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martes, 11 de marzo de 2025

NB-36H, el bombardero impulsado por un reactor nuclear

El NB-36H fue un experimento audaz en la aviación nuclear


Nathan Cluett || Plane Historia





El NB-36H, también conocido como el avión de pruebas nucleares o 'Crusader', surgió como una de las aventuras más audaces en la historia de la aviación.

Durante la década de 1950, Estados Unidos se embarcó en este proyecto experimental para explorar la viabilidad del vuelo con propulsión nuclear, un concepto que prometía un alcance y una resistencia prácticamente ilimitados para los bombarderos estratégicos.

Este avión, derivado del Convair B-36 Peacemaker, llevaba un reactor nuclear a bordo, marcando un hito importante en la aviación y la ingeniería nuclear.



Concepción

La concepción del proyecto NB-36H surgió de la visión estratégica de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos durante el período temprano de la Guerra Fría.

En una época caracterizada por una intensa competencia y la inminente amenaza de un conflicto nuclear, los estrategas militares y los ingenieros de aviación buscaron crear un avión que pudiera alcanzar un alcance y una resistencia sin precedentes.

Esta ambición se alineaba con el objetivo más amplio de mantener una fuerza disuasoria creíble contra adversarios potenciales. La idea de los vuelos con propulsión nuclear, con su promesa de un alcance prácticamente ilimitado sin necesidad de reabastecimiento de combustible, se convirtió en una propuesta atractiva.


El NB-36 se basó en el Peacemaker.

Convair, un fabricante aeroespacial líder, asumió el desafío de convertir esta visión en realidad. Los ingenieros de Convair eligieron el B-36 Peacemaker como base para este ambicioso proyecto.

El B-36, ya famoso por sus capacidades de largo alcance, proporcionó una plataforma robusta capaz de acomodar las modificaciones sustanciales requeridas para albergar un reactor nuclear.

Diseño

La fase de diseño comenzó con amplios estudios teóricos y simulaciones para comprender las implicaciones de integrar un reactor nuclear en una aeronave. Los ingenieros tuvieron que abordar varios desafíos críticos, entre ellos la contención segura del reactor, la protección eficaz contra la radiación para la tripulación y la integridad estructural de la estructura modificada del avión.

La decisión de colocar el reactor detrás de la cabina requirió un rediseño completo de la sección central del fuselaje.

Esta sección rediseñada contaba con un compartimento especialmente construido para el reactor, equipado con estructuras reforzadas para asegurar la pesada unidad del reactor. Los ingenieros de Convair emplearon materiales y técnicas de diseño innovadores para garantizar que el compartimento pudiera soportar tanto el peso del reactor como las tensiones del vuelo.

Se centraron en crear un sistema de montaje robusto y resistente a las vibraciones para mantener el reactor estable en todas las condiciones de vuelo.

La instalación del reactor exigió una planificación meticulosa para abordar los riesgos de radiación que planteaba. Los ingenieros desarrollaron un sofisticado sistema de protección que incorporaba capas de plomo y polietileno que absorbían eficazmente la radiación emitida por el reactor.

Este blindaje se extendía alrededor del compartimiento del reactor e incluía un compartimento especialmente diseñado para la tripulación. La cabina y las áreas de la tripulación estaban revestidas con una carcasa compuesta de plomo y caucho, formando una barrera que protegía a la tripulación de los rayos gamma y los neutrones.

El NB-36H en formación con un B-50 en 1955.


Requisitos de refrigeración

Además, el equipo de diseño tuvo que considerar los requisitos de refrigeración del reactor. Eligieron un reactor refrigerado por aire, ya que ofrecía un mecanismo de refrigeración más simple y confiable en comparación con las alternativas refrigeradas por líquido.

Esta elección requirió modificaciones en los sistemas de flujo de aire de la aeronave para garantizar un suministro de aire constante y adecuado para mantener la temperatura del reactor dentro de límites operativos seguros.

Durante todo el proceso de diseño, los ingenieros de Convair trabajaron en estrecha colaboración con físicos nucleares y expertos en seguridad para abordar los posibles riesgos y garantizar el funcionamiento seguro del reactor durante el vuelo. Realizaron extensas pruebas y simulaciones en tierra para validar sus diseños antes de que el NB-36H despegara.

Este esfuerzo de colaboración entre ingenieros aeroespaciales y científicos nucleares subrayó la naturaleza interdisciplinaria del proyecto, combinando ingeniería aeroespacial avanzada con tecnología nuclear de vanguardia.

El reactor

El reactor nuclear del NB-36H representó un logro tecnológico innovador, fundamental para la misión de la aeronave de explorar la viabilidad del vuelo con propulsión nuclear.

Los ingenieros seleccionaron un reactor refrigerado por aire, una decisión motivada por la necesidad de simplicidad y fiabilidad en el entorno operativo de la aeronave. Este reactor, que produce 1 megavatio de potencia, sirvió principalmente como herramienta de investigación más que como fuente de propulsión.

Su objetivo principal era probar la integración de tecnología nuclear en una aeronave y evaluar la eficacia de varios métodos de blindaje.

La integración del reactor en el NB-36H requirió una planificación meticulosa y soluciones de ingeniería innovadoras. Los ingenieros colocaron el reactor en un compartimento especialmente diseñado dentro del fuselaje de la aeronave, situado detrás de la cabina.


El panel derecho del ingeniero nuclear.

Esta ubicación ayudó a minimizar la exposición de la tripulación a la radiación, manteniendo al mismo tiempo el centro de gravedad de la aeronave. El compartimento fue reforzado estructuralmente para asegurar el reactor, que pesaba varias toneladas, y soportar las tensiones del vuelo.

El enfriamiento del reactor planteó un desafío importante. Los ingenieros optaron por un sistema de enfriamiento por aire para evitar las complejidades asociadas con el enfriamiento por líquido. Este sistema dependía del flujo de aire de la aeronave para disipar el calor generado por el reactor.

Modificaron los sistemas de admisión y escape del avión para garantizar un suministro constante y adecuado de aire de refrigeración, evitando que el reactor se sobrecalentara durante el vuelo. El diseño del sistema de refrigeración fue crucial para mantener la integridad operativa del reactor y garantizar condiciones de vuelo seguras.

Blindaje

El blindaje contra la radiación constituía el aspecto más crítico de la integración del reactor. El reactor emitía rayos gamma y neutrones nocivos, por lo que era necesario un blindaje integral para proteger a la tripulación. Los ingenieros idearon un sistema de blindaje de varias capas que combinaba plomo y polietileno.

El plomo, con su alta densidad, absorbió eficazmente los rayos gamma, mientras que el polietileno, un material rico en hidrógeno, demostró ser eficaz contra la radiación de neutrones. El equipo de diseño aplicó estos materiales estratégicamente alrededor del compartimiento del reactor para maximizar la protección y minimizar el peso adicional.

Tenga en cuenta el símbolo de advertencia de radiación en la cola.

El blindaje se extendió hasta el compartimento de la tripulación, donde los ingenieros colocaron una cubierta de plomo y caucho alrededor de la cabina y las áreas de la tripulación. Esta cubierta sirvió como barrera secundaria, reduciendo aún más la exposición a la radiación.

El diseño garantizaba que todas las áreas críticas en las que operaba la tripulación estuvieran protegidas, incluida la cabina, las estaciones de navegación y otras áreas de control. Los ingenieros prestaron especial atención a las costuras y uniones de los materiales de protección para evitar fugas de radiación, asegurando una barrera continua y eficaz.


Pruebas de radiación continua

La compleja interacción entre el reactor y su blindaje requirió pruebas y validaciones exhaustivas. Los ingenieros realizaron numerosas pruebas en tierra para medir los niveles de radiación y evaluar la eficacia del blindaje.

Simularon diversas condiciones de vuelo para evaluar cómo se comportarían el reactor y el blindaje en diferentes escenarios. Estas pruebas sirvieron para realizar ajustes y mejoras en el diseño del blindaje, garantizando una protección óptima antes de que la aeronave comenzara las pruebas de vuelo.

Durante los vuelos de prueba del NB-36H, los ingenieros monitorearon continuamente los niveles de radiación en toda la aeronave. Instalaron una red de detectores de radiación para proporcionar datos en tiempo real sobre la exposición a la radiación, lo que les permitió verificar el rendimiento del blindaje e identificar áreas que requerían mejoras adicionales.

Los datos recogidos en estos vuelos fueron cruciales para comprender el comportamiento del reactor en un entorno de vuelo y la eficacia del blindaje en condiciones dinámicas.


Pruebas

El NB-36H emprendió su vuelo inaugural en septiembre de 1955, marcando el inicio de una rigurosa serie de vuelos de prueba que se extenderían durante los siguientes dos años.

