Academia Militar de Aviación: La formación élite de la Fuerza Aérea Hondureña
La Tribuna
La formación de los nuevos pilotos de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) requiere de coraje y compromiso pero sobre todo, de capacidad intelectual, ya que para volar un avión necesitan ser profesionales universitarios en el área castrense.
Para cumplir ese cometido surgió el 14 de abril de 1931 la Academia Militar de Aviación (AMA) Capitán Roberto Raúl Barahona Lagos, que inicialmente se conoció como la Escuela Nacional de Aviación y que operaba en Tegucigalpa, pero ahora tiene la sede en la base José Enrique Soto Cano de Palmerola, Comayagua.
Desde el 2013 la Academia se separó de la Escuela Técnica de Aviación, ahora la formación es independiente para que los estudiantes se concentren en el área que buscan especializarse.
Entrar no es fácil porque aparte de cumplir con el requisito de educación media, los aspirantes deben pasar los exámenes académicos, psicómetros y físicos, para el caso el dos de octubre del año pasado llegaron 890 aspirantes y solo 96 aprobaron entre ellos ocho mujeres que luchan con actitud y deseo de permanecer en la batalla.
PILOTOS
Los nuevos pilotos hondureños como requisito deben ser profesionales universitarios.
En los primeros días de enero la AMA recibió a los nuevos cadetes, pero los retos cada día son más exigentes, ya que el plan de estudios ahora es más cargado, además se deben someter a un proceso de formación militar.
El director de la AMA, coronel de aviación Francisco Serrano, aseguró que son cuatro años de estudios que deben cursar, que les permite egresar como licenciados en Ciencias Aeronáuticas Militares, abalados por la Universidad de Defensa y aprobado por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Los jóvenes salen con el grado de subteniente y el título universitario, pero a futuro pueden continuar capacitándose con maestrías y doctorados, no obstante todo depende de los deseos de ellos en superarse.
Entre las especialidades están defensa e inteligencia aérea, seguridad de instalaciones, logística y comunicaciones pero a la mayoría le interesa ser piloto y son entrenados en su cuarto año de formación.
Para volar deben aprobar ciertos exámenes como sistemas de comunicación, hidráulicos, combustibles y otros, después reciben 92 horas de vuelo en tres fases que van desde contacto que es realizar las maniobras visuales.
Asimismo instrumentos básicos donde se les preparan para que puedan volar en condiciones adversas o de noche e instrumentos avanzados y navegación, que es cuando recorren diferentes ciudades donde calculan el tiempo en ruta, el combustible y por último el vuelo nocturno donde ponen en práctica toda la enseñanza. (YB)
OPORTUNIDADES
SE FORMAN EN EL EXTRANJERO
Algunos de los jóvenes estudiantes salen a capacitarse en el extranjero gracias a los acuerdos de cooperación entre las instituciones armadas como China-Taiwán, Estados Unidos, Colombia y México donde ganan nuevas experiencias con otro tipo de aviones, mientras que por Honduras han pasado estudiantes de China-Taiwán, Guatemala, Panamá y otros países.
SEMILLERO
“AGUILUCHOS”
Los cadetes a medida avanzan en su carrera pueden especializarse para convertirse en pilotos de transporte, helicóptero y en aviones de combate de acuerdo a las necesidades de la institución militar. A la AMA la consideran el semillero de los “aguiluchos” porque van llenando los espacios que dejan las viejas generaciones al cumplir los 35 años de servicio a la Patria. La ventaja de ingresar a esta rama aérea es que el estudiante recibe una beca mensual, ropa y equipo para su entrenamiento, alojamiento, alimentación, seguro médico y un trabajo permanente.
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