Tegucigalpa – Ante la ruptura del equilibrio militar en Centroamérica por parte de El Salvador al adquirir 10 aviones de combate A-37 Dragonfly, diversos sectores hondureños reclaman que el país vuelva a recuperar la supremacía aérea repotenciando su Fuerza Aérea.
- Pero Libre y el PAC se niegan a otorgarle a las Fuerzas Armadas la capacidad de defender la soberanía nacional y dejan con la mano libre a los militares de El Salvador y Nicaragua
- El ex mandatario Rafael Leonardo Callejas propone escuchar a quienes participaron en la negociación del Tratado General de Paz de Lima de 1980 con El Salvador
- Callejas considera que la única forma para lograr un equilibrio militar en la región, es que Honduras vuelva a la superioridad aérea.
- El jefe de las Fuerzas Armadas señala que se encuentra en proceso un estudio elaborado por profesionales para repotenciar toda la institución castrense.
Pero sorprendentemente dos fuerzas opositoras legislativas se oponen a que las Fuerzas Armadas restablezcan el equilibrio militar adquiriendo nuevo material de guerra aéreo o repotenciando los existentes, especialmente las aeronaves F-5.
El ex presidente Rafael Leonardo Callejas (1990-1994) recomendó que Honduras, en materia de defensa, no debe perder la supremacía de la Fuerza Aérea en Centroamérica.
Indicó que el equilibrio militar en la región, no se debe romper nunca. “A veces, olvidamos la historia porque no todos la vivieron, pero sería interesante que sobre ese tema hablaran con los oficiales que vivieron la etapa posterior al conflicto bélico de julio de 1969 y al acuerdo que se firmó entre Honduras y El Salvador en Lima, Perú para que recordemos las vivencias de esos momentos tan trascendentales para el país”, acotó.
El ex gobernante reiteró que romper el equilibrio militar en la región centroamericana es algo que no tiene una lógica desde el punto de vista de la geopolítica centroamericana.
Como se sabe, El Salvador compró recientemente 10 aviones de combate Cessna A-37 Dragonfly a Chile. El costo de los 10 aviones es de ocho millones de dólares, más 570 mil dólares para el traslado desde Chile.
Con ello El Salvador agregó fortaleza en el campo aéreo, mientras sus fuerzas terrestres son poderosas y con ello agregó poder de fuego al conjunto de su Fuerza Armada.
La compra se produjo en medio de la controversia generada por las pretensiones salvadoreñas sobre la isla Conejo, que históricamente ha pertenecido a Honduras y que ni siquiera estuvo en disputa en el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de 1992.
Recobrar la superioridad aérea
En ese sentido, Callejas considera que debido a la reciente adquisición de aviones militares por parte de El Salvador, “lo que le queda a Honduras es volver a tener supremacía aérea en Centroamérica”.Indicó que para lograr ese objetivo, el país debe hacer lo que sea necesario, lo que incluye adquirir una nueva flota de aviones.
“Yo viví cuando los gobiernos del general (Policarpo) Paz y el general (Juan Alberto) Melgar, las negociaciones que se estaban dando en Perú de donde vino el acuerdo de Bustamante y Rivero de 1980 y estábamos en la oficina y el canciller (César A.) Batres, sufría porque llegaba a la mesa amedrentado por el poderío de El Salvador, en relación con Honduras”, relató Callejas.
Señaló que esa situación cambió, hasta que Honduras adquirió los aviones Súper Mystère adquiridos en Israel y “en ese instante, lo recuerdo paladinamente, cuando el canciller Batres le mandó a decir al general Paz y al general Melgar, hoy si puedo negociar porque estamos en una posición que me siento respaldado”.
El Dassault Super Mystère fue el primer cazabombardero monomotor a reacción que tuvo Honduras y que le confirió el control de los espacios aéreos de la región.
En 1975, Israel vendió 12 aeronaves y seis aviones para repuestos a Honduras. Las aeronaves estuvieron envueltas en numerosos conflictos fronterizos con Nicaragua. En 1996 fueron retiradas del servicio. Todas las aeronaves de la Fuerza Aérea Hondureña fueron equipadas con motores Pratt & Whitney J52-P-8A, esto debido a una repotenciación hecha a las aeronaves por parte de la Fuerza Aérea Israelí antes de ser vendidas a Honduras. Uno de ellos está en exhibición en el parque aeronáutico de la Fundación Museo del Aire de Honduras (FMAH), los once restantes están almacenados en la base aérea Héctor Caraccioli Moncada, en La Ceiba.