Estos vuelos tenían como objetivo validar el diseño de la aeronave, evaluar el rendimiento del reactor y garantizar la eficacia del blindaje contra la radiación.

El exhaustivo programa de pruebas proporcionó datos y conocimientos fundamentales que configuraron el futuro de la investigación en aviación con propulsión nuclear.

Desde su primer vuelo, el NB-36H operó bajo un escrutinio minucioso. Los ingenieros y científicos de Convair y de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos supervisaron de cerca cada aspecto del rendimiento de la aeronave. Los vuelos iniciales se centraron en parámetros operativos básicos, como las características de manejo y la integridad estructural bajo el peso adicional del reactor y el blindaje.

Estos primeros vuelos confirmaron que el avión podía despegar, volar y aterrizar con seguridad con el reactor a bordo, preparando el escenario para pruebas más intensivas.


Detalle de la sección de morro del Convair NB-36H. El avión tiene su denominación original XB-36H.


47 vuelos

A medida que avanzaba el programa de pruebas, los vuelos con el reactor activo se hicieron más frecuentes. Los ingenieros realizaron un total de 47 vuelos de prueba, acumulando una importante experiencia operativa con un reactor nuclear en un entorno aéreo.

El reactor funcionó durante un total de 89 horas durante estos vuelos, lo que proporcionó abundante información para el análisis. Cada vuelo siguió estrictos protocolos de seguridad y se establecieron planes de contingencia para paradas del reactor o emergencias.

Un aspecto clave durante estos vuelos fue la eficacia del blindaje contra la radiación. Los ingenieros equiparon el NB-36H con una serie de sensores de radiación colocados estratégicamente por todo el avión.

Estos sensores monitorearon continuamente los niveles de radiación, particularmente en el compartimiento de la tripulación, para garantizar que el blindaje funcionara como se esperaba.

Los datos recopilados en tiempo real permitieron a los ingenieros verificar la integridad del blindaje y realizar los ajustes necesarios.

Los vuelos de prueba del NB-36H cubrieron una variedad de escenarios operativos para evaluar el reactor y el blindaje en diversas condiciones. Los ingenieros probaron la aeronave a diferentes altitudes, velocidades y maniobras de vuelo para observar cómo estas variables afectaban los niveles de radiación y el rendimiento del reactor.

También simularon posibles situaciones de emergencia, como descensos rápidos y maniobras abruptas, para garantizar que el reactor permaneciera seguro y que el blindaje mantuviera su eficacia.

¿Fue una buena idea?

A lo largo del programa de pruebas, el NB-36H demostró que un reactor nuclear podía operarse con seguridad en una aeronave y al mismo tiempo proteger eficazmente a la tripulación de la exposición a la radiación.

Los datos recopilados proporcionaron información valiosa sobre el comportamiento térmico del reactor, los impactos estructurales y el rendimiento dinámico del blindaje.

Estos hallazgos sirvieron de base para diseños posteriores y protocolos de seguridad para la aviación con propulsión nuclear y otras aplicaciones de reactores nucleares aerotransportados.Los logros del NB-36H se extendieron más allá de sus éxitos técnicos inmediatos. El programa estableció conocimientos básicos para futuras investigaciones en propulsión nuclear.

Aunque el concepto de un bombardero de propulsión nuclear no se hizo realidad, las lecciones aprendidas del NB-36H contribuyeron a avances en seguridad nuclear, diseño de reactores y ciencia de los materiales.

El proyecto también destacó el potencial y los desafíos de integrar sistemas nucleares complejos en plataformas móviles.

Además, los exitosos vuelos del NB-36H pusieron de relieve la importancia de la colaboración interdisciplinaria. El proyecto reunió a expertos de ingeniería aeroespacial, física nuclear, ciencia de materiales e ingeniería de seguridad.

Este enfoque colaborativo resultó esencial para abordar los desafíos multifacéticos de la aviación nuclear y fomentar innovaciones que se extendieron más allá del proyecto en sí.





lunes, 10 de marzo de 2025

SGM: La doctrina de bombardeo de las islas japonesas

Bombardeo de las islas japonesas

Combined Bombing Offensive



El 14 de mayo de 1945, 472 B-29 atacaron la zona de la fábrica de motores Mitsubishi en Nagoya y sus alrededores. Dos noches después, otra visita a Nagoya devastó otros cuatro kilómetros cuadrados de esa ciudad. El 23 y el 25 de mayo, Tokio fue atacada de nuevo. Aunque estos dos ataques a Tokio habían costado 43 B-29, más del 50 por ciento de la ciudad ya había sido destruida.



Alarmados por las crecientes pérdidas de B-29, se ordenó un cambio de táctica. En un intento de confundir a las defensas enemigas y atraer a los cazas japoneses a una batalla aérea en la que muchos de ellos serían destruidos, se reanudaron temporalmente los ataques diurnos a gran altitud. El 29 de mayo, 454 B-29 aparecieron sobre Yokohama, pero esta vez fueron escoltados por Mustang P-51 desde Iwo Jima. En el combate aéreo resultante, 26 cazas japoneses fueron destruidos frente a la pérdida de cuatro B-29 y tres P-51.

A partir de entonces, los japoneses acumularon sus cazas supervivientes para un último esfuerzo contra la inevitable fuerza de invasión, y la defensa aérea de las ciudades pasó a ser una prioridad menor. En junio de 1945, los interceptores japoneses se veían con mucha menos frecuencia y los B-29 tenían vía libre sobre todo el espacio aéreo japonés.

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A pesar de la conciencia generalizada sobre la vulnerabilidad de las islas japonesas a los ataques aéreos, reforzada por los resultados del ataque Doolittle a Tokio el 18 de abril de 1942, los planes estadounidenses para una guerra aérea contra Japón siguieron siendo vagos hasta bien entrado 1943 debido a las limitaciones estadounidenses en recursos y tecnología.

El desarrollo del Boeing B-29 Superfortress cambió esta situación. Finalmente, más de 1.000 de estos aviones de largo alcance fueron desplegados en la Vigésima Fuerza Aérea bajo el control directo del comandante de las Fuerzas Aéreas del Ejército, el general Henry “Hap” Arnold, subdividida en los Comandos de Bombardeo XX y XXI. Bajo la presión de obtener resultados de su costoso programa de bombarderos muy pesados, puso en servicio el nuevo avión incluso antes de que se completaran las pruebas.


Superfortresses YB-29 en vuelo.

En junio de 1944, los B-29 del Comando de Bombardeo XX del mayor general Kenneth Wolfe comenzaron a bombardear Japón desde China como parte de la Operación MATTERHORN. La campaña estuvo plagada de problemas logísticos que empeoraron cuando las tropas japonesas invadieron los aeródromos aliados avanzados en China. Arnold reemplazó a Wolfe por el principal solucionador de problemas de la USAAF, el mayor general Curtis LeMay. Sin embargo, ni siquiera él pudo hacer que Matterhorn fuera un éxito. Las mayores esperanzas de Arnold de lograr una victoria aérea sobre Japón recaían en el Comando de Bombardeo XXI del general de brigada Haywood “Possum” Hansell, que inició sus operaciones desde las Islas Marianas en noviembre de 1944. Hansell fue uno de los arquitectos de la doctrina del bombardeo de precisión, pero sus operaciones también tuvieron poco éxito.

Las malas instalaciones, el entrenamiento deficiente, los fallos de los motores, la nubosidad y las corrientes en chorro a altitudes de bombardeo hicieron imposibles los métodos de precisión. Sin embargo, Hansell no parecía dispuesto a cambiar sus tácticas y Arnold temía perder el control de los bombarderos pesados ​​ante los comandantes del teatro de operaciones del Pacífico aliado sin mejores resultados, por lo que consolidó ambos comandos de bombarderos en las Marianas bajo el mando de LeMay y relevó a Hansell.

LeMay instituyó nuevos procedimientos de entrenamiento y mantenimiento, pero siguió sin lograr resultados útiles con ataques de precisión a gran altitud durante el día. Decidió recurrir a incursiones incendiarias a baja altura durante la noche. Aunque el bombardeo de áreas con bombas incendiarias iba en contra de la doctrina dominante de las Fuerzas Aéreas, volar a baja altitud reducía la tensión de los motores, requería menos combustible, mejoraba la concentración de los bombardeos, evitaba los fuertes vientos y aprovechaba las debilidades de las defensas japonesas. Los analistas de sistemas de LeMay predijeron que podría provocar incendios lo suficientemente grandes como para saltar cortafuegos alrededor de importantes objetivos industriales. Su primera aplicación de las nuevas tácticas, la Operación Meetinghouse, contra Tokio en la noche del 9 de marzo de 1945, produjo una destrucción espectacular y fue el ataque aéreo más mortífero de la guerra.

