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domingo, 14 de septiembre de 2025

Chile: El accidente del C-130 de 2019

"Estos hueones quieren volar igual": la alerta de fallecido tripulante del C-130 que enreda a la FACh

Por Camilo Suazo y Nicolás Parra Tapia || Bio Bio Chile





Al menos dos funcionarios de la FACh alertaron de fallas en el Hércules C-130 antes de despegar. Ambos murieron esperando una respuesta. Ahora, cuatro oficiales de la institución serán formalizados por la caída del avión que terminó con la vida de 38 personas. Abogados de las víctimas esperan que las responsabilidades escalen al Alto Mando y deslizan sospechas de obstrucción a la investigación que lidera el fiscal Eugenio Campos. Relatos de testigos y una cabo que salvó casi de milagro forman parte de esta historia que revela la Unidad de Investigación de BioBioChile.


—Ya informé, pero estos huevones quieren volar igual. Voy a estudiar durante el vuelo y te llamo cuando regrese.

Eran las 16:55 horas del 9 de diciembre de 2019 cuando el avión Lockheed C-130 de la FACh, matrícula 990, despegó desde la Base Aérea Chabunco ubicada en Punta Arenas. ¿Su destino? La Base Presidente Eduardo Frei Montalva, la mayor instalación antártica de Chile.

A bordo iba el cabo primero, Sergio Romero. Sólo minutos antes de enfilar a las dependencias chilenas del continente blanco, el técnico -que formaba parte del equipo de mantenimiento del avión- se comunicó con el mecánico eléctrico y también funcionario de la FACh, cabo Cristián Gamboa. El mensaje era simple: el Hércules mantenía una falla, pero sus superiores lo hicieron volar igual.

Así como el cabo Romero, otras 37 personas murieron en el segundo accidente aéreo con consecuencias fatales en el que se vio envuelta la institución castrense en los últimos 11 años, tras la tragedia del Casa 212.

La Unidad de Investigación de BioBioChile accedió a los testimonios que forman parte del expediente judicial a cargo de la Fiscalía Regional de Magallanes y que hoy complican a la FACh, de cara a la formalización de cuatro de sus oficiales: Julio Ojeda, Marcelo Mella, Allan Asenjo y Eduardo Mosqueira.

Desperfectos mecánicos, el testimonio de un ministro y del mandamás de la rama aérea de las Fuerzas Armadas de Chile confluyen en una tragedia, cuyas responsabilidades judiciales podrían comenzar a dilucidarse en una audiencia fijada para este 21 de febrero.

“Avión no podía operar”

Cristian Gamboa es técnico superior con más de 12 años de servicio en la FACh. Declaró el 18 de marzo de 2021. A la fecha de su testimonio fungía como cabo primero en el Grupo de Mantenimiento 52 de la Segunda Brigada Aérea de la FACh, con base en Santiago. ¿Su especialidad? Mecánica Electrónica Aérea.

Fue en el ejercicio de su cargo que se convirtió en testigo cercano de la tragedia del Hércules. En su alocución, contó que el día de la desaparición y caída del avión tomó contacto con él el cabo primero de la institución Sergio Romero. Este último fue el encargado de revisar parte de la máquina -con más de 40 años de vuelo- en Punta Arenas. Acababa de llegar de Santiago y se disponía a salir a la Antártica.

—Él era parte del dique de Mantenimiento. Se comunicó conmigo vía WhatsApp mediante mensaje de texto, solicitándome asesoramiento por una falla que involucraba a los indicadores de cantidad de combustible N° 1 y 4, los cuales presentaban oscilaciones de indicación —partió diciendo Gamboa.

Su respuesta fue que derechamente el avión -basado en el manual de mantenimiento- no podía continuar su operación.

—Le expresé que notificara a las personas correspondientes sobre esta situación, es decir, al inspector de mantenimiento a cargo del dique de Mantenimiento. Me respondió que ya había notificado.

“Te llamo cuando regrese”

De este modo, Romero -cuenta Gamboa- le solicitó que lo asesorara mediante videollamada. La idea era buscar alguna solución a la falla. En total, fueron dos los contactos que tuvieron por esa vía.

—Cuando iba a comenzar la inspección, aún en videollamada, se escucha que le dicen que no continuara con la inspección, ya que era el momento de preparar el vuelo.

La conversación siguió por texto, también vía WhatsApp.

—Le reitero que el avión no puede operar con los dos indicadores inoperativos (…) ante cual el me responde: “Ya informé, pero estos huevones quieren volar igual. Voy a estudiar durante el vuelo y te llamo cuando regrese.

El cabo Romero moriría horas más tarde, luego de que el avión colapsara en el Mar de Drake.

“Hay como un problema en el avión”

La falla en los indicadores de combustible no fue la única que detectaron los técnicos del avión antes de emprender el último vuelo del C-130.

A pocas semanas de ocurrido el accidente, CHV difundió el audio que envió a su familia vía WhatsApp el cabo primero de la FACh, Leandro Torti Lillo. Lo hizo minutos antes de salir en dirección a la Antártica.

—Ahora que llegué hay como un problema en el avión, así que no pudimos despegar. Ahora estamos viendo… bueno, hay un problema mío, pero lo malo es que no tengo repuestos, así que va haber que pedirlo a Santiago —indicó Torti Lillo.

En buenas cuentas, el también especialista en electrónica aérea llamó a la capital para solicitar una pieza que no andaba bien en el oil cooler flap. Un dispositivo presente en cada uno de los cuatro motores del avión que sirve para regular el flujo del aire que pasa por el radiador y que enfría el aceite del motor.

A Torti se le comunicó que no habían repuestos. Luego, el sargento primero Francisco Aguirre, hizo la misma solicitud: recibió la misma respuesta.

Quien supo de primera fuente la falta de recambios fue el cabo primero Matías Gálvez, eléctrico aéreo del Grupo de Mantenimiento 52.

En la declaración que prestó en febrero de 2021, confirmó haber recibido un mensaje de Leandro Torti, dirigido a un canal de WhatsApp del equipo. En él, solicitaba las piezas.

—El mensaje decía: “Alguien me puede revisar si hay oil cooler flap, porfa. Que este vago se partió”. Yo busqué en el sistema (…) Se le responde que no hay. El último mensaje del cabo Torti fue “ah ya, entonces no hay”.