Callejas añadió que fue tanta la emoción del general Paz, que tenía un lápiz en la mano y lo quebró. “Yo lo viví y sentíamos la debilidad de ser relegados porque no teníamos con qué negociar y cuando se fortaleció la Fuerza Aérea Hondureña, pudimos negociar y vino la construcción de la paz”, refirió.
“Esa es una supremacía que no podemos ceder dentro del marco de la nacionalidad hondureña, necesitamos mantener la supremacía aérea y yo diría que es un tema tan significativo que se está tornando en político”, advirtió.
En ese sentido, recomendó hablar con los oficiales militares de aquella época o con los que tuvieron la vivencia como el canciller César A. Batres para que él describa al pueblo hondureño todo lo que aconteció y la forma en que dio hasta que se logró el equilibrio militar en el área centroamericana.
En los años 80, ante el fortalecimiento del entonces ejército sandinista de Nicaragua por parte de la Unión Soviética (ya desaparecida) con tanques T-52 y helicópteros Mi-18, entre otros, Estados Unidos vendió a Honduras 12 cazas F-5, con lo cual restableció el equilibrio militar en plena guerra fría.
Para contrarrestar el poder aéreo hondureño, Moscú dotó de 1,000 misiles Sam-7 a Nicaragua, con el fin de poder derribar los F-5 hondureños y así mantener la superioridad militar.
Nicaragua destruyó la mitad de los misiles, pero conserva los restantes.
Tanto El Salvador y Nicaragua mantienen una alianza tácita contra Honduras en cuanto al Golfo de Fonseca, ya que San Salvador y Managua mantienen la tesis que Honduras no tiene acceso soberano y con ello los recursos al Océano Pacífico, lo que mantiene de hecho a las dos naciones contra las aspiraciones hondureñas.
Estudio para repotenciación
Por su parte, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Fredy Santiago Díaz Zelaya, informó que la institución castrense ha comenzado a hacer un estudio para establecer de cuánto debe ser la repotenciación de las distintas ramas de ese cuerpo armado.“Hablar de cifras en este momento sería una ligereza en el sentido de que se necesita hacer estudios profundo sobre el tipo de equipo que queremos para las Fuerzas Armadas de Honduras, qué tan actuales queremos estar en cuanto a Fuerza Aérea y Fuerza Naval y después de eso, para el equipo terrestre”, arguyó el jerarca militar.
Aseveró que lo importante es que se dispone de un equipo de profesionales en las fuerzas aérea, naval y el ejército (tierra), quienes conocen acerca del equipo que hay y del que se puede tener en el futuro.
Señaló que esos estudios estarían concluidos, dependiendo de la intención que tenga el mando superior.
Oposición a compra de aeronaves
En el Congreso Nacional, aprobó la semana que recién finalizó, un decreto presentado por el diputado nacionalista por Francisco Morazán, David Chávez y dictaminada por la comisión ordinaria de presupuesto uno, orientado a reformar por adición el artículo 84 de la Ley de Contratación del Estado contenida en el decreto 74-2001.En ese sentido, el artículo 84 ahora establece que se prohíbe la compra de maquinaria o equipo usado, así como las compras a abastecedores únicos, salvo las excepciones contempladas en esta ley y aquellas que autorice el Consejo de Ministros para la compra de maquinaria y equipo debidamente calificados y con las debidas garantías y cumplimiento de las normas técnicas que regulen la materia del bien a adquirir.
En otras palabras, se da luz verde al gobierno para que pueda adquirir equipos de segunda mano en buen estado, pero los diputados de oposición, principalmente del izquierdista partido Libertad y Refundación (Libre), consideran que esa reforma es para que la administración del presidente Juan Orlando Hernández, pueda adquirir una flota de aeronaves militares e incluso un avión presidencial.
En todo caso, si se pretende hacer ese tipo de compras, la iniciativa tiene que pasar por el Congreso Nacional y en ese sentido, el diputado del Partido Anticorrupción (PAC) por Francisco Morazán, Virgilio Padilla, desde ya ha anunciado que su bancada se opondrá.
