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domingo, 9 de marzo de 2025

Malvinas: El accionar de los Canberras (1/2)

Canberras detectados por la Flota (𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟏)

𝘙𝘦𝘭𝘢𝘵𝘢𝘯: 𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵á𝘯 𝘌𝘥𝘶𝘢𝘳𝘥𝘰 𝘎𝘢𝘳𝘤í𝘢 𝘗𝘶𝘦𝘣𝘭𝘢 (𝘱𝘪𝘭𝘰𝘵𝘰). 𝘛𝘦𝘯𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘑𝘰𝘳𝘨𝘦 𝘚𝘦𝘨𝘢𝘵 (𝘕𝘢𝘷𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰𝘳)
 

 


El 2 de Abril fue inmensa nuestra sorpresa y alegría. Apenas recuperados del evento comenzamos entusiasmados nuestras elucubraciones de combate. Con el 1er. Teniente Marcelo Adolfo Siri (Navegador) nos "fabricamos" el vuelo de Canberra hacia la zona de operaciones con el objeto de comprobar distancias y resultados de bombas y espoletas en el agua. Esto trajo aparejadas "cargadas" por parte de varios oficiales; era obvio nuestro interés por estar a la brevedad en la zona recientemente recuperada. Realmente era como el irresistible canto de la sirena.



Así lo hicimos, aterrizamos en la Base Aeronaval Trelew y fuimos recibidos con patriótica algarabía.
Efectuamos varios vuelos en el mar siguiendo distintos patrones de bombardeo y otras prácticas para ganar experiencia que no teníamos. Como siempre SIRI dio muestras de sus excelentes aptitudes como navegador y bombardero, aunque comencé a notar que le aquejaban terribles dolores. Pese a sus esfuerzos por ocultarlos, en ocasiones se le escapaban conmovedores quejidos. (Tenía una enfermedad incurable). Así esperábamos la hora del combate, pero la flota fue más lenta que su enfermedad. Iniciadas las operaciones y ocultando grandes sufrimientos, me pidió que lo llevara de cualquier manera hasta el avión y lo ayudara a atarse para poder ir al combate, a lo que no accedí ya que su aptitud física estaba marcadamente disminuida, el margen de supervivencia era nulo en caso de derribo y en el mejor de los casos su estado se agravaría. Lloró conmigo de impotencia, como el buen soldado que no puede defender lo suyo. Pocos meses después de finalizada la contienda, ya en conocimiento pleno de su enfermedad libró su última batalla con la misma voluntad de aquellos días. Es imperiosa la mención de estos antecedentes para valorizar la personalidad de este luchador. Vaya este pequeño homenaje para la "Lombriz" Siri y sus hijos, para que siempre sepan de su valor.

Ante la inminente llegada de la flota, constituimos las tripulaciones estables compatibilizando criterios de eficiencia, experiencia y afinidad. Durante el conflicto el 1er. Teniente Jorge Segat fue mi inseparable navegador. Por momentos nos sentíamos eufóricos y luego de investigar las capacidades del enemigo, evadíamos los análisis entregándonos aun campeonato de dardos, en el que el centro mosca era la imagen de la señora Thatcher. (Nada que ver con el vudú, solamente era una buena terapia). La espera era dura, me recordaba la imagen del padre frente a la sala de partos. La tensión creciente y el incremento de secreciones glandulares consecuentes produjo fenómenos extraños: el más fantástico fue que el "Gordo" Cardo (la mascota del grupo) adelgazara; otros que en sueños realizaban maniobras evasivas se rompieron la cabeza contra el suelo; algunos no dormían; se les caía el cabello y así variadas alteraciones fuera de lo común. El olfato nos dijo que esto se iba alargando, por lo que con Segat, Sproviero y otros fanáticos nos dedicábamos, metódicamente, de noche y fuera de alerta, fue a hacer gimnasia. Hoy sé que fue importantísimo su efecto en nuestros posteriores vuelos nocturnos "casi a ciegas", donde pudimos ver cosas adivinando. Según los expertos esto fue probable solo por poseer condiciones psicofísicas muy buenas. Como sello identificatorio y por mi afición al karate y a las pesas me quedó el apelativo: "Musculito".



El 26 de Abril se llevó a cabo la difícil e infructuosa misión de tres Canberras a las Georgias. Agregando el paulatino avance de la flota, se multiplicaban en nosotros las ansias de "la lucha justa" y también el miedo, por supuesto. No el miedo instintivo, ingobernable, sino el temor lógico al futuro de los hijos sin padre, a perder el numeral que confía ciegamente en nuestra pericia, o ser combativamente inferior al enemigo, o equivocarse en las decisiones, o no llegar al blanco, o bombardear propias tropas, etc.; y ¿por que no?, dejar este cuerpo material que, malo o bueno, es nuestro y nos acompañó unos cuantos años.
Fue posible vencer el obstáculo porque paulatinamente se nos fueron cayendo "los velos" y nos descubrimos a nosotros mismos. Supimos que amábamos la tierra de nuestros padres e hijos y que necesitábamos esencialmente del Principio y Fin de todas las cosas: Dios. No soy original en los conceptos, pero no me despreocupa el serlo, la historia del hombre es una viva reiteración.
Lo que sí me importa es rescatar algún valor que nos han prodigado estos jóvenes, fieles exponentes de la sociedad argentina que con sus pocos años y experiencias son educadores ejemplares de las cosas trascendentales. Ellos nos recuerdan que debemos ser el estandarte de la cultura Greco-Romana pura y no el apéndice putrefacto de la cultura del "Dios oro". Los cómodos y descreídos enjuiciarán esas abstracciones como "quijotadas", "tonterías", "utopías",
"ideales perimidos", o como quieran llamarles, pero jamás podrán con ellos.
Cuatro horas del día 1 ° de Mayo. El Mayor Vivas, jefe del Escuadrón, golpeando las puertas de los alojamientos gritó:
— ¡ Atacan Puerto Argentino !
— ¡ Arriba todo el mundo !
No quiero asegurarlo pero creo haber escuchado que alguno salió con una bota de vuelo dos números más chica y viceversa.
Las dos escuadrillas de alerta se subieron a los aviones quedando encerrados y atados. A fuerza de ser claro, debo decir que la imposibilidad de mínimos movimientos produce diversas molestias, en piernas, espalda, cuello, etc., que con el correr de las horas se hace dolorosa. A propósito de estos datos que he ilustrado fue que improvisamos una escuadrilla para relevar a los que llevaban largas horas en esa condición. Total era por un ratito... ¡ error !... a breves minutos de reemplazarlos, llegó la primera orden fragmentaria que consistía en dos salidas de tres aviones con 30 minutos de intervalo.
Salió la primera escuadrilla: "Ruta". Integrada por el Capitán Nogueira como jefe, Capitán
Sánchez, Navegador, Teniente Cooke - Capitán Lozano de No 2 y Capitán Rodino- 1er. Teniente
Dubroca de N° 3.
Nuestro blanco eran lanchas y tropas de desembarco al norte de la isla Soledad. Cumplido el lapso preestablecido decolamos como guía el Capitán Alberto Baigorrí con el Mayor Rodeiro, de numeral 2 el Teniente De Ibáñez con el 1er.Teniente Mario González y como numeral 3 quienes relatan. La estructuración de la Escuadrilla no fue azarosa sino que el guía debe ser el más experimentado, sucediéndole en aptitudes y comando el No 3, que a su vez brinda protección defensivo-evasiva a todo el grupo (en este caso el No 1 y 3 éramos jefe de escuadrilla titulares) y el numeral 2 que va colocado en el medio, es el piloto más "nuevo", que como tal debe ser cuidado.



Ascendimos alrededor de 10.000 metros, para ahorrar combustible, iniciando el descenso próximos a la zona de captación radárica del enemigo, para no ser detectados. Un dato de interés es que el avión Canberra; produce en el radar un eco exactamente tres veces más grande que un avión tipo Mirage y se percibe desde el doble de distancia en guales condiciones. Volábamos casi tocando el agua, el No 1 dejaba un torbellino de espuma en el aire. Bruscamente, por el alcance de las ondas de VHF (Radio) comenzamos a escuchar gritos entrecortados y luego más claros:
— ¡ Bien pibe, lo pusiste de traste, lo tumbaste !
Otro decía: — ¡ Me eyecto !
Otro: - ¡ Me dieron. No puedo tenerlo. Me voy a la isla!
Este último parecía ser el Capitán Nogueira (“Ruta”). Efectivamente lo era, por la poca visibilidad reinante, no vieron hasta estar demasiado cerca que el desembarco había sido rechazado y la flota había aproximado a la costa para proteger el repliegue. Así se encontraron con una pared defensiva entre ellos y el objetivo. Segundos más tarde vieron notables destellos que iluminaron dos fragatas y luego, como tomando forma de la nada, varios misiles de gran porte y color blanco que se orientaban hacia ellos. Milagrosamente, por haberlos visto salir, pudieron esquivarlos. Pasando dos de ellos entre los aviones. Se produjo entonces la ruptura (desprendimiento de los aviones) defensiva. Evidentemente varias andanadas de misiles salieron en su búsqueda, de los cuales uno detonó cerca de la puntera del ala izquierda del guía, volándola como si fuese de papel de cigarrillo. La proximidad al agua evitó el impacto directo pero la pérdida del control producida por la explosión convirtió al agua en un virtual enemigo, evitando por centímetros la fatal colisión. Recuperado el control, vio salir a su encuentro una sección de Harrier (P.A.C.) del portaaviones cosa que providencialmente lo hizo desistir de aterrizar en Puerto Argentino y le evitó correr la misma suerte que el Capitán García Cuerva (M-III).



