Mostrando entradas con la etiqueta 164 Squadron. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 164 Squadron. Mostrar todas las entradas

sábado, 21 de abril de 2018

SGM: Patoruzú contra la Luftwaffe... ases argentinos de la RAF

Patoruzú contra los nazis: la historia de los pilotos argentinos que pelearon en la Segunda Guerra Mundial

Un total de 5000 voluntarios argentinos se sumaron a las filas de Inglaterra en la Segunda Guerra y tomaron distintos roles en la Royal Air Force.
Por Natalia Torres | Big Band News




El número que la revista inglesa Picture Post publicó el 16 de septiembre de 1944 llamó la atención por su particular "chica de tapa": una joven aviadora que posaba en un alto de la fajina, sonriendo y quitándose el pelo de la cara con una mano.



La argentina Maureen Dunlop en la tapa de Picture Post.

La historia detrás de la improvisada modelo era mucho más amplia y profunda que aquella sola imagen. Maureen Dunlop nació en Quilmes, hija de un australiano y una inglesa, y su amor por el aire la llevó a enlistarse en la Air Transport Auxiliary (ATA) como voluntaria para apoyar a Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial.

Y no fue la única argentina en participar en la contienda bélica piloteando para el bando británico: de los 5000 voluntarios de nuestro país que lucharon en la guerra, gran parte -en su mayoría anglodescendientes- lo hizo como parte del Escuadrón 164 de la Royal Air Force (RAF).



Francisco Watt, voluntario argentino, era nieto de Clara Allyn, una de las maestras que Sarmiento trajo al país.

"La Segunda Guerra Mundial como tal fue, ante todo, una guerra por establecer políticas alrededor del mundo. Los argentinos que fueron a combatir, lo hicieron con un solo fin: liberar al mundo de la tiranía de un pensamiento único", señala en charla con BigBang Claudio Meunier, autor de cuatro libros (entre ellos Alas de Trueno y Nacidos con Honor), basados en las historias de estos pilotos.

Para el escritor y entusiasta de la historia de la aviación, los voluntarios así decidieron unirse a las filas de Inglaterra para defender "las libertades individuales, es decir, libertad de profesar el culto que uno quisiera, libertad de pensamiento, derecha, centro o izquierda siempre bajo gobiernos democráticos".

"Firmes volamos"

A pesar de que la partida de los voluntarios del Escuadrón 164 no fue bajo órdenes del gobierno nacional, el embajador argentino en Londres, Miguel Ángel Cárcano, confeccionó del escudo de la unidad, que incluía el lema en castellano "Firmes volamos" y las imágenes del sol de la bandera argentina superpuesto al león rampante que simboliza a Inglaterra.


El Escuadrón 164 estaba extraoficialmente bautizado como "Argentino (Británico)".

Además de la insignia, muchos de los pilotos eligieron decorar sus aviones con dibujos en homenaje a su origen: caricaturas del indio Patoruzú e imágenes de personajes gauchescos de Florencio Molina Campos.

Los voluntarios también contaron con el apoyo monetario de gran parte del pueblo argentino que, según Meunier, realizaron colectas donde "se recaudó una gran cantidad de dinero para dar mejor calidad de vida a los voluntarios enviándoles ropa, alimentos y enseres para aquellos que era prisioneros de guerra".



De los 554 aviadores argentinos que se sumaron a la RAF, 122 murieron en combate, unos 300 volvieron a nuestro país -varios para contribuir al desarrollo de la industria aeronáutica nacional- y el resto se dispersó entre Nueva Zelanda, Canadá, Inglaterra y Estados Unidos. Actualmente, sólo están vivos tres: Ronnie Scott, John Miles y Ricardo Moreno, sobrino del Perito Francisco Moreno, quien acaba de cumplir 100 años.

Tal como remarca Meunier, ninguno de estos pilotos recibió jubilación estatal ni pensión como veterano de guerra. Recién durante la presidencia de Néstor Kirchner, en el 2005, se organizó una ceremonia de reconocimiento a su aporte en la sede diplomática argentina en Londres.

El as y la "piba" de la radio

Además de Dunlop, Scott, Miles y Moreno, entre los argentinos que combatieron para la RAF hubo varios aviadores notables. El bahiense Kenneth Langley Charney, apodado "Caballero Negro, derribó 12 aviones enemigos y participó del desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía, que significó el comienzo del fin para el régimen nazi.


Los pilotos pintaban personajes típicos argentinos, como Patoruzú, en sus aviones.

Ronald Daintree, mientras tanto, cumplió servicio en Egipto, India y Pakistán, y luego de la guerra se convirtió en el piloto personal del presidente Arturo Frondizi.


El as argentino Kenneth Langley Charney derribó 12 aviones enemigos.