“En un principio nosotros estamos en contra de darle más autorizaciones al Poder Ejecutivo para seguir ganando poder en la administración pública y de hecho actualmente, controla todas las esferas de poder como la directiva del Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos”, argumentó Padilla.
Agregó que ven una deformación del principio de separación de poderes al otorgarle más atribuciones al Poder Ejecutivo como el caso de la reforma al artículo 84 de la Ley de Contratación del Estado, donde se autoriza al gobierno a comprar material y equipo usado que ha sido una prohibición histórica.
Aseveró que el PAC no hace oposición por capricho o por antojo pasajero sino que cree que el Poder Ejecutivo no puede controlar todas las esferas de poder.
Sobre una eventual compra de aviones y la repotenciación de las Fuerzas Armadas para romper el desequilibrio militar en la región, señaló que están de acuerdo con un equilibrio y que los ejércitos deben ser repotenciados, “Pero nuestra doctrina como partido, es absolutamente antimilitarista”, acotó.
“Nosotros creemos que la imprudencia militar y la carrera de hacer erogaciones en armas, municiones y artillería, va en contra de las necesidades que es sumamente pobre, nosotros necesitamos medicinas, libros para estudiar y hacer carreteras en los pueblos y creemos que el gasto militar no sólo en Honduras, sino en el mundo, es una deformación de la doctrina humanista que es la igualdad, la libertad y la fraternidad”, puntualizó Padilla.
Por su parte, ex presidente Manuel Zelaya, jefe de la bancada de Libre, pidió en el Congreso Nacional la celebración de un plebiscito para que el pueblo pueda determinar si se aprueba o no la compra de aviones de combate y una aeronave para uso del mandatario Hernández.
El argumento de Zelaya para introducir esa iniciativa es porque ha trascendido que el gobierno pretende comprar cazas de guerra usados a Brasil y, asimismo, la adquisición del avión presidencial, cuyo costo superaría los 600 millones de lempiras.
Los problemas fronterizos entre Honduras y El Salvador datan desde la época colonial, durante la cual hubo problemas de delimitación entre los ejidos de Citala en El Salvador y Ocotepeque en Honduras. Igualmente los hubo entre Perquin y Arambala en a provincia de El Salvador y Jocoara, hoy Santa Elena, de la Provincia de Honduras, también por límites ejidales.
Ya como países independientes, hubo gran número de reuniones interestatales y otras actividades que trataron de resolver las diferencias.
En 1861 se iniciaron negociaciones directas entre Honduras y El Salvador con el fin de resolver las diferencias sobre la línea fronteriza en el sector de Nahuaterique. Desde entonces y hasta 1969 se celebraron 16 convenciones o negociaciones de delimitación de fronteras.
Sin embargo, con el transcurso del tiempo en lugar de resolverse o reducirse el conflicto, este se fue complicando con otros factores de naturaleza política, hasta llegar a un clímax con el enfrentamiento armado de 1969.
Sin embargo, fue hasta el 18 de enero de 1978 que, bajo la mediación del ex presidente de la Corte Internacional de Justicia, el peruano José Luis Bustamante y Rivero se puso en marcha el proceso de solución definitiva del diferendo limítrofe para llegar al Tratado General de Paz del 30 de noviembre de 1980.
Sobre este tema lo primero que se hizo fue delimitar a perpetuidad, la frontera entre ambas Repúblicas, se supone que ese es un gran triunfo para las dos naciones, para Centroamérica en su conjunto y también para el derecho internacional público.
Sin embargo, nuevas fricciones han resurgido ya que El Salvador se niega a que se aplique la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de septiembre de 1992 en las aguas jurisdiccionales que comparten tres países en la bocana del Golfo de Fonseca y por el contrario ahora reclama la pertenencia de la pequeña isla Conejo donde históricamente Honduras ha ejercido soberanía.
Las tensiones se han incrementado a raíz de la muerte de un pescador de Amapala quien perdió la vida luego que el pequeño bote en el que faenaba, fue embestido violentamente por una patrullera de la Fuerza Naval Salvadoreña, incidente en el que también otro hondureño resultó herido.
Proceso Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario