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domingo, 5 de octubre de 2025

Cazas modernos ¿Por que seguimos modernizando aviones antiguos?

¿Y qué pasa con los "Sushkas" rusos?

Roman Skomorokhov || Revista Militar


Nota: En ruso, "Сушка" (Sushka) es un apodo coloquial y afectuoso para los aviones de combate Sukhoi, cuyo nombre en ruso comienza con "Су" (Su), como Su-27, Su-30, Su-35, etc.

 

¿Por qué ciertos veteranos del aire se niegan a desaparecer?

Es una pregunta que, lejos de ser retórica, plantea una reflexión profunda sobre la dinámica de la aviación militar moderna. En plena era del siglo XXI, cuando los cazas de quinta generación ya no son prototipos sino activos en servicio —y los conceptos de sexta generación se pasean en simulaciones, prototipos y plataformas de prueba—, uno esperaría un paisaje aéreo dominado por siluetas furtivas, sensores fusionados y arquitecturas centradas en redes.

Y sin embargo, la realidad es otra.

Lejos de los titulares, los cielos siguen poblados por aeronaves que, en teoría, deberían estar en museos y no en hangares operativos. Cazas que nacieron en la Guerra Fría —y algunos, incluso antes— siguen modernizándose, volando y, en muchos casos, combatiendo. La respuesta inmediata es obvia: modernización y ahorro presupuestario. Pero la persistencia de estas plataformas va más allá de una simple cuestión de economía.

El ejemplo reciente de Azerbaiyán es ilustrativo. En lugar de adquirir un sistema de armas de última generación, el país celebró la compra de 24 cazabombarderos JF-17C, una plataforma desarrollada conjuntamente por Pakistán y China. El anuncio fue presentado como una modernización significativa de la flota aérea azerí. Pero una mirada técnica revela otra realidad: el JF-17, aunque mejorado en su variante "Block III", sigue siendo una aeronave que opera con una arquitectura de cuarta generación, equipada con radar AESA, sí, pero muy lejos en capacidad integral de plataformas como el Rafale, el F-16V o incluso versiones avanzadas del MiG-29 o Su-30.

La elección, más allá de las capacidades, es también estratégica y geopolítica. Pakistán —un actor emergente en la industria aeronáutica militar— ofrece una alternativa viable, asequible y con pocos condicionantes políticos. Para países con presupuestos restringidos o con limitaciones diplomáticas, este tipo de opción es no solo aceptable, sino la única posible.

Así, los veteranos del aire no mueren porque aún tienen un propósito claro. Porque bajo nuevas capas de pintura, radares actualizados y enlaces de datos integrados, siguen cumpliendo misiones vitales a una fracción del coste de un caza de quinta generación. No se trata de nostalgia. Se trata de pragmatismo operacional, autonomía estratégica y presión presupuestaria.

En este contexto, los cazas no desaparecen. Se adaptan. Evolucionan. Y sobreviven.



En esencia, lo que Azerbaiyán ha adquirido es un MiG-21 evolucionado. Es cierto: el diseño ha atravesado múltiples iteraciones, desde el J-7 chino hasta el actual JF-17C. El fuselaje ha sido rediseñado con una toma de aire lateral en lugar de la tradicional entrada frontal, se ha incorporado aviónica moderna, un radar AESA y una cabina digitalizada. Sin embargo, el corazón del avión sigue anclado en el pasado.

El motor que impulsa al JF-17 es el RD-93, una variante modificada del RD-33 soviético, conocido por propulsar al MiG-29 desde los años 70. En esta versión, el motor fue reconfigurado con una caja inferior para adaptarse a la estructura monomotor del nuevo diseño, pero sus parámetros básicos de empuje y eficiencia se mantienen en línea con estándares de hace más de cuatro décadas.

Como resultado, la carga útil del avión es modesta: apenas 3.000 kg distribuidos en ocho puntos de anclaje. En un entorno donde los cazas modernos como el Rafale o el F-15EX pueden superar los 9.000 kg, el JF-17 se sitúa en un nivel de capacidades muy contenido. Y sin embargo, la decisión de adquirir 24 unidades no es irrelevante.

Para la Fuerza Aérea de Azerbaiyán, esta flota representa una capacidad de disuasión creíble y una mejora cuantificable frente a sus vecinos regionales —con la excepción de Turquía, cuya integración industrial y tecnológica con Occidente la sitúa en otra categoría.

Pero esta no es una excepción aislada. Los Su-24 rusos siguen volando misiones de ataque en conflictos contemporáneos, demostrando que la vigencia de una plataforma depende menos del año de diseño y más de su modernización continua y la doctrina de uso. De igual modo, en otros países siguen operativos cazas como el F-4 Phantom, el MiG-21, o el Su-17/20/22, a veces en versiones remozadas, otras casi en sus configuraciones originales.

¿Son estas plataformas el resultado de un reciclaje inteligente o simplemente costuras bien disimuladas sobre estructuras ya obsoletas?

La línea es delgada. Pero lo cierto es que mientras cumplan su misión, y mientras los presupuestos, las amenazas y las alianzas dicten los límites del arsenal aéreo de muchos países, estos veteranos seguirán en el aire.
No como reliquias, sino como respuestas pragmáticas a un entorno operativo realista.


Mirage 2000DRMV



Hace apenas unos días, y con una puesta en escena cuidadosamente orquestada, la Fuerza Aeroespacial Francesa (Armée de l'Air et de l'Espace) presentó oficialmente la versión modernizada de su veterano avión de ataque: el Mirage 2000D RMV. Fue un acto cargado de simbolismo… y quizás, con un leve matiz de ironía estratégica.

Para finales de este mismo año, el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia espera contar con 50 unidades plenamente modernizadas de esta plataforma, que pese a sus años de servicio —y a un diseño que remonta a las últimas décadas del siglo XX—, sigue siendo considerada por el Estado Mayor como un medio eficaz para misiones de ataque a tierra y apoyo aéreo cercano.

Desde luego, el Mirage 2000D es un avión que goza de una reputación bien ganada: fiable, preciso y robusto. Su rendimiento en conflictos recientes ha demostrado que, con actualizaciones estructurales y electrónicas adecuadas, aún puede cumplir un rol relevante en el campo de batalla moderno.

Ahora bien, en términos puramente técnicos, su arquitectura aerodinámica, aviónica de base y carga útil no pueden competir con las de una nueva generación de cazas multifunción, como el Rafale F4/F5 o sus homólogos internacionales. El Mirage, por más que se revitalice, pertenece a otra era. Pero eso no invalida la decisión francesa. Al contrario.

