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domingo, 19 de enero de 2025

Argentina: Cada piloto de F-16 costará entre 27/52 millones USD en toda su carrera

 

Costos de formar y mantener pilotos de F-16 Fighting Falcon para la Fuerza Aérea Argentina

  • ¿Cuánto cuesta crear y mantener calificado a un piloto de F-16?
  • ¿Cómo sería el ciclo de vida de un piloto en la Fuerza Aérea Argentina?
  • Cifras al 2024 y un análisis económico-financiero al final


Por Esteban McLaren para FDRA

Supongamos un futuro piloto argentino, oficial recién graduado. Los aviones disponibles para entrenamiento son los Grob G 120, AT-6 Texan II, EMB 312 Tucano y FMA IA-63 Pampa, luego viene, a partir del año que viene, el F-16 Block 15 MLU ex-Dinamarca. ¿Cuántas horas de vuelo se requiere que cumpla en cada aparato un piloto para llegar a volar en un F-16? Luego, si el piloto llega a calificar para volar F-16, cuantas horas por año debe mantener para seguir calificado en el aparato. Buscamos sumar en una tabla todas las horas realizadas por aparato más las horas por año de volar un F-16 hasta alcanzar el límite de edad permitido para un piloto para poder volar un moderno caza de combate. Para ello vamos a suponer un ciclo de vida del piloto, suponiendo edades razonables del piloto cuando inicia con el Grob G-120 y luego establecer una edad de corte para poder operar el F-16 tal como se emplea bajo los estándares de la OTAN. Un análisis económico-financiero optativo se encuentra al final.

Para determinar cuántas horas de vuelo un piloto argentino, siguiendo los estándares de la OTAN (NATO), necesita completar en cada avión antes de calificar para volar un F-16 Block 15 MLU, así como cuántas horas anuales debe mantener para seguir calificado, es necesario basarnos en el perfil estándar de entrenamiento de pilotos militares en fuerzas aéreas occidentales. A continuación, se desglosan las etapas de formación y la acumulación de horas de vuelo según los tipos de aviones disponibles: Grob G 120, AT-6 Texan II, EMBV 312 Tucano, FMA IA-63 Pampa, y finalmente el F-16 Block 15 MLU.


Etapas de Entrenamiento de Vuelo

  1. Grob G 120 (Entrenamiento Primario)
    • Este es el avión de entrenamiento primario básico. Los estándares de la OTAN y los de muchas fuerzas aéreas occidentales requieren que los cadetes completen entre 70 y 100 horas de vuelo en esta etapa antes de avanzar.
  2. AT-6 Texan II o EMB 312 Tucano (Entrenamiento Intermedio/Avanzado)
    • Después del entrenamiento primario, los cadetes pasan a un avión de entrenamiento turbohélice como el AT-6 Texan II o el Tucano. Este entrenamiento intermedio/avanzado suele requerir entre 120 y 150 horas de vuelo, dependiendo de la fuerza aérea.
  3. FMA IA-63 Pampa (Entrenamiento en Jet)
    • En esta etapa, los cadetes vuelan un jet de entrenamiento avanzado como el IA-63 Pampa para familiarizarse con las características de los aviones a reacción. Normalmente, se requieren entre 150 y 200 horas de vuelo en este avión antes de pasar a un caza supersónico.
  4. F-16 Block 15 MLU (Conversión Operacional)
    • Tras completar el entrenamiento en jet, el piloto entra en un curso de Conversión Operacional para volar el F-16. Este curso incluye tanto simulación como horas reales de vuelo. Por lo general, se requiere un mínimo de 200 horas de vuelo en el F-16 para obtener la calificación completa.

Horas de Vuelo para Mantener la Calificación en el F-16

Una vez calificado en el F-16, para mantener la calificación como piloto operativo, los estándares de la OTAN requieren que el piloto mantenga entre 120 y 180 horas de vuelo anuales en un avión de combate moderno como el F-16.


 

Edades y Progresión

Asumimos que el piloto comienza su entrenamiento alrededor de los 21 años (tras haber completado la formación académica en la Escuela de Aviación Militar - EAM) y que la edad de retiro de un piloto de caza en un moderno avión de combate se sitúa alrededor de los 45 años, siguiendo los estándares de las fuerzas aéreas occidentales.

A continuación, se presenta una tabla que resume las horas de vuelo por cada etapa de entrenamiento y las horas necesarias para mantener la calificación en el F-16 hasta la edad de retiro:

Tabla Resumen de Horas de Vuelo

EtapaAviónHoras RequeridasEdad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano14022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa18023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU20024 años
Horas Totales Entrenamiento600

Horas de Vuelo AnualesF-16 Block 15 MLU150 (promedio anual)25-45 años
Horas Anuales por 21 años (de los 24 a los 45 años)3,150

Total de Horas de Vuelo

ConceptoHoras Totales
Horas totales de entrenamiento (hasta F-16)600
Horas de vuelo anuales en F-16 (21 años)3,150
Total de horas de vuelo3,750


Un piloto argentino, siguiendo los estándares de la OTAN, necesitaría acumular aproximadamente 600 horas de vuelo en entrenamiento básico, intermedio y avanzado antes de calificar para volar un F-16. Una vez calificado, deberá mantener alrededor de 150 horas anuales de vuelo en el F-16. A lo largo de una carrera de 21 años (desde los 24 hasta los 45 años), el piloto habrá acumulado aproximadamente 3,750 horas de vuelo.



Cálculo de costos

Para calcular el costo total de entrenar a un piloto argentino y mantener su calificación en el F-16 Block 15 MLU, vamos a utilizar estimaciones razonables del costo por hora de vuelo para cada avión en la flota de entrenamiento y operación mencionada: Grob G 120, AT-6 Texan II, EMBV 312 Tucano, FMA IA-63 Pampa, y el F-16 Block 15 MLU. Luego, sumaremos todos los costos para tener un estimado total del costo de entrenar y operar a un piloto en su vida útil como piloto de combate en Argentina.

 

Estimaciones de costo por hora de vuelo

  1. Grob G 120: Fuentes globales estiman alrededor de $500 USD por hora de vuelo.
  2. AT-6 Texan II o EMBV 312 Tucano: El costo estimado por hora de vuelo para el AT-6 es de alrededor de $1,000 USD, y el EMBV 312 Tucano se ubica en una categoría similar.
  3. FMA IA-63 Pampa: Siendo un entrenador a reacción, sus costos operativos son más altos, estimados en alrededor de $2,000 USD por hora según datos disponibles de jets comparables.
  4. F-16 Block 15 MLU: De acuerdo con varias fuentes, el costo por hora de vuelo del F-16 varía entre $8,000 y $22,470 USD, dependiendo de factores como mantenimiento y condiciones operativas (Executive Flyers)​(Wikipedia).

Estas cifras son aproximadas y pueden variar dependiendo del país, la estructura de costos, mantenimiento, combustible y otros factores. Sin embargo, son cifras razonables basadas en el costo de operación de aviones similares en fuerzas aéreas occidentales.

 

Con base en la información actualizada, incluiremos dos estimaciones del costo de volar el F-16 Block 15 MLU: una basada en un límite inferior de $8,000 por hora de vuelo y otra basada en un límite superior de $22,470 por hora de vuelo. A continuación se muestra la tabla revisada y el desglose de costos.