Una vez que se acumularon suficientes incendiarios, comenzaron los ataques incendiarios en serio. También se lanzaron panfletos de advertencia, que aterrorizaron a 8 millones de civiles japoneses y los obligaron a huir de las ciudades. Cuando el general Carl Spaatz llegó en julio para tomar el mando de las Fuerzas Aéreas Estratégicas del Ejército de los EE. UU. en el Pacífico, incluida la Octava Fuerza Aérea que se estaba reubicando desde Europa, y para coordinar las operaciones aéreas estratégicas en apoyo de la invasión de Japón, tenía la directiva de trasladar la campaña aérea de las ciudades al transporte. Pero los ataques con fuego habían tenido demasiado impulso, sostenido por el ritmo operativo, los programas de entrenamiento y el almacenamiento de bombas.



Cuando llegó Spaatz, los ataques de los portaaviones también estaban alcanzando objetivos industriales clave en Japón. Más importante aún, un bloqueo submarino había paralizado la economía japonesa, los rusos estaban a punto de atacar Manchuria y Spaatz mantenía el mando directo sobre el 509.º Grupo Compuesto de B-29 especialmente modificados para transportar bombas atómicas. Con instrucciones de Washington de entregar estas armas lo antes posible después del 3 de agosto, Spaatz ordenó los ataques a Hiroshima y Nagasaki. Estos diferentes elementos se combinaron con la campaña incendiaria que comprendía la serie de golpes que provocaron la rendición japonesa.

Al igual que con la bomba atómica, todavía hay debate sobre los efectos y la moralidad de los bombardeos incendiarios. Los bombarderos de LeMay quemaron 180 millas cuadradas de 67 ciudades, mataron al menos a 300.000 personas e hirieron a más de 400.000. Su 313th Bomb Wing también sembró 12.000 minas en puertos y vías fluviales, hundiendo casi un millón de toneladas de barcos en unos cuatro meses. LeMay seguía convencido de que sus bombardeos convencionales podrían haber logrado la victoria por sí solos. LeMay, sus tácticas y el legado de las bombas atómicas serían una influencia primordial en la configuración de la nueva Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Referencias

Hansell, Haywood S. Jr. Strategic Air War Against Japan. Washington, DC: U.S. Government Printing Office, 1980.

miércoles, 5 de marzo de 2025

SGM: El 381st Bombardment Group (Heavy)

381st Bombardment Group (Heavy)

Combined Bomber Offensive



Las fortalezas B-17G del 381st Bomb Group son escoltadas por un P-51B del 354th Fighter Squadron, verano-otoño de 1944.


En junio de 1943, la tranquila campiña inglesa alrededor del pueblo de Ridgewell en el noroeste de Essex se transformó con la llegada del 381st Bomb Group con sus fortalezas volantes B-17. La batalla posterior en los cielos de Europa fue testigo de cómo el 381st, en conjunto con sus compañeros aviadores del Mighty Eighth, atacaron 297 veces la Fortaleza Europa de Hitler y arrojaron más de 22.000 toneladas de municiones en el proceso. El costo para el grupo fue 131 aviones y más de 1200 tripulantes de combate desaparecidos en acción, sufridos durante el curso de una lucha ferozmente disputada que se prolongó durante más de 1000 días.

El 381.º Grupo de Bombardeo se activó el 1 de enero de 1943, con el teniente coronel Joseph J. Nazarro designado como oficial al mando.

El 381.º Grupo de Bombardeo comenzó su entrenamiento en Pyote, Texas. El núcleo de la nueva organización fue prácticamente seleccionado a dedo por el teniente coronel de entre los grupos de bombardeo 39.º y 302.º. Estarían basados ​​en Ridgewell, Inglaterra.

Los soldados que formaban los cuatro escuadrones llegaron a Pyote, Texas, para el entrenamiento de fase. La estación sólo había existido durante unos cuatro meses y las condiciones de vida eran algo primitivas. Los medios de entrenamiento y los suministros aéreos eran prácticamente inexistentes.

Empezando desde cero, construyeron un sistema de entrenamiento que finalmente produjo el equipo más potente que llegó al Teatro de Operaciones Europeo, una organización conocida especialmente por su capacidad para volar en formación.

El 2 de abril de 1943 se realizó el último vuelo de entrenamiento, una misión monstruosa de búsqueda marítima desde la Costa Oeste. La operación fue la maniobra aire-mar más ambiciosa que se intentó en los Estados Unidos.

En un momento dado, sobrevolaron San Francisco 100 bombarderos y cazas de escolta, una exhibición de poder aéreo que arrasó en las portadas de los periódicos.

Se constituyó como el 381.º Grupo de Bombardeo (Pesado) el 28 de octubre de 1942. Se activó el 3 de noviembre de 1942. Utilizó los B-17 para prepararse para el servicio en el extranjero. Se trasladó a la RAF Ridgewell, Inglaterra, entre mayo y junio de 1943, y se asignó a la Octava Fuerza Aérea. El 381.º fue asignado al 1.º Ala de Bombardeo de Combate de la 1.ª División de Bombardeo.

El 381.º Grupo de Bombardeo operó principalmente contra objetivos estratégicos en el continente. Entre los objetivos específicos se encontraban una planta de ensamblaje de aeronaves en Vélizy-Villacoublay, un aeródromo en Amiens, esclusas en St Nazaire, una fábrica de motores de aeronaves en Le Mans, fábricas de nitrato en Noruega, plantas de aeronaves en Bruselas, áreas industriales de Münster, astilleros de submarinos en Kiel, patios de maniobras en Offenberg, fábricas de aeronaves en Kassel, plantas de ensamblaje de aeronaves en Leipzig, refinerías de petróleo en Gelsenkirchen y fábricas de cojinetes de bolas en Schweinfurt.

El Grupo recibió una Mención de Unidad Distinguida por su desempeño el 8 de octubre de 1943, cuando los astilleros de Bremen fueron bombardeados con precisión a pesar de los persistentes ataques de los cazas enemigos y el intenso fuego antiaéreo, y recibió una segunda Mención de Unidad Distinguida por una acción similar el 11 de enero de 1944 durante una misión contra fábricas de aeronaves en el centro de Alemania.

Los aviones del 381.º participaron en la intensa campaña de bombarderos pesados ​​contra las fábricas de aviones enemigas durante la Gran Semana, del 20 al 25 de febrero de 1944, y el Grupo a menudo apoyó a las tropas terrestres y atacó objetivos de interdicción cuando no participaba en bombardeos estratégicos.

El Grupo apoyó la invasión de Normandía en junio de 1944 bombardeando puentes y aeródromos cerca de la cabeza de playa. Atacó posiciones enemigas por delante de las fuerzas terrestres en Saint-Lô en julio de 1944. Asistió al asalto aéreo sobre Holanda en septiembre. Atacó aeródromos y comunicaciones cerca de la zona de batalla durante la Batalla de las Ardenas, de diciembre de 1944 a enero de 1945. Apoyó el cruce aliado del Rin en marzo de 1945 y luego operó contra las comunicaciones y el transporte en el avance final a través de Alemania.

Después del Día de la Victoria en Europa, el 381.º Grupo de Bombarderos regresó a la AAF de Sioux Falls, Dakota del Sur, en julio de 1945 y fue desactivado el 28 de agosto.

jueves, 30 de enero de 2025

SGM: Estadísticas del bombardeo estratégico en Europa

Bombardeo estratégico – Europa

Combined Bombing Offensive





El bombardeo estratégico puede definirse en general como ataques aéreos dirigidos a objetivos o sistemas capaces de tener un impacto importante en la voluntad o capacidad de una nación enemiga para hacer la guerra. Los defensores del poder aéreo han promocionado el bombardeo estratégico como una capacidad única para ganar la guerra y lo han utilizado para justificar servicios aéreos independientes.

Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, sólo dos naciones tenían un programa de bombardeo estratégico coherente y comprometido: Gran Bretaña y Estados Unidos. Aunque la mayoría de los estados con ejércitos avanzados tenían interés en un poder aéreo poderoso, las preocupaciones continentales, las limitaciones de recursos o las políticas de adquisición equivocadas obstaculizaron a la mayoría de los aspirantes a poderosas fuerzas de bombardeo de largo alcance. Sólo las potencias navales relativamente protegidas como Estados Unidos y Gran Bretaña podían darse el lujo de centrar tanta atención en el bombardeo estratégico, atraídas por el fuerte atractivo político de su promesa de victoria rápida a un coste relativamente bajo. Ambos esfuerzos se basaban en la experiencia de la Royal Air Force (RAF) en la Primera Guerra Mundial, cuando Sir Hugh Trenchard desarrolló tácticas y políticas para el primer servicio aéreo independiente del mundo y cuando subordinados talentosos como Hardinge Goulburn Giffard, primer vizconde de Tiverton (posteriormente segundo conde de Halsbury) fueron pioneros en el análisis de objetivos para determinar los efectos morales y materiales para atacar los cimientos de la economía de guerra alemana. Aunque los aviadores de ambos países conocieron las ideas de Giulio Douhet durante los años de entreguerras y las utilizaron para respaldar los argumentos a favor del poder aéreo estratégico, Douhet tuvo poco impacto en la evolución de la RAF o del Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos.