La elección de extender su vida útil responde a una lógica estratégica clara: disponer de una plataforma secundaria con capacidades probadas, adaptada a misiones específicas, sin incurrir en los costes ni en la presión logística que implica aumentar la producción o despliegue de sistemas más avanzados.

En definitiva, el Mirage 2000D RMV no es una reliquia reciclada, sino una solución transicional y plenamente consciente dentro del modelo operativo francés. Y aunque su tiempo como punta de lanza pueda haber pasado, aún queda espacio para que este veterano siga cumpliendo misiones con eficacia quirúrgica en los teatros donde no se requiere lo más nuevo, sino lo más fiable.




Mirage 2000D RMV: El último rugido de un veterano optimizado

La pregunta ya no es si el Mirage 2000D debía haberse retirado, sino cuánto tiempo más permanecerá operativo y, sobre todo, por qué. La respuesta oficial es clara: al menos hasta 2035. Pero si atendemos al ritmo real de renovación de flotas, el calendario se torna flexible. Francia ha planificado desde hace casi dos décadas su transición hacia el Rafale como plataforma única, pero ese proceso ha sido lento y desigual. A ello se suma el desarrollo —todavía incierto— de un UCAV de nueva generación, y más adelante, la llegada del sistema de combate aéreo europeo FCAS, aún en fase conceptual.

Así, lo que en teoría sería una transición escalonada y ordenada, en la práctica es un mosaico operativo que sigue necesitando a los Mirage. Y todo indica que lo seguirá haciendo incluso más allá de 2040, siempre que la estructura lo permita.

El Mirage 2000D, derivado del Mirage 2000N nuclear, fue originalmente concebido como un avión de ataque todo tiempo con armamento convencional. Con el paso del tiempo, y bajo el programa de actualización DRMV (Rénovation Mi-Vie), se ha transformado en una plataforma optimizada para ataques de precisión, reconocimiento y apoyo táctico, equipada para seguir siendo relevante en entornos modernos.

Mejoras clave del Mirage 2000DRMV:

  • Misiles aire-aire MICA IR y próximamente MICA NG, con capacidad todo aspecto e inmunidad a contramedidas.

  • Bombas guiadas Paveway II (GBU-48, GBU-49, GBU-50) de origen estadounidense, con capacidades de guía láser y GPS.

  • Integración de la cápsula TALIOS, utilizada también en el Rafale, que combina funciones de designación de blancos y reconocimiento en tiempo real, con imágenes de alta resolución transmitidas vía Link 16.

  • Cabina digitalizada, con pantalla de instrumentos modernizada y sistema de presentación montado en el casco Thales Scorpion, ya en uso por la USAF.

  • Nuevo depósito ventral combinado, que reemplaza al antiguo pod ASTAC, ahora con capacidad dual: combustible adicional + sensores ELINT para inteligencia electrónica estratégica.

No obstante, algunos elementos clave permanecen sin cambios, como el radar Antelope 5 de seguimiento del terreno, lo que limita parcialmente la evolución de sus capacidades aire-aire.

Rendimiento frente a la inversión

El coste del programa DRMV ronda los 530 millones de euros (aproximadamente 590 millones de dólares). Aunque no parece desorbitado, teniendo en cuenta que extiende una capacidad táctica crítica por al menos una década más, lo cierto es que los avances tecnológicos incorporados no representan una revolución, sino una optimización puntual de subsistemas ya conocidos.

El misil MICA, por ejemplo, entró en servicio en los años 90. Las bombas Paveway II son tecnologías probadas desde la década de 1970. La modernización no persigue una supremacía tecnológica, sino garantizar operatividad fiable y sostenida en teatros de combate activos como Oriente Medio o África.

De disuasión nuclear a ataque de precisión

El Mirage 2000D nace de una transición doctrinal: desde el Mirage 2000N —plataforma nuclear sin capacidad para armas convencionales— hacia una arquitectura flexible multirrol. Este rediseño estructural incluyó la instalación de HOTAS, pantallas multifunción, y nuevos sistemas de guerra electrónica.

Inicialmente armado con misiles AS30L y bombas guiadas BGL 1000, el Mirage 2000D pronto fue adaptado para portar bombas estadounidenses GBU-12/24, así como el misil de crucero SCALP-EG, que ha sido empleado recientemente con eficacia en Ucrania.

Trayectoria operativa y futuro

Producción: 1993–2001, con 86 unidades construidas.
Teatros principales: Afganistán, Sahel (Operación Barkhane), Irak y Siria (Operación Chammal).
Modernización DRMV: Reducción de flota de 71 a 50 aeronaves.
Primera entrega modernizada: 2021.
Base actual: BA 133 Nancy-Ochey, noreste de Francia.

Con el retiro del Mirage 2000N (2018) y del Mirage 2000C (2022), y la reducción progresiva de los Mirage 2000-5F, el Mirage 2000DRMV se convierte en el último exponente de la saga Mirage en servicio francés. Su despliegue en bases como H4 (Jordania) o Al Dhafra (EAU), en sustitución de modelos más antiguos, confirma su vigencia táctica inmediata.

El Mirage 2000DRMV no es una plataforma de vanguardia, pero tampoco es una reliquia funcional. Es un equilibrio entre la tradición y la necesidad, un testimonio del ingenio francés en maximizar la vida útil de sus sistemas con intervenciones quirúrgicas y coherentes. Hasta que los Rafale estén en número suficiente, y mientras el FCAS siga en el horizonte, el Mirage continuará patrullando los cielos, cumpliendo su rol con precisión quirúrgica y dignidad operativa.


El verdadero problema no es el Mirage. Es el Rafale.

Más concretamente, la incapacidad de la industria aeronáutica francesa para producirlo al ritmo necesario. Desde su entrada en producción en 2005, el Dassault Rafale ha sido promocionado como la columna vertebral futura de la Fuerza Aérea y la Marina francesa. Sin embargo, casi dos décadas después, solo se han fabricado 175 unidades. Lo que debería haber sido una transición fluida y sostenida se ha convertido en un embudo logístico.

Los números hablan por sí solos. En términos de producción, 175 aviones en 20 años equivalen a una media de apenas 9 unidades por año. Si bien se trata de un caza polivalente altamente sofisticado, comparable al Eurofighter o al F/A-18E/F, este ritmo de fabricación es insuficiente para cubrir simultáneamente las necesidades francesas y las exportaciones firmadas.

Veamos el panorama actual usando algo tan temible como una calculadora:

Compromisos de entrega del Rafale:

  • Fuerzas Armadas Francesas (Armée de l'Air et de l'Espace + Marine Nationale):

    • Pedido total: 180 unidades

    • Entregadas: 137 (95 para la Fuerza Aérea y 42 para la Armada)

    • Pendientes: 43 unidades

  • Clientes internacionales:

    • India: 36 pedidos – 24 entregados → 12 pendientes

    • Qatar: 36 pedidos – 23 entregados → 13 pendientes

    • Grecia: 24 pedidos – 18 entregados → 6 pendientes

    • Croacia: 12 pedidos – 6 entregados → 6 pendientes (aunque con aviones de segunda mano)

Total pendiente de producción: 86 aviones

A una tasa promedio de 9 Rafale por año, Dassault Aviation necesitaría al menos 10 años para cumplir completamente con los pedidos existentes. Solo para completar los 43 aviones restantes destinados a las fuerzas francesas, se requerirán 5 años más de producción sostenida.

¿Consecuencia?

El Mirage 2000D RMV —un avión cuyo ciclo operativo debió cerrar hace años— tendrá que seguir en servicio activo hasta 2035 como mínimo. La lógica no miente: no hay suficientes Rafale para sustituirlo a corto plazo, y con nuevos pedidos (como el reciente contrato con Emiratos Árabes por 80 aviones), el calendario podría incluso extenderse más allá de lo previsto.

El Mirage no tiene elección. Le ha tocado una última misión estratégica: mantener la capacidad operativa francesa en misiones de ataque, apoyo y reconocimiento, mientras su sucesor real aún se encuentra en la línea de montaje.

La pregunta ya no es si podrá hacerlo, sino cuán apto está para resistir esa carga operativa prolongada. Su actualización RMV le ha dado una segunda vida, pero el desgaste estructural, los límites de crecimiento tecnológico y la obsolescencia de algunos subsistemas siguen ahí, agazapados bajo una nueva capa de pintura digital.

Lo cierto es que el Mirage 2000DRMV no está volando hacia el retiro, sino hacia su último gran esfuerzo operativo, una misión extendida por necesidad, no por elección. Y hasta que la línea de producción del Rafale logre alcanzar el pulso que Francia y sus socios requieren, el viejo caza delta tendrá que mantenerse firme... una vez más.


¿Es el Mirage un buen avión? Lo fue. Hace 30 años.

No hay duda de que el Dassault Mirage 2000 fue, en su momento, una plataforma destacada: aerodinámicamente refinado, confiable, con una arquitectura delta que lo distinguía de sus pares y con capacidades avanzadas para su época. Pero la pregunta actual no es si fue un buen avión. Es si todavía puede desempeñar un rol significativo en el entorno operativo contemporáneo.

¿Puede cumplir misiones hoy? Sí… pero solo en ciertos contextos.

El Mirage 2000D, incluso en su versión modernizada DRMV, puede cumplir con eficiencia tareas como apoyo aéreo cercano, interdicción táctica o reconocimiento armado. Para operar en escenarios como Siria, Irak, o el Sahel africano, donde el adversario carece de defensa aérea moderna, sigue siendo una opción viable, rentable y operativamente útil.

Es el arquetipo del "suficientemente bueno", en un equilibrio delicado entre costo operativo bajo, facilidad logística y experiencia táctica acumulada.

¿Y en combate de alta intensidad? Esa es otra historia.

Cuando el Mirage 2000 entra en escenarios con presencia de defensas aéreas modernas o cazas de última generación, la ecuación cambia. El avión carece de sigilo, no tiene radar AESA, su arquitectura electrónica tiene límites evidentes y su capacidad de supervivencia depende más de la táctica que de la tecnología.

El armamento, por su parte, no acompaña del todo la modernización de la célula:

  • El MICA, aunque fiable, fue desarrollado en los años 80. Su rival natural, el AIM-120 AMRAAM, ha superado varias generaciones de mejora y es empleado por más de 30 países.

  • Las bombas guiadas Paveway II, aunque precisas, no son precisamente una tecnología de vanguardia.

  • El Mirage no puede portar una carga ofensiva comparable a plataformas más recientes como el Su-30SM o el Rafale, a menos que sacrifique combustible interno y se recargue con depósitos externos.

¿Y su rendimiento en comparación?

Incluso frente a aeronaves de similar generación, como el Su-24M ruso —que lo supera en autonomía, capacidad de carga y tipos de armamento integrados—, el Mirage queda limitado a un rol secundario. Compararlo con cazas como el Su-30SM2 o el Su-35S simplemente no tiene sentido: juegan en ligas distintas.

Entonces, ¿por qué sigue volando?

Por una razón simple: porque no hay con qué reemplazarlo aún.

Francia no ha producido Rafale al ritmo necesario para cubrir tanto su propia demanda como la de sus clientes internacionales. Y hasta que eso no cambie —lo cual, a la velocidad actual, tomará años—, el Mirage 2000DRMV seguirá cubriendo las brechas, aunque cada vez con más limitaciones operativas.

¿Es una situación única? Para nada.

Otros países también mantienen en vuelo plataformas veteranas por las mismas razones: limitaciones presupuestarias, falta de personal técnico, o ausencia de alternativas viables. F-4 Phantom en Turquía e Irán, F-5 en Arabia Saudita, Taiwán o Brasil, Su-17 en Vietnam y Polonia. En muchos casos, estos cazas cumplen roles secundarios o son utilizados para entrenamiento avanzado, pero rara vez son enviados al frente en conflictos de alta intensidad. Y si lo son, sus tasas de supervivencia son mínimas, como lo ha demostrado ampliamente el caso ucraniano con MiG-29 o Su-25 en variantes antiguas.



Conclusión: el veterano sigue volando, pero no por elección.

La prolongación del servicio del Mirage 2000 no es una decisión técnica, sino una consecuencia directa de restricciones estructurales: falta de producción, falta de financiación, falta de alternativas inmediatas. Y mientras esto no se resuelva, la Armée de l’Air et de l’Espace seguirá confiando en una plataforma que ya ha superado su apogeo.

Celebrar la modernización de 50 unidades Mirage 2000DRMV como un “refuerzo sustancial” de la capacidad de combate de Francia es, como mínimo, una declaración optimista. Especialmente en un contexto donde el presidente Macron plantea enfrentar amenazas convencionales rusas en Europa.