Torti y Aguirre murieron en el accidente. La FACh nunca pudo establecer las causas del siniestro.

La tripulante que finalmente no subió

La cabo segundo Estefany Pino pudo ser la víctima 39 de la tragedia. Pero un llamado a último minuto cambió su destino. Al momento de los hechos formaba parte del Grupo 10 de la FACh.

—Estaba considerada como parte de la tripulación del C-130 y encargada de la alimentación de la tripulación del avión —aclaró de entrada en el testimonio que concedió en el marco de la indagatoria en abril de 2021.

Llevaba cinco años de servicio en la Fuerza Aérea cuando fue asignada al Hércules. Cuando tuvo su tarea completa, limpió la cabina y ayudó a calcular el peso y estiba del avión.

—Luego de esto tomé mi posición para la puesta en marcha del avión (pero) el comandante de la aeronave, comandante Medina, me dice por interfonía que no continuaba como tripulante en la misión del C-130. (…) Ante eso, bajé mi equipaje y le entregué la interfonía al cabo Iturriaga, otro load master del avión. Me dirigí a la línea de cuadrimotores y seguí con mi trabajo diario.

Estefany Pino se podría decir que salvó de milagro. Pero su historia no termina ahí. En su declaración también aclaró que tras la falla en el oil cooler flap se decidió que éste operaría de manera manual.

—En el chat de la tripulación del avión se comenzó a hablar de los trabajos de mantenimiento que se estaban realizando en el avión —contó.

Puesto en simple, dio cuenta de atrasos en la salida del avión por la falla en el dispositivo y porque aún habían trabajos en los indicadores de combustible que también presentaban desperfectos.
 

Inoperativo

Arturo Merino Núñez se graduó en 1980 como oficial de la FACh. Cuando el C-130 se fue a pique, era el número uno de la institución. El comandante en jefe de la Fuerza Aérea prestó declaración el 24 de enero de 2020 ante la PDI y el fiscal Eugenio Campos Lucero.

En casi 10 carillas, Merino explicó las medidas que se dispusieron tras la desaparición del Hércules. Contó, por ejemplo, que esa misma noche se comunicó con el entonces ministro de Defensa, Alberto Espina, para ponerlo al tanto de la situación.

También dijo haber dispuesto un equipo especial de oficiales para apoyar a las familias y detalló que todos los vuelos de la FACh son de carácter militar, ergo, no se rigen por el código aeronáutico civil. En buenas cuentas, los vuelos de la institución son regulados por ellos mismos y no por la DGAC.

Además, especificó que este tipo de vuelos no cuentan con caja negra por razones de seguridad y señaló que él personalmente coordinó las labores de búsqueda en la que participaron países con presencia en la zona: Uruguay, Argentina, Brasil, EEUU, Perú y Reino Unido, entre otros.

Con todo, a esas alturas, poca claridad había respecto del destino que podría haber tenido el avión.

—No, no tengo ninguna hipótesis —dijo Merino cuando el fiscal le consultó si tenía alguna idea de porqué se produjo el accidente.

Sí aventuró que la nave se desintegró y que no había sobrevivientes. Esto, debido al grado de destrucción de los elementos que fueron encontrados en los días posteriores al siniestro.

“Acciones al respecto”

Consultado por el audio del cabo Torti, Merino respondió:

—Sabíamos de la existencia de una comunicación de un audio respecto de un miembro de la tripulación por una supuesta falla. Yo no lo he escuchado, pero pareciera ser eléctrica (…) Acto seguido dispuse que ese antecedente haya sido entregado a los investigadores.

Su relato prosiguió:

—Me enteré que la tripulación de apoyo de la misión tomó acciones al respecto (…) habían tenido una falla en Punta Arenas, o llegando a Punta Arenas, del actuador eléctrico del oil cooler flap, el cual estaba inoperativo. Este imprevisto se habría solucionado dejando fija la aleta que permite aumentar el flujo de aire de salida para enfriar el aceite de uno de los motores.

A su juicio, este sistema es requerido en sistemas de extremo calor, lo que no era el caso. Por eso mismo, consideró que la medida adoptada “fue la apropiada”.

Grietas en el avión

La declaración del entonces titular de Defensa, Alberto Espina, se dio en un tono similar. En el testimonio que prestó el 27 de enero de 2020 ante el fiscal Campos, el secretario de Estado dijo desconocer el porqué del accidente.

—He escuchado muchas versiones, pero prefiero en esa materia no especular. Sí creo que se deben agotar todos los medios para conocer la causa, ya que el C-130 es un avión de transporte que Chile usa hace muchos años y que se caracteriza por su seguridad. Por lo tanto, es fundamental que se sepa porqué se estrelló en el mar. Digo esto último, porque de acuerdo a lo que he conversado con la FACh, de haber estallado en el aire, los restos habrían quedado diseminados en una zona mucho más amplia.

Espina también tuvo palabras para una alerta emitida desde EEUU por “grietas atípicas” detectadas en el mismo modelo del Hércules. Tal como informó BioBioChile, se trataba de una falla en la base de las alas y significó, en el país del norte, sacar de circulación a casi un tercio de la flota compuesta por 450 naves disponibles.

Los desperfectos podrían haber representado una hipótesis real para la caída del avión, pero el ministro se encargó de aclararlo:

—La FACh me informó que tiempo atrás había recibido esa información de “grietas atípicas” desde EEUU y que la misma FACh había procedido a realizar un chequeo minucioso de que los aviones estaban en condiciones y aptos para volar, razón por la que se reanudaron los vuelos de los C-130. Recuerdo que aquí nuevamente insistí en que existiera la total certeza de que aquello era así, a lo que la FACh me dio seguridades de que los aviones volaban con todas las condiciones de seguridad.

“Es una de las cosas más tristes”

Espina también contó los pormenores de las labores de búsqueda y los ánimos al interior del Gobierno. Especialmente cuando el Hércules pasó de desaparecido a siniestrado.

—Fue un momento muy duro para todos constatar que habían 38 tripulantes del avión desaparecidos. Es una de las cosas más fuertes y tristes que a uno le toca enfrentar —confidenció.
“De haber ido un general, ese avión no hubiera despegado”

Tras más de tres años de investigación, el fiscal Campos formalizará el próximo 24 de febrero a los cuatro oficiales de la Fuerza Aérea. A todos ellos se les imputarán cargos por cuasidelito de homicidio con resultado múltiple.

Ciro Colombara y Aldo Díaz, dos de los abogados querellantes en la causa, apuntan directamente a la FACh como los responsables del hecho. Aseveran que el vuelo se hizo sólo porque iban personas de menor rango y de otras ramas de las Fuerzas Armadas.

—Después de conocer en detalle cómo ha funcionado la Fuerza Aérea en los últimos años, y especialmente el Alto Mando, conociendo los antecedentes de esta investigación, tenemos certeza absoluta que de haber ido en el avión Hércules un general del Alto Mando, ese avión nunca hubiera despegado.

Así las cosas, ambos juristas esperan que las responsabilidades no se circunscriban solamente al ámbito penal y sostienen que la búsqueda por justicia debe llegar hasta los escalafones superiores de la institución.

—(Se deben buscar) responsabilidades civiles, administrativas, responsabilidades éticas e internacional del Estado de Chile, si es que los hechos no son aclarados en su totalidad. Desde esa perspectiva, nosotros vamos a hacer todo lo necesario para que las responsabilidades penales lleguen al Alto Mando y para que se hagan efectivas, también, los otros tipos de responsabilidad —puntualizan.

“Insólito”

A su vez, los profesionales se mostraron sorprendidos por el hecho que la FACh no haya podido establecer las causas de la tragedia.

—Durante el curso de la investigación, lo que hemos podido constatar, especialmente a propósito del sumario que no arroja ningún resultado en cuanto a responsables, infracciones o errores, administrativas ni de ninguna naturaleza, es que esta investigación no ha tenido la colaboración de la Fuerza Aérea. Obviamente por instrucciones de su Alto Mando. Probablemente haya que investigar en su momento si hubo conductas derechamente de obstrucción a la justicia.

También comentan que les parece poco creíble o incluso insólito que la Fuerza Aérea no sea capaz de determinar las razones de la caída del Hércules. En ese sentido, plantean que cualquier línea área que registre dos accidentes graves con pocos años de diferencia entre sí, habría tenido que responder ante la justicia.

—Si hubieran caído con un lapso de tiempo de un par de años, dos aviones, del tamaño de los aviones que cayeron en Juan Fernández y camino a la Antártida, y hubieran muerto decenas o centenares de personas, esa línea aérea, sus directivos, altos ejecutivos e incluso sus accionistas, hubieran tenido que soportar algún tipo de responsabilidad penal, civil, o de otra naturaleza —esgrimen.

No obstante, Díaz y Colombara remarcan que pese a que la FACh ha tenido dos accidentes graves en un lapso de pocos años, nadie del Alto Mando ha respondido hasta ahora.

—Eso no resiste ningún análisis lógico y, por otro lado, mientras no se tome conciencia o no quede claro que la responsabilidad viene del Alto Mando, evidentemente no se van a producir cambios en el funcionamiento de la Fuerza Aérea y, en consecuencia, no es posible descartar que hechos como los que han ocurrido y han provocado muchísimas muertes, vuelvan a ocurrir en el futuro.


Declaración pública

    Consultada la FACh, declinaron profundizar en los detalles de la indagatoria expuestos en este reportaje. A través de una declaración pública indicaron que “consecuente con su actuar para este tipo de materias, no le corresponde (a la institución) referirse a las diligencias y procesos investigativos que está llevando a cabo el fiscal regional de Magallanes y de la Antártica Chilena”.

    “Asimismo, la institución hace presente su permanente colaboración con la justicia, en particular con esta investigación, para lo cual ha entregado oportunamente todos los antecedentes solicitados por el citado fiscal, a fin de contribuir a esclarecer los hechos ocurridos el 9 de diciembre de 2019 en el Mar de Drake”, agregaron.

    “Finalmente, es importante precisar que la Fuerza Aérea se mantiene colaborando con las familias afectadas en los requerimientos de apoyo social, legal, psicológico, entre otros aspectos, de acuerdo con la capacidad y alcance legal que tiene la institución para estos efectos”, concluyeron.



jueves, 4 de septiembre de 2025

Chile: Motín de pilotos en la FACh

"Había que realizar el vuelo de todas formas": motín en la FACh terminó con aviadores arrestados


Nicolás Parra Tapia ||D irector de la Unidad de Investigación de BioBioChile




20 funcionarios de la Fuerza Aérea de Chile terminaron sancionados con tres días de arresto militar, luego de que se negaran a abordar un avión Hércules con destino a la Antártica. ¿La razón? Denunciaron —por escrito— malas condiciones en una de las naves C-130 de la FACh, el mismo tipo de máquina que protagonizó la tragedia del Mar de Drake en 2019, cuando 38 personas perdieron la vida en un accidente a bordo de un vuelo institucional.

De acuerdo a antecedentes a los que accedió la Unidad de Investigación de Bío Bío, los hechos se remontan al 15 de diciembre del año pasado cuando un grupo de técnicos y pilotos presentaron sendos informes ante sus superiores para solicitar que se les restara de la Campaña Polar Científica Conjunta Glaciar Unión 2024. Una misión que implicaba el transporte de carga y pasajeros a más de 3 mil kilómetros al sur de Punta Arenas, en pleno territorio antártico.

La falla

Según consta en los documentos oficiales a los que accedió este medio, los uniformados acusaron que el avión C-130, matrícula 995 —supuestamente elegida por la institución para el despliegue— presentaba discrepancias en sus indicadores de combustible. Un desperfecto que ya había presentado el siniestrado Hércules que cayó en 2019 mientras volaba al continente blanco. De ahí que varios de ellos se negaran a abordar el avión.

“Uno de los principales riesgos de operar en estas condiciones es un posible desbalance en los estanques de combustible, debido a la imposibilidad de monitorear de manera confiable la cantidad de combustible en los estanques principales”, declaró en su informe uno de los pilotos que había sido asignado para la misión.

“Una operación sostenida desde Punta Arenas a Glaciar Unión presenta un riesgo latente”, se quejó.