El navegador Capitán Sánchez al sentir el impacto dijo:
— ¡ Me eyecto !
— ¡ No ! ¡ No ! ¡Para, quédate!
Ante la propia limitación por avería del "Palito" Nogueira , para acelerar adecuadamente y evadir los interceptores ordenó a sus numerales regresar a la base, quedándose él como señuelo. El "Pájaro" Baigorrí y yo lo llamábamos para saber de su suerte. De ese enlace y otros que se oían dedujimos que la sombrilla aérea de M-III regresaba al continente por combustible, dejándonos sin protección. Y que el desembarco inglés se había suspendido.
— ¿ Escuchaste Pájaro ?
— ¡Sí, le voy a preguntar al "Palito" !
— “Ruta – Rifle” (llamado de escuadrillas)
Sin recibir respuesta perforábamos lloviznas y nubes desgarradas. Ya ni nos acordábamos del temblor de las piernas; del baño turco, ni de las incomodidades del asiento.
Observamos con Jorge, que desde su cubil era "todo ojos", que el número 2, De Ibáñez, se desplazaba algunos metros hacia arriba, seguramente para aliviar la tensión extrema que provoca el volar tan bajo.
Lo llamé:
— ¡ Rifle 2; baje!
Momentáneamente descendió, aunque con tendencia a subir. Como los dos aviones de adelante, tenían espoletas que harían estallar sus bombas muy cerca mío, fui tomando la conveniente distancia para evitar sus esquirlas. Nos encontrábamos a 300 kmts del objetivo.
En ese momento algo indescriptible me impulsó a mirar hacia la derecha, forzando la natural posición del asiento.

domingo, 19 de enero de 2025

Argentina: Cada piloto de F-16 costará entre 27/52 millones USD en toda su carrera

 

Costos de formar y mantener pilotos de F-16 Fighting Falcon para la Fuerza Aérea Argentina

  • ¿Cuánto cuesta crear y mantener calificado a un piloto de F-16?
  • ¿Cómo sería el ciclo de vida de un piloto en la Fuerza Aérea Argentina?
  • Cifras al 2024 y un análisis económico-financiero al final


Por Esteban McLaren para FDRA

Supongamos un futuro piloto argentino, oficial recién graduado. Los aviones disponibles para entrenamiento son los Grob G 120, AT-6 Texan II, EMB 312 Tucano y FMA IA-63 Pampa, luego viene, a partir del año que viene, el F-16 Block 15 MLU ex-Dinamarca. ¿Cuántas horas de vuelo se requiere que cumpla en cada aparato un piloto para llegar a volar en un F-16? Luego, si el piloto llega a calificar para volar F-16, cuantas horas por año debe mantener para seguir calificado en el aparato. Buscamos sumar en una tabla todas las horas realizadas por aparato más las horas por año de volar un F-16 hasta alcanzar el límite de edad permitido para un piloto para poder volar un moderno caza de combate. Para ello vamos a suponer un ciclo de vida del piloto, suponiendo edades razonables del piloto cuando inicia con el Grob G-120 y luego establecer una edad de corte para poder operar el F-16 tal como se emplea bajo los estándares de la OTAN. Un análisis económico-financiero optativo se encuentra al final.

Para determinar cuántas horas de vuelo un piloto argentino, siguiendo los estándares de la OTAN (NATO), necesita completar en cada avión antes de calificar para volar un F-16 Block 15 MLU, así como cuántas horas anuales debe mantener para seguir calificado, es necesario basarnos en el perfil estándar de entrenamiento de pilotos militares en fuerzas aéreas occidentales. A continuación, se desglosan las etapas de formación y la acumulación de horas de vuelo según los tipos de aviones disponibles: Grob G 120, AT-6 Texan II, EMBV 312 Tucano, FMA IA-63 Pampa, y finalmente el F-16 Block 15 MLU.


Etapas de Entrenamiento de Vuelo

  1. Grob G 120 (Entrenamiento Primario)
    • Este es el avión de entrenamiento primario básico. Los estándares de la OTAN y los de muchas fuerzas aéreas occidentales requieren que los cadetes completen entre 70 y 100 horas de vuelo en esta etapa antes de avanzar.
  2. AT-6 Texan II o EMB 312 Tucano (Entrenamiento Intermedio/Avanzado)
    • Después del entrenamiento primario, los cadetes pasan a un avión de entrenamiento turbohélice como el AT-6 Texan II o el Tucano. Este entrenamiento intermedio/avanzado suele requerir entre 120 y 150 horas de vuelo, dependiendo de la fuerza aérea.
  3. FMA IA-63 Pampa (Entrenamiento en Jet)
    • En esta etapa, los cadetes vuelan un jet de entrenamiento avanzado como el IA-63 Pampa para familiarizarse con las características de los aviones a reacción. Normalmente, se requieren entre 150 y 200 horas de vuelo en este avión antes de pasar a un caza supersónico.
  4. F-16 Block 15 MLU (Conversión Operacional)
    • Tras completar el entrenamiento en jet, el piloto entra en un curso de Conversión Operacional para volar el F-16. Este curso incluye tanto simulación como horas reales de vuelo. Por lo general, se requiere un mínimo de 200 horas de vuelo en el F-16 para obtener la calificación completa.

Horas de Vuelo para Mantener la Calificación en el F-16

Una vez calificado en el F-16, para mantener la calificación como piloto operativo, los estándares de la OTAN requieren que el piloto mantenga entre 120 y 180 horas de vuelo anuales en un avión de combate moderno como el F-16.


 

Edades y Progresión

Asumimos que el piloto comienza su entrenamiento alrededor de los 21 años (tras haber completado la formación académica en la Escuela de Aviación Militar - EAM) y que la edad de retiro de un piloto de caza en un moderno avión de combate se sitúa alrededor de los 45 años, siguiendo los estándares de las fuerzas aéreas occidentales.

A continuación, se presenta una tabla que resume las horas de vuelo por cada etapa de entrenamiento y las horas necesarias para mantener la calificación en el F-16 hasta la edad de retiro:

Tabla Resumen de Horas de Vuelo

EtapaAviónHoras RequeridasEdad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano14022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa18023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU20024 años
Horas Totales Entrenamiento600

Horas de Vuelo AnualesF-16 Block 15 MLU150 (promedio anual)25-45 años
Horas Anuales por 21 años (de los 24 a los 45 años)3,150

Total de Horas de Vuelo

ConceptoHoras Totales
Horas totales de entrenamiento (hasta F-16)600
Horas de vuelo anuales en F-16 (21 años)3,150
Total de horas de vuelo3,750


Un piloto argentino, siguiendo los estándares de la OTAN, necesitaría acumular aproximadamente 600 horas de vuelo en entrenamiento básico, intermedio y avanzado antes de calificar para volar un F-16. Una vez calificado, deberá mantener alrededor de 150 horas anuales de vuelo en el F-16. A lo largo de una carrera de 21 años (desde los 24 hasta los 45 años), el piloto habrá acumulado aproximadamente 3,750 horas de vuelo.



Cálculo de costos

Para calcular el costo total de entrenar a un piloto argentino y mantener su calificación en el F-16 Block 15 MLU, vamos a utilizar estimaciones razonables del costo por hora de vuelo para cada avión en la flota de entrenamiento y operación mencionada: Grob G 120, AT-6 Texan II, EMBV 312 Tucano, FMA IA-63 Pampa, y el F-16 Block 15 MLU. Luego, sumaremos todos los costos para tener un estimado total del costo de entrenar y operar a un piloto en su vida útil como piloto de combate en Argentina.

 

Estimaciones de costo por hora de vuelo

  1. Grob G 120: Fuentes globales estiman alrededor de $500 USD por hora de vuelo.
  2. AT-6 Texan II o EMBV 312 Tucano: El costo estimado por hora de vuelo para el AT-6 es de alrededor de $1,000 USD, y el EMBV 312 Tucano se ubica en una categoría similar.
  3. FMA IA-63 Pampa: Siendo un entrenador a reacción, sus costos operativos son más altos, estimados en alrededor de $2,000 USD por hora según datos disponibles de jets comparables.
  4. F-16 Block 15 MLU: De acuerdo con varias fuentes, el costo por hora de vuelo del F-16 varía entre $8,000 y $22,470 USD, dependiendo de factores como mantenimiento y condiciones operativas (Executive Flyers)​(Wikipedia).

Estas cifras son aproximadas y pueden variar dependiendo del país, la estructura de costos, mantenimiento, combustible y otros factores. Sin embargo, son cifras razonables basadas en el costo de operación de aviones similares en fuerzas aéreas occidentales.

 

Con base en la información actualizada, incluiremos dos estimaciones del costo de volar el F-16 Block 15 MLU: una basada en un límite inferior de $8,000 por hora de vuelo y otra basada en un límite superior de $22,470 por hora de vuelo. A continuación se muestra la tabla revisada y el desglose de costos.

 


Tabla actualizada: Horas de vuelo y costos por aeronave (F-16 Block 15)

EtapaAviónHoras RequeridasCosto por Hora (USD)Costo Total (USD)Edad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208050040,00021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano1401,000140,00022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa1802,000360,00023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU2008,0001,600,00024 años
Horas Totales Entrenamiento600

2,140,000
Horas de Vuelo Anuales (baja estimación)F-16 Block 15 MLU150 (anual)8,0001,200,000 (anual)25-45 años
Horas Totales por 21 años (baja estimación)3,1508,00025,200,000

Costo Total con estimación baja


$27,340,000 USD

Estimación Alta: F-16 a $22,470 por hora (F-16C)

EtapaAviónHoras RequeridasCosto por Hora (USD)Costo Total (USD)Edad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208050040,00021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano1401,000140,00022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa1802,000360,00023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU20022,4704,494,00024 años
Horas Totales Entrenamiento600

5,034,000
Horas de Vuelo Anuales (alta estimación)F-16 Block 15 MLU150 (anual)22,4703,370,500 (anual)25-45 años
Horas Totales por 21 años (alta estimación)3,15022,47047,327,500

Costo Total con estimación alta


$52,361,500 USD

Cálculo del Costo Total

  1. Costo total de entrenamiento (600 horas):

    • Baja estimación: $2,140,000 USD
    • Alta estimación: $5,034,000 USD
  2. Costo total de operación en el F-16 (21 años):

    • Baja estimación: $25,200,000 USD
    • Alta estimación: $47,327,500 USD

Resumen de Costos

EstimaciónCosto Total (USD)
Estimación baja$27,340,000 USD
Estimación alta$52,361,500 USD

Conclusión

El costo total de entrenar y mantener a un piloto argentino calificado para volar un F-16 Block 15 MLU oscila entre $27,340,000 USD y $52,361,500 USD a lo largo de su carrera, dependiendo del costo por hora de vuelo en el F-16.






miércoles, 15 de enero de 2025

Crisis del Beagle: Pinchando las defensas chilenas


Probando las defensas aéreas chilenas en diciembre de 1978



Entre el 19 y el 22 de diciembre, el Comando de Aviación Naval (COAN) y la Fuerza Aérea Argentina (FAA) llevaron a cabo dos operaciones con el propósito de recolectar inteligencia.

La primera misión, realizada el 19 de diciembre por el COAN, consistió en un vuelo del SP-2H Neptune P-111 desde Río Grande hacia el oeste. La aeronave sobrevoló las islas en disputa antes de dirigirse hacia el norte, volando paralelo a la costa chilena. Alcanzó la altura de Puerto Aysén, desde donde reingresó al espacio aéreo argentino sobre Río Turbio. Posteriormente, volvió a entrar al espacio aéreo chileno atravesando el estrecho de Magallanes, y regresó a Río Grande tras un vuelo de ocho horas y media. Durante la misión, el Neptune transportaba un armamento ASW completo; sin embargo, su objetivo principal era recopilar información de los radares mediante sus equipos de apoyo electrónico (MAE), una capacidad tecnológica avanzada en la región en ese momento.

La segunda operación, llevada a cabo el 22 de diciembre, tenía como objetivo evaluar los tiempos de reacción de los F-5 chilenos. Esta misión fue asignada al Grupo 4, cuyos pilotos, el Capitán Piuma Justo y el Teniente González, despegaron en aviones A-4C Skyhawk desde San Julián. Entraron al espacio aéreo chileno por Puerto Aysén, volando a una altitud de 10,000 pies (aproximadamente 3,000 metros), y se dirigieron hacia Punta Arenas. Cuando estaban a 3 millas (5 kilómetros) de la ciudad, el radar de Río Gallegos les notificó que los F-5 o (aunque más probablemente fuesen Hawker Hunter) habían despegado. Habiendo cumplido su misión, los A-4 regresaron a San Julián.

martes, 7 de enero de 2025

Malvinas: Morgan y el Sánchez, una amistad en combate


Memorias de un piloto inglés sobre la Guerra de Malvinas


Cuando empieza la primavera europea, David Morgan sabe que volverán a asaltarlo recuerdos de la guerra. Regresó de las Islas Malvinas en julio de 1982, condecorado y reconocido por sus hazañas como piloto de los Sea Harriers, los aviones más modernos de aquel tiempo. Participó en más de 50 misiones durante el conflicto, en las que derribó helicópteros y aviones. Al regresar a casa, esas hazañas se transformaron en pesadillas. “Estaba irritable, nervioso y muy reacio a tomar las pequeñas decisiones de todos los días. Era como si me hubiera acostumbrado a tomar decisiones de vida y muerte y había perdido la habilidad de lidiar con lo mundano”, cuenta David Morgan en su libro de memorias, Cielos Hostiles, escrito hace 14 años y recientemente traducido al español y publicado en Argentina. Mucho tiempo después de la guerra fue diagnosticado con estrés postraumático y pudo hablar de lo que había vivido.

En una entrevista virtual desde Buenos Aires con EL PAIS, la primera con una periodista argentina, David Morgan rememora aquellos tiempos con mirada triste y pausas largas. A los 73 años, su vida es ahora tranquila, rodeada de naturaleza en una hermosa casa rural en Shaftersbury, a 150 km de Londres. Todos los fines de semana lo visitan sus dos hijos y sus cinco nietos, a quienes lleva a volar en su avión particular y les dedica el tiempo que quizás no tuvo como padre. Sus hijos eran pequeños cuando él partió al Atlántico Sur. ¿A dónde iba? ¿Qué eran las Malvinas? Los niños lo entendieron tiempo después, cuando algunos de sus amigos de la escuela contaban que habían perdido a sus padres. Gracias a 12 años de ayuda terapéutica, David Morgan pudo escribir sus memorias. Las dedicó a su familia y a su psicóloga, Sally, a quien le agradeció “salvar su cordura”.

Con un prólogo especialmente dedicado a los argentinos, David Morgan aclara que temía que el libro “no fuera bien recibido” en el país sudamericano. “Pero mis buenos amigos allá me animaron a hacerlo”, dice. Sus párpados caen pesados sobre sus ojos claros y vidriosos mientras mira a través de la pantalla de su computadora. “La guerra no es gloriosa, es como asomarse al infierno y lo vivimos igual de ambos lados. No disfrutábamos las victorias porque sabíamos que los pilotos argentinos eran como nosotros: sentían el mismo amor por volar y también tenían familias que los esperaban”, aclara con el mismo tono humano que usa en su libro.

En Cielos Hostiles, Morgan hace descripciones minuciosas de sus misiones, con detalles técnicos y datos precisos, junto con las experiencias del momento. Se pueden leer cartas de amor, fragmentos de su diario personal, citas de libros de Richard Bach (autor de Juan Salvador Gaviota e Ilusiones) o poemas de John Pudney (de un libro regalo de su padre, también piloto de la RAF y veterano de la Segunda Guerra Mundial) además de versos propios, escritos para su mujer y sus amigos caídos en combate.


Morgan hoy, a los 73 años, cerca de Londres

“A alguna gente no le gustó que incluyera lo personal, pero mi idea era escribir lo que viví, aunque me avergüence”, dice Morgan cuando aclara que Inglaterra muchos colegas lo criticaron por eso. Durante sus años de posguerra, Morgan fue instructor de escuadrones y al estallar la Guerra del Golfo, en 1991, lo convocaron. Esa fue la alarma que disparó su estrés postraumático. Habían pasado casi 10 años desde Malvinas, pero sus recuerdos reaparecieron y pidió ayuda. Entonces se retiró y se dedicó a la aviación comercial.

En ese mismo tiempo, una amigo que volaba con él, Maxi Gainza, le propuso encontrarse con un veterano de guerra argentino que estaba de paso por Londres. Al principio se resistió, pero luego aceptó conocer a Héctor Sánchez, uno de los cuatro pilotos con los que había tenido el combate aéreo más dramático de la guerra. Aquel 8 de junio en Malvinas merece todo un capítulo en sus memorias, porque Morgan y su compañero, David Smith, atacaron con misiles cuatro Skyhawks (aviones de combate argentinos) tras ver cómo habían bombardeado un buque inglés en la Bahía Agradable. Tres de los pilotos argentinos murieron y Héctor Sánchez se salvó.

“Eso me afectó mucho. Recuerdo exactamente ese momento, cómo iban cambiando mis emociones en segundos: la ira cuando vi atacar a nuestra gente, la euforia cuando bajé al primer avión, la empatía cuando el segundo hombre que se eyectó pasó cerca de mi cabina y luego la ira de nuevo, cuando maté al tercer hombre. Creo que ese día fue el disparador de la mayoría de mis problemas después del final del conflicto”, reflexiona Morgan, y se queda en un largo silencio. Durante los ocho meses que tardó en escribir el libro, tuvo varios bloqueos y debió trabajar mucho sobre eso.