Uno podría bromear con la posibilidad de reactivar incluso los Mirage III como escolta en futuros despliegues. Pero, evidentemente, frente a cazas contemporáneos como el Su-35S, no hay cabida para nostalgias. En una guerra real, la brecha tecnológica se convierte en una sentencia táctica.

viernes, 18 de julio de 2025

USAF: Planea comprar nuevos F-16 'Block 80', extendiendo su vida hasta los 2040

El jefe de la Fuerza Aérea responde a la posibilidad de comprar nuevos F-16 'Block 80'

La Fuerza Aérea aún se enfrenta a una flota de cazas envejecida y su oficial superior dijo que los leales drones no resolverán el problema por sí solos.
La USAF modernizará 600 F-16 para que operen en la década del 2040, recibirán 1.763 F-35A y alrededor de 100 F-15EX, desarrollará un F-16 Block 80, ya que es un avión "barato" de operar y más simple que un F-15 o F-35, el Viper sigue vigente...

El Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, general David Allvin, respondió hoy a preguntas sobre la posibilidad de una nueva versión del prolífico F-16 , el llamado Bloque 80, para aumentar la masa de combate de la Fuerza Aérea en el futuro. Si bien la Fuerza Aérea no tiene previsto reanudar la compra de Vipers, resulta interesante que el tema esté en debate, especialmente ahora que la Fuerza Aérea está analizando a fondo cómo equilibrará sus necesidades de cazas de próxima generación, a la vez que introduce el caza furtivo tripulado F-47 y los drones de Combate Colaborativo (CCA). Al mismo tiempo, continúa adquiriendo el caza furtivo F-35A y el F-15EX .

Junto con el secretario de la Fuerza Aérea, Troy Meink, y el jefe de Operaciones Espaciales, general Chance Saltzman, el general Allvin testificó ante el Comité de Servicios Armados del Senado. El senador Thomas Cotton, presidente de la Conferencia Republicana del Senado y presidente del Comité de Inteligencia del Senado, preguntó a Allvin sobre la posible necesidad de comprar nuevos aviones para reemplazar los cazas más antiguos de la Fuerza Aérea, algunos de los cuales seguirán volando hasta la década de 2040.


Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, general David Allvin. Foto de la Fuerza Aérea de EE. UU. por Eric Dietrich.

“Centrándonos solo en la próxima década, entonces, nuestras opciones de adquisición actuales son bastante limitadas”, dijo Cotton, antes de preguntarle a Allvin: “¿Podrían utilizar los nuevos F-16 del Bloque 80, configurados en EE. UU., para reforzar nuestra flota de cazas de ataque, si el Congreso logra encontrar fondos adicionales para tal iniciativa?”

"Si tenemos en cuenta lo que costaría adaptar esa variante de exportación a un Bloque 80, el tiempo que tomaría y su ubicación en la línea de producción, tendría que ponerme en contacto con usted con más detalles para ver si sería una situación recomendable", respondió Allvin.

"Realmente tendría que analizar qué puede hacer la industria de defensa al respecto", añadió Allvin, "porque tengo la sensación de que el actual Bloque 70 está consumiendo muchas líneas de producción, capacidad de producción y todas las Ventas Militares al Extranjero (FMS)".


Un F-16D Bloque 70 construido para Baréin, en las instalaciones de Lockheed Martin en Greenville, Carolina del Sur. Folleto de Lockheed Martin .

En este punto, cabe destacar que no está claro si el Bloque 80 existe como concepto para la Fuerza Aérea o si la designación se utilizó en la audiencia de forma puramente especulativa. TWZ se ha puesto en contacto con Lockheed Martin para obtener más detalles.

Obviamente, sin embargo, Allvin estaba feliz de considerar la idea de una nueva versión del F-16 para el servicio, aunque fuera solo a nivel hipotético.

Sin lugar a dudas, los aviones F-16C/D del Bloque 70/72 que se encuentran en producción ya son muy capaces, y cuentan con aviónica sofisticada, sistemas de misión, un radar de matriz escaneada electrónicamente activa y un conjunto de guerra electrónica digital.

El supuesto Bloque 80, sin embargo, presumiblemente sería aún más capaz, además de estar adaptado a las necesidades específicas de la Fuerza Aérea.

Además del Block 80, Cotton también preguntó si la Fuerza Aérea potencialmente tendría un lugar para el Block 70 (y el Block 72 relacionado), que actualmente está siendo construido por Lockheed Martin en Greenville, Carolina del Sur, para clientes de exportación.

De nuevo, Allvin afirmó que tomaría la pregunta en el registro y que volvería con una respuesta más completa. En particular, indicó que tendría que analizar con más detalle «lo que la variante de exportación puede y no puede hacer, y cualquier tipo de ajuste que tendríamos que hacer para facilitar su integración con nuestros cazas de fabricación estadounidense. Necesitaría ver cuáles serían las oportunidades y los costos de integración antes de poder darle una respuesta convincente».

Ya sea el Bloque 80 o el Bloque 70/72, todavía hay una gran pregunta sobre si un pedido de la Fuerza Aérea para estos aviones sería factible, dada la capacidad de producción limitada en la planta de Greenville, como puede leer más aquí .

Curiosamente, la posibilidad de que la Fuerza Aérea compre aviones Block 70/72 de nueva producción para reforzar sus flotas de aviación táctica en el corto plazo ha surgido en el pasado.

En 2021, el subsecretario saliente de la Fuerza Aérea para Adquisiciones, Tecnología y Logística, Will Roper, sugirió que el servicio podría querer pedir una versión avanzada del F-16, como el Block 70/72.


El Dr. Will Roper, entonces Subsecretario de Adquisiciones, Tecnología y Logística de la Fuerza Aérea, en 2019. Foto de la Fuerza Aérea de EE. UU. por el Sargento Técnico DeAndre Curtiss. El Dr. Will Roper, Subsecretario de Adquisiciones, Tecnología y Logística de la Fuerza Aérea, habla sobre "Desplegar la Fuerza Aérea del Futuro con Mayor Rápido e Inteligentemente" durante el Simposio de Guerra Aérea de la Asociación de la Fuerza Aérea en Orlando, Florida, el 27 de febrero de 2019. (Foto de la Fuerza Aérea de EE. UU. por el Sargento Técnico DeAndre Curtiss)

"Al observar la nueva línea de producción del F-16 en Carolina del Sur , ese sistema tiene algunas capacidades mejoradas maravillosas que vale la pena considerar como parte de nuestra solución de capacidad", dijo Roper en una entrevista con Aviation Week .