Un recuerdo latente

Los mismos argumentos se repitieron en la veintena de informes que presentaron los aviadores. En buenas cuentas, todos alertaron que una falla de esas características ponía en riesgo a toda la tripulación de la aeronave.

La tragedia de 2019 seguía latente. Sin ir más lejos, uno de los funcionarios dijo que no quería abordar el avión “debido al miedo que se encuentra presente en el recuerdo del siniestrado C-130 990”. Se trata de funcionarios que eran colegas y amigos de aquellos fallecidos en el Mar de Drake.

“El vuelo no cumple con los estándares mínimos de seguridad operacional”, escribió un segundo piloto destinado a la misión. “No se tiene certeza de la causa raíz de la falla, lo que podría traer mayores problemas en la eventualidad de nuevas variables que puedan acontecer en el desarrollo de la misión”, lo que puede “comprometer la seguridad de la operación de una forma mayor a lo previsto”, acotó.

Ambos funcionarios atestiguaron que pese a las fallas, la orden era que la misión debía concretarse de cualquier manera.

“La instrucción era realizar el vuelo de todas formas”, escribió, por ejemplo, un oficial capitán de bandada (CDB).

Tal como reveló un reportaje de BBCL Investiga, el avión siniestrado en 2019 en el Mar de Drake presentaba oscilaciones de combustibles en dos estanques. En aquel momento —según consta en las declaraciones publicadas por este medio— la respuesta de la institución fue la misma: “Ya informé, pero estos huevones quieren volar igual”, comunicó vía WhatsApp uno de los técnicos del Hércules siniestrado a uno de sus colegas, poco antes de morir en la tragedia. 

“Orden de muy alto riesgo”

Según contó un sargento segundo de la institución, la falla quedó en evidencia poco antes de la misión, durante un “vuelo logístico”.

“Se presentó discrepancia en los cuatro indicadores de cantidad de combustible de los estanques principales”, dijo. Por ello, se le ordenó realizar el “vuelo logístico” hacia Magallanes “con los indicadores de los tanques principales inoperativos”.

Otros funcionarios incluso fueron más allá. Según se lee en sus informes, la aeronave también presentaba fallas de presurización y que tenía “cables eléctricos en condiciones alejadas al estándar óptimo”. Este último desperfecto también fue detectado en el C-130 990, desaparecido en 2019.

—Por sus años de funcionamiento tenía su cableado en muy mal estado. Presentaba problemas desde que llegó desde EEUU en el 2014 o 2016. Es más, podría incluso indicar que junto a mi compañero de curso, Leandro Torti Lillo, fallecido en el accidente, nos quedábamos días tratando de arreglar problemas de cables que, dado el uso, se deshacían al momento de manipularlos… Completamente corroídos —atestiguó un funcionario ante la fiscalía tras la caída del Hércules.

“Bajo las condiciones meteorológicas de Punta Arenas y Glaciar Unión, lugares en donde la operación se llevará a cabo, sería un alto riesgo para las tripulaciones”, complementó uno de los uniformados respecto de la misión de 2024.

“La orden es de muy alto riesgo para la seguridad de la operación como la seguridad de la tripulación a bordo, incluso pudiendo tener resultados catastróficos”, se lamentó otro de los encomendados.

“Esta misión bajo estas condiciones pone en riesgo innecesario a la tripulación y compromete el éxito de la operación”, acotó, en tanto, un cabo segundo de la institución.
La reunión en la FACh

Ante la negativa de los funcionarios de abordar el avión, la FACh los convocó a una reunión ese mismo 15 de diciembre por la tarde. La cita tuvo como consecuencia que se decidiera no autorizar la operación de la aeronave y que algunos de los aviadores terminaran aceptando la misión.

Y aunque varios echaron pie atrás y de desdijeron de sus informes luego de ese encuentro, todos terminaron sancionados. Así consta en una resolución exenta de la Comandancia en Jefe de la Segunda Brigada Aérea de la FACh, documento en el que la institución desechó los argumentos de sus uniformados. En especial aquellas alegaciones que apuntaban a que se habría instruido “realizar el vuelo de todas formas”.

“Consta (…) que las discrepancias que presentaba el C-130 N°995 estaban siendo debidamente atendidas y analizadas”, afirmó la comandancia a través del escrito con el que selló los castigos.

En total, los 20 involucrados fueron sancionados con tres días de arresto militar:

“Con su conducta [contribuyeron] a un ambiente de desconfianza en las tripulaciones, afectando su disponibilidad para cumplir funciones propias del servicio, en el cumplimiento de una misión institucional”, se lee en el documento.

Y agregan: Quebrantaron y eludieron “sus deberes militares, produciendo una falsa alarma, desorden o confusión en las tripulaciones”.

martes, 5 de noviembre de 2024

Mirages en Chile: Adquisición, sobreprecio y corrupción


Mirage 5 y 50

Esteban McLaren para FDRA
 

En los años 80, Chile adquirió una flota de aviones Mirage 50 de origen francés, los cuales fueron comprados como parte de un esfuerzo para modernizar la Fuerza Aérea de Chile (FACh) en un contexto de tensiones regionales. A continuación, se detallan aspectos clave sobre la compra y el posterior uso de estos aviones:

Proceso de compra y controversias

En 1979, la Fuerza Aérea de Chile (FACh) se interesó en el Mirage 50, un avión desarrollado por la fábrica francesa Marcel Dassault. Este modelo era una actualización del Mirage 5, equipado con un motor más potente, el Snecma Atar 9K-50, y la posibilidad de incluir radares Cyrano IV o Agave. Chile firmó el contrato de adquisición ese mismo año, obteniendo diferentes versiones del avión: el Mirage 50FC (ataque a tierra), el Mirage 50C (cazabombardero) y el Mirage 50DC (entrenador biplaza).

Los primeros aviones, ocho Mirage 50FC, llegaron a Chile en junio de 1980, y el primer vuelo oficial se realizó en septiembre de ese año. Posteriormente, entre 1982 y 1983, se completó la flota con la llegada de los modelos 50C y 50DC, alcanzando un total de 16 aeronaves.

