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martes, 11 de marzo de 2025

NB-36H, el bombardero impulsado por un reactor nuclear

El NB-36H fue un experimento audaz en la aviación nuclear


Nathan Cluett || Plane Historia





El NB-36H, también conocido como el avión de pruebas nucleares o 'Crusader', surgió como una de las aventuras más audaces en la historia de la aviación.

Durante la década de 1950, Estados Unidos se embarcó en este proyecto experimental para explorar la viabilidad del vuelo con propulsión nuclear, un concepto que prometía un alcance y una resistencia prácticamente ilimitados para los bombarderos estratégicos.

Este avión, derivado del Convair B-36 Peacemaker, llevaba un reactor nuclear a bordo, marcando un hito importante en la aviación y la ingeniería nuclear.



Concepción

La concepción del proyecto NB-36H surgió de la visión estratégica de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos durante el período temprano de la Guerra Fría.

En una época caracterizada por una intensa competencia y la inminente amenaza de un conflicto nuclear, los estrategas militares y los ingenieros de aviación buscaron crear un avión que pudiera alcanzar un alcance y una resistencia sin precedentes.

Esta ambición se alineaba con el objetivo más amplio de mantener una fuerza disuasoria creíble contra adversarios potenciales. La idea de los vuelos con propulsión nuclear, con su promesa de un alcance prácticamente ilimitado sin necesidad de reabastecimiento de combustible, se convirtió en una propuesta atractiva.


El NB-36 se basó en el Peacemaker.

Convair, un fabricante aeroespacial líder, asumió el desafío de convertir esta visión en realidad. Los ingenieros de Convair eligieron el B-36 Peacemaker como base para este ambicioso proyecto.

El B-36, ya famoso por sus capacidades de largo alcance, proporcionó una plataforma robusta capaz de acomodar las modificaciones sustanciales requeridas para albergar un reactor nuclear.

Diseño

La fase de diseño comenzó con amplios estudios teóricos y simulaciones para comprender las implicaciones de integrar un reactor nuclear en una aeronave. Los ingenieros tuvieron que abordar varios desafíos críticos, entre ellos la contención segura del reactor, la protección eficaz contra la radiación para la tripulación y la integridad estructural de la estructura modificada del avión.

La decisión de colocar el reactor detrás de la cabina requirió un rediseño completo de la sección central del fuselaje.

Esta sección rediseñada contaba con un compartimento especialmente construido para el reactor, equipado con estructuras reforzadas para asegurar la pesada unidad del reactor. Los ingenieros de Convair emplearon materiales y técnicas de diseño innovadores para garantizar que el compartimento pudiera soportar tanto el peso del reactor como las tensiones del vuelo.

Se centraron en crear un sistema de montaje robusto y resistente a las vibraciones para mantener el reactor estable en todas las condiciones de vuelo.

La instalación del reactor exigió una planificación meticulosa para abordar los riesgos de radiación que planteaba. Los ingenieros desarrollaron un sofisticado sistema de protección que incorporaba capas de plomo y polietileno que absorbían eficazmente la radiación emitida por el reactor.

Este blindaje se extendía alrededor del compartimiento del reactor e incluía un compartimento especialmente diseñado para la tripulación. La cabina y las áreas de la tripulación estaban revestidas con una carcasa compuesta de plomo y caucho, formando una barrera que protegía a la tripulación de los rayos gamma y los neutrones.

El NB-36H en formación con un B-50 en 1955.


Requisitos de refrigeración

Además, el equipo de diseño tuvo que considerar los requisitos de refrigeración del reactor. Eligieron un reactor refrigerado por aire, ya que ofrecía un mecanismo de refrigeración más simple y confiable en comparación con las alternativas refrigeradas por líquido.

Esta elección requirió modificaciones en los sistemas de flujo de aire de la aeronave para garantizar un suministro de aire constante y adecuado para mantener la temperatura del reactor dentro de límites operativos seguros.

Durante todo el proceso de diseño, los ingenieros de Convair trabajaron en estrecha colaboración con físicos nucleares y expertos en seguridad para abordar los posibles riesgos y garantizar el funcionamiento seguro del reactor durante el vuelo. Realizaron extensas pruebas y simulaciones en tierra para validar sus diseños antes de que el NB-36H despegara.

Este esfuerzo de colaboración entre ingenieros aeroespaciales y científicos nucleares subrayó la naturaleza interdisciplinaria del proyecto, combinando ingeniería aeroespacial avanzada con tecnología nuclear de vanguardia.

El reactor

El reactor nuclear del NB-36H representó un logro tecnológico innovador, fundamental para la misión de la aeronave de explorar la viabilidad del vuelo con propulsión nuclear.

Los ingenieros seleccionaron un reactor refrigerado por aire, una decisión motivada por la necesidad de simplicidad y fiabilidad en el entorno operativo de la aeronave. Este reactor, que produce 1 megavatio de potencia, sirvió principalmente como herramienta de investigación más que como fuente de propulsión.

Su objetivo principal era probar la integración de tecnología nuclear en una aeronave y evaluar la eficacia de varios métodos de blindaje.

La integración del reactor en el NB-36H requirió una planificación meticulosa y soluciones de ingeniería innovadoras. Los ingenieros colocaron el reactor en un compartimento especialmente diseñado dentro del fuselaje de la aeronave, situado detrás de la cabina.


El panel derecho del ingeniero nuclear.

Esta ubicación ayudó a minimizar la exposición de la tripulación a la radiación, manteniendo al mismo tiempo el centro de gravedad de la aeronave. El compartimento fue reforzado estructuralmente para asegurar el reactor, que pesaba varias toneladas, y soportar las tensiones del vuelo.

El enfriamiento del reactor planteó un desafío importante. Los ingenieros optaron por un sistema de enfriamiento por aire para evitar las complejidades asociadas con el enfriamiento por líquido. Este sistema dependía del flujo de aire de la aeronave para disipar el calor generado por el reactor.

Modificaron los sistemas de admisión y escape del avión para garantizar un suministro constante y adecuado de aire de refrigeración, evitando que el reactor se sobrecalentara durante el vuelo. El diseño del sistema de refrigeración fue crucial para mantener la integridad operativa del reactor y garantizar condiciones de vuelo seguras.

Blindaje

El blindaje contra la radiación constituía el aspecto más crítico de la integración del reactor. El reactor emitía rayos gamma y neutrones nocivos, por lo que era necesario un blindaje integral para proteger a la tripulación. Los ingenieros idearon un sistema de blindaje de varias capas que combinaba plomo y polietileno.

El plomo, con su alta densidad, absorbió eficazmente los rayos gamma, mientras que el polietileno, un material rico en hidrógeno, demostró ser eficaz contra la radiación de neutrones. El equipo de diseño aplicó estos materiales estratégicamente alrededor del compartimiento del reactor para maximizar la protección y minimizar el peso adicional.

Tenga en cuenta el símbolo de advertencia de radiación en la cola.

El blindaje se extendió hasta el compartimento de la tripulación, donde los ingenieros colocaron una cubierta de plomo y caucho alrededor de la cabina y las áreas de la tripulación. Esta cubierta sirvió como barrera secundaria, reduciendo aún más la exposición a la radiación.

El diseño garantizaba que todas las áreas críticas en las que operaba la tripulación estuvieran protegidas, incluida la cabina, las estaciones de navegación y otras áreas de control. Los ingenieros prestaron especial atención a las costuras y uniones de los materiales de protección para evitar fugas de radiación, asegurando una barrera continua y eficaz.


Pruebas de radiación continua

La compleja interacción entre el reactor y su blindaje requirió pruebas y validaciones exhaustivas. Los ingenieros realizaron numerosas pruebas en tierra para medir los niveles de radiación y evaluar la eficacia del blindaje.

Simularon diversas condiciones de vuelo para evaluar cómo se comportarían el reactor y el blindaje en diferentes escenarios. Estas pruebas sirvieron para realizar ajustes y mejoras en el diseño del blindaje, garantizando una protección óptima antes de que la aeronave comenzara las pruebas de vuelo.

Durante los vuelos de prueba del NB-36H, los ingenieros monitorearon continuamente los niveles de radiación en toda la aeronave. Instalaron una red de detectores de radiación para proporcionar datos en tiempo real sobre la exposición a la radiación, lo que les permitió verificar el rendimiento del blindaje e identificar áreas que requerían mejoras adicionales.

Los datos recogidos en estos vuelos fueron cruciales para comprender el comportamiento del reactor en un entorno de vuelo y la eficacia del blindaje en condiciones dinámicas.


Pruebas

El NB-36H emprendió su vuelo inaugural en septiembre de 1955, marcando el inicio de una rigurosa serie de vuelos de prueba que se extenderían durante los siguientes dos años.

Estos vuelos tenían como objetivo validar el diseño de la aeronave, evaluar el rendimiento del reactor y garantizar la eficacia del blindaje contra la radiación.

El exhaustivo programa de pruebas proporcionó datos y conocimientos fundamentales que configuraron el futuro de la investigación en aviación con propulsión nuclear.

Desde su primer vuelo, el NB-36H operó bajo un escrutinio minucioso. Los ingenieros y científicos de Convair y de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos supervisaron de cerca cada aspecto del rendimiento de la aeronave. Los vuelos iniciales se centraron en parámetros operativos básicos, como las características de manejo y la integridad estructural bajo el peso adicional del reactor y el blindaje.

Estos primeros vuelos confirmaron que el avión podía despegar, volar y aterrizar con seguridad con el reactor a bordo, preparando el escenario para pruebas más intensivas.


Detalle de la sección de morro del Convair NB-36H. El avión tiene su denominación original XB-36H.


47 vuelos

A medida que avanzaba el programa de pruebas, los vuelos con el reactor activo se hicieron más frecuentes. Los ingenieros realizaron un total de 47 vuelos de prueba, acumulando una importante experiencia operativa con un reactor nuclear en un entorno aéreo.

El reactor funcionó durante un total de 89 horas durante estos vuelos, lo que proporcionó abundante información para el análisis. Cada vuelo siguió estrictos protocolos de seguridad y se establecieron planes de contingencia para paradas del reactor o emergencias.

Un aspecto clave durante estos vuelos fue la eficacia del blindaje contra la radiación. Los ingenieros equiparon el NB-36H con una serie de sensores de radiación colocados estratégicamente por todo el avión.

Estos sensores monitorearon continuamente los niveles de radiación, particularmente en el compartimiento de la tripulación, para garantizar que el blindaje funcionara como se esperaba.

Los datos recopilados en tiempo real permitieron a los ingenieros verificar la integridad del blindaje y realizar los ajustes necesarios.

Los vuelos de prueba del NB-36H cubrieron una variedad de escenarios operativos para evaluar el reactor y el blindaje en diversas condiciones. Los ingenieros probaron la aeronave a diferentes altitudes, velocidades y maniobras de vuelo para observar cómo estas variables afectaban los niveles de radiación y el rendimiento del reactor.

También simularon posibles situaciones de emergencia, como descensos rápidos y maniobras abruptas, para garantizar que el reactor permaneciera seguro y que el blindaje mantuviera su eficacia.

¿Fue una buena idea?

A lo largo del programa de pruebas, el NB-36H demostró que un reactor nuclear podía operarse con seguridad en una aeronave y al mismo tiempo proteger eficazmente a la tripulación de la exposición a la radiación.

Los datos recopilados proporcionaron información valiosa sobre el comportamiento térmico del reactor, los impactos estructurales y el rendimiento dinámico del blindaje.

Estos hallazgos sirvieron de base para diseños posteriores y protocolos de seguridad para la aviación con propulsión nuclear y otras aplicaciones de reactores nucleares aerotransportados.Los logros del NB-36H se extendieron más allá de sus éxitos técnicos inmediatos. El programa estableció conocimientos básicos para futuras investigaciones en propulsión nuclear.

Aunque el concepto de un bombardero de propulsión nuclear no se hizo realidad, las lecciones aprendidas del NB-36H contribuyeron a avances en seguridad nuclear, diseño de reactores y ciencia de los materiales.

El proyecto también destacó el potencial y los desafíos de integrar sistemas nucleares complejos en plataformas móviles.

Además, los exitosos vuelos del NB-36H pusieron de relieve la importancia de la colaboración interdisciplinaria. El proyecto reunió a expertos de ingeniería aeroespacial, física nuclear, ciencia de materiales e ingeniería de seguridad.

Este enfoque colaborativo resultó esencial para abordar los desafíos multifacéticos de la aviación nuclear y fomentar innovaciones que se extendieron más allá del proyecto en sí.





domingo, 2 de marzo de 2025

Avión experimental: Fouga CM.88 Gemeaux

Banco de pruebas Fouga CM.88 Gemeaux






El Fouga CM.88 Gemeaux fue un avión de pruebas de motores francés de la década de 1950 producido por Fouga. Se trataba de un avión poco común, ya que se trataba de dos aviones unidos por un ala común.




Diseño y desarrollo

Para cumplir con el requisito de utilizarlo como banco de pruebas de motores para los turborreactores Turbomeca , Fouga combinó dos fuselajes CM.8 . Utilizó las alas exteriores de babor y estribor con una nueva sección central del ala para unir los dos fuselajes. Las colas en V instaladas en cada fuselaje se unieron en la parte superior en una configuración en W. El modelo se denominó Fouga CM.88-R Gemeaux I y voló por primera vez el 6 de marzo de 1951. Estaba equipado con dos turborreactores Turbomeca Piméné , uno en la parte superior de cada fuselaje. Se produjeron más variantes a medida que se cambiaba el ajuste del motor.


Variantes

Gemeaux I
    Configuración original con dos motores turborreactores Turbomeca Piméné de 220 lb (100 kg) , primer vuelo el 6 de marzo de 1951.
Gemeaux II
    Designación cuando estaba propulsado por un motor turborreactor Turbomeca Marboré I de 606 lb (275 kg) , que voló por primera vez el 16 de junio de 1951.
Gemeaux III
    Designación cuando estaba propulsado por un prototipo de motor turborreactor Turbomeca Marboré II de 772 lb (350 kg) de empuje y voló por primera vez el 24 de agosto de 1951. Una versión de producción del motor con 882 lb (400 kg) de empuje voló el 2 de enero de 1952.
Gemeaux IV
    Designación cuando estaba propulsado por un motor turbofán Turbomeca Aspin I de 441 lb (200 kg) de empuje , que voló por primera vez el 6 de noviembre de 1951.
Gemeaux V
    Designación final cuando estaba propulsado por un motor turbofán Turbomeca Aspin II de 794 lb (360 kg) de empuje, que voló por primera vez el 21 de junio de 1952.


Especificaciones (Gemeaux III)


Características generales

    Tripulación: 1
    Longitud: 6,66 m (21 pies 10 pulgadas)
    Envergadura: 10,76 m (35 pies 4 pulgadas)
    Altura: 1,93 m (6 pies 4 pulgadas)
    Área del ala: 12,8 m2 ( 138 pies cuadrados)
    Perfil aerodinámico : raíz: NACA 23014 ; punta: NACA 23012 [ 1 ]
    Peso vacío: 890 kg (1.962 lb)
    Peso máximo de despegue: 1.170 kg (2.579 lb)
    Planta motriz: 1 × motor turborreactor Turbomeca Marboré II , 3,92 kN (882 lbf) de empuje

Rendimiento

    Velocidad máxima: 249 km/h (155 mph, 134 kn)
    Techo de servicio: 10.000 m (33.000 pies)



jueves, 13 de febrero de 2025

Avión experimental: Atar Volant

SNECMA Atar Volant: ampliando los límites del diseño

Nathan Cluett || Plane Historia




Desde que los hermanos Wright realizaron su histórico vuelo en 1903, los avances en la tecnología aeronáutica han sido a pasos agigantados. Uno de esos avances radicales, aunque a menudo se pasa por alto, es el SNECMA Atar Volant.

Esta creación futurista es un testimonio del espíritu audaz e innovador de ingenieros y científicos, que se atrevieron a soñar más allá de los diseños de aviones convencionales.

El SNECMA Atar Volant, traducido como “estrella voladora”, es una plataforma de vuelo experimental única desarrollada por la compañía francesa de motores de aviación SNECMA.

El diseño fue parte de una tendencia de investigación más amplia en las décadas de 1950 y 1960, que buscaba ampliar la comprensión de la tecnología de despegue y aterrizaje vertical (VTOL).

Diseñando el futuro

El Atar Volant era básicamente un "platillo volante", una plataforma propulsada por un reactor diseñada para transportar a un solo piloto. Su principal objetivo de diseño era explorar la viabilidad de un nuevo tipo de modo de vuelo: el VTOL.

La capacidad VTOL prometía importantes ventajas militares, ya que permitiría operaciones en espacios reducidos sin necesidad de pistas convencionales. Esto podría incluir escenarios de despliegue rápido, operaciones especiales, misiones de reconocimiento y más.

Además, el Atar Volant fue parte de una tendencia más amplia en la exploración de diseños de aeronaves no convencionales durante las décadas de 1950 y 1960.


Gran entrada de aire del Nord 1500 Griffon II, otra creación francesa inusual. Imagen de Clemens Vasters CC BY 2.0.

La época estuvo marcada por una amplia experimentación en tecnología de la aviación, impulsada por el inicio de la Guerra Fría y la carrera armamentista que la acompañó.

El Atar Volant fue uno de varios conceptos VTOL en desarrollo durante este período, con varias naciones explorando sus diseños.

Sin embargo, el Atar Volant enfrentó varios desafíos de diseño y control, principalmente debido a su inestabilidad inherente.

El equilibrio de la plataforma era un problema importante, ya que el empuje del motor a reacción debía gestionarse meticulosamente para mantener un vuelo estable. Además, controlar la dirección de la máquina era otra tarea compleja.

A pesar de estos desafíos, el Atar Volant realizó varios vuelos cautivos que ayudaron a recopilar datos valiosos y mejorar la comprensión de la tecnología VTOL. Aunque el proyecto nunca avanzó más allá de la etapa experimental, fue un paso significativo en la exploración de las capacidades de los VTOL.

El proyecto se centró en la exitosa serie de motores a reacción Atar de SNECMA.

En concreto, el Atar 101, diseñado inicialmente para el avión de combate Dassault Mirage III, fue modificado para redirigir su empuje hacia abajo para levantar la plataforma del suelo.


La nave VTOL se basó en el Atar 101.

Aspiraciones audaces, desafíos importantes

El desarrollo del Atar Volant comenzó a mediados de la década de 1950, a raíz del creciente interés en las capacidades de los VTOL. Una plataforma VTOL exitosa ofrecería inmensas ventajas estratégicas, particularmente en contextos militares.

La capacidad de despegar y aterrizar verticalmente permitiría operaciones en espacios confinados, sin necesidad de pistas tradicionales.

Sin embargo, el proyecto estuvo plagado de dificultades desde el principio. Equilibrar la plataforma fue un desafío importante.

Para combatirlo, el Atar Volant fue equipado inicialmente con pequeñas aletas estabilizadoras y, en diseños posteriores, se incorporaron estabilizadores giroscópicos. Aun así, controlar la máquina resultó ser una tarea compleja.

El legado del Atar Volant

A pesar de enfrentarse a numerosos desafíos, el Atar Volant voló por primera vez en 1956, con Auguste Morel, piloto de pruebas de SNECMA, a los mandos.

Aunque el vuelo inaugural estuvo atado para evitar un posible accidente, demostró que el concepto de una plataforma propulsada por jet podía realmente funcionar.

Si bien el Atar Volant nunca avanzó más allá de la etapa experimental, su desarrollo marcó un avance significativo en la tecnología VTOL.


El Atar Volant. Crédito de la fotografía: CC BY-SA 3.0.

A pesar de su inestabilidad inherente y sus aplicaciones prácticas limitadas, representó un enfoque audaz e imaginativo para el diseño de aeronaves que allanó el camino para innovaciones posteriores en aeronaves VTOL, incluidos los modernos drones y aeronaves de rotor basculante.

Un sueño que voló más allá de su tiempo

El SNECMA Atar Volant es un testimonio de la audacia del ingenio humano. Fue un producto de su época, una época en la que se desafiaban los límites de la tecnología y la imaginación de maneras nunca antes imaginadas.

Aunque el proyecto Atar Volant fue finalmente archivado debido a los desafíos insuperables que enfrentaba, el conocimiento adquirido durante su desarrollo sin duda contribuyó al progreso de la aviación.

Su atrevido diseño continúa inspirando a los ingenieros aeroespaciales hoy en día, un recordatorio de una época en la que el cielo no era el límite, sino simplemente el comienzo del viaje.


jueves, 8 de febrero de 2024

Avión experimental: Heinkel He 178

 

Heinkel He 178






El Heinkel He 178 fue el primer avión en el mundo que remontó el vuelo propulsado por un motor a reacción. Siendo un diseño estrictamente experimental de la firma alemana Heinkel, voló casi dos años antes que el Gloster E.28/39 británico, dando origen a una nueva etapa en el desarrollo de la aviación. Se lo puede considerar el primero en ofrecer un uso práctico del motor de reacción, no siendo el primer aeroplano en usarlo. Esta forma de propulsión fue utilizada por primera vez en el Coandă-1910, el cual estaba equipado con un termorreactor (un tipo específico de motor de combustión interna alternativo).

Desarrollo

Su fabricante, empresa alemana de ingeniería aeronáutica constituida con capital privado y dirigida por el ingeniero Ernst Heinkel, se caracterizaba por financiar conceptos radicales en desarrollos para la aviación. Al mismo tiempo que se desarrollaban los trabajos del avión cohete He 176, se acometió el diseño de este avión. De la mesa de diseño de los gemelos Siegfried y Walter Günter nació un pequeño aeroplano de alas rectas de madera, montadas en la parte superior de un fuselaje metálico, con el turborreactor colocado dentro del mismo complementado con una toma de aire frontal y un tren de aterrizaje retráctil (fijado con pernos en el vuelo inicial) y con rueda de cola. Su motor se desarrolló a partir de los trabajos realizados por el joven ingeniero alemán Hans von Ohain, quien en 1936 presentó a la firma un bosquejo para la construcción de un motor a reacción centrífugo que se convertiría en el motor HeS 3b el cual alcanzaba en sus etapas iniciales un empuje efectivo de 340 kgf.

Primer vuelo

Réplica del He 178. en el Aeropuerto de Rostock-Laage.

Cinco días antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, el 27 de agosto de 1939, el He 178, pilotado por el capitán Erich Warsitz, sobrevoló el aeródromo de la factoría en Rostock-Marienehe. Los resultados del primer vuelo entregaron una velocidad máxima de 648 km/h, muy superior a la de los aviones a pistón del momento, y una velocidad crucero de 584 km/h.



Sin embargo, debido a que los militares alemanes estaban convencidos de que el conflicto recién iniciado podía ganarse con las armas convencionales disponibles y el conservadurismo acerca del diseño en general del avión demostrado por ellos, no se mostró ningún interés oficial en la expansión del nuevo concepto. El proyecto fue costeado principalmente con fondos particulares y hasta el 28 de octubre de 1939 no fue examinado en vuelo por los representantes del Reichsluftfahrtministerium, los generales Ernst Udet, Erhard Milch y Lucht. El aparato no despertó gran interés. Sin embargo, Heinkel era obstinado y se decidió a emprender, con su propio capital, la construcción de un caza a reacción: el Heinkel He 280.

Finalmente, se esbozó un prototipo mejorado del He 178 de mayor envergadura, pero nunca fue construido. El He 178 fue destinado para exhibición en el Museo Técnico Alemán en Berlín, donde fue destruido como resultado de los bombardeos sobre la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial.

Especificaciones

Dibujo 3-vistas del Heinkel He 178.

Características generales

  • Tripulación: 1
  • Longitud: 7,48 m
  • Envergadura: 7,20 m
  • Altura: 2,10 m
  • Superficie alar: 9,1 m²
  • Peso vacío: 1.620 kg
  • Peso cargado: 1998 kg
  • Planta motriz: 1× reacción compresor centrifugo Heinkel HeS 3.
    • Empuje normal: 4.9 kN (1.100 lbf) a 11.600 rpm de empuje.


Rendimiento

  • Velocidad máxima operativa (Vno): 698 km/h
  • Radio de acción: 200 km





sábado, 20 de enero de 2024

Motor aeronáutico: IHI Corporation F7

IHI Corporation F7






El IHI Corporation F7 es un pequeño motor turbofan desarrollado específicamente para el avión de patrulla marítima Kawasaki P-1 por IHI Corporation.

Desarrollo

IHI comenzó el trabajo de desarrollo del motor turbofan de alta relación de derivación en 1998, basado en el motor XF5-1 de baja relación de derivación. y el primer prototipo XF7-1 se probó entre 2000 y 2002. Las pruebas de vuelo del XF7-10 comenzaron en 2002.[1]

La PFRT (Prueba de calificación de vuelo preliminar) del XF7-10 comenzó en el segundo trimestre de 2002 y se completó en agosto de 2007, antes del primer vuelo del XP-1. PFRT se basó en la Especificación Militar MIL-E-5007D y el estándar original del sistema FADEC.[2]

El empuje de despegue es de 60 kN (13 000 lbf), la relación de derivación es de 8,2 y el SFC es de 0,34 kg/h/daN. Las emisiones de escape están por debajo del estándar de la OACI, el NOx es del 54%, el CO es del 33%, el UHC es del 0,5% y el humo es del 74% cuando el estándar es del 100%.[4]

Se seleccionaron materiales de aleación fuertes para una alta resistencia a la corrosión en ambientes salinos y se montó un panel absorbente de sonido.[5] El nivel de ruido es 5~10 dB más bajo que el T56 del P-3, las mediciones son 76 dB en ralentí y 70,6 dB en el despegue.

El F7-10 de P-1 tiene inversión de empuje instalada con sistemas de apertura de capó de GE.[7]

Aplicaciones


     Kawasaki P-1

Especificaciones (F7-10)

Características generales

     Tipo: Turboventilador
     Longitud: 2,7 m (8 pies 10 pulgadas)
     Diámetro: 1,4 m (4 pies 7 pulgadas) (ventilador)
     Peso seco: 1240 kg (2730 lb)

Componentes

     Compresor: ventilador de 1 etapa, compresor de baja presión de 2 etapas, compresor axial de alta presión de 8 etapas
     Cámaras de combustión: anulares
     Turbina: turbina de alta presión de 2 etapas, turbina de baja presión de 4 etapas

Rendimiento

     Empuje máximo: 60 kN (13.000 lbf)
     Relación de presión general: Relación de presión del ventilador = 1,6:1; Relación de presión general = 27:1
     Relación de derivación: 8,2:1
     Temperatura de entrada de la turbina: 1.500 grados C nominal

domingo, 22 de octubre de 2023

Caza: Lavochkin La-5






Lavochkin La-5 de la Fuerza Aérea Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. 

Tipo Avión de caza
Fabricante Lavochkin
Diseñado por Semión Lávochkin
Primer vuelo Marzo de 1942
Introducido Julio de 1942
Estado Retirado
Usuario Fuerza Aérea Soviética
N.º construidos 9.9201​
Desarrollo del Lavochkin-Gorbunov-Goudkov LaGG-31​
Desarrollado en Lavochkin La-71​



El Lavochkin La-5 (en ruso: Ла-5) fue un caza monomotor de ala baja fabricado por la oficina de diseño soviética Lavochkin a principios de los años 40 a partir del LaGG-3,2​ y que entró en servicio en la Fuerza Aérea Soviética, con la que participó en la Segunda Guerra Mundial. Sirvió de base para la construcción del Lavochkin La-7.1​



Desarrollo

El origen del Lavochkin La-5 se inicia antes del estallido de la guerra con el LaGG-1, un prometedor pero poco potente avión, que hacía un círculo completo en 20 segundos. El LaGG-3 fue una modificación del diseño que intentó corregir sus defectos aligerando el peso e instalando una planta motriz superior. Sin embargo, no fue suficiente, y la falta de potencia siguió siendo un significativo problema.



A principios de 1942, dos de los diseñadores del LaGG-1 y el LaGG-3, Semión Lavochkin y Vladimir Gorbunov, intentaron corregir las deficiencias intentando la adaptación al LaGG-3 de un motor radial Shvetsov M-82, más potente. Toda vez que el LaGG-3 tenía instalado un motor lineal, se imitó la sección del morro del Sujói Su-2, que ya utilizaba este motor. Debido al poco éxito del LaGG-3, los diseños de Lavochkin perdieron el favor de Stalin, y las fábricas inicialmente designadas para producir el LaGG-3, fueron dedicadas a construir sus rivales Yakovlev Yak-1 y Yak-7. El trabajo de diseño de adaptación del nuevo motor al LaGG-3 y mantenimiento del equilibrio del avión, se hizo extraoficialmente en una pequeña choza a un lado del aeropuerto en el invierno de 1941-1942.

 

Cuando el prototipo voló en marzo, el resultado fue muy positivo. El caza finalmente tenía una planta motriz que permitía unas prestaciones en el aire similares a las calculadas en el papel. Después del vuelo, se le denominó LaG-5 (reflejando que uno de los diseñadores, Goudkov, había dejado el proyecto), y los pilotos de pruebas afirmaron que era superior al Yakovlev Yak-7, iniciando intensos vuelos de prueba en abril. Después de solo unas pocas semanas, el diseño fue modificado acortando el fuselaje trasero para darle al piloto mejor visibilidad.

 

En julio, Stalin ordenó la producción del aparato al máximo nivel, en ese momento es conocido como La-5 y la conversión de cualquier LaGG-3 no terminado a la nueva configuración.1​Aunque seguía siendo inferior al mejor caza de la Luftwaffe a altas altitudes, el La-5 demostró que podía enfrentarse en igualdad a bajas cotas. Ya que la mayoría de los combates en el Frente Oriental se desarrollaban en altitudes inferiores a los 5.000 metros (16.400 pies), el La-5 se encontraba en su elemento. El ángulo de giro era excelente.

 

Mejoras posteriores del avión afectaron a la inyección de combustible del motor, encendido del avión, y la instalación de slaps fijos para mejorar el comportamiento en el giro. Con estas mejoras, tomó el nombre de La-5FN y fue la versión definitiva del avión. El giro completo lo hacía en 18-19 segundos, buena prestación para el combate aéreo (dogfight). En conjunto, se construyeron 9.920 La-5 en todas sus variantes, incluyendo la versión La-5UTI dedicada al adiestramiento de pilotos. Posteriores mejoras del aparato, condujeron al Lavochkin La-7, famoso por su giro de alerón. Algunos fueron equipados con tres nuevos cañones B-20 con disparos de 3,4 kilogramos por segundo de potencia de fuego.

 

Cuando un ataque a vuelo rasante no podía ser interceptado incluso por los nuevos Yak-9U, se utilizaba el La-7. A Ivan Kozhedub, As de la aviación soviética en la Segunda Guerra Mundial, le constan 62 derribos, volaba este aparato cuando derribó a un Messerschmitt Me 262 a reacción.

 

Unos cuantos La-5 continuaron en servicio activo en países del Bloque del Este después de la guerra, incluyendo Checoslovaquia.1​

Volando el La-5


Lavochkin La-5 expuesto en un museo de Moscú.

En el verano de 1943, un nuevo La-5 hizo un aterrizaje forzoso en un aeropuerto alemán, proporcionando a la Luftwaffe la oportunidad de probar los nuevos cazas soviéticos. El piloto de pruebas Hans-Werner Lerche escribió un detallado informe sobre su experiencia.3​ Destacó particularmente las prestaciones del La-5FN en altitudes por debajo de los 3.000 metros (9.840 pies), pero que adolecía de radio de acción y tiempo de vuelo, que era de sólo 40 minutos con la potencia de motor en crucero, y que todos los controles del motor (admisión del carburador, mezcla, ángulo de la hélice, radiador, control de flaps y sobrealimetación), tenían unos controles separados que distraían al piloto durante el combate, teniendo que hacer constantes ajustes o arriesgarse a no tener todas las prestaciones. Por ejemplo, una rápida aceleración requiere el movimiento de no menos de seis controles. En cambio, los aviones alemanes de la época tenían gran cantidad de automatismos de control, permitiendo al piloto el control de un simple mando, haciendo los aparatos electromecánicos los ajustes necesarios. Debido a las limitaciones de flujo de aire, el sistema de compresión (Forsazh) no podía ser usado por debajo de los 2.000 metros (6.560 pies). La estabilidad en todos los ángulos era generalmente buena. El control de los alerones era excepcional, pero el timón era poco eficiente a bajas velocidades. A velocidades superiores a los 600 km/h (370 mph), la fuerza de control de sustentación era excesiva. El giro horizontal a 1.000 metros (3.280 pies) y a máxima potencia, era de 25 segundos.

 

En comparación con los cazas de la Luftwaffe, el La-5FN era similar en velocidad máxima y aceleración a bajas altitudes. Poseía un mayor grado de giro con un menor radio en comparación con el Messerschmitt Bf 109 y mejor trepada que el Focke-Wulf Fw 190A-8. El BF 109 utilizando el motor MW-50 tenía mejor rendimiento a alta cota, y el Fw 190A-8 tenía mejor picado. Las recomendaciones de Lerche fueron que se intentara combatir al La-5FN en alta cota, escapar a sus ataques haciendo un picado seguido de una remontada a alta velocidad, y evitar trabarse en combates prolongados.


“El Il-16 estaba en la categoría del Brewster B-239 (avión operado por los fineses). El LaGG-3 era más rápido pero no muy maniobrable. Los La-5 y Yak-9 eran claramente superiores a los Brewster. El Hurricane era un oponente muy fácil, especialmente a poca altura. El Tomahwak tampoco daba demasiados problemas. Los Spitfire eran obviamente superiores......“El La-5 era mas ágil que el Bf-109G, pero en general estaban en la misma categoría. Los pilotos del Messerchmitt no tenían problemas con los La-5 pero los del Brewster tenían que utilizar tácticas especiales.”
El as finlandes Ilmari Juutilainen4​

Fin de su carrera

Su sustituto seria el La-7, modelo más refinado y de superiores prestaciones. Tras la guerra el La-5 fue dado de bajo rápidamente. De la misma manera que era fácil de producir tenía una vida útil muy corta. Los La-9/11 arreglaron este problema al ser construidos con metal pero nunca tuvieron el protagonismo del La-5. El 30 de diciembre de 1947 realizaba su primer vuelo el prototipo I-310, futuro MiG-15, que supuso el fin de los Lavochkin y cazas de hélice en la URSS.
Especificaciones