La idea fue rápidamente descartada por el entonces Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el general Charles Q. Brown Jr., quien insistió en que el F-16, incluso una versión muy mejorada, no era la opción adecuada para la futura Fuerza Aérea. En particular, señaló la incapacidad del F-16 para recibir actualizaciones de software a la velocidad deseada y la falta de protocolos de software de arquitectura abierta que permitieran su rápida reconfiguración.

Al mismo tiempo, Brown planteó la posibilidad de un diseño desde cero para un futuro caza, al que describió como un avión de "cuatro generaciones y media o quinta generación menos". Este sería lo suficientemente económico como para adquirirse en la cantidad necesaria para reemplazar al F-16.


El general de la Fuerza Aérea de EE. UU., Charles Q. Brown Jr., cuando era comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico, desembarca de un F-16 en la Base Aérea de Kunsan, Corea del Sur, en octubre de 2019.  Foto de la Fuerza Aérea de EE. UU. por el sargento Mackenzie Méndez.

Pero quizás, después de todo, la idea de una posible futura compra del F-16 por parte de la Fuerza Aérea no esté del todo muerta.

En su discurso de hoy, el general Allvin destacó la importancia de contar con «no solo la capacidad adecuada, sino también la capacidad... para asegurarnos de contar con la combinación adecuada de armamento de alta gama para dominar y ser relevantes en una batalla en el Indo-Pacífico, así como con otros cazas que quizás no necesiten ser tan sofisticados como nuestros de quinta y sexta generación».

Además, Allvin dijo que los drones CCA, al menos en lo que respecta a Increment One, no podrán reemplazar a los cazas tripulados como el F-16 y el F-15E.

Mi evaluación [del CCA] por ahora es que no lo reemplazará. Será un gran refuerzo. Y su objetivo es poder trabajar con el F-35 y el F-22 incluso antes de que se despliegue el F-47, lo que nos ayudará a ofrecer mayor capacidad de combate a un mejor precio. Pero en cuanto a reemplazar a los cazas tripulados, eso está por verse. Lo que hemos incorporado al Incremento Uno, mi evaluación actual es que no sería un buen reemplazo en una sola operación.

Mientras tanto, la necesidad de reemplazar los viejos F-16, que aún sirven como columna vertebral de la flota de cazas de la USAF, se está volviendo más aguda, señaló Allvin.

“A medida que conservamos los aviones más antiguos, su mantenimiento se vuelve cada vez más costoso”, dijo Allvin, y la tasa de capacidad de misión “no es la que desearíamos”. Añadió que el F-16 promedio de la Fuerza Aérea “se construyó justo al final de la Guerra Fría. Así que incluso esos F-16 se están quedando bastante viejos”.

En 2024, la tasa de capacidad de misión (MCR) del F-16C se situó en el 64 %, frente a casi el 72 % en 2021. Esto se compara con el 52 % del F-22 y el 86 % del nuevo F-15EX.


Un F-16C de la Fuerza Aérea de EE. UU. en algún lugar sobre Oriente Medio el 11 de febrero de 2025. Fuerza Aérea de EE. UU. USAF

El reemplazo designado para el F-16 debería ser el caza furtivo F-35, aunque desde hace tiempo hay señales de que la Fuerza Aérea no ve a esta plataforma como necesariamente el sucesor directo de todos sus cazas tácticos tradicionales.

La compra del F-35A de la Fuerza Aérea todavía está fijada oficialmente en 1.763 aviones, pero ha habido informes de que, ya en 2018, el servicio había preparado un estudio que pedía que estos pedidos se redujeran a 1.050.

Cabe destacar que la Fuerza Aérea también está comprando cazas F-15EX, junto con los F-35A, por lo que claramente no ha renunciado por completo a adquirir cazas de cuarta generación.

En el pasado, Allvin también planteó la posibilidad de algún tipo de caza ligero tripulado que pudiera servir como complemento futuro a los cazas de quinta y sexta generación, más avanzados y costosos. El año pasado, Allvin presentó una ilustración conceptual muy realista de un caza ligero, como puede leer aquí.


El concepto de caza ligero se muestra durante una presentación del Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, general David Allvin, en la Conferencia Global de Jefes del Aire y el Espacio, celebrada en Londres.  Tim Robinson

A pesar del compromiso de la Fuerza Aérea con el F-35, el programa Joint Strike Fighter sigue siendo enormemente costoso —el más costoso en la historia del Pentágono—, lo que deja espacio para el debate, al menos, sobre un caza tripulado más económico. Con versiones avanzadas del F-16 que se fabrican ahora para clientes de exportación, no sorprende que el Viper, o una versión optimizada del mismo, se esté considerando también como posible equipamiento para la Fuerza Aérea de EE. UU.

lunes, 30 de junio de 2025

El despreciado F-20

El peor negocio: Despreciar a este maravilloso tiburón de combate




A fines de los años 70, como resultado de una iniciativa impulsada por la administración Carter, las restricciones impuestas a la exportación habían terminado traspasando el mercado de cazas a empresas extranjeras, como Dassault. Con el objetivo de recuperar el control del mercado internacional de armas y proveer a los aliados modelos más avanzados, se lanzó el programa FX.

Este programa buscaba desarrollar un caza de exportación de alto rendimiento, pero con aviónica degradada para no representar un riesgo a la seguridad nacional. Northrop y General Dynamics presentaron prototipos. General Dynamics desarrolló el F-16/79, con un motor y aviónica rebajados, mientras que Northrop respondió con el desarrollo de su serie F-5, que ya tenía gran éxito en el mercado de exportación.

El nuevo avión, inicialmente designado F-5G, se diferenciaba principalmente por su motor. Los motores gemelos del F-5E fueron reemplazados por un único motor General Electric F404-GE-100 de 76 kN, más potente. Este cambio por sí solo le dio al avión una relación empuje/peso superior a 1:1 y mejoró notablemente todos los aspectos de su desempeño.

También se modificaron las extensiones del borde de ataque, se agrandó el estabilizador vertical, y se actualizó la estructura del fuselaje, reemplazando gran parte del metal con materiales compuestos. La aviónica también fue mejorada, incorporando un sistema fly-by-wire, sistemas avanzados de navegación y puntería, controles HOTAS y un HUD revisado. Se mantuvo el enfoque en la simplicidad y facilidad de uso, logrando que el tiempo entre encendido y despegue se redujera a sólo 22 segundos.