En 1985, se inició el "Programa Bracket" para modernizar estos aviones, que culminó en la creación del Mirage Pantera. Este programa, desarrollado con la colaboración de ENAER e Israel Aerospace Industries (IAI), incluyó mejoras significativas en aviónica y sistemas de combate, como la instalación de un HUD, un radar telemétrico ELTA 2001B, y un sistema de guerra electrónica, entre otros. El Mirage Pantera fue presentado en 1988, representando un salto tecnológico para la FACh.

La compra de los Mirage 50 fue parte de un acuerdo con Francia a partir de 1979, en un momento en que Chile enfrentaba restricciones internacionales debido a violaciones de derechos humanos. El trato incluyó la adquisición de 16 aviones, y aunque inicialmente no hubo indicios públicos de irregularidades, años después surgieron controversias sobre posibles sobornos y sobreprecios.

Luego se adquirieron Mirage 5 desde Bélgica. Los Mirage 5 comprados a Bélgica sufrieron «una tasa impresionante de accidentes durante el tiempo que malamente aguantaron volando en Chile», protagonizando cinco accidentes aéreos serios entre 1999 y 2006, evidenciándose, entre otros desperfectos mecánicos, problemas en sus trenes de aterrizaje. Los aviones belgas duraron oficialmente entre diez y once años en servicio en Chile, pese a que se estimaba inicialmente una vida útil de más de 20 años. Incluso antes de que fueran sacados de circulación muchos servían como mera decoración en la entrada de bases aéreas como Cerro Moreno en Antofagasta y en la Academia de Guerra Aérea de Las Condes. Así, los Mirage-Elkan se convirtieron  en los aviones que menos ha durado en el inventario aeronáutico de la defensa nacional chilena(Wikipedia, la enciclopedia libre). 

Investigaciones posteriores en Bélgica y Chile revelaron que intermediarios habrían desviado fondos destinados a la compra, con comisiones ilegales manejadas por figuras vinculadas al gobierno militar chileno. Esto resultó en un escándalo conocido como el "Caso Mirage" que implicó a altos oficiales de la FACh​ (Wikipedia, la enciclopedia libre).

Actualización y armamento

Los Mirage 50 adquiridos por Chile fueron modernizados bajo el programa "Pantera" a mediados de los 80. Las mejoras incluyeron un HUD (Head-Up Display) proporcionado por Israel, un radar telemétrico ELTA 2001B, sistemas de guerra electrónica desarrollados localmente y la capacidad de portar misiles aire-aire Rafael Python III. Estas actualizaciones mejoraron significativamente las capacidades del avión, haciéndolo más apto para misiones aire-superficie y aire-aire en un contexto regional competitivo ​(Zona Militar, Archivo Mirage).



Sobreprecio y consecuencias

Una investigación belga reveló que se habrían destinado 15 millones de dólares en comisiones ilegales a intermediarios, incluyendo a Bernard van Meer, yerno del general chileno Ramón Vega Hidalgo, quien recibió 2,7 millones de dólares. También se detectaron depósitos en cuentas de los tres hijos de Vega y transferencias a intermediarios chilenos, como Conrado Ariztía, el coronel retirado Luis Bolton, y los generales retirados Jaime Estay Viveros y Florencio Dublé Pizarro.

En 1999, el diputado Nelson Ávila reveló documentos que señalaban posibles sobornos, identificando al chileno Carlos Honzik, controlador de Berthier Investment Inc., como intermediario clave. Esta empresa fue fundada junto al abogado de Augusto Pinochet, Óscar Aitken, y el exdirector de FAMAE, Guillermo Letelier Skinner. La Fuerza Aérea de Chile (FACh) realizó una investigación interna, asegurando que no hubo sobornos ni fallas en los aviones Mirage.

En 2003, un exhorto belga solicitó a la justicia chilena investigar la relación entre Vega y Van Meer, encontrándose un fax de 1993 donde Van Meer pedía no vincular su nombre con Vega y recomendaba que las comunicaciones se canalizaran a través de Carlos Honzik. La investigación evidenció que las comisiones manejadas por Berthier Investment Inc. se dividieron entre oficiales militares chilenos y sus familias, así como traficantes de armas cercanos al sector militar.

En enero de 2009, el general Vega Hidalgo fue arrestado y procesado por malversación de caudales públicos, acusándosele de recibir 2,9 millones de dólares en comisiones. Junto a él, fueron procesados los generales Estay y Dublé, y el coronel Luis Bolton, como cómplices, con cargos por recibir 65 mil y 60 mil dólares, respectivamente. El juez Omar Astudillo, a cargo de la investigación, argumentó que se evidenció la transferencia de fondos a las cuentas de los hijos y el yerno de Vega, vinculadas al pago de los aviones Mirage.

Finalmente, una comisión parlamentaria investigó la compra de los Mirage y, en 2010, publicó un informe responsabilizando a los expresidentes Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Patricio Aylwin, así como a los exministros de Defensa Patricio Rojas y Edmundo Pérez Yoma, por no haber evitado la corrupción en la operación de compra de los aviones Mirage.

En 2017, el juez Omar Astudillo descubrió que 6,3 millones de dólares de las comisiones ilegales de la compra de los aviones Mirage estaban en una cuenta en Liechtenstein, abierta por el empresario Carlos Honzik para repartir los fondos a oficiales de la FACh. Como resultado, Astudillo absolvió a los exmilitares Dublé y Bolton y condenó al general retirado Jaime Estay a 100 días de pena remitida, tres años de inhabilitación para cargos públicos y una multa de 11 UTM. Además, Henriette Bahna, esposa de Honzik, fue condenada a 61 días remitidos y el comiso de 7,5 millones de francos suizos, aunque fue absuelta por lavado de activos.

En 2019, la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó las condenas y ordenó la restitución de 15 millones de dólares al fisco chileno, con la mitad retenida en un banco suizo bajo secuestro judicial preventivo. El general Ramón Vega Hidalgo fue sobreseído tras su fallecimiento en 2014.

A pesar de las mejoras técnicas, el proceso de adquisición de los Mirage 5 se vio empañado por denuncias de corrupción. La investigación reveló que altos oficiales y figuras vinculadas al régimen de Pinochet habrían recibido comisiones por millones de dólares. Este sobreprecio no solo afectó la imagen de las Fuerzas Armadas chilenas, sino que también llevó a procesamientos judiciales años después​ (Wikipedia, la enciclopedia libre).