Otros argentinos, también cumplieron servicio en tierra, como Sheila Lanktree, nacida en Rosario, quien con sólo 18 años partió a la guerra para cumplir servicio como operadora de radio en una base de la RAF en Norfolk.

domingo, 24 de septiembre de 2017

RAF: Homenaje a los héroes argentinos en Buenos Aires

Un ministro británico homenajeó a veteranos argentinos de la II Guerra Mundial

De visita por Buenos Aires, Munell también destacó las oportunidades de negocios tras el Brexit y participó de un encuentro inédito con efectivos de la Fuerza Aérea Argentina.


Aurelio Tomás | Perfil
Embajada de Gran Bretaña en Argentina


Homenaje a los argentinos que lucharon en la II Guerra Mundial Foto:Embajada del Reino Unido

“La salida de la UE ofrece nuevas posibilidades en el comercio con la Argentina” afirmó el Ministro del Reino Unido para Escocia, David Mundell, en su paso por Buenos Aires. El funcionario contó que tuvo una recepción “muy positiva” y destacó las largas relaciones de su país con la Argentina en diálogo con PERFIL, durante un evento en la sede diplomática de su país.


Ministro del Reino Unido para Escocia, David Mundell y el Embajador Mark Kent

“Hay escoceses que vinieron hace 200 años, incluso trajeron el fútbol a este país”, destacó Mundell durante un acto de homenaje a los voluntarios argentinos que participaron de la épica Batalla de Gran Bretaña, el conflicto aéreo que evitó la invasión de la isla por parte de las fuerzas nazis. Sin menciones al anterior Gobierno, el ministro reconoció que hubo fuertes cambios: “Queremos dejar algo en claro, Argentina ahora está abierta a los negocios y también el Reino Unido lo está”. Además, explicó que la salida de Europa ofrece libertad a su país porque hasta este momento estaba atado a la Política Agrícola Europea, uno de los escollos comerciales que siempre han condicionado la relación comercial con un país agro exportador como la Argentina.

Su visita, es un nuevo signo de la renovada relación con la potencia europea, a pesar de que persiste la disputa de soberanía con el Atlántico Sur, con el reiterado reclamo Argentino ante la ONU esta semana. Ello no impide gestos que eran impensados pocos años atrás, como el panel que compartieron esta semana en Nueva York Theresa May, primer ministra del Reino Unido, y la vicepresidenta Gabriela Michetti.



Veteranos centenarios. En coincidencia con la estadía del ministro encargado de los asuntos escoceses, hubo otro gesto de acercamiento: la recepción que realizó este jueves el embajador del Reino Unido en Buenos Aires, Mark Kent, para celebrar a los voluntarios argentinos que participaron de la “Batalla por Gran Bretaña” en la II Guerra Mundial.

En 1940 Ronnie Scott trabajaba como peón de campo en una chacra de Cinco Saltos cuando las fuerzas armadas alemanas empezaron a atacar a Gran Bretaña. Fue allí cuando no dudó un minuto en tomar una determinación clave en su vida: "Me presenté de inmediato en la embajada británica y me puse a disposición de la Royal Air Force".

Desde allí, este ciudadano anglo-argentino no se detuvo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. No fue el único argentino que combatió contra Alemania para Gran Bretaña.

En una cálida ceremonia realizada por el embajador británico Mark Kent se homenajeó a Scott, que está por cumplir 100 años y a Stanley Coggan, quienes formaron parte del legendario Escuadrón 164, un grupo que estaba estaba compuesto de voluntarios argentinos y polacos.



El evento, contó con la presencia del brigadier mayor Fernando Nieto, subjefe de la Fuerza Aérea Argentina, que perdió 55 pilotos durante la Guerra de las Malvinas, y numerosos oficiales de la fuerza. Pero quienes acapararon toda la atención fueron los veteranos del conflicto global que terminó con el nazismo, como Ronnie Scott, un vecino de San Isidro de 99 años, hijo de un inmigrante escocés, que combatió contra los temidos cazas alemanes en los cielos de Gran Bretaña.

Toda una historia viva se hizo presente en la residencia del embajador británico, quien destacó con orgullo: "Muchos argentinos descendientes de familias británicas radicadas en la Argentina se ofrecieron como voluntarios para unirse a las tropas británicas en la Segunda Guerra Mundial. Y son muchas las historias de heroísmo y coraje que podemos encontrar en la rica comunidad argentino-británica. Son esas historias que hoy, siete décadas después de los hechos, no pierden relevancia, en momentos en que en varias partes del mundo resurgen discursos intolerantes y racistas como los que dieron origen al nazismo. También por eso es importante recordar estos hechos", dijo Kent.


Mary Chapman

También estuvo presente en la sede diplomática Mary Chapman, una mujer escocesa que vive hace 70 años en la Argentina. Chapman participó de los esfuerzos aliados para descifrar los códigos secretos nazis, en un esfuerzo conjunto entre Estados Unidos y el Reino Unido que fue recientemente retratado en la película Código Enigma.