El F-20 Tigershark, como finalmente fue designado, parecía destinado a ser el próximo avión en la exitosa línea de cazas livianos de Northrop. Comparado con otros cazas contemporáneos, era considerablemente más barato, más fácil de mantener y más eficiente en consumo de combustible. A diferencia del F-16, podía llevar casi todo el arsenal de armas estadounidense, incluido el misil BVR AIM-7 Sparrow.

Lamentablemente, con la llegada de la nueva administración Reagan, se empezó a abandonar la política que había dado origen al programa FX. No sólo se pusieron a disposición de los aliados modelos más avanzados, sino que además las condiciones del programa FX exigían que el Departamento de Estado se hiciera responsable de todas las ventas.

Así, no sólo el mercado del F-20 se redujo drásticamente, sino que además el Departamento de Estado no quiso vender el diseño. Finalmente, pese al impulso que había ganado la promoción del F-20, para ese momento ya no existía un mercado para el avión. En 1986, tras seis años sin recibir ningún pedido, el programa del F-20 fue cancelado.

 



domingo, 15 de junio de 2025

C-321: Desde Cuba al HMS Invincible y más tarde su trágico final

Historia del A-4C Skyhawk C-321: Del Bloqueo de Cuba a la Guerra de Malvinas






El A-4C Skyhawk C-321 tuvo una trayectoria excepcional, operando en dos fuerzas aéreas y participando en dos crisis militares clave. Inicialmente en servicio con la Armada de los Estados Unidos (USN), tuvo un papel destacado en la Crisis de los Misiles en Cuba (1962). Más tarde, fue adquirido por la Fuerza Aérea Argentina (FAA), participando en la crisis del Canal de Beagle (1978) y en la Guerra de Malvinas (1982), donde integró la escuadrilla que atacó al portaaviones HMS Invincible.

1. Servicio en la US Navy (1960-1971)

El BuNo 147741, fabricado para operaciones en portaaviones, fue asignado a varias unidades de la US Navy. En 1962, se desplegó en el portaaviones USS Shangri-La en el Mediterráneo y participó en el bloqueo de Cuba.


El BuNo 147741 haciendo «toque y motor» abordo del portaaviones USS John F. Kennedy (CVA-67) mientras volaba con el escuadrón VA-83 Rampagers (foto: US Navy, 1967)

A diferencia de otros A-4 utilizados en Vietnam, su actividad operativa se concentró en misiones en el Atlántico y el Mediterráneo, sirviendo en los escuadrones VA-46 "Clansmen" y VA-83 "Rampagers", entre otros. En la Base Naval Cecil Field, Florida, fue parte del primer escuadrón en lanzar misiles aire-superficie AGM-12 "Bullpup".

En 1971, tras 11 años de servicio y 3.824 horas de vuelo, el A-4C fue retirado y almacenado en la Base Aérea Davis Monthan (Arizona), donde permanecería hasta su venta a Argentina.


El BuNo 147741 con las distintivas marcas escocesas del escuadrón VA-46 «Clansmen» en el plano de la deriva, fotografiado en la pataforma de NAS Cecil Field, Florida (foto: USN, circa 1960).

2. Transición a la Fuerza Aérea Argentina (1974-1978)

La Fuerza Aérea Argentina (FAA) compró el avión en diciembre de 1974, en el contexto de una modernización de su flota. Antes de su envío, fue despojado de tecnología sensible en Lockheed Aircraft Services (California).

Una vez en Argentina, fue restaurado y puesto en condiciones operativas en el Área Material Río Cuarto (ARMACUAR), realizando su primer vuelo el 29 de marzo de 1978.

A diferencia de su versión original, el avión recibió equipamiento británico y israelí, incluyendo:

  • Sistema de tiro Marconi para misiones aire-aire y aire-tierra.
  • Sistema de navegación OMEGA.
  • Misiles aire-aire IAI Shafrir I de origen israelí.

Perdió, sin embargo, tecnologías clave de su versión estadounidense, como:

  • Sistema de bombardeo a baja altitud (LABS).
  • Radar APG-53.
  • Misiles AIM-9 Sidewinder.
  • Sistemas de alerta radar y contramedidas electrónicas.

El C-321 entró en servicio el 19 de mayo de 1978 en la IV Brigada Aérea (Mendoza), participando en entrenamientos y pruebas con los misiles Shafrir I en Bahía Blanca.


En la plataforma de El Plumerillo (Mendoza), el día que entró en servicio operativo con la Fuerza Aérea Argentina (foto: Vía Jorge Núñez Padín, 19/05/1978).

3. Crisis del Canal de Beagle (1978)

El A-4C C-321 fue desplegado a Puerto San Julián (Santa Cruz) el 13 de diciembre de 1978, junto a otros once Skyhawks, en el contexto del conflicto con Chile por el Canal de Beagle.

El avión estuvo en estado de alerta para misiones de ataque, aunque la guerra no se produjo debido a la mediación papal.


Equipado con misiles IAI Shafrir I en sus pilones subalares exteriores, el C-321 fue uno de doce A-4C Skyhawk desplegados en Puerto San Julián por la crisis del Canal Beagle (foto: vía Fernando Benedetto, circa 12/1978)

4. Guerra de Malvinas (1982): El ataque al HMS Invincible

En abril de 1982, al estallar la Guerra de Malvinas, el C-321 regresó a Puerto San Julián, completando siete salidas de combate.

La misión más audaz: El ataque al HMS Invincible

El 30 de mayo de 1982, el C-321 integró la escuadrilla "Zonda", en un ataque conjunto entre la FAA y la Armada Argentina contra el portaaviones británico HMS Invincible.

Orden de batalla:

  • Cuatro A-4C Skyhawk (FAA).
  • Dos Super Étendard (COAN) armados con un misil AM-39 Exocet.
  • Dos KC-130H Hércules como aviones cisterna.