Al hablar de Héctor Sánchez, vuelve a sonreír. En una ocasión, luego de varios encuentros, recuerda que el argentino, notándolo distante y pensativo, le dijo con empatía: “No te preocupes más, David, cada uno cumplía con su deber”. Se abrazaron. La amistad sigue intacta desde aquellos años. Ambos mantuvieron contacto por mail y luego por redes sociales. David nunca viajó a Buenos Aires, pero planea hacerlo en el futuro.



Morgan y el impactante recuerdo del combate del 8 de junio de 1982

En 2007, para el 25 aniversario de la guerra, David Morgan viajó por primera vez a las Islas Malvinas. Recorrió en jeep aquellos lugares helados que recordaba regados de cadáveres y restos de armamentos. Todo se veía diferente en esta visita. “Encontré restos del fuselaje de mi avión y también de uno de los aviones que yo había derribado. Su piloto, Daniel Bolzán, fue uno de los que murió aquel 8 de junio y decidí enviárselos a su hijo”, recuerda. Le escribió y le contó todo. Así inició su relación con el hijo de uno de los 649 soldados argentinos que murieron en las islas. “Sus pilotos realizaron ataques con habilidad y coraje, causando graves daños a muchos barcos británicos. Eran muy valientes”, añade Morgan.

Las memorias de David Morgan llegan justo en un momento de revisión histórica de la guerra de las Malvinas en Argentina. En el campo académico se debate la simplificación que definió a esta guerra como “absurda y caprichosa” y a sus protagonistas como marionetas de la dictadura de entonces. Para la antropóloga Rosana Guber “este marco redujo fuertemente las alternativas con que sus protagonistas directos podrían darle sentido a su experiencia bélica y humana, y también redujo el margen del reconocimiento de su acción en la esfera pública”. En esta investigación, Guber concluye que los encuentros de posguerra entre británicos y argentinos demuestran que la guerra enfrenta a seres humanos que, muchas veces, necesitan encontrar razones para una experiencia tan traumática.

David Morgan es parte de un importante grupo de veteranos de guerra de ambos países que, décadas después, necesitaron entender por qué estuvieron allí y darse la mano para manifestarse respeto. A diferencia de otros encuentros entre veteranos de ambos países promocionados en documentales y hasta obras de teatro, el encuentro entre David Morgan y Héctor Sánchez se mantuvo en la intimidad. “Yo siento que nuestra amistad es algo privado y muy fuerte. Nos une el haber vivido la misma experiencia, aunque sea en bandos diferentes. No necesitamos hacerlo público”. En 2019, Héctor Sánchez invitó a David Morgan a visitar Malvinas junto a Pablo Bolzán, hijo del piloto argentino muerto en combate, y Luis Cervera, veterano de guerra. Recorrieron juntos las islas y levantaron un monumento en memoria del padre de Pablo, Daniel Bolzán. Morgan pudo cerrar así el círculo de su historia

domingo, 29 de diciembre de 2024

Armas Argentinas: Bomba planeadora FAS-850 “Dardo 2”

La bomba inteligente argentina FAS-850 “Dardo 2”


Bien sabido es que los medios aéreos de Argentina se encuentran en inferioridad clara con respecto a los actores regionales del momento. Las instituciones castrenses del país llevan adelante esfuerzos notorios para paliar la situación. La bomba FAS-850 “Dardo 2” es un claro ejemplo.



Vista general de la bomba “Dardo”, que potenciará los medios de combate nacionales.

Existe un programa de bombas inteligentes stand-off llevado a cabo por la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DIGID), dependiente de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), con el objetivo de desplegar capacidades técnicas y humanas que permitan lograr el desarrollo de armamento de gran alcance, acorde con la filosofía moderna. Atendiendo especialmente a soluciones que posean un alto grado de componentes y piezas nacionales, se inició el programa Fuerza Aérea Sistemas (FAS) 850, que tuvo su punto de partida con la bomba Dardo I, que era un material lanzable stand-off asistido por un cohete que le confería un alcance de 15 km., siendo su peso de 227 kg.


Las “Dardo” han sido probadas extensamente en los A-4AR de la FAA y los “Super Etendard” de la Aviación Naval.

Con posterioridad evolucionó a la Dardo 2, que es una bomba lanzable desde el aire inteligente con sistema de alas plegables, que permitió desarrollar capacidades en numerosas disciplinas concurrentes con el diseño de equipamientos stand-off de última generación. Todo el conocimiento y la capacitación tuvo que ser planificada por mentes autóctonas, ya que era casi imposible obtener información sensible para el proyecto. Gracias a la formación y experiencia acumulada durante tantos años en el desarrollo y mantenimiento de armamento, fue y es posible trabajar en este modelo de equipos.

Los prototipos iniciales de esta bomba planeadora cuentan con una longitud de 2.630 mm. y un diámetro máximo de 400. El cuerpo se asemeja a un paralelepípedo que en su parte frontal se va ahusando, para terminar en una antena de telemetría y tubo pitot. En su interior, desde adelante hacia atrás se alojan un tanque de nitrógeno comprimido, el sistema neumático, las baterías, el transmisor de telemetría; por detrás de las alas la computadora de abordo, un secuenciador, el módulo de motores de control y un paracaídas, este último para permitir su recuperación tras las pruebas en vuelo.

Según los primeros datos públicos, el peso de este ingenio puede variar entre los 250 y los 400 kg., dependiendo de la carga útil empleada, que puede ser única, múltiple, FAE (Fuel Air Explosive) u otras. En su parte superior la bomba dispone de dos alas metálicas, que se encuentran plegadas hacia atrás sobre el cuerpo y que se extienden cuando empieza la caída libre, luego de ser lanzada. Se encuentran unidas en su raíz en una especie de placa que también dispone de dos cáncamos NATO 14”, que sirven para su fijación al soporte.

En la parte posterior del cuerpo, que en las versiones iniciales culmina en forma plana y que internamente aloja un paracaídas, se encuentran cuatro aletas que nacen en los vértices de esta suerte de paralelepípedo. Inicialmente se emplearon las aletas traseras de los misiles Rafael Shafrir II con la finalidad de aprovechar sus rolerones, pero estos no fueron efectivos, debido a que no tenían la velocidad necesaria para su correcto funcionamiento, por lo que en las versiones posteriores se modificaron.

Tecnologías y características

También en la parte trasera, pero dispuestas horizontalmente, dispone de dos aletas estabilizadoras planas de forma rectangular. En la parte superior trasera hay un pequeño carenado con su parte frontal compuesta por una sección transparente, que permite la colocación de una cámara de video. Dependiendo de la versión por delante y detrás de ese carenado posee otros dos más pequeños de forma rectangular, que son los correspondientes a las antenas de GPS (Global Positioning System) de 50 Hz. En un primer momento esta bomba solo disponía de uno de ellos, primero sobre la parte frontal superior y después reubicado en la trasera.


Gráfico de la disposición interna del ingenio.

Tras la antena que se encuentra más atrás se sitúa el sistema de apertura del paracaídas. A la izquierda de la antena delantera del GPS se inserta lo que parece ser un pin de seguridad. Ubicadas en el lateral derecho del cuerpo hay dos hendiduras que disponen de distintas entradas. En una de estas se encuentra una perilla que tiene la inscripción, apenas visible, 110 V, una entrada circular y una para USB (Universal Serial Bus). En el mismo lateral, pero más adelante, también posee un indicador con agujas que, a juzgar por la ubicación del sistema neumático, parece indicar que se trata de un manómetro. En el lateral opuesto está un indicador de ángulo de ataque.

La aeronave portadora que se encuentre configurada con este tipo de bombas puede efectuar el lanzamiento hasta los 40.000 pies (12.192 m.), con una velocidad igual o menor que 0,9 Mach y el alcance es de 60 km., con un CEP (Circular Error Probable) de 15 m. Según las previsiones preliminares en una segunda etapa, con la adición de un motor cohete se esperaba que la altura de lanzamiento se redujera a 25.000 pies (7.620 m.), contando con la capacidad de batir blancos que se encuentren en el orden de los 100-150 km. con un CEP que ronda entre los 6 ó 7 m. El sistema de guía empleado es por inercial/GPS, mientras que la designación del blanco puede ser previa o durante el vuelo.

La carga de esta bomba en el vector lanzador es posible gracias al adaptador para Dardo II-Mod.3, que básicamente consta de una pieza principal que es el cajón soldado, sobre el cual se montan los siguientes componentes: un carenado frontal en la parte superior trasera, una tapa de inspección, mientras que en la inferior trasera se sitúa el conjunto de antena de GPS. Sobre la parte superior se encuentran los conectores delantero y trasero y en la inferior las horquillas para cables armadores. Del cajón pende una unidad Alkan 165, que es donde va fijada la bomba. Este adaptador se fija a la aeronave mediante dos cáncamos NATO 14”, permitiendo la estandarización del material acorde a criterios logísticos y operativos comunes.

