar económico y social. Este excelente escenario es extremadamente improbable, ya que contradice la ideología central de la República Islámica y requeriría una concesión importante por parte de los líderes iraníes, especialmente después de la Operación León Ascendente.
Colapso del régimen: El cambio de régimen es impredecible. Generalmente es impulsado por movimientos de base, a veces con el apoyo de la oposición armada. En algún momento, un movimiento clandestino en busca de la libertad podría surgir y dominar a las fuerzas del régimen. Este proceso podría tardar mucho tiempo o ocurrir repentinamente. Resultado: Este es el escenario ideal para Israel (y otros). Sin embargo, según expertos iraníes, la probabilidad es baja. A pesar de la debilidad actual de Irán, su régimen se mantiene estable.
Conclusión
La campaña contra Irán era necesaria en ese momento. Se lograron los objetivos de la operación y, a corto plazo, la seguridad de Israel ha mejorado. Sin embargo, a largo plazo, la amenaza no ha desaparecido. A menos que se produzca un cambio de régimen, Irán probablemente seguirá siendo una fuente de amenazas para Israel. El Irán de la posguerra es más débil, pero no menos peligroso.
Israel necesita ahora una nueva política que equilibre la disposición a repetir el ataque para preservar los logros, con un marco para un acuerdo nuclear restrictivo y restrictivo. Dicho acuerdo tendría como objetivo mantener a Irán alejado de las armas nucleares. Por lo tanto, Israel debe mantenerse preparado ante la amenaza iraní, incluyendo la capacidad de intervención para interrumpir cualquier intento de desarrollo nuclear. Al mismo tiempo, Israel no debe descartar un acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán, siempre que cumpla con las siguientes condiciones clave:
No al enriquecimiento independiente de uranio iraní.
Supervisión internacional exhaustiva y continua, incluyendo los componentes de armas. Un acuerdo vinculante sin cláusula de caducidad.