 


Tabla actualizada: Horas de vuelo y costos por aeronave (F-16 Block 15)

EtapaAviónHoras RequeridasCosto por Hora (USD)Costo Total (USD)Edad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208050040,00021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano1401,000140,00022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa1802,000360,00023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU2008,0001,600,00024 años
Horas Totales Entrenamiento600

2,140,000
Horas de Vuelo Anuales (baja estimación)F-16 Block 15 MLU150 (anual)8,0001,200,000 (anual)25-45 años
Horas Totales por 21 años (baja estimación)3,1508,00025,200,000

Costo Total con estimación baja


$27,340,000 USD

Estimación Alta: F-16 a $22,470 por hora (F-16C)

EtapaAviónHoras RequeridasCosto por Hora (USD)Costo Total (USD)Edad Aproximada
Entrenamiento PrimarioGrob G 1208050040,00021 años
Entrenamiento IntermedioAT-6 Texan II / Tucano1401,000140,00022 años
Entrenamiento en JetFMA IA-63 Pampa1802,000360,00023 años
Conversión OperacionalF-16 Block 15 MLU20022,4704,494,00024 años
Horas Totales Entrenamiento600

5,034,000
Horas de Vuelo Anuales (alta estimación)F-16 Block 15 MLU150 (anual)22,4703,370,500 (anual)25-45 años
Horas Totales por 21 años (alta estimación)3,15022,47047,327,500

Costo Total con estimación alta


$52,361,500 USD

Cálculo del Costo Total

  1. Costo total de entrenamiento (600 horas):

    • Baja estimación: $2,140,000 USD
    • Alta estimación: $5,034,000 USD
  2. Costo total de operación en el F-16 (21 años):

    • Baja estimación: $25,200,000 USD
    • Alta estimación: $47,327,500 USD

Resumen de Costos

EstimaciónCosto Total (USD)
Estimación baja$27,340,000 USD
Estimación alta$52,361,500 USD

Conclusión

El costo total de entrenar y mantener a un piloto argentino calificado para volar un F-16 Block 15 MLU oscila entre $27,340,000 USD y $52,361,500 USD a lo largo de su carrera, dependiendo del costo por hora de vuelo en el F-16.






martes, 7 de enero de 2025

Malvinas: Morgan y el Sánchez, una amistad en combate


Memorias de un piloto inglés sobre la Guerra de Malvinas


Cuando empieza la primavera europea, David Morgan sabe que volverán a asaltarlo recuerdos de la guerra. Regresó de las Islas Malvinas en julio de 1982, condecorado y reconocido por sus hazañas como piloto de los Sea Harriers, los aviones más modernos de aquel tiempo. Participó en más de 50 misiones durante el conflicto, en las que derribó helicópteros y aviones. Al regresar a casa, esas hazañas se transformaron en pesadillas. “Estaba irritable, nervioso y muy reacio a tomar las pequeñas decisiones de todos los días. Era como si me hubiera acostumbrado a tomar decisiones de vida y muerte y había perdido la habilidad de lidiar con lo mundano”, cuenta David Morgan en su libro de memorias, Cielos Hostiles, escrito hace 14 años y recientemente traducido al español y publicado en Argentina. Mucho tiempo después de la guerra fue diagnosticado con estrés postraumático y pudo hablar de lo que había vivido.

En una entrevista virtual desde Buenos Aires con EL PAIS, la primera con una periodista argentina, David Morgan rememora aquellos tiempos con mirada triste y pausas largas. A los 73 años, su vida es ahora tranquila, rodeada de naturaleza en una hermosa casa rural en Shaftersbury, a 150 km de Londres. Todos los fines de semana lo visitan sus dos hijos y sus cinco nietos, a quienes lleva a volar en su avión particular y les dedica el tiempo que quizás no tuvo como padre. Sus hijos eran pequeños cuando él partió al Atlántico Sur. ¿A dónde iba? ¿Qué eran las Malvinas? Los niños lo entendieron tiempo después, cuando algunos de sus amigos de la escuela contaban que habían perdido a sus padres. Gracias a 12 años de ayuda terapéutica, David Morgan pudo escribir sus memorias. Las dedicó a su familia y a su psicóloga, Sally, a quien le agradeció “salvar su cordura”.

Con un prólogo especialmente dedicado a los argentinos, David Morgan aclara que temía que el libro “no fuera bien recibido” en el país sudamericano. “Pero mis buenos amigos allá me animaron a hacerlo”, dice. Sus párpados caen pesados sobre sus ojos claros y vidriosos mientras mira a través de la pantalla de su computadora. “La guerra no es gloriosa, es como asomarse al infierno y lo vivimos igual de ambos lados. No disfrutábamos las victorias porque sabíamos que los pilotos argentinos eran como nosotros: sentían el mismo amor por volar y también tenían familias que los esperaban”, aclara con el mismo tono humano que usa en su libro.

En Cielos Hostiles, Morgan hace descripciones minuciosas de sus misiones, con detalles técnicos y datos precisos, junto con las experiencias del momento. Se pueden leer cartas de amor, fragmentos de su diario personal, citas de libros de Richard Bach (autor de Juan Salvador Gaviota e Ilusiones) o poemas de John Pudney (de un libro regalo de su padre, también piloto de la RAF y veterano de la Segunda Guerra Mundial) además de versos propios, escritos para su mujer y sus amigos caídos en combate.


Morgan hoy, a los 73 años, cerca de Londres

“A alguna gente no le gustó que incluyera lo personal, pero mi idea era escribir lo que viví, aunque me avergüence”, dice Morgan cuando aclara que Inglaterra muchos colegas lo criticaron por eso. Durante sus años de posguerra, Morgan fue instructor de escuadrones y al estallar la Guerra del Golfo, en 1991, lo convocaron. Esa fue la alarma que disparó su estrés postraumático. Habían pasado casi 10 años desde Malvinas, pero sus recuerdos reaparecieron y pidió ayuda. Entonces se retiró y se dedicó a la aviación comercial.

En ese mismo tiempo, una amigo que volaba con él, Maxi Gainza, le propuso encontrarse con un veterano de guerra argentino que estaba de paso por Londres. Al principio se resistió, pero luego aceptó conocer a Héctor Sánchez, uno de los cuatro pilotos con los que había tenido el combate aéreo más dramático de la guerra. Aquel 8 de junio en Malvinas merece todo un capítulo en sus memorias, porque Morgan y su compañero, David Smith, atacaron con misiles cuatro Skyhawks (aviones de combate argentinos) tras ver cómo habían bombardeado un buque inglés en la Bahía Agradable. Tres de los pilotos argentinos murieron y Héctor Sánchez se salvó.

“Eso me afectó mucho. Recuerdo exactamente ese momento, cómo iban cambiando mis emociones en segundos: la ira cuando vi atacar a nuestra gente, la euforia cuando bajé al primer avión, la empatía cuando el segundo hombre que se eyectó pasó cerca de mi cabina y luego la ira de nuevo, cuando maté al tercer hombre. Creo que ese día fue el disparador de la mayoría de mis problemas después del final del conflicto”, reflexiona Morgan, y se queda en un largo silencio. Durante los ocho meses que tardó en escribir el libro, tuvo varios bloqueos y debió trabajar mucho sobre eso.

Al hablar de Héctor Sánchez, vuelve a sonreír. En una ocasión, luego de varios encuentros, recuerda que el argentino, notándolo distante y pensativo, le dijo con empatía: “No te preocupes más, David, cada uno cumplía con su deber”. Se abrazaron. La amistad sigue intacta desde aquellos años. Ambos mantuvieron contacto por mail y luego por redes sociales. David nunca viajó a Buenos Aires, pero planea hacerlo en el futuro.



Morgan y el impactante recuerdo del combate del 8 de junio de 1982

En 2007, para el 25 aniversario de la guerra, David Morgan viajó por primera vez a las Islas Malvinas. Recorrió en jeep aquellos lugares helados que recordaba regados de cadáveres y restos de armamentos. Todo se veía diferente en esta visita. “Encontré restos del fuselaje de mi avión y también de uno de los aviones que yo había derribado. Su piloto, Daniel Bolzán, fue uno de los que murió aquel 8 de junio y decidí enviárselos a su hijo”, recuerda. Le escribió y le contó todo. Así inició su relación con el hijo de uno de los 649 soldados argentinos que murieron en las islas. “Sus pilotos realizaron ataques con habilidad y coraje, causando graves daños a muchos barcos británicos. Eran muy valientes”, añade Morgan.

Las memorias de David Morgan llegan justo en un momento de revisión histórica de la guerra de las Malvinas en Argentina. En el campo académico se debate la simplificación que definió a esta guerra como “absurda y caprichosa” y a sus protagonistas como marionetas de la dictadura de entonces. Para la antropóloga Rosana Guber “este marco redujo fuertemente las alternativas con que sus protagonistas directos podrían darle sentido a su experiencia bélica y humana, y también redujo el margen del reconocimiento de su acción en la esfera pública”. En esta investigación, Guber concluye que los encuentros de posguerra entre británicos y argentinos demuestran que la guerra enfrenta a seres humanos que, muchas veces, necesitan encontrar razones para una experiencia tan traumática.

David Morgan es parte de un importante grupo de veteranos de guerra de ambos países que, décadas después, necesitaron entender por qué estuvieron allí y darse la mano para manifestarse respeto. A diferencia de otros encuentros entre veteranos de ambos países promocionados en documentales y hasta obras de teatro, el encuentro entre David Morgan y Héctor Sánchez se mantuvo en la intimidad. “Yo siento que nuestra amistad es algo privado y muy fuerte. Nos une el haber vivido la misma experiencia, aunque sea en bandos diferentes. No necesitamos hacerlo público”. En 2019, Héctor Sánchez invitó a David Morgan a visitar Malvinas junto a Pablo Bolzán, hijo del piloto argentino muerto en combate, y Luis Cervera, veterano de guerra. Recorrieron juntos las islas y levantaron un monumento en memoria del padre de Pablo, Daniel Bolzán. Morgan pudo cerrar así el círculo de su historia

domingo, 8 de diciembre de 2024

Argentina: Primer piloto MALE es aviador naval

 

¡El primer piloto VANT Clase 1 y 2 MALE de las FFAA es aviador naval!

La Armada Argentina tiene el primer piloto de VANTA MALE.

Noticias militares



Un piloto remoto de VANT, o Vehículo Aéreo No Tripulado, es la persona que se encarga de volar un Sistema Aéreo no Tripulado (UAS), conocido vulgarmente como operador de drones, en este sentido y de la mano del avance en el campo de batalla de estos sistemas de armas es que las fuerzas armadas argentinas ya disponen de un Oficial de la Armada Argentina con la licencia de piloto remoto VANT.

Se trata de un oficial aviador naval, su camino para obtener este tipo de licencia no fue fácil ni corto teniendo su comienzo en 2019 en el centro espacial STENNIS de la NASA tuvo la posibilidad de pilotear el UAV RQ-11 RAVEN donde aprobó el cuso básico parar UAV clase I.

En el 2022 realizo el curso de pilotaje aéreo no tripulado a nivel internacional dictado por el escuadrón UAV del Ecuador.

En dicha ocasión tuvo la posibilidad de probar los UAV IA SEARCHER y HERON-1 que dicho para el control del espacio marítimo siendo habilitado como operador/piloto de UVA clase I y II MALE para aeronaves mayores a 150kg.

El MALE por sus siglas en inglés (medium-altitude long-endurance), es un vehículo aéreo no tripulado que vuela a una altitud de hasta 30000 y una autonomía de 24 a 48 horas y con una capacidad de carga útil para diversos sensores, así como armamento de ataque.

Donde realizo operaciones reales en modos de emergencia, búsqueda y rescate focalizadas en el mar.

Por último, este año dicho piloto tuvo la tarea de realizar las pruebas del UAV MILKOR 380 de factoría sudafricana en pos de seleccionar próximamente el futuro UAV que dotara a las FFAA.



miércoles, 1 de mayo de 2024

Ases argentinos: Bernardo De Larminat, de Neuquén a enfrentar al Afrika Korps

El gaucho que combatió a los nazis. Creció en Neuquén, se hizo piloto de cazas y fue “as del aire” en la Segunda Guerra Mundial


Por: Claudio Meunier
Diario La Nación



La estirpe de un piloto de caza en el desierto, simbolizada en esta reconocida tomada a De Larminat para la propaganda aliada. (Archivo Claudio Meunier).


En la interminable espera, Bernardo De Larminat, busca sus cigarrillos. Sus dedos palpan un sobre, recuerda que debe abrirlo y leerlo. Lo extrae con su mano temblorosa, aún no se recupera por completo de su primer ataque de Malaria que ha sumido días atrás, su cuerpo, en un denso sopor de fiebre.
Abre el sobre y, con su boca, sostiene una pequeña linterna encendida. El mensaje, fechado el 25 de agosto en Londres, proviene del Consulado General Argentino. Lo invitan a continuar su trámite de prórroga al servicio militar obligatorio en Argentina. Ríe en voz alta, sus compañeros lo observan, no entienden qué le ocurre. Él sabe que en días u horas podría estar muerto. La vida de un piloto de combate en el desierto es breve, demasiado breve. Pero, adelantamos el final de la historia, Bernardo no morirá (tampoco realizará su servicio militar en Argentina).

 

Nota del Consulado Argentino en Londres emitida el 25 de agosto de 1942 que arribo a Egipto poco antes de comenzar la segunda batalla de El Alamein contra las fuerzas alemanas en octubre de 1942. (Archivo Claudio Meunier).


Nacido un 25 de diciembre de 1920 en Buenos Aires, Capital Federal, fue bautizado Bernardo Noel Marie De Larminat. Es hijo de Santiago De Larminat, un francés, pionero del desarrollo patagónico a comienzos del siglo XX.
Bernardo transita su niñez en la lejana Estancia Cerro Los Pinos, hogar de la familia, un paradisíaco terreno en la geografía de la provincia de Neuquén. Su vida, signada por la actividad rural lo mantiene alejado de cualquier contacto con la civilización. Y, menos aún, con la aviación.
La Segunda Guerra Mundial lo motiva. Principios de otros tiempos: hidalguía, representar a Francia mediante su voluntariado y la defensa de la democracia, por nuestro país, Argentina.
Decidido a convertirse en voluntario, intenta unirse a los argentinos que convergen hacia un campo de entrenamiento en Canadá donde se aglutinan los “Franceses Libres” del General De Gaulle.
Sin embargo, el buque de pasajeros que lo transporta alberga a otro grupo de argentinos idealistas con los cuales traba amistad y ellos, también van a la guerra a Canadá, pero con otro rumbo, a una escuela de vuelo.
El objetivo unánime del grupo es lograr el brevet y convertirse en aviadores de combate canadienses. Bernardo se une a la iniciativa y por primera vez en su vida piensa en algo que nunca ha prestado atención: volar.
Un diario de Toronto informa sobre los voluntarios argentinos que se suman al ejército canadiense para combatir en la Segunda Guerra Mundial
Aceptado en la Real Fuerza Aérea de Canadá, debe iniciar su instrucción de vuelo. Entonces descubre un escollo que no ha previsto, que le cierra el paso: no habla inglés. Pero su falta de conocimientos en el idioma le salvará la vida.
Mientras sus compañeros argentinos de raigambre británica avanzan con facilidad, Bernardo es enviado a tomar conocimientos básicos del inglés. Para su decepción, mientras se inicia como cadete de aviación, sus compañeros reciben sus alas de aviadores de combate y son enviados al teatro de guerra europeo.
Bernardo recién recibe sus alas de aviador el 6 de diciembre de 1941, unos meses más tarde que sus compañeros. Su instructor le sugiere:
-De Larminat, muy buen esfuerzo. No vaya a los bombarderos, sus compañeros argentinos han muerto casi todos en operaciones. No se haga matar, usted sabe qué hacer para evitarlo.
Los mejores promedios de cada promoción gozan de un beneficio único: pueden escoger la especialidad que quieren desarrollar. Volar cazas o bombarderos. Lo curioso es que la gran mayoría de las solicitudes son denegadas o reciben una respuesta contraria. Bernardo, que fue un cadete destacado, pone a prueba su suerte: solicita volar bombarderos. La respuesta no lo sorprende: su pretensión es rechazada y lo envían a entrenar como piloto de caza. La treta funciona.


Bernardo de Larminat nació en Capital Federal, pero fue criado en Neuquén. Participó en más de 300 combates, primero junto a la aviación canadiense y después con los “Franceses Libres” de De Gaulle


Despegue del Capitán De Larminat en un Spitfire Mk. VIII durante 1944 cuando era Jefe de Escuadrilla interino del escuadrón 417. (Archivo Claudio Meunier).


El 7 de diciembre de 1941, un día después de obtener sus alas, Bernardo es sacudido por una noticia que llega a través de la radio: la aviación japonesa consuma un ataque masivo sobre la flota americana amarrada en Pearl Harbour. Escucha el discurso del Presidente Roosevelt en el que declara la guerra a los totalitarios de Europa.
Bernardo se convierte en piloto de caza a sus 21 años y vuela uno de los aviones más avanzados de su época, el último grito de la tecnología, el mítico Spitfire. Dos años más tarde, después de recalar en distintas escuelas de vuelo perfeccionándose en combate aéreo, se moviliza primero a Europa y más tarde al norte de Àfrica. El 19 de abril de 1943, siendo un veterano del aire, algún milagro obra sobre él y esquiva su primer encuentro con la muerte (eterna y silenciosa compañera, lo acechará hasta el final de la contienda). Durante un vuelo de patrulla, su jefe de escuadrilla brama por la radio en un solo alarido.
-¡Media vuelta a la izquierda, cazas alemanes!
Bernardo responde a un instinto -mil veces ensayado- y realiza un violento viraje. Evade la lluvia de disparos que caen desde lo alto. Su compañero, que vuela delante suyo, no corre su misma suerte y cae derribado. Atrapado en su Spitfire. Bernardo observa a su alrededor, ha quedado solo, rodeado por al menos veinticinco cazas enemigos. Busca desesperado a sus camaradas, pero se han esfumado en el cielo. Los cazas alemanes ocupan su mundo: están abajo, arriba, por todos lados. Tira sobre uno de ellos y erra. Ataca a otro sin resultados. Son tantos, que puede elegir. Abre fuego sobre varios que corren rápido delante de su mira e impacta a uno de ellos.
Prácticamente al mismo tiempo, una fuerte explosión sacude su Spitfire. Siente un latigazo en su pierna izquierda que le arranca su pie en los pedales de control. Sí, ha sido alcanzado.


Bernardo De Larminat a bordo de su Spitfire realizando una patrulla sobre el desierto de Túnez. (Archivo Claudio Meunier).

Está rodeado, sobre territorio enemigo. Vuela cercado por cazas Messerchmitt 109, un avión que en manos de un buen piloto significa la muerte segura. Encerrado en una jaula invisible, Bernardo cree transitar sus últimos segundos de vida. Aprovecha la oportunidad, sabe que si disparan sobre su avión es probable que se impacten entre ellos. El capitán Gerhard Michalski, líder del grupo alemán, se da cuenta del desorden y de cómo el Spitfire se aprovecha de ellos en esos momentos. Ordena a unos pocos volar detrás del solitario Bernardo para derribarlo.
Pero el piloto argentino intenta su última maniobra antes de morir: simula perder el control de su Spitfire y se lanza en una alocada maniobra de espiral descendente. Michalski y sus pilotos observan la caída del avión que se sumerge entre unas nubes y luego desaparece. Bernardo emerge debajo de las nubes solo para sumar más desgracias a los hechos y retoma el control de su avión justo a tiempo, antes de morir incrustado contra una loma a la cual pasa rozando. Escapa a baja altura, alcanza la costa, sigue por las llanuras de Túnez, divisa un avión, es un bombardero alemán Stuka que realiza un vuelo de entrenamiento. Abre fuego y continúa sin poder ver qué le sucede a su adversario. Vuela a baja altura, las baterías antiaéreas del aeródromo enemigo cercano le disparan, también quieren acabar con su vida.
Bernardo logra arribar a la base, Goubrine, al sudoeste de Túnez, donde lo reciben sus mecánicos. Al detener el motor, escucha varios alaridos, los gritos se multiplican y crece su alarma. El tanque de nafta, que está ubicado delante la cabina, presenta un enorme orificio. De haber explotado, lo hubiera convertido en una masa de llamas. Tiene otro impacto sobre el motor, un tiro directo que lo hubiera hecho volar por el aire. Pero De Larminat, portador de la buena estrella del destino, evade la muerte.