La RAF siguió persiguiendo el ideal de Trenchard de una ofensiva aérea masiva, con la ayuda de políticos que estaban dispuestos a financiar una disuasión aérea en lugar de grandes y costosos ejércitos terrestres que pudieran involucrarse en guerras continentales más sangrientas. Sin embargo, las prioridades en materia de objetivos seguían siendo vagas y la guerra pronto revelaría la gran brecha entre las afirmaciones y las capacidades.

Los estadounidenses adoptaron un enfoque diferente que se remonta a los precedentes de Tiverton. Aunque la misión principal del servicio aéreo del ejército subordinado seguía siendo el apoyo terrestre, un grupo de jóvenes oficiales inteligentes de la Escuela Táctica del Cuerpo Aéreo (ACTS) desarrolló una teoría de bombardeo de precisión a la luz del día sobre objetivos cuidadosamente seleccionados en los sistemas industriales y de servicios de las economías enemigas. Estos aviadores, que depositaban sus esperanzas en las capacidades de nuevos aviones como la Fortaleza Voladora B-17, esperaban que los bombarderos autodefensivos sin escolta destruyeran nodos vitales de la economía de guerra del enemigo que la paralizarían.

Los ejemplos de bombardeos antes y durante los primeros días de la Segunda Guerra Mundial (en España y China e incluso el Blitz alemán sobre Londres) parecían demostrar la ineficacia y los inconvenientes de los ataques indiscriminados a las ciudades y apoyar la superioridad de las tácticas de precisión. Cuando el presidente Franklin D. Roosevelt pidió al ejército y la marina estimaciones de municiones para una posible guerra en 1941, muchos de esos instructores de la ACTS se habían unido al Estado Mayor del Aire en Washington. Pronto desarrollaron un plan llamado AWPD/1 que preveía una campaña de bombardeo de precisión como un componente clave del esfuerzo bélico estadounidense. Cuando se aceptó un plan más amplio que incluía el AWPD/1, las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos (USAAF) finalmente tuvieron una justificación para llevar a cabo su propio bombardeo estratégico independiente. También les resultó difícil poner en práctica la teoría.

Los primeros ataques británicos pasaron de un enfoque tivertoniano en sistemas clave como las centrales eléctricas o el petróleo a una dependencia más zanjardiana de los efectos morales generalizados. Los ataques diurnos resultaron mortales para el Mando de Bombardeo de la RAF, revelando deficiencias críticas en el número y la calidad de sus bombarderos. Las operaciones se trasladaron a la noche, pero el Informe Butt de agosto de 1941 concluyó que solo una de cada cinco tripulaciones estaba bombardeando a menos de cinco millas de sus objetivos previstos. Adaptándose a la realidad de sus capacidades, en febrero de 1942 se ordenó al Mando de Bombardeo atacar objetivos de área (es decir, ciudades) con el objetivo de socavar la moral civil alemana, en particular la de los trabajadores industriales. Bajo la dirección del Mariscal del Aire Sir Arthur Harris, el Mando de Bombardeo aumentó su fuerza y ​​obtuvo mejores aviones, especialmente los bombarderos de cuatro motores Halifax y Lancaster. El 30 de mayo de 1942, el Mando de Bombardeo lanzó el primer "ataque de mil bombarderos" sobre Colonia, y en julio de 1943 logró la primera tormenta de fuego inducida por bombardeos contra Hamburgo, matando a unas 45.000 personas. Sin embargo, las defensas nocturnas alemanas también se adaptaron. Cuando Harris decidió lanzar un asalto a gran escala sobre Berlín a finales de 1943, la Luftwaffe derribó tantos aviones británicos y los resultados de los bombardeos fueron tan decepcionantes que se puso en duda la utilidad de toda la campaña nocturna.

Mientras tanto, los estadounidenses también habían encontrado dificultades. En Casablanca, en enero de 1943, los líderes aliados habían acordado una Ofensiva Combinada de Bombardeo (CBO) de ataques las 24 horas del día. Estaba bastante mal coordinada, pero permitió a cada fuerza aérea realizar ataques estratégicos más importante de la USAAF de ese año fue el del general James Doolittle en julio de 1943 contra Roma desde el norte de África, que causó graves daños en los patios de maniobras, limitó los daños colaterales con una precisión impresionante y contribuyó a la caída del gobierno de Benito Mussolini. Elementos de la Octava Fuerza Aérea comenzaron a bombardear el continente desde Inglaterra en agosto de 1942, aunque no realizaron incursiones de penetración profunda en el centro y este de Alemania hasta un año después. Las pérdidas entre los bombarderos B-17 y B-24 “Liberator” sin escolta fueron horrendas, especialmente durante los ataques contra las plantas de cojinetes de bolas en Schweinfurt en agosto y octubre de 1943. Aunque la Decimoquinta Fuerza Aérea en Italia se unió a la campaña diurna en noviembre de 1943, los estadounidenses no pudieron sostener tal desgaste. A finales de año, esos ataques profundos contra Alemania se suspendieron y parecía que la Luftwaffe estaba a punto de ganar la guerra aérea estratégica en Europa.

Sin embargo, todo cambió con la llegada de los cazas de escolta de largo alcance aliados, en particular el P-51 “Mustang”. A mediados de febrero de 1944, las Fuerzas Aéreas Estratégicas de los Estados Unidos (USSTAF) comenzaron sus ataques de la “Gran Semana” contra las fábricas de aviones alemanas. Las batallas aéreas que siguieron diezmaron a la Luftwaffe y, cuando se produjo el desembarco del Día D en junio, los aliados habían logrado la supremacía aérea sobre Francia y la superioridad aérea sobre Alemania. Los cazas de escolta comenzaron pegándose a sus bombarderos, pero demostraron ser más efectivos cuando se les permitió atacar a los aviones enemigos en el aire y en tierra. Debido a la adopción por parte de los Estados Unidos de métodos de bombardeo dirigidos por radar a través de cielos nublados, los alemanes tuvieron poco respiro incluso con mal tiempo, y sus pérdidas se incrementaron debido a muchos accidentes. Aunque los bombarderos estratégicos tenían una prioridad inicial en las operaciones de apoyo a la invasión que se avecinaba, el poder aéreo aliado se había acumulado hasta el punto de que el comandante de la USSTAF, el general Carl Spaatz, pudo comenzar ataques sostenidos contra objetivos petroleros en mayo. En el otoño de 1944, las operaciones de la Luftwaffe y la Wehrmacht se vieron gravemente paralizadas por la escasez de combustible, y los ataques concentrados contra las redes de transporte limitaron aún más la movilidad y la actividad económica alemanas.

Durante este período, Harris se resistió a las desviaciones contra los "objetivos panacea" como el petróleo y mantuvo su compromiso de "desalojar" a los trabajadores alemanes. Sin embargo, los bombarderos británicos a veces ayudaban en los ataques a objetivos petroleros y de transporte, y sus mayores cargas de bombas podían causar daños considerables. La RAF mejoró mucho su capacidad para navegar y bombardear de noche o con mal tiempo, y generalmente logró una mayor precisión que los estadounidenses en tales condiciones. Incluso con tiempo despejado, los bombardeos de precisión no se acercaban a la imagen que a menudo se retrata en la prensa de bombas cayendo por las chimeneas. Por lo general, todos los aviones de las formaciones B-17 y B-24 lanzaban sus cargas juntos, con intervalos establecidos entre las bombas para que cayeran a unos cientos de pies de distancia. Por lo tanto, el patrón cubría un área amplia. A medida que aumentaba la fuerza de la USSTAF y los objetivos se volvían más escasos, los planificadores se volvieron más tolerantes con las bajas civiles, adoptando métodos de bombardeo dirigidos por radar menos precisos en condiciones climáticas adversas y atacando objetivos de transporte en centros urbanos.

Al menos en Europa, los líderes aéreos estadounidenses siguieron comprometidos con los ataques dirigidos principalmente a objetivos económicos y militares en lugar de a la moral civil, una política que a veces causaba fricciones con sus aliados británicos. También hubo diferencias sobre los bombardeos en los países ocupados, donde los británicos eran particularmente sensibles a las repercusiones políticas. Los estadounidenses estaban dispuestos a bombardear cualquier fábrica del Eje independientemente de la nacionalidad de los trabajadores, mientras que los británicos preferían atacar a cualquier alemán en cualquier lugar. Los británicos también favorecían los ataques duros contra las capitales de los aliados del Eje en los Balcanes, aunque los estadounidenses bloquearon con éxito lo que vieron como una desviación ineficiente e ineficaz de valioso poder aéreo. Los debates sobre el éxito relativo y la moralidad de los bombardeos de la RAF y la USAAF han continuado hasta el día de hoy.