Con los resultados obtenidos en las pruebas con los prototipos de las primeras se evolucionó a la Dardo 2-B de configuración de guerra (carga única). Incorpora como carga el cuerpo de bomba Mk.82 o BK-BR 250, que se encuentra situado debajo de lo que parece ser un soporte confeccionado con una lámina metálica, que a su vez está unido a la placa donde se fijan las alas y los cáncamos. Externamente el cuerpo queda cubierto por un carenado plástico de sección rectangular, que en su parte inferior copia la curvatura del cuerpo de la bomba.


FAS 850 “Dardo 2C”

Caminando con la “Dardo II”

En lo que respecta a la sección de cola, se ha confeccionado también en material plástico. A diferencia de las primeras versiones, ésta termina en forma ahusada y no plana, ya que no dispone de paracaídas de recuperación. También se han integrado las aletas que nacen en los vértices, que pasaron a ser del mismo material plástico, abandonando las anteriores correspondientes a los misiles Shafrir. En lo que respecta a las dimensiones, según lo informado se conservan la longitud y diámetro máximo de la versión preliminar y lo mismo sucede con la altura, velocidad de lanzamiento y el alcance, mientras que el CEP estimado es de 15 m. En esta versión el peso es de 280 kg.

La designación del blanco puede ser tanto previo como durante el vuelo, mientras que la navegación es por inercial y GPS. En esta bomba también se ha integrado la espoleta de proximidad por efecto Doppler desarrollada en el marco del proyecto FAS 1020. Se conecta con el cuerpo de la bomba mediante un prolongador. Esta espoleta es compatible con bombas frenadas FAS 250 y lisas BK BR 50, 125 y 250 y las de la serie Mk. Para su funcionamiento emplea el principio de radio frecuencia/Doppler, permitiendo un tiempo de armado que va desde los 2 a los 12 segundos, mientras la altura nominal de explosión es de 10 m.

Las condiciones de operación permiten un lanzamiento con una velocidad mínima de 220 nudos (407,44 km/h.) y una máxima de 580 (1.074,16), variando la altura en función de la bomba empleada, que soporta un rango de temperaturas comprendido entre los -30 y los +60° C. Su confiabilidad es superior al 80 por ciento en el modo de radio frecuencia y superior al 90 con el respaldo de impacto. Esta espoleta posee un selector externo, desde donde se puede configurar el tiempo de armado en segundos, dependiendo si la bomba es lisa o frenada. También en la materia ultrasensible de espoletas la FAA ha trabajado intensamente para obtener y preparar el conocimiento sobre esta espinosa materia.

El próximo paso que la FAA planea dar es la Dardo 2-C, la versión propulsada que integrará un turbomotor íntegramente nacional, alimentado con combustible JP (Jet Propulsion) y cuenta con un sistema de control y navegación que le permite cumplir misiones típicas de un misil de crucero. Se halla en avanzado estado de desarrollo previéndose efectuar los vuelos de prueba en el segundo semestre de este año. La longitud y diámetro exterior son similares a los anteriores, al igual que la velocidad y altura de lanzamiento. Su peso es de 250 kg., mientras que el alcance se extenderá a 200 km.

Al igual que en la versión previa, la designación de blanco puede ser anterior o durante el vuelo, mientras que la navegación es inercial y por GPS, con un perfil en el aire programable que incluye navegación a baja cota con altímetro láser. Los modos de navegación hacia el blanco son de alineación, aproximación y final, incluyendo los predictivos para blancos móviles. Se prevé dotarla con un guiado terminal infrarrojo (IR), que se encuentra en desarrollo.

La carga de guerra es equivalente a la de la bomba Mk.82, aunque, por los datos que han trascendido, parece ser que no llevará el cuerpo de la misma. Estará situada en la parte frontal, extendiéndose hasta la altura de la placa que dispone de los cáncamos y alas. En este caso también se emplea una espoleta de proximidad Doppler FAS 1020, sin la necesidad de utilizar el prolongador. Detrás de este se aloja lo que parece ser el tanque que contiene el propulsante.


“Dardo II” en su pilón de lanzamiento bajo un reactor de combate de la FAA.

Aumento del potencial

En lo que respecta a la fisonomía exterior, se usa un cuerpo plástico similar al de la Dardo 2-B, que difiere tanto en la forma del cono frontal, en la parte inferior, que no copia la curvatura del cuerpo de la bomba, y tendrá una toma de aire que internamente se conecta a la parte frontal del turbomotor. En la sección de cola posee una salida circular para la tobera de esta planta propulsora. En los estudios, se evaluó el empleo de un estatorreactor, un estatocohete y un turborreactor/turbofan.

La dotación de este interesante material permitirá potenciar a los cansados aviones nacionales con un sistema de armamento aéreo de altísima eficiencia, que dotará a la FAA de una buscada capacidad, tal cual es el ataque a gran distancia a blancos rentables y muy protegidos. Las Dardo permiten que viejos reactores, como los que hoy tiene la Fuerza Aérea, operan con grandes posibilidades de éxito a distancia de seguridad y con notable contundencia.

Hasta el momento esta bomba ha sido probada desde el Mirage M-IIICJ matriculado C-717, suspendida del soporte ventral Alkan PM3. Posteriormente los ensayos continuaron en los A-4AR Fightinghawk asignados al Centro de Ensayos de Armamentos y Sistemas Operativos (CEASO). En el caso de estos últimos, la bomba se encontraba suspendida del pilón central Aero-7A de la estación 3. Los Super Etendard 3-A-207 (0757) y 3-A-209 (0759), de la Aviación Naval se trasladaron al Área de Material Río Cuarto para realizar pruebas con ellas, siendo asistidos por el CEASO. También existe evidencia fotográfica y fílmica del 3-A-213 (0763) y del 3-A-214 (0764) portando estas bombas en los soportes externos.

La fuerza naval ha expresado que requiere este tipo de material de última generación y que la dotación del mismo en la institución relanzaría el papel de los Super Etendard en el escenario regional. Hasta ahora se han llevado a cabo alrededor de 30 lanzamientos, esperando que este sistema de armas de diseño y producción nacional ingrese al inventario de la aeronáutica. La necesidad imperiosa de nuevo material lanzable para los aviadores se verá satisfecha con estos ingenios, que permitirán una cierta recuperación del poderío bélico perdido tras años de una casi nula inversión en materia defensiva. De esta manera la FAA demuestra, una vez más, que, aun en medio de estrechez presupuestaria y tiempos políticos adversos, cuenta con personal técnico preparado para los desafíos tecnológicos. 

Autor: Luis Piñeiro (Corresponsal de Grupo Edefa en Argentina)

Fotos: Fuerza Aérea Argentina

www.defensa.com

domingo, 17 de noviembre de 2024

Argentina: El Beech B-45 Mentor producido bajo licencia

Beech B-45 Mentor producido bajo licencia y en servicio en la Fuerza Aérea Argentina

Sean Eternos los Laureles




Beech B-45 Mentor en la Fuerza Aérea Argentina. Una historia de gloria tecnológica, militar y aeronáutica, ¡pero de verdadera vergüenza política sobre el final de su vida útil!




  El legendario avión de entrenamiento básico Beech B-45 Mentor en la Fuerza Aérea Argentina comenzó su andadura a mediados de los años 50s, cuando surgió la necesidad de incorporar una aeronave destinada a cubrir el rol de entrenamiento primario o básico como reemplazo de los no muy veteranos pero sí ya obsoletos y desgastados I.Ae-22DL (que poseían célula de madera), y de los Fiat G-46-2B, cuyas células habían demostrado ser de poca vida, a pesar de ser excelentes aviones ambos modelos. En tal sentido, y por aquellas fechas, el avión estadounidense de la firma Beech (hoy Beechcraft) era el modelo más avanzado del mundo, y la Fuerza Aérea Argentina posó su atención en él, pero con la intención de construirlo en Argentina.




  El Beech B-45/T-34A Mentor era un avión monoplano biplaza de ala baja, construcción metálica, y cabina en tandem, de entrenamiento básico diseñado por Walter Beech en la segunda mitad de la década de los 40', derivado del avión de recreo Beech Bonanza.



  El prototipo contaba con el empenaje en V tal como el de los primeros Bonanza de producción, pero posteriormente fue reemplazado por uno convencional. En relación al Bonanza, la estructura del Modelo 45 estaba reforzada para soportar elevadas fuerzas g, ya que desde un principio se lo pensó para una función militar. Los primeros dos prototipos estaban equipados con un motor Continental E185 de 185 hp, el primero de los cuales levanto vuelo el 2 de diciembre de 1948.



  El tercer prototipo ya contaba con el que seria el motor de los ejemplares de serie, el Continental E225 de 225 hp. La producción en serie se inició en el año 1953 para la USAF (United States Air Force), que los denomino como T-34A, y en 1955 se inicia la fabricación del modelo destinado a la US Navy, donde se los conoció como T-34B, diferenciándose del A en sus frenos y dirección de la rueda de proa.
 