Bernardo Noel Marie De Larminat a bordo de su Spitfire Mk.Vc mientras era piloto del escuadrón canadiense 417 que opero contra las fuerzas del Afrika Korps. (Archivo Claudio Meunier)


A sus 23 años, asciende a Jefe de escuadrilla. Guía al combate al selecto grupo de pilotos canadienses que apoyan con sus vuelos el avance del Octavo Ejército Británico. La muerte lo sigue y casi lo alcanza en 1944.
Todo concluye abruptamente cuando el motor de su Spitfire se detiene sobre el mar Adriático. Debe saltar en paracaídas, lo que traerá consecuencias para su físico. Al abrirse el paracaídas, su brazo se enreda y le provoca heridas de consideración. Cae en el agua. Por un momento, no consigue desabrochar su paracaídas, que comienza a arrastrarlo hacia las profundidades. Finalmente logra desprenderse y nada con un solo brazo. Un avión de rescate va en su búsqueda y todo concluye en un hospital, con un yeso. Durante su recuperación, recibe una mala noticia: los canadienses han decidido separarlo de las operaciones.
-Es suficiente, De Larminat: usted ha cumplido 300 misiones de combate. Puede volver a su hogar en Argentina o servir como instructor de vuelo en Canadá.
Rápido de reflejos, solicita la baja en la Fuerza Aérea Canadiense y, apelando a su origen francés, se enrola en la aviación francesa libre del General De Gaulle.
-Muy bien, De Larminat, dígame... ¿Qué puedo hacer por usted?, lo interroga el General Vallin, director de la Fuerza Aérea Francesa libre.
-Quiero volver a realizar misiones de combate, contesta Bernardo.
Vallin observa la intachable foja del guerrero argentino. Su experiencia en misiones de bombardeo en picada, sus tres derribos confirmados y otros dañados no lo hacen dudar a Vallin.
-Muy bien, De Larminat. Usted será Jefe de Escuadrilla y deberá operar en el avance sobre los Países Bajos contra los alemanes, responde Vallin.
Bernardo, entusiasmado por la respuesta, solicita unos días de licencia antes de unirse a su nuevo escuadrón, pues tiene un trámite que cumplir. El pedido es concedido.
Se presenta en el Consulado Argentino en Londres ataviado con el traje de salida de aviador para continuar con la prórroga al Servicio Militar Obligatorio en Argentina. El funcionario, avergonzado al observar sus tiras de capitán, lo invita un café y le sugiere:
-Por favor, olvídese del tema, hay varios casos, como el suyo, esto tendrá alguna solución.
Bernardo vuela como Jefe de Escuadrilla en el selecto escuadrón francés 341 compuesto por pilotos de su misma veteranía. Algunos de sus compañeros vuelan como él, sin interrupción, desde 1942. En esa misma unidad revistó el famoso voluntario franco brasilero y as de los cielos Pierre Clostermann. Bernardo será quien los guíe al combate. La muerte lo persigue y el 1 de abril de 1945 le tiende una nueva trampa. Pero De Larminat sabe lidiar con ella y, una vez más, la evade.
Luego de atacar un tren alemán detrás de las líneas enemigas, con fuego de cañón y bombas, los proyectiles antiaéreos nazis alcanzan el motor de su Spitfire que, averiado, se detiene. Bernardo sabe que no podrá volver a su base y que caerá tras de las líneas enemigas. Realiza un aterrizaje de emergencia con ruedas adentro. El caza se desliza sobre unos surcos, se lleva por delante un cerco, vuelan unos postes y, finalmente, su avión se detiene. Abre la cúpula de la cabina, se desabrocha los correajes y escapa del avión. Desecha su salvavidas amarillo que lo hace visible y desiste de incendiar el avión, como indica el protocolo, pues no quiere llamar la atención.


1954. Bernardo De Larminat en su medio natural, el campo y la Patagonia junto a su perro y un apero detrás suyo. (Archivo Claudio Meunier).


Algunos tiros pasan encima de su cabeza. Son los alemanes que disparan y convergen hacia él desde un bosque vecino. Bernardo corre hacia un zanjón lleno de agua, cruza un cerco de espinos y, cubierto de barro, llega a una casa solicitando auxilio. Una joven lo atiende, le contesta en perfecto inglés:
-Lo siento mucho, no lo puedo ayudar. Estoy sola.
Continúa su escape perseguido por el eco de la batalla. Se dirige hacia un bosque de pinos, donde se esconde. Divisa barriles de nafta escondidos entre los árboles y se altera. ¿Qué hace eso ahí? Observa con detenimiento, descubre tropas alemanas ocupando los anillos del bosque. Resuelve esconderse muy cerca de ellos. Jamás pensarán que un evadido al cual buscan, está a metros de su improvisado destacamento.
Bernardo, que en ese momento cuenta con 320 misiones de guerra piensa:
-Qué estupidez es haber llegado hasta acá para morir en tierra y aislado, sin que mis padres sepan que me ha ocurrido.
Permanece escondido en una cueva, cubierto con vegetación. Aguarda la noche para escapar al amparo de la oscuridad. Cuando emerge de su escondite, descubre que sus piernas están completamente dormidas y apenas le permiten mantenerse en pie. Si es descubierto, es hombre muerto.
Miembros de la resistencia holandesa lo descubren y lo evacúan. Vestido con overol de mecánico y una gorra vieja, camina por las calles rurales hasta llegar a un refugio donde quedará a resguardo, junto a otros aviadores aliados derribados y un marino alemán que ha desertado de la guerra. Días más tarde, a bordo de una bicicleta, simulando ser un poblador local, Bernardo cruza a tropas alemanas que se retiran de la batalla. Los soldados fatigados le hacen señas para que se detenga, le solicitan cigarrillos. Bernardo, con naturalidad, les habla en francés y les convida cigarrillos. Los saluda y continúa su camino hacia las líneas aliadas.
Guiado por la resistencia hacia un regimiento canadiense, es recibido con alegría. A pesar de sus protestas insistentes, le cortan de pelo, lo someten a fumigaciones frenéticas, le inoculan vacunas contra piojos y lo obligan a tomar una buena ducha para disipar la adrenalina en su cuerpo, luego de seis intensos días como evadido en territorio enemigo. En el campo aéreo de su escuadrilla hay festejos a su regreso. El capitán Andrieux le ordena tomar una licencia de vacaciones en Paris. Bernardo se niega. Solicita unirse a las operaciones de inmediato. Un día más tarde, encabeza nuevos ataques junto a su escuadrilla sobre el frente alemán.
No muy lejos de ese frente, su hermano Andrés -voluntario argentino al servicio de la Francia Libre- combate como tripulante de un tanque Sherman a las órdenes del General Leclerc. Al igual que a Bernardo, la buena estrella del destino lo convierte en un veterano sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial.
Al capitular Alemania, el capitán Bernardo De Larminat recibe todo tipo de condecoraciones. Gran Bretaña le otorga la Cruz de Vuelo Distinguido. Además es consagrado “Caballero de la Legión de Honor” y recibe la Cruz de Guerra Francesa con cuatro palmas y siete citaciones del gobierno francés por su profesionalismo y devoción al deber en combate.
Feliz de haber evadido a la muerte día a día durante cuatro años, solicita su baja y retorna a su amada Patagonia, a su vida en el campo. Se siente un privilegiado por haber volado en uno de los mejores cazas de la Segunda Guerra Mundial. Bernardo decide que sólo volverá a volar como pasajero, en aviones de línea. Pero en dos oportunidades el destino lo vuelve a sentar frente a los comandos de un avión. La primera vez fue durante un remate de hacienda, en La Pampa. La firma consignataria lo transporta en calidad de pasajero. El piloto, al descubrir el interés de Bernardo por su avión, ya que no paraba de hacerle preguntas, lo invita a volar a su derecha, en el puesto de copiloto. Durante el vuelo, el avión ingresa a una zona de tormentas, el piloto se desorienta y pierde el control. De Larminat toma el comando, estabiliza el avión, le devuelve el control al piloto y le enseña algo aprendido en la guerra:
-¡Hombre! ¡Usted tiene que confiar ciegamente en sus instrumentos!