Los diferentes enfoques nacionales también desempeñaron un papel a medida que la guerra en Europa se acercaba a su fin, y ambas fuerzas aéreas buscaban un golpe mortal aéreo para terminar la guerra. El plan británico, cuyo nombre en código era THUNDERCLAP, se basaba en destrozar la moral destruyendo Berlín. Ese importante asalto fue llevado a cabo por la Octava Fuerza Aérea el 3 de febrero de 1945. Las preocupaciones de los aliados sobre ayudar al avance soviético ayudaron a producir la tormenta de fuego que devastó Dresde diez días después. El plan estadounidense correspondiente, cuyo nombre en código era CLARION, tenía como objetivo atemorizar a la población alemana con ataques generalizados a objetivos en cada pueblo. Finalmente, se convirtió en un asalto principalmente de transporte debido a las preocupaciones por la eficiencia, la imagen pública e incluso la moralidad. La controversia en Gran Bretaña sobre el ataque a Dresde fue un factor en la suspensión de la guerra aérea estratégica contra Alemania en abril, aunque

sábado, 4 de enero de 2025

Bombardero pesado: Kawasaki Ki-91

Bombardero pesado Kawasaki Ki-91





El Kawasaki Ki-91 fue un bombardero pesado japonés desarrollado por Kawasaki Aircraft Industries durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial. Fue un bombardero pesado de la misma categoría que el Nakajima G8N desarrollado para la Armada Imperial Japonesa.
El Ki-91 se presentó como un bombardero de cuatro motores, propulsado por motores Mitsubishi Ha-214 de 2500 CV cada uno y equipado con una cabina presurizada. Con una anchura de 48 metros y una longitud de 33 metros, el Ki-91 era un avión más grande que el Boeing B-29. Aunque tenía un alcance proyectado más largo que el B-29, solo era 4 toneladas más pesado que el avión estadounidense. Sus armas defensivas eran inusualmente pesadas para los bombarderos japoneses porque tuvieron que transportar un total de 12 cañones de 20 mm.
A finales de 1944, se estaba construyendo un prototipo. Sin embargo, el desarrollo fue brutalmente interrumpido cuando las redadas del B-29 en la planta de Kawasaki destruyeron la herramienta en febrero de 1945.
La situación en Japón es ahora desesperada, el proyecto fue abandonado.



Desarrollo

A principios de 1943, tras la cancelación del Nakajima Ki-68 y el Kawanishi Ki-85 debido al fallo del Nakajima G5N, Kawasaki respondió a la exigencia del Ejército Imperial Japonés de un bombardero de largo alcance de tamaño y rendimiento similares al B-29 Superfortress con el Ki-91. Al igual que el G5N, el Ki-68 y el Ki-85, el Ki-91 debía ser capaz de lanzar ataques al territorio continental de Estados Unidos desde Japón. En abril de 1944, se construyó una maqueta de madera para su inspección y en mayo se ordenó la producción del primer prototipo. La construcción del prototipo comenzó en junio, pero los primeros ataques del B-29 en Japón estaban en marcha a partir de ese mes. En febrero de 1945, el primer prototipo del Ki-91 estaba completo en un 60 por ciento cuando un ataque aéreo del B-29 dañó las instalaciones de la prefectura de Gifu donde se estaba construyendo el prototipo del Ki-91, lo que detuvo el programa.

Diseño

El Ki-91 fue un diseño de bombardero pesado similar en tamaño y carga de bombas al B-29 Superfortress y al Consolidated B-32. Tenía una envergadura y un fuselaje mayores que el B-29 y el B-32, y contaba con una cabina presurizada para permitir vuelos a gran altitud. El prototipo no iba a tener cabina presurizada, pero los aviones de producción se construirían con ella.


Presupuesto

Datos de [ 1 ]

Características generales

  • Tripulación: 8
  • Longitud: 32,97 m (108 pies 2 pulgadas)
  • Envergadura: 47,9 m (157 pies 2 pulgadas)
  • Altura: 9,99 m (32 pies 9 pulgadas)
  • Área del ala: 223,99 m2 ( 2.411,0 pies cuadrados)
  • Peso vacío: 33.999 kg (74.955 lb)
  • Peso bruto: 57.999 kg (127.866 lb)
  • Planta motriz: 4 × motores de pistón radial Mitsubishi Ha-214 Ru de 18 cilindros refrigerados por aire, 1.900 kW (2.500 hp) cada uno
  • Hélices: hélice de velocidad constante de 4 palas


Rendimiento

  • Velocidad máxima: 580 km/h (360 mph, 310 kn) a 9.808 m (32.178 pies)
  • Alcance: 9.000 a 10.000 km (5.600 a 6.200 millas, 4.900 a 5.400 millas náuticas)
  • Techo de servicio: 13.500 m (44.300 pies)
  • Tiempo hasta la altitud: 8.000 m (26.000 pies) en 20 minutos y 30 segundos

Armamento

  • Armas:
12 ametralladoras de 20 mm (0,787 pulgadas) (8 en una configuración de montaje de cañón doble y 4 en una configuración de montaje de cañón cuádruple)
  • Bombas: hasta 4.000 kg (8.800 lb) de bombas



jueves, 24 de octubre de 2024

Bombardero experimental: Junkers Ju 287

Junkers Ju 287








El Junkers Ju 287 fue un avión experimental alemán construido para desarrollar la tecnología necesaria para un avión bombardero multi-motor de reacción. Estaba impulsado por cuatro turborreactores de flujo axial Junkers Jumo 004 B-1, presentaba una revolucionaria ala de flecha negativa, y fue construido en gran parte con componentes de otras aeronaves. El prototipo de vuelo y un segundo prototipo inacabado fueron capturados por el Ejército Rojo en las etapas finales de la Segunda Guerra Mundial y el diseño fue desarrollado en la Unión Soviética después de la final de la guerra. Fue uno de los pocos aviones a reacción con tren de aterrizaje fijo.

Desarrollo

El Ju 287 era el bombardero de la Luftwaffe que podría evitar la intercepción de los cazas enemigos. El ala en flecha negativa fue sugerido por el diseñador jefe del proyecto, el Dr. Hans Wocke como una forma de proporcionar sustentación extra a baja velocidad, necesaria debido a la pobre capacidad de respuesta de los primeros turborreactores en los despegues y aterrizajes. El primer prototipo tenía la intención de evaluar el concepto, y fue a partir de la improvisación de un fuselaje de un Heinkel He 177, de la cola de un Junkers Ju 388, el tren de aterrizaje principal de un Junkers Ju 352, y del tren de proa de un B-24 Liberator que se estrelló. Dos de los motores Jumo 004 fueron colgados bajo las alas, con los otros dos montados en góndolas añadidas a ambos lados de la trompa.



El Junkers Ju 287 V1 (con código RS+RA) voló por primera vez, y bajo estrictas medidas de seguridad, el 8 de agosto de 1944. En los mandos del avión el Jefe de pruebas de Junkers, el Flugkäpitan Siegfried Holzbauer. El avión solamente requirió 1/3 de la pista más larga de Brandis ya que usó 3 unidades de RATO (Rocket assisted Take Off) Walter109-501 montados bajo 3 de los cuatro motores. Estas unidades proporcionaban 1200 kg de empuje extra en el despegue y eran desechables y reutilizables. La aeronave, que mostró muy buenas características de manejo, así como reveló algunos de los problemas de del ala en flecha negativa en algunas condiciones de vuelo. Las pruebas también sugirieron que la aeronave se beneficiaría de una mayor concentración de la masa de los motores bajo las alas, una característica que iba a ser incorporada en los posteriores prototipos. Estos fueron suministrados con motores Heinkel HeS 011, pero a causa de los problemas de desarrollo que experimentó ese motor, el BMW 003 fue seleccionado en su lugar. El segundo y tercer prototipos tenían seis motores, el primero con cuatro BMW 003 en pares debajo de las alas y dos Jumo 004B en los lados del fuselaje (la disposición del motor se cambió más tarde a dos góndolas de tres motores debajo de las alas), y el último con dos grupos debajo de las alas de tres BMW 003. El Ju 287 V2 (con código RS+RB) era similar al primer prototipo, pero se diferenciaba por tener el estabilizador horizontal rebajado en 30 cm, los puntales del tren de aterrizaje principal con un peralte hacia adentro y pantalones de color claro para el tren delantero. Por otro lado, el Ju 287 V3 utilizó un fuselaje completamente nuevo basado en el Ju 288 y Ju 2882​ que se abrió camino en la versión de producción del avión. El cuarto prototipo iba a ser el prototipo de producción, mientras que los prototipos quinto y sexto iban a hacer uso de armamento. El Ju 287 V2 estaba a punto de completarse cuando el programa Ju 287 se detuvo a fines de septiembre de 1944, y solo el V3 y el V4 estaban en una etapa avanzada de construcción antes del final de la guerra, el V3 estaba completo en un 80-90 por ciento. Los primeros dos prototipos Ju 287 fueron volados por las fuerzas alemanas en retirada en Brandis para evitar ser capturados por las fuerzas aliadas, pero el 16 de abril de 1945 los estadounidenses capturaron a Brandis y finalmente se apoderaron de Dessau. Los restos del Ju 287 V2, incluidas las alas, se utilizarían en la construcción del Junkers EF 131.

Denominación de la fábrica Junkers

Los alemanes de la Junkers denominaban EF (Entwicklungs Flugzeug, en idioma alemán: avión de desarrollo) a sus proyectos.

La fábrica Junkers es tomada por los soviéticos

Después de la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos tomaron el control de la fábrica de Junkers y Wocke y su personal fueron llevados a la Unión Soviética. Un derivado del Ju 287 con seis Jumo 004B y un fuselaje ligeramente más largo fue construido como el EF-131 y volado el 23 de mayo de 1947,5​6​ pero en ese momento, el desarrollo de otros jet ya habían superado al Ju 287.


Disposición de los motores, lanzamiento de un cohete auxiliar y el tren de aterrizaje de la Ju 287 V1 (imagen del modelo)

Junkers EF 132

Más allá de las nuevas superficies aflechadas de cola y los turborreactores ubicados bajo las alas, el Ju EF 132 era similar al Ju 287. El proyecto Ju EF 132 abandonó el radical enflechamiento negativo para cambiarlo por la, hoy, más convencional ala en flecha positiva. Estaba propuesto para utilizar únicamente 2 motores Jumo 012, que, se estimaba, eran mucho más potentes que cualquier otro turborreactor desarrollada hasta ese entonces. También se posicionaron las turborreactores al fuselaje y se liberó de protuberancias del ala. El desarrollo del Ju EF132 por parte de los soviéticos no es verificable pero indudablemente se lo ha investigado para su posible desarrollo. Sin embargo, una versión modificada de Ju EF132 popularmente conocida como «Tipo 150» fue producida.

OKB-1 EF 140

En la Unión Soviética fueron tomados a cargo por la OKB-1, S.P. Korolev Rocket and Space Corporation Energia (en ruso: Ракетно-космическая корпорация "Энергия" им. С.П.Королева) una fábrica rusa (con tecnología nazi capturada) de naves espaciales y componentes de la Estación espacial.

Un derivado final muy ampliado, ya con denominación soviética, el OKB-1 EF 14011​ se puso a prueba en forma de prototipos, en 1949, pero pronto se abandonó.

El Alekseev Tipo 150,12​ uno de los últimos desarrollos del equipo ruso-alemán. Era un bombardero a medio camino​ entre el IL-28 y el Tu-16.

Especificaciones (Ju 287 V1)


Referencia datos: Datos1​

Características generales


Tripulación: 2 (Piloto y copiloto)
Longitud: 18,3 m (60 ft)
Envergadura: 20,1 m (66 ft)
Altura: 4,7 m (15,4 ft)
Perfil alar: 61
Peso vacío: 12 500 kg (27 550 lb)
Peso cargado: 20 000 kg (44 080 lb)
Planta motriz: 4× Turborreactor Junkers Jumo 004 B-1.
Empuje normal: 8,8 kN (899 kgf; 1983 lbf) de empuje cada uno.

Rendimiento

Velocidad máxima operativa (Vno): 780 km/h (485 MPH; 421 kt)
Alcance: 1570 km (848 nmi; 976 mi)
Techo de vuelo: 9400 m (30 840 ft)
Régimen de ascenso: 9,6 m/s (1890 ft/min)

Armamento

Ametralladoras: 2× ametralladora MG 131 de 13 mm en la torreta de cola.
Puntos de anclaje: 1 bahía interna con una capacidad de 4000 kg (propuesto), para cargar una combinación de:
Bombas: Bombas de caída libre.









sábado, 31 de agosto de 2024

SGM: Historial operativo de los B-24 de la RAF

Consolidated B-24 Liberator en servicio de la RAF

Weapons and Warfare




Liberator B 24 consolidado en servicio de la RAF

Utilizado como avión de guerra electrónica, este Liberator B. Mk IV voló con el Escuadrón No. 223 de la RAF. Volando por delante de las formaciones de bombardeo, estos aviones bloquearon los radares terrestres y nocturnos de los cazas alemanes.




 


Aunque el B-24 Liberator compartió los honores con el Boeing B-17 Flying Fortress de ser el principal bombardero pesado estadounidense de la Segunda Guerra Mundial, fue un diseño mucho más tardío y se construyó originalmente para cumplir con un requisito del Cuerpo Aéreo del Ejército de EE. UU. descrito en Consolidated a principios de 1939. El requisito era, de hecho, un bombardero pesado de mejor rendimiento que el B-17 entonces en producción, con un alcance de 3.000 millas especificado, junto con una velocidad de más de 300 mph y un techo de 35.000 pies. El prototipo, denominado XB-24 (39-680), voló por primera vez en diciembre de 1939 e incorporó varias características de diseño inusuales, incluida el ala patentada por Davis de sección muy delgada y alta relación de aspecto, y puertas antibombas que se enrollaban como el. encima de un escritorio con tapa enrollable.

Los modelos de producción finalmente se lanzaron para su exportación a Gran Bretaña y Francia; las entregas iniciales a Gran Bretaña, incluidas algunas máquinas originalmente destinadas a Francia, se realizaron en la primavera de 1941. Estas máquinas eran del tipo Liberator I, que no tenía torretas. Algunos, denominados LB-30A, se utilizaron como transporte en el Servicio de ferry de regreso del Atlántico, mientras que un mayor número de aviones armados fueron al Comando Costero para tareas antisubmarinas.

La siguiente versión de la RAF, y la primera que se utilizó como bombardero, fue el Liberator II, que no tenía contraparte de la AAF estadounidense. Se diferenciaba del Mk. I por tener un morro alargado, y la mayoría de los 139 ejemplares que llegaron al Servicio estaban equipados con torretas eléctricas Boulton-Paul de cuatro cañones, una en la cola y otra en posición dorsal. La siguiente marca de RAF Liberator que se utilizó como bombardero fue el Mk. III, versión británica del B-24D. También tenía torretas dorsal y trasera Boulton-Paul de cuatro cañones, pero la torreta dorsal estaba más delantera que la del Mk. II. Las marcas finales de bombarderos de la RAF fueron el Liberator RVI y RVIII, en su mayoría modelos B-52J y L, cuya entrega comenzó durante la segunda mitad de 1944. Ambas marcas tenían torretas de morro y generalmente torretas de bola ventrales, aunque estas últimas a veces se eliminaban en servicio.

Para volver al Libertador II. Algunos de los Mk armados. Los II fueron al Comando Costero, pero otros se convirtieron en los primeros Liberators de la RAF en ser utilizados como bombarderos pesados. Estos aviones fueron pilotados por los escuadrones números 159 y 160, que se formaron en enero de 1942 en Molesworth (Hunts.) y Thurleigh (Beds.), y fueron detenidos en el Medio Oriente en junio de 1942, mientras se dirigían a la India. Parece que llegaron a Oriente Medio aproximadamente al mismo tiempo que un importante convoy británico llevaba suministros desde Alejandría a la asediada Malta, y su primera tarea fue ayudar a proporcionarle cobertura aérea. El Escuadrón No. 159 (Destacamento de Medio Oriente), como se le conocía, operaba bajo el control del Escuadrón No. 160, y los Libertadores al principio tenían su base en la Zona del Canal de Suez, junto con la primera unidad de las AAF estadounidenses que operó en el Medio Oriente: una formación de Libertadores conocida como Destacamento Halverston.

Pronto, sin embargo, el avance de Rommel hacia el este, hasta el Alamein, obligó a todos los Libertadores (que por cierto ahora estaban complementados por un escuadrón de Halifax de Gran Bretaña) a retirarse a Palestina, y su lugar en la Zona del Canal fue ocupado por los bombarderos medianos Wellington, anteriormente estacionados en el desierto. . Los Wellington, aunque utilizaron bases avanzadas para repostar combustible, no sólo pudieron llegar hasta Tobruk, sino que los Libertadores (y también los Halifax) pudieron llegar hasta Benghazi. El C.-en-C. del Grupo No. 205, que operaba los bombarderos, emitió una orden: 'Los puertos de Tobruk y Benghazi son las puertas delantera y trasera a través de las cuales el enemigo obtiene sus suministros. La puerta de entrada se va cerrando lentamente para él. No debe haber ninguna puerta trasera. Durante julio, la puerta principal de Tobruk fue atacada con fuerza treinta y tres veces, la mayoría de noche, pero a veces de día; La puerta trasera de Bengasi fue atacada por formaciones de bombarderos pesados ​​siete veces durante el día. Durante agosto, los bombarderos aliados continuaron atacando Tobruk, realizando más de treinta y una grandes incursiones. En tres ocasiones los Libertadores realizaron ataques al anochecer, apareciendo sobre la ciudad cuando aún había suficiente luz para ver los barcos en el puerto. Cada vez lograron impactos directos en barcos grandes. Estos ataques al anochecer se realizaron desde gran altura, las tripulaciones utilizaron oxígeno y lucharon contra un frío intenso. La máscara de oxígeno de un artillero en un Liberator (no se sabe si la RAF o la US.AAF) en realidad se congeló mientras el avión se acercaba al objetivo. Cayó inconsciente al suelo y la máscara le fue arrancada de la cara, pero nadie a esa altura tuvo fuerzas suficientes para ponerlo nuevamente al alcance de ella. Mientras duraba el bombardeo, el navegante llenó su boca con oxígeno puro de una botella de emergencia, acercó sus labios a los del artillero inconsciente y sopló el oxígeno en sus pulmones al ritmo de su débil respiración. Cuando cayeron las bombas, se salvó la vida del hombre.



Todas estas incursiones tuvieron el efecto acumulativo de prácticamente cerrar la puerta de entrada del enemigo a Tobruk y le obligaron a desviar la mayoría de sus columnas de suministros a Bengasi, desde donde tuvieron que viajar cientos de kilómetros por el desierto en camión hasta El Alamein. Bengasi estaba fuera del alcance de los Wellington con base en la Zona del Canal, aunque todavía podían llegar desde Malta. Los golpes más duros los asestaron una serie de ataques desde el día hasta el anochecer por parte de los Libertadores y Halifax, cuyos objetivos eran barcos e instalaciones portuarias. Destacado entre las muchas incursiones realizadas por la RAF y la USAAF Libs. En Bengasi se realizaron una serie de tres ataques los días 16 y 22 de septiembre. En la mañana del primer ataque, los Libertadores partieron desde cerca de El Cairo y volaron en formación cerrada en su viaje de 600 millas hasta el objetivo.

Al mediodía, todavía volando en perfecta formación, zarparon fuera del sol a través del puerto de Bengasi, donde varios barcos de gran tamaño estaban descargando hacia 'George', 'Harry' y 'Johnny', restos de naufragios que habían sido cementados en y durante mucho tiempo habían servido como principal embarcadero de descarga. Los Libertadores bombardearon sistemáticamente; varios barcos recibieron impactos directos y se quemaron, y las tripulaciones de los bombarderos, cuando abandonaban el lugar, vieron a un barco explotar repentinamente con gran fuerza, arrojando escombros por encima del puerto. Todos los Libertadores regresaron sanos y salvos.

La redada se repitió cerca del anochecer del 22 de septiembre y nuevamente en la oscuridad seis horas después. Después del ataque al anochecer, los artilleros vieron un vívido destello naranja contra el cielo cuando un barco explotó violentamente. Los bombarderos nocturnos se guiaron hasta el objetivo desde una distancia de ochenta millas gracias al resplandor de un barco mercante en llamas.

Incluso el informe oficial sobre las fotografías tomadas durante los tres allanamientos calificó los daños de "espectaculares". Durante el primero, un barco de suministros de 6.500 toneladas, que estaba descargando hacia 'George', fue alcanzado e incendiado. Tuvo que ser remolcado hacia el muelle exterior donde se quemó. En el segundo ataque, al anochecer, los bombarderos alcanzaron un barco mercante que se encontraba junto a "Harry". Al parecer estaba descargando gasolina o municiones, pues cuando fue alcanzado explotó y se desintegró con su maltrecha popa arrojada justo encima del muelle.

La fuerza de esa explosión rompió a 'Harry', concreto y todo, del muelle de la Catedral y hundió su popa; volcó al 'Johnny' hacia babor, dejando sólo la barandilla de estribor inundada; hundió dos mercantes más pequeños; hundió unos restos de hormigón más pequeños conocidos por los bombarderos como 'Ink'; quemó otro barco mercante que yacía al otro lado del muelle de la Catedral; y finalmente cogió una gran barcaza de hierro y la dejó suspendida a varios pies sobre el agua encima de otro naufragio. La tercera incursión, por la noche, completó la destrucción de todo este valioso espacio de envío y descarga. "Probablemente sea una subestimación", decía la Breve Historia Oficial de la RAF en el Medio Oriente, "decir que esos tres ataques, además de destruir tanto material y transporte marítimo valiosos, redujeron a la mitad el valor de Bengasi como puerta trasera a Cirenaica para los suministros que el enemigo necesitaba con tanta urgencia después del desastroso fracaso de su ataque de septiembre.

El bombardeo de Tobruk y Bengasi fue sólo una parte del trabajo realizado por los Libertadores de la RAF durante la última parte de 1942. Bombardearon muchos otros objetivos en el teatro del Mediterráneo y, en ocasiones, alcanzaron lugares tan lejanos como el Canal de Corinto (que minaron), Nápoles y Trípoli.

En enero de 1943, el Escuadrón No. 160 (que ya había absorbido la tripulación aérea del Escuadrón No. 159) se fusionó con elementos asociados de los Escuadrones No. 159 y 147 para formar el Escuadrón Libertador No. 178, cuya función también era el bombardeo intenso. Con base en Egipto, luego en Libia y finalmente en Italia, el No. 178 continuó con los Liberators durante el resto de la guerra, aunque en algún momento también voló en Halifax. Al principio voló Liberator II, luego comenzó a recibir Mk. III y VI a finales de 1943, y en 1944 cambiaron gradualmente por completo a Mk. VI. Sus actividades con los Libertadores incluyeron bombardeos contra objetivos en el norte de África, Sicilia, Creta, las islas del Egeo, Italia y los Balcanes (incluida la refinería de petróleo de Ploesti en Rumania), colocación de minas (en particular en esa ruta de suministro clave, el río Danubio), y lanzamiento de suministros al Ejército Nacional Polaco en Varsovia durante la desafortunada rebelión de agosto y septiembre de 1944. Durante parte de su historia temprana, el escuadrón estuvo bajo el control del Noveno Comando de Bombarderos de EE. UU., y luego se reincorporó al Grupo 205.

Los Libertadores formaron el equipo de cinco escuadrones de bombarderos más de la RAF que operaron con el Grupo 205 de Italia durante los últimos meses de la guerra. Estos eran los escuadrones 37, 40, 70 y 104, todos los cuales volaron el Liberator VI, habiendo volado previamente el Wellington; y el Escuadrón No. 614 (pathfinder), que voló el Liberator B.VIII, que en este caso reemplazó al Halifax.

Aunque su función principal era el bombardeo estratégico, estos escuadrones Libertador obtuvieron su mayor triunfo cuando, a principios de abril de 1945, el Grupo 205 pasó a objetivos tácticos en apoyo cercano del 8.º Ejército, que estaba a punto de realizar su avance final. Bombardearon de noche a sólo 2.000 metros por delante de nuestras propias tropas y facilitaron en gran medida el rápido avance de estas últimas en la línea del río Santerno; Esta excelente actuación provocó un mensaje de felicitación del General McCreery, 8.º Ejército del COG.
Otro teatro de guerra en el que lucharon los escuadrones de bombarderos Liberator de la RAF fue el teatro de Birmania. Seis de ellos finalmente sirvieron allí, y estos fueron los escuadrones 99, 159, 215, 355, 356 y 358, aunque el último solo voló una misión de bombardeo, convirtiéndose luego en un escuadrón de "tareas especiales". Junto con algunos escuadrones Liberator de la USAAF, los escuadrones de la RAF formaron la Fuerza Aérea Estratégica del Comando Aéreo del Este, y todos tuvieron su base durante la mayor parte, si no todo, del tiempo en el este de la India. Algunas de estas unidades, el Liberator Mk. operado desde hace más tiempo. Inicialmente los III, pero el Liberator RVI y, en menor medida, el RVIII fueron los tipos más utilizados.