El avión se ajustaba a las necesidades de la Fuerza Aérea Argentina, y es así que para el año 1956 se firma el contrato de adquisición por parte de la misma, que contemplaba un total de 90 ejemplares, 15 de ellos fabricados en los Estados Unidos en las instalaciones de Beech en Kansas, y los 75 restantes serían suministrados como juegos de piezas para ser ensamblados en Argentina en la Fabrica Militar de Aviones de Córdoba. Para su exportación a la Argentina, los Mentor conservaron la denominación comercial de B-45 de la empresa, y no la militar de los T-34 del gobierno de los Estados Unidos. Los primeros 15 ejemplares fueron volados desde los Estados Unidos, arribando al país el 20 de junio de 1957. Este primer lote fue matriculado correlativamente como E-001 a E-015.



  El ensamblaje de los 75 aparatos restantes se inició en 1959, y el primer ejemplar voló para la Fuerza Aerea Argentina el 1 de Noviembre de 1959, siendo entregado el último en 1962, estos aparatos recibieron las matriculas E-016 a la E-090. A su vez, se adquirieron 2 ejemplares de tercera mano, ambos ex-Ejército del Aire Español y ex-Fuerza Aerea Uruguaya, en los año 2002 y 2003, por lo cual la Fuerza Aerea Argentina en total llegó a operar 92 aviones Mentor.



  Cuando el avión entró en servicio, a medida que se encontraban disponibles, los aparatos eran asignados al Grupo I de entrenamiento con sede en la Iª Brigada Aérea de Morón, Provincia de Buenos Aires. Posteriormente serían transferidos a la VIIª Brigada Aérea de Morón y finalmente a la Escuela de Aviación Militar (EAM) con sede en la Provincia de Córdoba donde se dedicarían exclusivamente al entrenamiento primario.



  Además de los Estados Unidos y Argentina, el Mentor fue fabricado bajo licencia en Canadá y Japón, llegándose a construir un total de 1.904 Beech Modelo 45/T-34.



  Los Mentor con motor a pistón (B-45/T-34A y B) fueron empleados por las fuerzas armadas de Argentina, Bolivia, Canadá, Colombia, Chile, República Dominicana, El Salvador, Estados Unidos, España, Filipinas, Turquia, Uruguay y Venezuela.



  Entre sus variantes podemos destacar:
•YT-34A: denominación aplicada a los tres prototipos de desarrollo.
•T-34A: denominación aplicada  los ejemplares de serie destinados a la USAF (450 unidades)
•T-34B: modelo de serie para la US Navy (423 unidades)
•YT-34C, prototipo equipado con motor turbohélice
•T-34C Turbo Mentor: modelo de serie con motor turbohélice
•T-34C-1, variante del anterior con capacidad de ataque ligero
  Como hecho destacable de su servicio en la Fuerza Aerea Argentina, vale mencionar que durante 1962 los B-45 Mentor formaron la escuadrilla acrobática “Bodas de Oro” en conmemoración del 50 aniversario de la Fuerza Aérea Argentina.



  Además de operar en la VIIª Brigada y la EAM, algunos ejemplares estuvieron en servicio en el Destacamento Aéreo Militar Reconquista, entre los años 1962 y 1963, estos ejemplares pasarían luego a la Dirección de Fomento siendo rematriculados como LQ-..., y ya en el año 1969 pasarían a la EAM.
  También participaron muy activamente en operaciones de combate, realizando misiones contra insurgencia en roles de ataque y observación aerea avanzada durante el Operativo Independencia sobre los cielos tucumanos, rechazando a las fuerzas guerrilleras castroguevaristas que intentaban tomar el poder mediante el terror y el uso de la fuerza. Estas operaciones aereas se combinaron con cazabombarderos A-4B Skyhawk, e IA-58A Pucará, y con diversa intensidad se ejecutaron entre los años 1975 y 1977 denominándose "Operación Torión", no existiendo mucha información al respecto, pues todos los militares, policías y civiles que defendieron la Patria obedeciendo los constitucionales Decretos 261/75, 2770/75, 2771/75 y 2772/75 del gobierno constitucional de Doña María Estela Martínez de Perón (elegido por el 62% de votos), y ratificados legislativamente por unanimidad, son hoy perseguidos políticamente y encarcelados inconstitucional e ilegalmente por haber combatido al terrorismo, y por ello es muy dificil obtener información sobre tales sucesos, ya que sólo los terroristas que atacaban a la Argentina pueden contar lo que hacían, quienes defendían la Patria luchando contra ellos no, y todavía resta por develarse muchos detalles de la actuación de los Mentor en defensa de la Patria.



  Finalizada la "Operación Torión", y derrotada la subversión incluso en la controfensiva extremista del año 1979, ese mismo año se adquieren 50 motores nuevos Continental IO-470-N12B de 260 hp para remotorizar a los 41 Mentor que había en operación por entonces, y los trabajos se llevaron a cabo en el Área Material Rio IV de la Fuerza Aérea Argentina, en la ciudad homónima, en la provincia de Córdoba.
 


La vida operativa del Mentor dentro de la Fuerza Aérea Argentina fue realmente provechosa y longeva, formando a más de 40 promociones de pilotos. Lamentablemente durante 1996 se comienzan a observar los primeros síntomas producto de los años se servicio, y la atrición del Mentor, cuando en las inspecciones de mantenimiento se detectan varias fracturas en las alas producto de la fatiga de material, y sin bien era ya evidente que se necesitaba un reemplazo, las limitaciones presupuestarias impuestas por un poder político que cada vez crecía más y absorbía gran parte del presupuesto de Defensa (y de otras carteras del Estado), volvieron imposible que se autorizara la compra de nuevos aviones, y se decidió avanzar con una modernización de estos nobles pero muy viejos aviones.



De este modo, entre los años 1996 y 1999, en la empresa LMAASA (Lockheed Martin Aircraft Argentina Sociedad Anónima), que era la ex-Fábrica Militar de Aviones (hoy FAdea), se procedió a realizar en 30 Mentor aún operables, un trabajo de refuerzo estructural, renovación de la aviónica y de puesta a punto, con la intención que ese puñado de ejemplares continuara volando el mayor tiempo posible, a espera de diseñar un avión de entrenamiento básico nacional. El trabajo se realizó dentro de las directivas establecidas por el Ministerio de Defensa y a lo que, lamentablemente, el Comando de la Fuerza Aérea Argentina desacertadamente accedió.



  Poco después se produjo un hecho que marcó el destino del avión. El 18 de septiembre del año 2001 en la EAM de la ciudad de Cordoba, se aprestaba a vivir el vuelo de bautismo de los cadetes del primer año del curso de aviadores -entre ellos 9 mujeres-, cuando sobrevino la tragedia al caer e incendiarse uno de los 3 B-45 Mentor cobrándose la vida los dos tripulantes.



  La desgracia ocurrió cuando el ala de uno de los tres aviones Mentor B-45, que volaban a 50 metros de altura, chocó contra los ventanales de la torre de control, perdió estabilidad y se desplomó a tierra ante la atónita mirada de los familiares de los 73 cadetes de la Escuela de Aviación Militar, cuyo director era entonces el brigadier Agustín Miguez, y era la primera vez había mujeres en el cuadro de cadetes
  El brigadier Miguez tomó el comando del avión guía de la formación, acompañado por la cadete mujer más joven, María Polo. A su derecha se ubicó Espirituoso, con el cadete Rodrigo Alisio, y a la izquierda quienes luego resultaron ser las víctimas mortales, el jefe de Estudios del Cuerpo de Cadetes, vicecomodoro Ernesto Cooke, secundado por el cadete varón más joven Carlos Díaz Berástegui, de 19 años, oriundo de Buenos Aires.



  La primera incursión de los 3 aviones, en una misma línea y a baja altura, se desarrolló sin inconvenientes. La segunda fue fatal.



  Si bien el jefe del Cuerpo de Cadetes, vicecomodoro Aldo Perotti, catalogó el hecho como "un accidente", y en sí no se puede achacar a una falla del avión, esa es la realidad, la fama del mismo quedó signada para siempre.



  Los 3 aviones avanzaban en una misma línea, escasamente separados entre sí y a una altura inferior a la de la torre de control. El Mentor siniestrado no tenía margen de maniobra para evitar la colisión. Si hubiese intentado esquivar el edificio, cuyos ocupantes no sufrieron heridas, habría impactado contra la nave que conducía Miguez.
  Cooke llevaba ocho años como instructor de vuelo. Hasta ese año se desempeñó como jefe de un escuadrón del Grupo Aéreo Escuela y era instructor de vuelo. Estuvo dos años en la Academia General del Aire de Murcia (España) como parte de los planes de intercambio con la Fuerza Aérea Argentina. Por su expresa voluntad, no fue velado. Curiosamente el cadete Díaz Berástegui le comentó a una cronista radial antes de abordar el vuelo de bautismo que "Estoy un poco nervioso, pero dentro de todo tranquilo y con expectativas: tengo ganas de volar", agregando que su vocación de ser piloto la sintió "desde siempre. Desde que nací"...



  Antes de la partida de la primera escuadrilla, el jefe accidental del Grupo Aéreo, vicecomodoro Arturo Espirituoso, expresó: "Sólo me resta pedir que la Virgen de Loreto, nuestra patrona, los reciba en los cielos de la Patria y los bendiga en este día".