Bernardo De Larminat, junto a sus diez hijos. Criados en un ambiente rural continuaron el legado de su padre. (Archivo Mercedes De Larminat).


Una cruz en Neuquén, a la vera de un alambrado


Bernardo se casó con María Inés Teresa Francisca Cornet D’Hunval (Manina) y tuvieron diez hijos. Un matrimonio que vivió con el confort mínimo, en zonas rurales primitivas y alejadas de cualquier poblado. Sin comunicaciones y malos caminos, de esa forma se abrieron paso en la vida. A fines de los años sesenta, Bernardo se convirtió en vicepresidente de la Sociedad Rural de Choele Choel. Siguió trabajando el resto de sus días en el campo. Paso su últimos veranos en Tierra del Fuego. Luego de la esquila, le pedía el puesto de la Veranada en la cordillera a su hijo Eduardo. Con sus ochenta años a cuestas se iba a cuidar la hacienda que se arreaba allí, acompañado por algunas de sus hijas y nietos. No dejaba rincón sin recorrer. Cerros, turbales, cañadones. Dormía sobre el recado. Eran sus vacaciones, si alguna vez esa palabra estuvo en su vocabulario.


Manina y Bernardo, un matrimonio que, junto a sus hijos, reivindicaron con su ejemplo el trabajo ganadero y agrícola, sin descanso alguno, hasta sus ultimos días. (Fotografía Inés De Larminat).


Falleció el 6 de enero del 2010, a sus 89, años en Zapala. Fue sepultado en la Estancia El Bosque, El Huecú, Neuquén, junto a su esposa Manina, a la vera de un alambrado. Ese fue su deseo. Allí yace ahora, convertido en leyenda.
Respecto a su Servicio Militar Obligatorio, el gobierno de entonces decretó que a los pilotos voluntarios argentinos que combatieron junto a las fuerzas aliadas se los eximiera de tal obligación. Y no solo eso: la misma ley convirtió a Bernardo en Oficial de la Reserva en la Fuerza Aérea Argentina. Similar caso al de Claudio Alan Withington, un cordobés de Villa Huidobro que voló en la Segunda Guerra Mundial con la aviación británica (RAF) y que luego, en 1982, durante la Guerra de Malvinas, voló con la Fuerza Aérea Argentina.
.................Pero esa es otra historia...

domingo, 31 de diciembre de 2023

SGM: Las Escuadrillas Azules españolas

Alas Españolas sobre Rusia: Las Escuadrillas Azules

Por Juan Arráez Cerdá



Cuando el 22 de Junio de 1941 llegó a España la noticia del ataque alemán contra la Unión Soviética, fue recibida con una gran satisfacción, pues no e vano se acababa de salir de una guerra civil en la que se había derrotado al comunismo que se nos quería imponer con la ayuda de la URSS y al mismo tiempo se veía alejarse el peligro de una invasión alemana, dadas la tirantes relaciones que existían debido al fracaso de la negociaciones de Hendaya.
El General Francisco Franco ofreció el envío de una Unidad de Voluntarios para luchar en el Frente del Este, oferta que fue aceptada por Alemania dos días mas tarde. La División Azul estaba en marcha.

Pero el Ejercito del Aire deseaba igualmente participar en la lucha contra la URSS y prontamente inició los preparativos para organizar una serie de varias Escuadrillas sucesivas, que actuarían en el frente seis meses cada una.


La 1ª Escuadrilla Azul

Una vez designado el Comandante Ángel Salas Larrazábal, uno de nuestros mejores pilotos de caza con 17 victorias confirmadas durante la Guerra Civil, comenzó a nombrar, entre los pilotos voluntarios, a aquellos que conformarían la Escuadrilla, aunque hay que anotar que el Comandante Jose Muñoz Jimenez,que debía mandar la 2ª Escuadrilla, consiguió, gracias a su amistad con Salas y su insistencia ante el Ministro del Aire, el ser agregado a ella.
El 14 de Julio la Escuadrilla quedó constituida y diez días mas tarde, el 24, partió desde Madrid rumbo a Berlín, a donde llegó en la tarde del dia 27, marchando seguidamente hacia la Escuela de Caza nº 1, sita en Werneuchen, en donde fueron recibidos por su Jefe, el Obersleutnant von Houwald.
El 29 se comunicó a los pilotos el plan de instrucción a seguir y en esa misma tarde comenzaron los vuelos con los Messerchmitt Bf-109D y 109E.
La mayoría de los españoles habían volado en la guerra civil con el Fiat Cr-32, aunque algunos ya lo habían hecho con los Messerschmitt Bf-109B.2 y E.1 y E.3. Por ello el Comandante salas distribuyó a sus pilotos en tres grupos: el compuesto por los pilotos conocedores del Messers; el de los que ya lo habían volado, pero no lo habían hecho desde hacia tiempo y por ello volarían primero con el Arado Ar-96 y los desconocedores del 109 que realizarían un programa algo mas amplio

Los burócratas alemanes consideraban a los españoles como a novatos que nunca habían visto un avión moderno, lo que ocasionaba bastante malestar, Es de destacar la anécdota del teniente mecánico Fernando Urtasun, quién cuando estaba siendo sometido a una prueba de conocimiento, agotó el tiempo hasta el último segundo que tenia para encontrar tres defectos en un motor y entonces respondió imperturbable: "estos son los tres defectos que yo tenía que ver, y estos otros dos son los que no tenía que ver, porque ustedes no sabían que existían".
La irritación de los pilotos aumentaba por lo que consideraban un tiempo demasiado largo de entrenamiento, pues la mitad de ellos habían superado las 5 victorias aéreas y entre todos totalizaban 79 derribos.

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Mecánicos trabajando en un motor. 

Emblema de la 1ª Escuadrilla en la nariz de uno de sus Bf-109E.3, la cifra II significa su segunda lucha contra el comunismo. 


Recién llegado de un servicio sobre el frente 
Revisando uno de sus 109 que debe de estar operativo a la mayor brevedad posible. 

Los españoles acaban de recibir la visita de un viejo compañero de armas, el Obersleutnant Werner Molders, a quien vemos junto al Comandante Muñoz.


Escuadrilla Azul
Se denomina Escuadrilla Azul a las escuadrillas de pilotos voluntarios del Ejército del Aire español que durante la Segunda Guerra Mundial combatió al lado de la Luftwaffe (Wehrmacht) en el Frente Ruso como contrapartida a la ayuda de los alemanes con su Legión Cóndor, durante la Guerra Civil Española.