Primer plano de la trompa que muestra las marcas de unidad y misión usadas por el C-321, como se observaron en la ceremonia de las 100.000 horas de vuelo del A-4 Skyhawk en la Fuerza Aérea Argentina (foto: Carlos Ay, Villa Reynolds, 29/11/1985)

Fase de ataque:

  1. La formación despegó desde la Base Aeronaval Río Grande (Tierra del Fuego) y voló a baja altura para evitar la detección británica.
  2. El Super Étendard disparó un misil Exocet contra el portaaviones, seguido por el ataque de los A-4C con bombas de 250 kg.
  3. Según fuentes británicas, el portaaviones no fue alcanzado, aunque la fragata HMS Avenger recibió impacto de bombas.
  4. Dos Skyhawks fueron derribados por misiles Sea Dart británicos, pero el C-321 (pilotado por el 1er Teniente Ernesto Ureta) y el C-318 lograron escapar tras maniobras evasivas.

El C-321 aterrizó en Río Grande tras 3 horas y 40 minutos de vuelo, en lo que sigue siendo una de las misiones más audaces de la FAA.


Detalle de la instalación del misil Matra Magic II durante su pruebas de certificación (foto: Matra vía Carlos Ay, El Plumerillo, 05/1983).


5. Últimos años y modificaciones (1983-1995)

Tras la guerra, el C-321 continuó operando en la V Brigada Aérea (San Luis), junto con otros Skyhawks supervivientes.

Modernización y nuevos armamentos:

  • 1983: Se realizaron pruebas con el misil francés Matra R550 Magic II y bombas Matra Durandal BLG-66 Belouga en Mar del Plata y Mendoza.
  • 1987: Recibió la actualización "Halcón I", reemplazando sus cañones Colt de 20 mm por DEFA 553A-4 de 30 mm, aumentando su poder de fuego.

Esta modernización lo convirtió en un A-4C "Variante Halcón", mejor adaptado a la guerra moderna.


El C-321 con la actualización “Halcón I” (foto: Paolo Rollino, Villa Reynolds, 26/11/1990).

6. Fin del C-321: Accidente fatal (1995)

El 10 de marzo de 1995, el C-321 sufrió una falla de motor mientras volaba cerca de la ciudad de San Luis.

El piloto, Primer Teniente Mario Bordagaray, intentó recuperar el control, pero la aeronave se estrelló, resultando en su fallecimiento.

Restos del avión fueron preservados en el Museo de los Veteranos de la Guerra de Malvinas en Villa Mercedes (San Luis), como tributo a su historia.


Restos de la cola del C-321 en el Museo de los Veteranos de la Guerra de Malvinas en Villa Mercedes (foto: Guillermo Canosa, 09/10/2022).

Conclusión

El A-4C Skyhawk C-321 fue uno de los aviones más emblemáticos de la Fuerza Aérea Argentina, con un historial de servicio que abarcó más de tres décadas y dos conflictos internacionales.

Desde su participación en la Crisis de los Misiles (1962) hasta el ataque al HMS Invincible (1982), su historia refleja el papel clave de la aviación de combate argentina.

A pesar de su trágico final en 1995, el C-321 sigue siendo un símbolo de coraje y determinación en la historia de la aviación militar argentina.


Perfil del C-321 que con el esquema de pintura utilizado por la escuadrilla “Zonda” para el ataque al portaaviones británico HMS “Invincible” el 30/05/1982 (Arte: Javier “Javo” Ruberto).

Fuente:

La mayoría de las fotos y un resumen del texto proviene de este artículo de Gaceta Aeronáutica

martes, 22 de abril de 2025

Taiwán: Presentan el primer F-16 Bloque 70

Lockheed Martin presenta el primer avión de combate F-16 Bloque 70 para la Fuerza Aérea de Taiwán



 

Greg Ulmer, presidente de Lockheed Martin Aeronautics, habla en el lanzamiento del primer avión de combate F-16 Block 70 de Taiwán.


Serguéi Ketonov || Revista Militar

Lockheed Martin presentó el primer F-16 Block 70 construido para Taiwán el pasado 28 de marzo de 2025, en una ceremonia celebrada en su planta de Greenville, Carolina del Sur. El avión, un F-16D con número de serie 6831, es el primero de 66 cazas F-16C/D Block 70 adquiridos por Taiwán en 2019 como parte de un paquete valorado en 8 mil millones de dólares.

Estos nuevos cazas no llegarán solos: se integrarán a una flota ya existente de 139 F-16A/B que han sido modernizados al estándar F-16V Block 70 a través del programa Mid-Life Update (MLU). La versión Viper alcanzó su capacidad operativa total en 2021, y el último avión actualizado fue entregado en 2023, consolidando a Taiwán como una de las fuerzas aéreas más modernas del sudeste asiático.

Originalmente, Taiwán esperaba recibir sus primeros F-16 nuevos en 2024, pero el calendario sufrió retrasos por problemas de software y disrupciones en la cadena de suministro global. De acuerdo con Aviation Week, el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán ha confirmado que los primeros cazas llegarán en 2027, aunque la entrega completa de las 66 unidades está programada para finalizar en 2026.

El nuevo avión será asignado a la 7.ª Ala de Caza Táctico, con la misión de proteger el frente oriental de la isla, según informó el Taipei Times. Durante una inspección en enero de 2025, el presidente William Lai declaró que dos de los tres grupos tácticos ya están completos y se encuentran a la espera de los nuevos cazas para entrar en pleno funcionamiento.

Con esta incorporación, Taiwán no solo refuerza su escudo defensivo, sino que se consolida como el mayor operador de F-16 en la región, en un momento donde cada aeronave cuenta… y cada segundo en el aire puede marcar la diferencia.



¡Caray! ¡Lockheed Martin sí que sabe cómo dar un espectáculo! Ayer celebraron la entrega de un F-16 Viper a Taiwán. El F-16 es la plataforma de combate que nuestra gran Guardia Nacional Aérea, SC SwampFox, vuela desde el JNG McIntyre.

— Phil Hamby 29 de marzo de 2025.


Nuevos F-16 taiwaneses

Ante un escenario regional cada vez más tenso, el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán (MND) tomó una decisión estratégica: adquirir el F-16 Bloque 70, uno de los cazas más avanzados del mundo. Según declaró el MND, esta medida responde directamente a “amenazas enemigas” y a necesidades urgentes de defensa nacional. La autorización llegó en 2019, bajo un presupuesto especial aprobado por el gobierno, dentro del marco de las “Reglas Especiales para la Adquisición de Nuevos Cazas”, que permitieron avanzar con la compra de 66 unidades completamente nuevas.