El primer escuadrón que sirvió en el teatro de operaciones de Birmania fue el número 159, cuyo destacamento de Oriente Medio se mencionó anteriormente. Este escuadrón comenzó a operar en noviembre de 1942 y finalmente se convirtió en el escuadrón de bombarderos Liberator de la RAF más famoso de todos, independientemente del teatro de operaciones. Su principal reclamo a la fama fue que él, o más específicamente W/Cdr J. Blackburn, quien fue CO de julio a diciembre de 1944, fue responsable de aumentar considerablemente el poder de ataque del Libertador. Aquí es necesario explicar que una de las principales tareas de los Libertadores de la Fuerza Aérea Estratégica era la interdicción de las líneas de suministro del enemigo mucho más allá del frente de batalla, y en particular del infame ferrocarril Siam-Birmania. Construida por prisioneros de guerra aliados en condiciones tan espantosas que 24.000 de ellos perdieron la vida, esta línea era de suma importancia para los japoneses. Corría a lo largo de 244 millas a través de selvas y zonas montañosas, y a lo largo de su longitud, atravesando la sucesión de ríos y barrancos, había casi 700 puentes. El ferrocarril fue bombardeado continuamente, a veces de noche pero sobre todo de día, mientras los Libertadores se concentraban en destruir puentes y destruir vías. Su mayor obstáculo no eran los cazas enemigos ni el fuego antiaéreo, sino las enormes distancias que tenían que volar.

Sin embargo, al ajustar el avión construido en Estados Unidos, W/Cdr Blackburn duplicó con creces la carga normal. En el momento en que tomó el mando del Escuadrón 159, se consideraba que un vuelo a Bangkok, a 1.100 millas de las bases de la Fuerza Aérea Estratégica, era el límite para un Libertador cargado. En tales incursiones, los Libertadores tenían que llevar tanques de gasolina adicionales, lo que restringía la carga de bombas a 3.000 libras. Blackburn experimentó con el consumo de combustible y, después de demostrar cómo se podía hacer, permitió a su escuadrón llegar a Bangkok con cada avión transportando 8.000 libras de bombas, o casi el triple de lo que se había transportado originalmente. Los estadounidenses elogiaron la gran mejora en la eficiencia y el ejemplo seguido en toda la Fuerza Aérea Estratégica.

Bombarderos de largo alcance ya habían volado desde Bengala al sur hasta Rangún, recorriendo 1.600 millas de ida y vuelta; y más allá de Moulmein, 1.800 millas el viaje de regreso; ahora llegaron a Bangkok con cuatro toneladas cortas de bombas, 2.200 millas, fueron al istmo de Kra, 2.300 millas; finalmente, un puerto en la costa este de la península malaya quedó fuera de servicio por bombas lanzadas desde aviones que realizaron un viaje de ida y vuelta de 2.800 millas, y el puerto de Penang fue minado en una incursión de más de 3.000 millas.

A principios de 1945, tanto los elementos de la RAF como los de la USAAF, que comprendían un total de nueve escuadrones, estaban haciendo un trabajo brillante llevando los Liberators a distancias mayores que nunca antes, transportando una mayor carga útil a mayor distancia.

El ataque al ferrocarril Siam-Birmania nunca fue desatendido y, a pesar de las actividades hormigas de los japoneses, cuyos métodos para construir puentes de reserva fueron notables (en algunos puntos arrojaron hasta cuatro a través de un barranco particularmente importante), el Comando Aéreo del Este logró tener un promedio de nueve puentes constantemente caídos entre Bangkok y Birmania, de enero a abril de 1945. El resultado general de estos ataques de largo alcance fue reducir el tráfico a lo largo del ferrocarril de 750 a 150 toneladas por día, un resultado satisfactorio con una influencia considerable en la batalla terrestre.

De la misma manera que el Escuadrón 614 fue elegido para el papel pionero en el teatro del Mediterráneo, también fue seleccionado el Escuadrón 159 para liderar a sus contemporáneos en el teatro de Birmania. Esto fue en abril de 1945, y para su nuevo papel, el 159 fue reforzado con tripulaciones seleccionadas de otras unidades Liberator. Para entonces ya había cumplido una larga lista de misiones muy notables, y poco después obtuvo nuevos laureles al destruir finalmente con bombas un petrolero japonés de 10.000 toneladas en el Golfo de Siam, poco después de que el buque fuera bombardeado e incendiado. por Libertadores del Escuadrón 356. Este fue el mayor botín marítimo de la guerra en el sudeste asiático.

El trabajo de los Libertadores no sólo incluyó bombardeos estratégicos y colocación de minas, sino también lanzamiento de panfletos y, en ocasiones -y particularmente en las etapas finales de la campaña- bombardeos tácticos en estrecho apoyo a nuestras fuerzas terrestres. Un ejemplo de ataque exitoso en esta esfera fue el asalto de la Fuerza Aérea Estratégica, el 13 de enero de 1945, a Mandalay, el corazón de la defensa enemiga en el centro de Birmania, ahora amenazado por el Decimocuarto Ejército. Precedidos por barridos de cazas sobre los sitios antiaéreos y los aeródromos, los Libertadores atacaron el barrio japonés, arrasaron setenta edificios importantes y mataron a unos 1.000 enemigos.

En febrero de 1945, dos tercios del esfuerzo total del Libertador se dirigieron contra objetivos solicitados por el ejército en o cerca del frente de batalla, incluidas las zonas de guarnición, y sin duda tuvieron un gran efecto. "Nos divirtió mucho ayudar al Ejército en el acto", dijo un miembro de la tripulación de un Liberator del 99 Escuadrón. "Gran parte de nuestro trabajo nos llevó directamente a Siam, atacando las comunicaciones japonesas, pero no fue la misma emoción que experimentamos en el apoyo cercano". Aunque las tripulaciones del Liberator de la Fuerza Aérea Estratégica nunca encontraron oposición enemiga en una escala cercana a la que encontraron los hombres del Bomber Command en Europa, los japoneses lograron hacer que las cosas fueran excesivamente difíciles en ocasiones. Una de esas ocasiones fue el 1 de febrero de 1945, cuando el Liberator 'H-Harry' del Escuadrón 215, capitaneado por S/Ldr CV Beadon, participaba en un ataque diurno contra locomotoras y trenes en Shipyit, en el ferrocarril Birmania-Siam. Mientras se encontraba sobre el objetivo, el bombardero recibió un impacto directo de un proyectil antiaéreo. El artillero trasero murió y el fuselaje del avión sufrió graves daños y fue incendiado. El Liberator estaba a 1.000 millas de la base, pero aunque el fuego continuó durante tres horas antes de ser finalmente extinguido, el bombardero llegó cojeando a casa sano y salvo. Otro episodio espeluznante fue el que involucró al F/O 'Johnny' Haycock, un piloto neozelandés de un Escuadrón Liberator 99 o 159, durante una incursión diurna contra Rangún. Atrapado en un cono de intenso fuego antiaéreo, su avión fue alcanzado repetidamente; Los controles del timón y del elevador resultaron gravemente dañados y el artillero de retaguardia resultó gravemente herido. Al salir de la inmersión resultante, Haycock logró mantener el control mientras su ingeniero de vuelo reparaba los cables dañados con una cuerda. Cuando aterrizó de nuevo en la base cuatro horas después, se contaron más de 150 hoyos en el Liberator. No volvió a volar.

Fue durante otra incursión en el área de Rangún contra posiciones de armas enemigas el 2 de mayo de 1945, que W/Cdr JB Nicolson, el primer (y único) VC ganador de la guerra del RAF Fighter Command, perdió la vida. Volaba como pasajero en un Liberator del Escuadrón 355, capitaneado por uno de los comandantes de vuelo del escuadrón. Uno de los motores se incendió y, al no poder mantener la altura y la velocidad, el bombardero fue abandonado, sobreviviendo sólo dos tripulantes. Los Libertadores de la Fuerza Aérea Estratégica continuaron operando casi hasta el Día VJ, y sus misiones de bombardeo finales se realizaron el 6 de agosto y el 71945.

Especificaciones

Liberator B.VI: Tripulación 8; planta de energía cuatro Pratt and Whitney Twin Wasp R-1830-56 o '90 de 1.200 hp; luz de 110 pies; longitud 67 pies 2 pulgadas; área del ala 1,048 pies cuadrados; peso vacío 36,500 lb; peso cargado 56,000 lb; carga de bomba normal de 5.000 libras (la carga máxima de bomba de 12.800 libras podría transportarse en distancias cortas utilizando soportes laterales); máx. velocidad de 300 mph a 30,000 pies; la velocidad de operación de combate habitual oscila entre 180 y 215 mph, entre 10 000 y 25 000 pies; techo de servicio 32,000 pies; alcance 2,290 millas con 4,000 lb. carga de bombas, 990 millas con 12,800 lb. carga de bombas; armamento gemelo de .50 pulgadas en las torretas de nariz, dorsal y cola, más uno de .50 pulgadas. arma en la torreta ventral y en cada posición de la cintura (las torretas ventrales a menudo se eliminan en el teatro del Lejano Oriente).