Desarrollo 
En la Luftwaffe se les denominó con el nombre de 15ª Spanische Staffel, agregadas al 27º Grupo de Caza (JG27), unidad de élite al mando de Wolfram von Richthofen (antiguo jefe de la Legión Cóndor en la Guerra Civil Española). En realidad no fue una sola escuadrilla, sino que fueron cinco escuadrillas que se fueron relevando entre 1941 y 1944, cada seis meses aproximadamente, para combatir en el frente ruso.Su emblema estaba basado en el emblema de la Patrulla Azul de Joaquín García-Morato, líder de la aviación de caza nacional durante la Guerra Civil Española.

En el morro de los Messerschmitt Bf 109 de la 1ª Escuadrilla, los mecánicos pintaron el emblema del grupo de caza de García Morato, acompañado ahora por un número dos romano (II), en el caso de la 1ª Escuadrilla (indicando con ello la segunda lucha de los miembros de la famosa unidad contra el comunismo); por la Cruz de Santiago, en la 2ª; montado sobre la cruz alemana que identificaba a los aviones de la Luftwaffe, en la 3ª; superpuesto sobre el símbolo de la caza alemana (la flecha alada, rodeada por una corona de laureles) en la 4ª; y con un número cinco romano (V) en la 5ª, colocado en la misma posición que el II de la 1ª.

Cuando el gobierno español decide el envío a la U.R.S.S. de una fuerza expedicionaria de voluntarios, la llamada División de Voluntarios Españoles, decide que el contingente terrestre se completara con un componente aéreo de una Escuadrilla de Caza. El Ejército del Aire español estaba en numerosos aspectos mejor preparado que el resto del Ejército para incorporarse al ejército alemán, ya que muchos de sus pilotos habían volado junto a sus camaradas alemanes de la Legión Cóndor en 1936-39 y conocían las tácticas y las habían llevado a la práctica en innumerables ocasiones. Algunos pilotos ya habían volado en los aviones que les iban a ser entregados. La aviación española esperaba recoger conocimientos y formación al formar parte de la Luftwaffe, y por este motivo se constituyeron relevos para los pilotos y el personal expedicionario cuando se hubiese completado un periodo de tan sólo seis meses de estancia en el frente.

Descripción 

1.ª Escuadrilla Azul 
Comandante Ángel Salas Larrazábal
Compuesta por 17 pilotos.
A juicio de Angel Salas, la Escuadrilla ya estaba lista para actuar en el frente desde el día 7 de Agosto, pero los alemanes seguían sin decir nada sobre su futuro destino. Pero la monotonía de la espera se rompió el día 16 de Agosto con motivo del Juramento de Fidelidad para la Campaña del Este. Después trascurrieron unos días de incertidumbre sobre la fecha de su salida hacia Rusia, días que fueron aprovechados para pintar en sus aviones el emblema que habían adoptado y que no era otro mas que el de la mítica Patrulla Azul del Comandante Joaquín García Morato (máximo “As” de la Caza Nacional durante la Guerra Civil con 40 victorias confirmadas), que luego fue Escuadrilla, Grupo y Escuadra de Caza. Dicho emblema consistía en un círculo blanco en cuyo interior aparecían un Halcón, una Avutarda y un Mirlo simbolizando a sus tres pilotos fundadores: Joaquín García Morato, Narciso Bermúdez de Castro y Julio Salvador Díaz Benjumea, añadiendo únicamente la cifra II en números romanos para simbolizar su segunda guerra contra el comunismo.

Por fin el día 28 se dio la orden para que el Teniente Demetrio Zorita Alonso, acompañado del Oberstleutnant Schultz saliesen en un Ju-160 rumbo a un aeródromo de campaña en donde se entrevistas con el Oberst Werner Mölders, gran conocedor de los españoles gracias a su participación en las filas de la Legión Cóndor durante la Guerra de España, en la que fue Jefe del Grupo de Caza 3.J/88 y su máximo “As” catorce victorias confirmadas, despegando luego para otro aeródromo en donde pudieron ver a un buen número de Polikarpov I-16 e I-153 incendiados. Al día siguiente el jefe de dicho aeródromo le dio la oportunidad de participar en su primer vuelo de combate, oportunidad que no dejó escapar, participando en una escolta a los Junkers Ju-87B.2 “Stukas”. Luego, se presentó al general von Richthofen, quien le comunicó que su salía al frente seria inmediata, regresando el día 28 y siendo recibido por sus impacientes compañeros. Aunque ciertamente la orden de incorporación al aeródromo de Moschna como 15/JG27 ( 15ª Escuadrilla del Grupo de Caza 27) no la recibieron hasta el 19 de Septiembre.

Por fin el 26 de Setiembre despegan únicamente doce Bf.109E.3 rumbo a Moschna en un vuelo con escalas en Byalystok y Minsk, a donde llegaron el 1 de Octubre después de sufrir varias incidencias. Allí recibieron la noticia de que pese a pertenecer oficialmente al JG27 iban a actuar integrados en el II(S)LG2, un Grupo de Asalto dotados de Messerchmitt Bf.109E y Henschel HS-123 que pertenecía al VIII Fliegerkorps al mando del General von Richthofen, siendo el jefe del II(S)LG2 el Major Otto Weiss, quien le comentó al Comandante Salas que no había tiempo que perder y que al día siguiente, inicio de la Ofensiva contra Moscú, debían comenzar a prestar servicios de guerra. Y así el día 2 despegan por primera vez con sus “Tripalas”, nombre con el que los españoles designaban a los Bf.109E desde la época de la guerra civil. Lo hacen dos parejas formadas por Comandante Salas y el Teniente Ibarreche y por el Capitán Allende y el Teniente Busquets que van a proteger a los Bf.109E y HS-123 en el sector de la carretera de Petschanitschino a Komary, que realizaron sin novedad. A las 10’ 50 h. se vuelve a despegar para proteger a las columnas blindadas en su avance, así como a los HS-123. Salen Salas, Rubial, Allende y Alcocer, realizando sin novedad su misión y cuando regresaban al aeródromo Salas metió motor a fondo al ver que la antiaérea disparaba sobre unos aviones que volaban mas altos, comprobando que eran doce MiG-3 (en los partes oficiales se designaban como I-18), maniobrando para atacar al que se encontraba a la izquierda de una patrulla de tres, pero se escapó picando a la vertical. Instantes después observó a mas altura a una formación de seis bombarderos DB-3 con una escolta de varios I-16 “Ratas”. Sin dudarlo se metió entre ellos dándoles una pasada, pero se le encasquillaron ametralladoras y cañón y no pudo disparar. El capitán Allende y el teniente Rubial habían seguido su acción, pero el Teniente Alcocer se desorientó y no consiguió encontrar el rumbo exacto hacia su aeródromo y por falta de combustible hizo una toma forzosa, pero cometió un fallo que acabo con su vida, ya que pese a tomar con tren dentro y con la cúpula de la cabina lanzada, olvidó quitar el colimador, con el que chocó su cabeza al aterrizar, falleciendo.
Un fallo inexplicable en un piloto con 128 servicios de guerra y cinco derribos en el transcurso de la guerra de España.

El 12 de Octubre es el último día que se opera desde Bjeloj, ya que todos vuelan al campo de Kunaja, con la excepción de Mendoza y O’ Connors que se quedan a la espera de que estén reparados sus aviones, así como Rubial y Kindelán que se desplazan en un Ju-52 a Varsovia, en donde deben de recoger dos nuevos Bf-109E.