Referencia datos: Jane’s Fighting Aircraft of World War II5​

Características generales

Tripulación: 1
Longitud: 8,7 m (28,4 ft)
Envergadura: 9,8 m (32,2 ft)
Altura: 2,5 m (8,3 ft)
Superficie alar: 17,5 m² (188,4 ft²)
Peso vacío: 2 605 kg (5 741,4 lb)
Peso cargado: 3 265 kg (7 196,1 lb)
Peso máximo al despegue: 3 402 kg (7 498 lb)
Planta motriz: 1× Motor radial Shvetsov ASh-82FN.
Potencia: 1 385 kW (1 910 HP; 1 883 CV)

Rendimiento

Velocidad máxima operativa (Vno): 648 km/h (403 MPH; 350 kt)
Alcance: 765 km (413 nmi; 475 mi)
Techo de vuelo: 11 000 m (36 089 ft)
Régimen de ascenso: 16,7 m/s (3 287 ft/min)
Carga alar: 186 kg/m² (38,1 lb/ft²)
Potencia/peso: 0,42 kW/kg (0,26 hp/lb)

Armamento

Cañones: 2× ShVAK de 20 mm y 200 tiros
Bombas: 2 bombas de hasta 100 kg cada una
Usuarios Alemania
  • Luftwaffe: utilizó algunos aparatos capturados.6​ Checoslovaquia
Fuerza Aérea Checoslovaca7​
Polonia
  • Fuerza Aérea Polaca: un único ejemplar.8​
Fuerza Aérea Soviética
  • El 906th IAP (960 Regimiento de Caza), unidad de voluntarios republicanos españoles en Rusia, operaron el La-5 entre abril y junio de 1943; entre ellas se encontraba el avión con serial 84 y pilotado por Vicente Beltrán, y que lucía en su fuselaje el lema Viva la Revolución Socialista en SSSR como signo personal.





miércoles, 19 de julio de 2023

SGM: El nacimiento del jet y de Skunks Works

"La mofeta trabaja"

Alternative Forces of the WWII





Lockheed XP-80A (44-83021)
A fines de 1944, los pilotos del ejército visitaron Muroc para pilotar el Grey Ghost y el Lulubelle en un simulacro de combate contra cazas de primera línea como el P-38, el P-47 y el P-51 y varios bombarderos. Las pruebas secretas fueron diseñadas para descubrir qué formaciones tácticas, si las hubiera, podrían usarse contra los aviones alemanes que se veían en combate sobre Europa. Los jets superaron siempre a los aviones propulsados ​​por hélices. Los resultados del ejercicio hicieron que la producción de aviones de combate estadounidenses fuera aún más urgente para contrarrestar la amenaza alemana.


 

El 8 de enero de 1944, el avión de combate Lockheed XP-80 Shooting Star Jet realizó su primer vuelo en Muroc. A los mandos estaba Milo Burcham. El avión pronto demostró ser capaz de alcanzar más de 500 mph. Tex Johnston sabía lo que significaba para el P-59. Después de ver el primer vuelo, telegrafió a Bob Stanley: "Fue testigo del vuelo inicial del Lockheed XP-80 PARE Muy impresionante PARE Vuelva a la mesa de dibujo". Más tarde, se llevó a cabo una pelea de perros simulada entre un P-80 y un Grumman F8F Bearcat, el último caza de utilería de la marina. A diferencia del YP-59A, el P-80 mantuvo la iniciativa, controlando la pelea. El F8F nunca pudo atrapar el avión en su punto de mira el tiempo suficiente para disparar. La era del luchador de utilería había terminado.

El contrato XP-80 especificaba que el prototipo se entregaría en 180 días. Clarence L. "Kelly" Johnson, diseñador jefe de Lockheed, se dirigió al presidente de la empresa, Robert Gross. Gross le dijo a Johnson: "Adelante, hazlo. Pero tienes que armar tu propio departamento de ingeniería y tu propia gente de producción y descubrir dónde poner este proyecto".

Durante algún tiempo, Johnson había pedido a la gerencia de Lockheed que estableciera un departamento experimental en el que hubiera vínculos directos entre el diseñador, el ingeniero y la fabricación. Johnson decidió ejecutar el programa XP-80 sobre esta base. El único lugar para la nueva sección fue al lado del túnel de viento. Las herramientas procedían de un pequeño taller mecánico que Lockheed compró. Las paredes eran cajas de motor de madera, mientras que el techo era una carpa de circo alquilada. Johnson reunió a un grupo de veintidós ingenieros; el nuevo grupo tenía su propio departamento de compras y podía funcionar independientemente de la planta principal. Trabajando diez horas al día, seis días a la semana, tuvieron el XP-80 listo en 163 días.

Parte del secreto que rodeaba el proyecto era que la nueva sección de Johnson no tenía nombre. Poco después de que se terminara el taller improvisado, el ingeniero de Lockheed Irving H. Culver estaba en la mesa telefónica. Sonó el teléfono, Culver estaba solo y no le habían dicho cómo contestar el teléfono. Culver era fanático de la tira cómica de Al Capp "L'l Abner". En la tira, "Hairless Joe" preparó "Kickapoo Joy Juice" con zapatos viejos, zorrillos muertos y otros ingredientes. Por impulso, Culver contestó el teléfono con el nombre de esa cervecería.

Se llamaba "la Skunk Works".