  El avión había dado todo de sí, y se le exigió aún más. El 8 de octubre de 2010 se produjo en Córdoba un accidente durante un despegue de rutina con el E-046, la aeronave sufrió una pérdida de potencia lo que provocó que el avión se estrellara al poco de alzar el vuelo; por suerte tanto el cadete como el instructor de vuelo sufrieron heridas leves pero este incidente encendió nuevamente las primeras luces de advertencia que se sumaban a los problemas de fatiga que cada vez eran más evidentes; incluso el avión siniestrado era uno de los Mentor que se había vuelto a someter a un nuevo programa con el que los políticos, animados por la matemática Mirta Iriondo, como veremos al final, demencial y devergonzadamente pretendían estirar la vida util de las aeronaves por enésima vez, ahora mediante refuerzos estructurales ¡que incrementaron el peso del avión y lo llevaron al limite en esw vuelo que estuvo a punto de matar a los dos tripulantes!. Quedaba claro que el venerable Mentor era demasiado anticuado y que lamentablemente no podía estar en servicio por mucho tiempo más.



  Su reemplazó debería ser el IA-73, un turbohélice de fabricación nacional que desde hacía años se venía anunciando, pero desde hacía años se venía y aún hoy se le siguen negando los fondos para desarrollarlo.



  Fue así que en agosto del año 2012 la Fuerza Aérea Argentina decidió pasar a retiro a los aviones Mentor B-45, que durante más de 50 años sirvieron para la instrucción de sus pilotos, cuando el entonces titular de la fuerza, brigadier general Normando Costantino, lo confirmó en el discurso que dio a propósito de los cien años de creación de la misma, señalando que "El sistema Mentor con más de 50 años de entrenador básico deja de volar y daremos paso a nuevas tecnologías para la formación de pilotos", sin aclarar entonces qué aparato lo iba reemplazar, pues como ya se estaba haciendo costumbre entonces en Argentina, ya nada se reemplazaba, o lo poco que se hacía lo era de manera improvisada. Así la Fuerza Aérea Argentina accedió al programa conocido como «pay per hour», ofrecido por el grupo alemán Grob, que entonces firmó un acuerdo estratégico para la comercialización del entrenador subsónico avanzado AT-63 Pampa con la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) dirigida por Raúl Argañaraz, ¡y que nunca se cumplió! Ya que si bien la firma alemana Grob proveyó los 10 aviones Grob G-120TP-A en la línea de vuelo (que eran insuficientes porque se requerían un mínimo de 30 ejemplares), más los repuestos que demande el mantenimiento, y se pagaba por las horas de vuelo requeridas para cada etapa de entrenamiento, sea el básico o el avanzado. Eso en teoría, y según el entonces director general del servicio logístico de Defensa, Carlos Lugones, ofrecía ventajas atractivas frente a la estrechez fiscal, permitiendo el entrenamiento básico y avanzado, todo en un mismo aparato, con lo cual el piloto saldría capacitado para acceder a las escuadrillas de aviones de alta performance como el A-4AR Fightinghawk o el AT-63 Pampa, requiriendo un mínimo de horas de adaptación a esos sistemas, calculando que en una segunda etapa FAdeA obtendría el know-how del trabajo con compuesto de carbono transferido por los alemanes: el Grob 120 se fabrica íntegramente con ese material. Como bien sabemos hoy el Grob G-120TP-A no cumplió con las espectativas, y no logró cubrir plenamente el rol del B-45, debiéndose recurrir años después a rentar 8 TECNAM P-2002JF Sierra (hoy inoperativo), y a adquirir 12 (de un mínimo de 24 solicitados) Beechcraft T-6C+ Texan II para el entrenamiento avanzado en reemplazo de los EMBRAER EMB-312 Tucano supervivientes.  



  Los viejos B-45 habían ya expuesto el paso de los años con fallas recurrentes que se agravaron a fines de 2008, se les había exigido mucho más de lo que tenían para dar, pero que tampoco ello le importó a los políticos cuando en el año 2006 se unificó el aprendizaje básico de los pilotos de las tres fuerzas en el denominado CBCAM (Curso Básico Conjunto de Aviador Militar) que se imparte en instalaciones de la Escuela de Aviación Militar ¡en un avión con más de medio siglo de servicio!!!



  La EAM recibió un número de pilotos superior a lo habitual, y a la cabina de los veteranos B-45 convergieron camadas de las tres fuerzas que multiplicaron los esfuerzos bruscos a un parque aéreo ya disminuido por la fatiga de los materiales propia en aviones sometidos a uso intenso.



En el año 2010 el avión dijo basta, pero a pesar que una inspección de rutina detectó fisuras en los largueros dorsales, y viga longitudinal que recorre el ala y soporta los esfuerzos de carga aerodinámica durante el vuelo; y también se registraron grietas en las bancadas de los propulsores, los politicos peronistas a cargo de la Defensa decidieron seguir adelante con el uso del avión. El entonces diputado radical Julio Martínez , entonces presidente de la Comisión de Defensa (que luego llegaría a ser el primer ministro de Defensa de la administración Macri), reclamó al Gobierno por el estado de los aviones y de la instrucción con una frase elocuente, señalando con gran premonición que "El país no forma pilotos, gradúa kamikazes". Pero el reclamo de la Comisión de Defensa del Congreso sólo produjo que Mirta Iriondo, doctora en Matemáticas y licenciada en Física, y que entonces se desempeñaba como subsecretaria de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico del Ministerio de Defensa, sólo impulsara y aprobara la modificación de la estructura alar de los Mentor con el agregado de un refuerzo interno para prolongar la vida del avión.



  Con esa locura, ¡por la que nadie está preso hoy!, sólo se obtuvo un peso agregado que alteró las condiciones de carga y cambió el centro de gravedad original del avión, no podía volar con el instructor y su alumno, sólo podía despegar con un tripulante a bordo; tampoco podía hacer vuelo en formación, ni acrobático, ni prácticas de tiro. Se gastaron 4.3 millones U$D en un trabajo que realizó FAdeA del que sólo quedan los testigos mudos, más de una decena de inservibles aparatos que poco después se convirtieron en chatarra, y el accidente aéreo con dos pilotos que milagrosamente lograron salvar sus vidas al no lograr despegar de la pista de la EAM ese 8 de octubre de 2010 con el E-046 al que hicimos referencia.



  Pero ello no termina allí. Sin desmerecer la nobleza del avión, pues lo que se hace en Argentina es contradecir toda lógica y razón, una vez más el Mentor debió rendir servicio a la Patria.
  En agosto del año 2016, y ante la terrible escasez de material aéreo, el B-45 Mentor volvió a volar. Eran ahora 2 aviones los que nuevamente tomaron vuelo desde la EAM. En este caso los aparatos EX-034 y EX-086, rematriculados como experimentales de investigacion y desarrollo, debido a que estuvieron en tierra y sin mantenimiento, perdiendo condicion de aeronavegables desde su desprogramacion casi cuatro años antes. Los vuelos se limitaron a maniobras rectas y niveladas, sin exigir grandes esfuerzos g a las células. Estos vuelos se hicieron en medio de las especulaciones de la posible evolución del demostrador tecnológico FAdeA IA-100, a un entrenador básico bajo la denominación IA-74, que por fin sería el reemplazó de los Beech B-45 Mentor y también de los TECNAM P-2002JF Sierra.



  Pero el vuelo de esos B-45, al margen de la emoción de los nostálgicos, que tanta admiración pueden llegar a sentir por el que sin lugar a dudas es uno de los grandes aviones de la historia y el mejor entrenador básico de uso militar de su época, despertó la justificada crítica de especialistas y aficionados expresando sus reservas frente a devolver a condicion de vuelo estos aparatos, siendo que hasta de los Estados Unidos la propia Beechcraft, su empresa madre oportunamente desalentó nuevos trabajos de reacondicionamiento sobre los B-45 argentinos, ¡ÚNICA  FORMA DE PONERLE FRENO A LA TACAÑERÍA Y DESVERGÜENZA DE LOS POLÍTICOS ARGENTINOS!!!, y llegar así por fin a dar a este formidable y noble avión el merecido retiro. Eso sí, todavía hoy, pasados ya 23 años desde que se solicitara su reemplazo, y 7 años desde su baja del servicio, la dirigencia política argentina no ha autorizado aún la incorporación de adecuado reemplazo alguno para los B-45 Mentor de la Fuerza Aérea Argentina. 



Especificaciones técnicas (T-34A)

•Tipo: Biplaza de entrenamiento básico
•Planta Motriz: 1 motor de 6 cilindros Continental O-470-13 de 225 hp (Continental IO-470-N12B de 260 hp en los B-45 modernizados en FMA de Argentina en 1979)
•Envergadura 10.6 mts.
•Longitud: 7.90 mts.
•Altura 2.90 mts.
•Superficie alar: 16.68 m².
•Pesos: 977 kgs. vacío, 1.315 kgs. máximo en despegue.
•Velocidad máxima: 306 kph.
•Alcance: 1.520 kms.



•Techo de servicio: 6.096 mts.
•Velocidad scenso: 6.3 m/seg.
•Armamento: 2 ametralladoras alares de 7.62×51 mm; 2 afustes alares para 544 kgs. de bombas o cohetes.
 