Para Taiwán, el acuerdo no solo refuerza su poder aéreo, sino que también reafirma el respaldo de Estados Unidos. Según el MND, la operación demuestra el compromiso continuo de Washington en apoyar la capacidad de autodefensa taiwanesa, en línea con la Ley de Relaciones con Taiwán y las históricas Seis Garantías de 1982. Entre ellas, destacan dos principios inquebrantables: Estados Unidos no fijará una fecha límite para la venta de armas, y Taiwán no necesita consultar a China al respecto.

Pero este movimiento estratégico no pasó desapercibido. Para China, la venta de los F-16 Bloque 70 cruzó lo que denominaron una "línea roja". Sin embargo, tras años de espera y presiones diplomáticas, en 2019 se dio luz verde a la transferencia, marcando un punto de inflexión en el equilibrio militar del sudeste asiático.

Con esta adquisición, Taiwán se convertirá en el mayor operador de F-16 Bloque 70 de la región, con una flota total de 205 aeronaves en servicio. No se trata de simples actualizaciones: el Bloque 70/72 es el Viper más moderno jamás fabricado, completamente nuevo desde la línea de producción. A diferencia del F-16V, que es una versión reacondicionada sobre modelos anteriores, estos cazas llegan con tecnología de última generación, aviónica avanzada y mayor capacidad de combate.

Hasta la fecha, seis países han apostado por esta versión, y Lockheed Martin ya gestiona una cartera de pedidos que supera las 100 unidades. La carrera por la superioridad aérea se acelera… y Taiwán ya ha tomado posición.



El F16V mejorado en configuración aire-aire completa con el compartimento FLIR nunca antes visto debajo de la estación de la barbilla, frente al ATP del francotirador.

Los nuevos sistemas instalados durante la actualización incluyen el radar APG-83 AESA (Active Phased Array), una nueva pantalla de visualización frontal central (CPD), un sistema mejorado de identificación de enemigos AN/APX-126, enlace de datos Link 16, compatibilidad total con sistemas de visión nocturna (NVIS) y el sistema de orientación en casco JHCMS II, un nuevo sistema GPS/INS (EGI) integrado, un moderno subsistema de aviónica comercial (COTS), un bus de datos de alta velocidad y alto volumen, y un sistema automático de prevención de colisiones terrestres (Auto GCAS).

El radar APG-83 AESA, desarrollado por Northrop Grumman, es un nuevo radar AESA (Active Electronically Scanned Array) basado en el AN/APG-80. Northrop Grumman desarrolló la última actualización del radar AESA para el F-16 (seleccionado para la actualización del F-16 de la Fuerza Aérea de los EE. UU. y la Fuerza Aérea de la República de China y Taiwán), denominada Radar Adaptativo Escalable AN/APG-83 (SABR), para su instalación en el F-16 sin modificaciones estructurales, de potencia ni de otro tipo. Además, permite al F-16 detectar, rastrear e identificar más objetivos (según se informa, más de 20 simultáneamente) con mayor rapidez y a mayor distancia, a la vez que proporciona cartografía de alta resolución en todo tipo de clima con Radar de Apertura Sintética (SAR).

El sistema también integró robustas defensas electrónicas para operar en un entorno electrónico hostil. En julio de 2007, Raytheon anunció el desarrollo de un radar de nueva generación (RANGR) basado en su anterior radar AESA AN/APG-79 como competidor de los radares AN/APG-68 y AN/APG-80 de Northrop Grumman para el F-16. El 28 de febrero de 2020, Northrop Grumman recibió una orden de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para extender la vida útil de sus F-16 hasta al menos 2048, utilizando el AN/APG-83, en el marco del Programa de Extensión de la Vida Útil (SLEP).

El Bloque 70 presenta un nuevo concepto de cabina con un dispositivo de visualización central (CPD) que proporciona al piloto datos tácticos críticos en una pantalla de alta resolución de 6''x8''. Esta nueva pantalla permite a los pilotos aprovechar al máximo los nuevos datos de radar y de objetivos, incluyendo un nuevo mapa móvil a color, una pantalla de situación aire-aire más grande y sencilla con zoom y, por último, pero no menos importante, la posibilidad de alternar la información entre pantallas. Además, los F-16 taiwaneses podrían equiparse con catapultas Martin Baker US18E.

Nuestro primer vistazo al Block 70 taiwanés. Tiene instalados motores Martin Baker US18E. No me sorprendería que la cabina también tuviera algunos cambios. Esta no es una configuración básica. 

— Abd (@blocksixtynine) 29 de marzo de 2025.


Programa F-16V

En 2012, Taiwán dio un paso clave para fortalecer su poder aéreo: firmó un contrato para modernizar su flota de cazas F-16A/B Block 20 bajo el ambicioso programa denominado "Peace Phoenix Rising". El plan original contemplaba la actualización de 144 aeronaves al estándar F-16V Viper, pero tres aviones se perdieron en accidentes, reduciendo la cifra a 141. Más adelante, dos unidades adicionales también se perdieron, dejando finalmente 139 cazas disponibles para la modernización.

El primer ejemplar fue modificado como prototipo por Lockheed Martin en su planta de Fort Worth, Texas, y realizó su vuelo inaugural en 2015. Un año después, la Aerospace Industrial Development Corporation (AIDC) de Taiwán asumió la responsabilidad de continuar el programa localmente.

Aunque el arranque fue lento —los primeros cuatro F-16V fueron entregados recién en 2018—, una vez resueltos los desafíos técnicos, el ritmo de producción se aceleró, alcanzando un promedio de al menos 24 aviones al año. La última unidad modernizada fue entregada en diciembre de 2023, cumpliendo con el calendario previsto y marcando la culminación de una transformación total de la flota.

Pero el programa fue más allá de una simple actualización de sistemas. Además de incorporar la aviónica avanzada del F-16 Block 70, el proceso incluyó mejoras estructurales importantes: refuerzos en las alas, el fuselaje y el tren de aterrizaje, que permitieron aumentar tanto el peso máximo de despegue (MTOW) como el peso máximo de aterrizaje (MLW). Todo esto potenciado por un nuevo motor: el General Electric F110-GE-132, un turbofán con postcombustión capaz de generar un empuje máximo de 500 kN (aproximadamente 32.000 lb / 14.500 kgf) —el motor más potente jamás integrado en un F-16.

Gracias a esta modernización integral, la flota taiwanesa no solo extendió su vida útil, sino que se colocó a la altura de los cazas más avanzados del mundo, lista para enfrentar los desafíos de una región donde la superioridad aérea puede decidir el destino de una nación en minutos.