En resumen, la compra de los Mirage 50 fue un paso importante para la modernización de la FACh, pero la compra de los Mirage 5 pero estuvo marcada por corrupción y sobrecostos, lo que empañó un programa que de otro modo habría sido visto como un avance significativo en las capacidades militares de Chile.



lunes, 2 de octubre de 2023

Argentina: El gobierno no mueve un dedo por los aviones

La desidia peronista en el re-equipamiento eterno de la FAA







Desde mi perspectiva, la situación actual en Argentina es sumamente preocupante y merece una crítica dura y contundente. Resulta asombroso observar cómo el poder político se comporta de manera similar a un rockstar octogenario en su gira de despedida, mientras valiosas semanas se desperdician y ciertos funcionarios se refugian en excusas y postergaciones. Esta actitud está poniendo en serio peligro el trabajo incansable que la Fuerza Aérea Argentina (FAA) ha realizado durante décadas para superar sus carencias y fortalecer su capacidad.

Hace exactamente un mes, tuve la oportunidad de conversar con el comandante en jefe de la FAA, el Brigadier General Xavier Isaac, acerca del estado de un trámite crucial en el Congreso estadounidense relacionado con la adquisición de cazas F-16 AM/BM daneses y su equipamiento complementario. No obstante, a pesar de algunos avances iniciales, la burocracia gubernamental ha demostrado ser ineficiente y apática en esta cuestión fundamental.

La falta de acción y el desinterés manifiestos por parte del Ministro de Defensa, Jorge Taiana, y el Ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, al postergar de manera reiterada la firma del acuerdo necesario, contradicen de manera flagrante las promesas de la administración actual de modernizar la FAA con un Sistema de Armas de 4ª Generación.

La prolongada demora en la firma del acuerdo con el Congreso estadounidense está causando daños significativos al proceso de selección del caza para la FAA, y esto coloca en una posición de desventaja a la oferta del Chengdu FC-1C Thunder debido a esta negligencia. Los montos económicos involucrados en la adquisición de estos aviones son insignificantes en términos de gasto en defensa y son fácilmente manejables, incluso en medio de un panorama económico complejo.

En última instancia, es crucial que el gobierno actúe con celeridad y tome medidas concretas para resolver estos asuntos esenciales de defensa antes de que sea demasiado tarde. La inacción y la falta de interés solo ponen en riesgo la seguridad del país y desmerecen el arduo trabajo y sacrificio de la Fuerza Aérea Argentina a lo largo de los años. La cercanía de las elecciones y el apoyo de los candidatos con altos índices de intención de voto para fortalecer a la FAA hacen que esta falta de acción sea aún más inexplicable y perjudicial para la nación.

lunes, 28 de mayo de 2018

Impotencia Aérea Argentina: Sigue la crisis en defensa con el mackrichnerismo

Crisis en la Fuerza Aérea: éxodo de pilotos, bases sin presupuesto y aviones paralizados

En el último año perdió 45 pilotos. Hay falta de equipamiento y mucha mano de obra ociosa

Por Martín Dinatale | Infobae





No son días de festejo para la Fuerza Aérea. Este 25 de Mayo encuentra a los militares y al personal civil aéreo de la Argentina en una de sus peores crisis que se cristaliza en datos concretos: el éxodo masivo de pilotos, una reducción presupuestaria, bases aéreas semiparalizadas y una flota de aviones que en gran medida se encuentra fuera de actividad por problemas de equipamiento y mantenimiento.
Si la radiografía de la Armada después de la desaparición del submarino ARA San Juan dejaba poco que desear, la situación de la Fuerza Aérea no dista de presentar graves problemas de fondos y genera una preocupación latente en todas las Fuerzas Armadas que es la "importante falta de un control adecuado del espacio aéreo argentino", según revelaron a Infobae al menos cuatro fuentes castrenses de jerarquía.

El exponente más visible de esta crisis en la Fuerza Aérea es su reducción presupuestaria en este 2018. Mientras que el año pasado el presupuesto para la Fuerza Aérea fue de 19.330 millones de pesos, este año se prevén $ 18.242 millones. La diferencia no parecería ser significativa si no se tiene en cuenta que dentro de este presupuesto del 2018 hubo un aumento de gastos en personal del 30%, lo que significa una disminución de un promedio del 40% en funcionamiento servicios de la Fuerza Aérea y de la incorporación de bienes del 2018 con respecto al 2017, según indicaron fuentes oficiales.



La crisis en la Fuerza Aérea como en el resto de las fuerzas no es nueva y se acarrea desde la época del kirchnerismo. Ahora se agravó y el pago en dólares de insumos de importación para los aviones profundiza esta situación de restricciones presupuestarias.

La reciente compra de 5 aviones Súper Etendard a Francia por 12 millones de euros no logró calmar los ánimos de malestar en la Fuerza Aérea por dos motivos centrales: por un lado, estos aviones deberán ser reparados antes de su funcionamiento pleno y ello podría demorar hasta un año; y por otra parte, la decisión de equipar las fuerzas con 5 aviones usados de Francia tampoco logró frenar la falta de fondos para las tareas diarias ni impidió el éxodo de pilotos.

Según señalaron a Infobae fuentes confiables de las Fuerzas Armadas, en el último año se fueron de la Fuerza Aérea 45 pilotos operativos y quedaron 270.

Esta fuga de pilotos responde sustancialmente a un problema presupuestario y preocupa a la cúpula de las Fuerza Aérea. Formar a un piloto puede llevar entre 8 y 10 años como mínimo. Sin embargo, actualmente los salarios de los pilotos militares en la Argentina no son elevados. En promedio un piloto formado y con más de 20 años de servicio cobra entre 30.000 y 35.000 pesos.

¿Cuáles son las causales de este éxodo masivo de pilotos?

Varios militares consultados coincidieron en que la principal causa de esa fuga responde a la falta de una perspectiva en la Fuerza Aérea y también a la apertura de nuevas líneas aéreas low cost. La demanda de las compañías extranjeras y nacionales hizo que muchos pilotos de la Fuerza Aérea emigraran a esas empresas en busca de mejoras económicas.

El martes pasado en Córdoba le preguntaron al subjefe de la Fuerza, el brigadier Gustavo Testoni, qué medida iban a tomar ante tantas bajas que se están produciendo de pilotos en actividad. Contestó que están analizando sancionar a quienes se presenten a rendir exámenes afuera de las fuerzas y,a su vez, remarcó que también se evalúa no convalidarles las horas de vuelo militares que es un derecho de la aviación civil.

Uno de los casos de los 45 pilotos que se fueron en el último año de la Fuerza Aérea y que llamó mucho la atención entre sus pares fue el del comodoro Daniel Maspero, un oficial que todos califican de "excelente profesional" y que representó el paradigma del aviador que ya se va a la actividad privada no sólo por la incapacidad de volar adecuadamente en la Fuerza Aérea sino también como un rechazo a la actual cúpula del Cóndor.

La situación de los mecánicos aéreos no es muy diferente a la de los pilotos: son pocos y muchos se retiraron a la actividad privada en búsqueda de mejores horizontes económicos.

Infobae intentó tener la opinión de toda esta situación del ministro de Defensa Oscar Aguad. Pero no contestó a los insistentes llamados.

La situación de precariedad y falta de ánimo en las bases aéreas distribuidas en todo el país también es alarmante. "Son bases complicadas por su infraestructura de larga data y por la falta de presupuesto para mantener los aviones en operatividad", dijo un comodoro en actividad.

A lo largo de una consulta detallada que realizó Infobae sobre la situación de cada base se pudo determinar por ejemplo algunos datos significativos que reflejan el estado de decadencia de la Fuerza Aérea.

En la base aérea de Villa Mercedes en San Luis sólo están funcionando tres aviones A-4 de combate que tienen 20 años de antigüedad.

La base de Tandil cuenta con 2 aviones Pampa de los cuales sólo vuela uno y para determinadas ocasiones hay una avioneta Cessna. Además, en Tandil se desprogramaron los Mirage en el 2015 y hay unas 500 personas en situación semiociosa.

En la base de Paraná hay un Lear jeat y una avioneta Sessna operando mientras se encuentran allí más de 600 efectivos.

En Comodoro Rivadavia se encuentran volando sólo 2 de los 5 aviones Saab 340 y hay unas 500 personas en actividad.

En El Palomar se encuentran 7 Hércules de los cuales 5 estan operativos y modernizados y hay unas 700 personas trabajando.



En la base de Río Gallegos no hay aviones operando en estos momentos.

Según confirmaron a Infobae tres fuentes calificadas con acceso a los datos de cada base, al parecer, las bases que mejor se encuentran son la de Córdoba que tiene aviones nuevos y la de Reconquista cuenta con un lote de 10 aviones Pucará.

En resumen: en todo el país hay unos 5 Hércules en funcionamiento, de los 20 Pucará sólo vuelan 10, de los A4 sólo 5 están operativos de los cuales la mitad están en reparación y 15 aviones Pampa están funcionando en todo el país.

"Estamos muy preocupados porque en la situación presupuestaria en que se encuentra la Fuerza Aérea en estos momentos podría poner en riesgo la cobertura del espacio aéreo del Sur argentino", admitió ante este medio un destacado piloto.

A la vez, un brigadier en actividad dijo sin vueltas: "el control aéreo de la Argentina es bajo".


Esta es una visión compartida por todo el espinel de la Fuerza Aérea incluida parte de su cúpula. Sólo que públicamente no lo dirán porque ello sería una señal de debilidad ante los países vecinos.

Está claro que la defensa de la Argentina descansa en gran medida en su escudo de radares que funciona muy bien y que es el mejor apoyo con que puede contar la Fuerza Aérea. Además, el INVAP ha desarrollado últimamente 7 radares y otros 3 están en producción.

La cúpula de la Fuerza Aérea elevó en reiteradas oportunidades esta preocupación por la crisis del área al ministro de Defensa. Pero hasta ahora no hubo respuesta alguna. Mejor dicho: la única respuesta que se dio es que "esta situación de precariedad presupuestaria es común en todo el Estado". A partir de allí hubo poco para reclamar.

martes, 16 de enero de 2018

FAA: Otro desastre administrativo del gobierno argentino

El principio del fin de la Fuerza Aérea Argentina


Capitán Héctor Pipi Sanchez - FAA (VGM)




El principio del fin para la Fuerza Aérea. Y después el gobierno dice que fortalece las Instituciones.
Desde el 83 a la fecha, estatizamos todo. Después privatizamos todo, volvimos a estátizar. Ahora volvemos a organizar y reestructurar para seguir acomodando gente con unos sueldos increíbles.
Mientras tanto, destruimos Instituciones que funcionaban profesionalmente, casi sin recursos y con magros sueldos.
Ahora si, los “milicos” deben seguir formando a los jóvenes M que todo lo saben y todo lo pueden....
Entregamos todo lo que al pueblo argentino le costó dinero y sacrificio para que la patria tuviera su Defensa Nacional.
Pero bueno, yo los voté y me siento responsable de lo que nos pasa. Pero no tropiezo dos veces con la misma piedra.
Antes eran prepotentes, maltratadores y despectivos con los uniformados.
Ahora son jóvenes, bonitos, hablan bien y “reciben menos porcentaje en los negocios”. Pero no dejan de ser la misma calaña de “políticos” vende patria igual que todos.
Agua y ajo; a aguantar carajo y espero que sobrevivan las Instituciones que supimos tener.


CAPÍTULO V

AVIACIÓN CIVIL

ARTÍCULO 34.- Sustitúyese el artículo 6° de la Ley N° 27.161, por el siguiente:

“ARTÍCULO 6°.- Créase la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.), en la órbita del MINISTERIO DE TRANSPORTE, con sujeción al régimen establecido por la Ley Nº 20.705, disposiciones pertinentes de la Ley General de Sociedades N° 19.550 (t.o. 1984) y sus modificatorias que le fueren aplicables y a las normas de su Estatuto, la que tiene por objeto la prestación del Servicio Público de Navegación Aérea, de conformidad con los alcances previstos en el artículo 2° de la presente ley”.