▪Historial individual (se desconoce fecha de baja de algunos ejemplares; en cualquier caso, ya para el año 2012 ninguno volaba por lo que se dará por sentada su baja por desprogramación del Sistema de Armas, con excepción del los EX-034 y EX-086, que volvieron a volar por breve tiempo en el año 2016 para el CEV):
•E-001: nº/serie CG165, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido tras accidente el 20/3/1981.
•E-002: nº/serie CG166, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido en accidente el 27/6/1960.
•E-003: nº/serie  CG167, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido en accidente el 11/04/1977.
•E-004: nº/serie  CG168, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, accidentado el 25/11/1970, dado de baja en noviembre de 1982.
•E-005: nº/serie  CG169, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido en accidente el 9/10/1979.
•E-006: nº/serie  CG170, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido en accidente el 28/5/1976.
•E-007: nº/serie  CG171, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, dado de baja en 2011.
•E-008: nº/serie  CG172, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido en accidente el 16/07/1981.
•E-009: nº/serie  CG173, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido en accidente el 25/2/1959.
•E-010: nº/serie  CG174, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, dado de baja en 2011.
•E-011: nº/serie  CG175, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, dado de baja en 2011.
•E-012: nº/serie  CG176, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido en accidente el 29/05/1969.
•E-013: nº/serie  CG177, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, destruido en accidente el 29/5/1968.
•E-014: nº/serie  CG178, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, dado de baja tras accidentarse el 15/10/1972.
•E-015: nº/serie  CG179, fabricado en USA. Alta en la FAA en 1958, dado de baja en mayo de 1977 cuando su célula es sometida a ensayos de destrucción para comprobar el estado de los componentes en la FMA.
•E-016: nº/serie  CG180, primer ejemplar fabricado en Argentina, en la FMA (Fábrica Militar de Aviones), dado de alta en la FAA en 1958.
•E-017: nº/serie  CG181, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959
•E-018: nº/serie  CG182, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959, dado de baja en noviembre de 1965.
•E-019: nº/serie  CG183, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959
•E-020, nº/serie  CG184, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959, destruido en accidente en Seguí, provincia de Entre Rios, el 5/08/1966, falleciendo sus dos ocupantes.
•E-021: nº/serie CG185, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959, desprogramado tras un accidente el 15/5/1996.
•E-022: nº/serie CG186, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959
•E-023, nº/serie CG187, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959, destruido en accidente en la provincia de Córdoba el 3/02/1987, falleciendo su único ocupante.
•E-024: nº/serie  CG188, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959, destruido en accidente el 14/12/1962.
•E-025: nº/serie  CG189, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959, desprogramado tras un accidente el 30/10/1985, preservado como monumento en la provincia de Córdoba.
•E-026: nº/serie  CG190, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1959, re-matriculado como LQ-HNE en 1962, en 1969 pasa a ser el E-094.
•E-027: nº/serie  CG191, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido en accidente en la Lagunilla, Alta Gracia, provincia de Córdoba el 22/08/1962, falleciendo su piloto, el Alférez Alfredo Laine.
•E-028: nº/serie CG192/AG-03, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido en accidente en Alta Gracia, provincia de Córdoba el 10/02/1989, falleciendo uno de sus ocupantes.
•E-029: nº/serie  CG193, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960
•E-030: nº/serie  CG194, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-031: nº/serie  CG195, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido en accidente en James Clark, provincia de Córdoba el 29/5/1968, falleciendo sus dos ocupantes.
•E-032: nº/serie  CG196, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido en accidente el 31/05/1963.
•E-033: nº/serie CG197, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido en accidente en Córdoba el 16/05/1963, falleciendo su piloto el Teniente Santiago Clemente Vásquez.
•E-034: nº/serie  CG198, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960. Dado de baja, rematriculado y puesto en vuelo en agosto de 2016 como EX-034
•E-035: nº/serie  CG199, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-036: nº/serie  CG224, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido en accidente el 8/04/1976.
•E-037: nº/serie CG225, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-038: nº/serie CG226, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-039: nº/serie CG227/AG-14, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido durante un show aéreo en la provincia de Córdoba el 18/09/2001, falleciendo sus dos ocupantes, vicecomodoro Ernesto Cooke, y cadete Carlos Díaz Berástegui.
•E-040: nº/serie  CG228, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, re-matriculado como LQ-HNF en 1962, en 1969 pasa a ser el E-095, destruido en accidente el 19/09/1981.
•E-041: nº/serie  CG229, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-042: nº/serie  CG230, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1958.
•E-043: nº/serie  CG231, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, re-matriculado como LQ-HHV en 1962, en 1969 pasa a ser el E-090(2), destruido en accidente el 19/1/1977.
•E-044: nº/serie  CG232, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-045: nº/serie CG233, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-046: nº/serie CG234, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-047: nº/serie CG235, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-048, nº/serie CG236, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido en accidente el 9/11/1977.
•E-049: nº/serie CG237, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960.
•E-050: nº/serie CG231, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, rematriculado como LQ-HHW en 1962, en 1969 pasa a ser el E-091.
•E-051: nº/serie CG239, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1960, destruido en accidente el 1/11/1971.
•E-052: nº/serie CG240, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-053: nº/serie CG241, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido tras accidentarse el 22/08/1972.
•E-054: nº/serie CG242, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 3/10/1968.
•E-055: nº/serie CG243, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 4/07/1969.
•E-056: nº/serie CG244, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-057: nº/serie CG245, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 3/10/1968.
•E-058: nº/serie CG246, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente en Quilmes, provincia de Buenos Aires, tras despegar del Area Material Quilmes el 6/10/1967, falleciendo su piloto, el Teniente Luis Favario.
•E-059: nº/serie CG247, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 16/08/1969.
•E-060: nº/serie CG248, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961. Primer ejemplar modernizado en la ex LMAASA, puesto nuevamente en servicio en 1997.
•E-061: nº/serie CG249, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente en las cercanía de la ciudad de Córdoba, el 8/06/1967.
•E-062: nº/serie CG250, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1962.
•E-063: nº/serie CG251, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-064: nº/serie CG252, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1962.
•E-065: nº/serie CG253, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 6/08/1964.
•E-066: nº/serie CG254, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido al colisionar contra el cerro Monigote en la provincia de San Luís el 9/10/1974, fallecen sus dos ocupantes, entre ellos el Alférez Javier Rothlin.
•E-067: nº/serie CG255, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-068: nº/serie CG256, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-069: nº/serie CG257, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-070: nº/serie CG258, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente en Villavicencio, provincia de Mendoza el 1/05/1962, fallecen sus dos ocupantes.
•E-071: nº/serie CG259, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente en Fraile Pintado, provincia de Jujuy el 18/07/1961, fallece uno de sus dos ocupantes.
•E-072: nº/serie CG260, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, desprogramado tras accidentarse el 1/9/1993.
•E-073: nº/serie CG261, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-074: nº/serie CG262, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-075: nº/serie CG263, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 24/3/1983, falleciendo sus dos ocupantes.
•E-076: nº/serie CG264, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-077: nº/serie CG265, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en un aterrizaje forzoso el 20/03/1968 en el aeropuerto de Córdoba, falleciendo sus dos ocupantes.
•E-078: nº/serie CG266, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente a 2 kms del aeropuerto de Santa Rosa, provincia de La Pampa, el 16/11/1964, fallecen sus dos ocupantes, el Alférez Armando Ojeda y el Cabo 1ero. Miguel Alovera.
•E-079: nº/serie CG267, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 25/11/1965.
•E-080: nº/serie CG268, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, re-matriculado como LQ-HHX en 1962, en 1969 pasa a ser el E-092.
•E-081: nº/serie CG269, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 195, re-matriculado como LQ-HHY en 1962, destruido en accidente en 1967.
•E-082: nº/serie CG270, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, re-matriculado como LQ-HHZ en 1962, en 1969 pasa a ser el E-093, destruido en accidente el 26/3/1980.
•E-083: nº/serie CG271, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-084: nº/serie CG272, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente en la provincia de Córdoba el 12/06/1987, fallecen sus dos ocupantes.
•E-085: nº/serie CG273, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961.
•E-086: nº/serie CG274, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 25/10/1962.
•E-087: nº/serie CG275, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1961, destruido en accidente el 25/10/1962.
•E-088: nº/serie CG276, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1962.
•E-089: nº/serie CG277, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1962, destruido en accidente el 15/05/1975.
•E-090: nº/serie CG278, fabricado en la FMA, dado de alta en la FAA en 1962, re-matriculado como LQ-HLF en 1962, en 1969 pasa a ser el E-096. destruido en accidente el 17/01/1977.
•E-097: nº/serie G-47, ex Ejército del Aire Español E17-23/791-23, ex Fuerza Aérea Uruguaya FAU635, adquirido por la Fuerza Aérea en el año 2002, destinado al Centro de Ensayos en Vuelo (CEV) como EX-086.
•E-098: nº/serie X-103, ex Ejército del Aire Español E17-7/791-07, ex Fuerza Aérea Uruguaya FAU646, adquirido por la Fuerza Aérea en el año 2003, destinado al (CEV).