“Cada vez que pasaba un día sin lograr descifrar un mensaje volvía a mi casa deprimida”, contó Chapman a PERFIL, pero aclaró que cuando lo lograba “sentía una alegría enorme”. Ella no era militar, pero dijo que eligió esa tarea porque “era muy buena con los crucigramas”. Ante el reconocimiento de su labor, ella se sonroja: “Fue sólo una pequeña parte”.

Scott parece tener 40 años y una jovialidad envidiable. Con amplia sonrisa y una agilidad permanente (con sus 100 años aun anda en bicicleta y disfruta del whisky a diario) lleva una rica historia detrás. "Nunca dudé un instante en ir a la guerra porque era mi obligación como descendiente de británicos", dijo a Infobae durante el homenaje que se le hizo. Scott, que el mes próximo cumplirá 100 años, es hijo de un inmigrante escocés y en 1943 se enroló como piloto en las fuerzas armadas británicas para defender a Gran Bretaña.


Cadetes y oficiales de la FAA y la RAF y BA

Durante el acto en la embajada británica se conmemoró el Día de la Batalla de Inglaterra donde se recuerda la gran victoria de la Real Fuerza Aérea británica que salvó a ese país de ser invadido por la Alemania nazi de Hitler. El objetivo enemigo era neutralizar a la Real Fuerza Aérea, tanto en aire como en tierra, y lograr la superioridad aérea para poder llevar a cabo una posterior invasión desde el mar y desde el aire.

Winston Churchill describió esa epopeya como "una de las batallas decisivas de la guerra", y con ella la mayor derrota de la Luftwaffe (Fuerza Aérea alemana). El embajador Kent recordó las palabras de Churchil en aquel momento: "La gratitud de cada hogar de nuestra isla, de nuestro Imperio, y de hecho de todo el mundo – excepto en la morada de los culpables – es para nuestros hombres de aire británicos que, impertérritos ante la adversidad, incansables ante los constantes desafíos y el peligro mortal, cambiaron el rumbo de la guerra mundial con su destreza y devoción. Nunca en el campo del conflicto humano tantos debieron tanto a tan pocos".

El Escuadrón "Argentine-British" 164 de la Royal Air Force estaba compuesto de voluntarios argentinos y polacos. El primer grupo de pilotos del Escuadrón 164 se dedicaba principalmente a la cobertura aérea de la Base Naval de Scapa Flow y a patrullar los convoyes sobre el mar.

El entonces embajador argentino en Londres, Miguel Ángel Carcano, fue quien sugirió que el lema de la unidad fuera en idioma español: "Firmes Volamos". La idea del sol argentino superpuesto con el león rampante británico también fue una idea de Carcano. El escudo no fue reconocido hasta 1943, cuando el Duque de Gloucester lo presentó oficialmente al Escuadrón 164 en una ceremonia ante los Air Marshalls Sir Hugh Sanders, Roderick Hill y miembros de la comunidad británica en Argentina. Muchos argentinos como Scott y Coggan descendientes de familias británicas se ofrecieron como voluntarios para unirse a las tropas británicas en la Segunda Guerra Mundial. Muchos de ellos fueron asignados a la Royal Air Force (RAF) y formaron parte del Escuadrón 164.

Scott recordó que entre sus misiones épicas y audaces se encuentra la que hizo sobre la ciudad de Ámsterdam, en la que bombardeó el cuartel principal de la Gestapo.

No fue el único héroe. John Deryck Bruton, oriundo de la ciudad de Buenos Aires, llevó en su uniforme la insignia de Argentina y fue un hábil aviador que sirvió como instructor de pilotos de caza, y se lo recuerda por su gran maestría para el vuelo de instrucción.

O Guillermo Bunting, del barrio de San Martín que fue uno de los pilotos argentinos que, en calidad de oficial regular en la RAF, participó en la Batalla de Inglaterra como piloto de transporte. Luego de su retiro volvió al país, se convirtió en comandante de Aerolíneas Argentinas y fue piloto del Presidente Arturo Frondizi.

También había mujeres entre las heroínas como Maureen Dunlop, voluntaria argentina, que se convirtió en piloto ATA en la RAF durante la Segunda Guerra Mundial. Dunlop contó con más de 3500 horas de vuelo, piloteando una docena de aviones diferentes entre las escuadrillas y las fábricas. Algo similar ocurrió con Rosemary Simpson que fue una voluntaria argentina que participó de la guerra en el Royal Army Ordinance Corps (RAOC), perteneciente al Ejército Británico.
A todos ello, muchos ausentes por obvias razones, la embajada británica les rinidó un cálido homenaje que quedará en las páginas de la historia.


Suboficial y cadetes femeninas de la FAA junto a Mary Chapmann