ARTÍCULO 35.- Sustitúyese el artículo 16 de la Ley N° 27.161, el que quedará redactado de la siguiente manera:

“ARTÍCULO 16.- Una vez constituida, se transfieren a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.) las funciones de control operativo de la prestación del Servicio Público de Navegación Aérea y la coordinación y supervisión del accionar del control aéreo, con sus respectivas competencias, cargos, personal y créditos presupuestarios, así como la administración de los bienes patrimoniales afectados a su uso”.

ARTÍCULO 36.- Derógase el artículo 19 de la Ley N° 27.161.

ARTÍCULO 37.- Disuélvese la DIRECCIÓN NACIONAL DE CONTROL DE TRÁNSITO AÉREO, dependiente de la SECRETARÍA DE ESTRATEGIA DE ASUNTOS MILITARES del MINISTERIO DE DEFENSA.

ARTÍCULO 38.- Sustitúyese el último párrafo del artículo 22 de la Ley N° 27.161, por el siguiente:

“La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), mediante cartas acuerdo, debe facilitar a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.) toda información necesaria tendiente a percibir cualquiera de los ingresos y derechos establecidos en la presente Ley”.

ARTÍCULO 39.- Sustitúyese el artículo 24 de la Ley N° 27.161, por el siguiente:

“ARTÍCULO 24.- En su carácter de autoridad aeronáutica la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) continúa ejerciendo la regulación, supervisión y fiscalización de las prestaciones transferidas a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.), de conformidad a las normas nacionales y las internacionales emitidas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

La Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.), como prestadora del servicio, planifica y elabora todo lo concerniente a la organización de los espacios aéreos, gestión de la afluencia de tránsito aéreo, servicios de tránsito aéreo e información aeronáutica, para su posterior elevación a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que la supervisa, publica y distribuye nacional e internacionalmente.

La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) presta los Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea y garantiza el ofrecimiento de capacitación profesional y técnica a los trabajadores de la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.)”.



ARTÍCULO 40.- Sustitúyese el segundo párrafo del artículo 28 de la Ley N° 27.161, por el siguiente:

“La Unidad Ejecutora de Transferencia culmina su tarea una vez finalizada la transferencia a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.) de las funciones de control operativo de la prestación del Servicio Público de Navegación Aérea y de coordinación y supervisión del accionar del control aéreo con sus respectivas competencias, cargos, personal y créditos presupuestarios, así como la administración de los bienes patrimoniales afectados a su uso”.

ARTÍCULO 41.- Deróganse los incisos a) y c) del Anexo I de la Ley N° 27.161.

ARTÍCULO 42.- Transfiérense desde la DIRECCIÓN GENERAL DE CONTROL DE TRÁNSITO AÉREO de la FUERZA AÉREA ARGENTINA a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.), organismo actuante en el ámbito jurisdiccional del MINISTERIO DE TRANSPORTE, las siguientes competencias:

a) La prestación de la Gestión del Tránsito Aéreo (ATM), la Gestión de Afluencia de Tránsito Aéreo (ATFM) y las funciones inherentes a las oficinas de reporte de los servicios de tránsito aéreo (ARO) y del servicio de información aeronáutica (AIS), en los siguientes aeródromos:

1. Aeródromo de Tandil.

2. Aeródromo de “El Palomar”.

3. Aeródromo de Reconquista.

4. Aeródromo de Villa Reynolds.

5. Aeródromo de Moreno.

6. Aeródromo de Río Cuarto.

7. Aeródromo de Termas de Río Hondo.

8. Aeródromo de Río Gallegos.

9. Aeródromo de Sauce Viejo.

b) Los siguientes medios para la prestación de los servicios enunciados en los incisos anteriores:

1. Los VEINTIDÓS (22) Radares Secundarios Monopulso Argentinos (RSMA) fabricados e instalados por INVAP S.E.

2. El equipamiento CNS que apoya los servicios de tránsito aéreo en los aeródromos enunciados en el inciso a) del presente artículo (comunicaciones tierra-tierra y airetierra, radiodifusión, radionavegación, mensajería aeronáutica, y cualquier otro equipamiento de apoyo a dichos servicios en los aeródromos referidos).

ARTÍCULO 43.- La transferencia mencionada en el artículo anterior a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.), organismo actuante en el ámbito jurisdiccional del MINISTERIO DE TRANSPORTE, se efectúa con sus respectivas competencias, cargos, créditos presupuestarios, así como la administración de los bienes patrimoniales afectados a su uso.

ARTÍCULO 44.- Dispónese la comisión de servicios y por el plazo de TRESCIENTOS SESENTA (360) días a la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.), organismo actuante en el ámbito jurisdiccional del MINISTERIO DE TRANSPORTE, a la totalidad del personal militar que a la fecha desempeña funciones operativas en los aeródromos mencionados en el inciso a) del artículo 42 de la presente medida, en los mismos lugares y puestos que a la fecha desempeñan. El MINISTERIO DE TRANSPORTE podrá prorrogar por el mismo plazo la comisión de servicios prevista en este artículo.

ARTÍCULO 45.- El personal militar que comience a prestar servicios “en comisión” para la Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado (EANA S.E.) quedará bajo la conducción y control funcional de los jefes que dicha empresa designe.

ARTÍCULO 46.- El MINISTERIO DE TRANSPORTE está facultado para dictar las normas complementarias y aclaratorias que resulten pertinentes para la implementación del presente Capítulo.

ARTÍCULO 47.- Sustitúyese el Artículo 516 del CÓDIGO ADUANERO aprobado por la Ley N° 22.415, por el siguiente texto:

“ARTÍCULO 516.- A solicitud del explotador de la aeronave autorizado para operar en transporte aéreo internacional o de sus agentes, el servicio aduanero podrá habilitar, en los aeropuertos correspondientes, depósitos especiales para el almacenamiento de repuestos y demás elementos que determinare la reglamentación para la respectiva línea aérea, los que podrán ser extraídos de las aeronaves o conducidos a las mismas sin más requisitos que los establecidos para el ejercicio del control aduanero.

Asimismo, a solicitud de la empresa habilitada para prestar el servicio de atención en tierra a aeronaves, el servicio aduanero podrá habilitar en los aeropuertos correspondientes, depósitos especiales para el almacenamiento de repuestos y demás elementos que dicha empresa habilitada utiliza para la prestación de los ‘servicios de rampa’ a otras empresas de transporte aéreo nacional y/o internacional a sus agentes”