El día 13, que para muchos es un número de mal agüero, en un servicio de reconocimiento sobre el campo enemigo de Kalinin se consiguen tres victorias: un I-16 por Salas, Un MiG-3 por Bayo y un biplano de tipo desconocido por Ibarreche.

Al día siguiente se realiza uno de los servicios mas bonitos que recuerda el Comandante Salas de su permanencia en Rusia. Se ordenó caza libre sobre el sector de Kalinin, despegan dos parejas por Salas y Bayo, quienes llevaban de compañeros a Lacour y Busquets. Ya en el aire vieron a tres bombarderos DB-3 escoltados por cazas, que bombardeaban a las tropas de la Wehrmacht. Se lanzan a por ellos y los derriban. Salas abatió al punto derecho después de incendiarle un motor, luego maniobró para ponerse en posición de disparo sobre el punto derecho, pero llevado por el ardor del combate no apreció que Bayo se encontraba a poquísima distancia disparando sobre el avión enemigo después de haber derribado al líder de la formación enemiga. Bayo al ver la maniobra de Salas, dio un fuerte palancazo para evitar el choque, pero era demasiado tarde y su hélice rompió parte del timón de dirección del Bf.109E de Salas quien, pese a todo, logró derribar al DB-3 y regresar a su campo sin mayor problema.
En ese mismo día y en un Fieseler Fi-156 “Storch” hizo acto de presencia el Generalfeldmarschall Kesselring, jefe e de la 2ª Luftflotte, para felicitar a los españoles por sus éxitos, quienes en los doce días que llevaban de actuación habían realizado 211 servicios de guerra y logrado 8 victoria a pesar de pertenecer a un Grupo de Asalto, lo que hacia mas difícil el poder encontrarse con la caza soviética.
Ocupada la ciudad y el aeródromo de Kalinin, el día 13 se dedican a proteger a los Ju-52 que cargados de abastecimientos vuelan hacia Kalinin, campo al que los españoles van pasando a partir del día 16, día en que en el transcurso de su vuelo hacia allí, Bayo, Lacour y Cesteros combaten con dos DB-3, uno de los cuales es derribado por fuego antiaéreo mientras el otro se aleja echando humo después de ser impactado por Bayo, quien a cambio recibió cuatro impactos. El campo de Kalinin se encontraba situado en el mismo frente de batalla y el rápido avance de las tropas alemanas había creado un vacío entre las tropas de vanguardia y el grueso de sus fuerzas.

El día 17 y en una misión de caza libre, Salas, Muñoz e Ibarreche descubrieron un aeródromo sin aviones y se dedicaron a ametrallar sus instalaciones y los camiones que allí había, pero no podían imaginase que en ese preciso momento sus propio aeródromo estaba siendo atacado por cinco tanques rusos, dos de los cuales lograron penetrar en el campo. Febrilmente consiguieron despegar los HS-123 y algunos Bf-109 que lograron destruir a uno y hacer huir al resto.

Y ahora unas nuevas fotos. En la primera vereis la portada que el diario ABC dedicó a la 1ª E.A. el dia de su salida para Alemania, en la segunda vereis al Junkers Ju-52 de enlace que espera a ser descargadao para subir algunos heridos que tienen que salir para el hospital español de Berlin y en al ultima vemos al Teniente Demetrio Zorita junto a su Bf-109E.3, repintado de blanco a brochazos para hacerlo menos visible.

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Durante su estancia en Rusia, efectuó 422 misiones de combate, con protección de bombarderos (particularmente en la "Bolsa de Viasma") y caza libre. Participaron en 94 combates aéreos derribando 14 aviones. Sus bajas sumaron 5 oficiales (Cmte. Muñoz, Capitán Arístides García López y los Ttes. Alcocer, Ruibal y Bartolomé) además de varios soldados de tierra.
Constituida oficialmente el 14 de julio de 1941 en Madrid. Tras cruzar la frontera francesa llega a Alemania el 27 de julio. Formaban el Escalón de Vuelo además del Comandante, su segundo, el Cmte. José Muñoz-Jiménez: tres capitanes y doce tenientes, todos ellos veteranos de la Guerra Civil. Manda el Escalón de Tierra el hermano del Cmte. Ramón Salas Larrazábal. La Escuadrilla fue destinada a la Jagdfliegerschule 1 de Werneuchen, cerca de Berlín. Durante su estancia de dos meses, se procedió a la instrucción de los pilotos españoles, cosa que no gustó mucho a estos puesto que todos eran veteranos curtidos de la Guerra Civil Española. El 5 de septiembre, la Escuadrilla recibe sus primeros aviones de combate, doce Messerschmitt Bf 109E-7/B. La Escuadrilla parte hacia el frente, su aeródromo de destino es Minsk, y de allí pasan a Smolensk primero y finalmente a su aeródromo de operaciones: Moschna, al NE de Smolensk. Se incorpora al Frente Ruso el 24 de septiembre de 1941, integrada en la JG-27 (Ala de caza 27). La Escuadrilla Azul era la "15 Spanische Staffel", JG-27 del VIII Fliegerkorps, Luftflotte 2. Los aviones empleados eran Messerschmitt Bf 109E (E-4, E-7) a los que en diciembre se sumaron algunos más modernos ME Bf 109F (F-2 y F-4). La Escuadrilla quedó lista para participar en el asalto alemán sobre Moscú, conocido como “Operación Taifun” (Tifón). La primera misión se realizó el 2 de octubre, coincidiendo con el inicio de dicha operación.

En su segunda salida de combate, muere en accidente el Teniente Luis Alcocer Moreno Abella, veterano de la Guerra Civil y As con 5 derribos, y que era hijo del Alcalde de Madrid Alberto Alcocer y Ribacoba, y sobrino del General de Aviación (fallecido unos meses antes) Luis Moreno Abella Gil de Borja, Marqués de Borja, uno de los pioneros de la Aviación Militar Española. Se convierte Alcocer en la primera baja de las Escuadrillas Azules. En noviembre desaparecen en acción dos veteranos pilotos de la Guerra Civil Española: el Comandante José Muñoz Jiménez-Millás, que había sido designado para el mando de la 2.ª escuadrilla, y el Capitán Arístides García López Rengel un As de la Guerra Civil Española con 17 aviones derribados. En abril de 1942, la escuadrilla regresa a España, dejando en Rusia a 5 pilotos muertos. La 1.ª Escuadrilla Azul operó desde numerosas bases: Moschina, al S.O. de Smolensk, Bllelov, en el frente de Moscú, Kalinin, Staritz, Staritza, Rudsa (a 80 km de Moscú), Klin, Duguino y Vitebsk, hasta su relevo, el 7 de abril de 1942. Las primeras misiones de la Escuadrilla fueron de apoyo aéreo cercano, puesto que la versión E7-B del Bf 109 era cazabombardero, sobre la bolsa formada en la Batalla de Vyazma-Briansk. Posteriormente la Escuadrilla pasaría a realizar principalmente labores de protección a los bombarderos alemanes y de caza libre. Además de utilizar sus Messerschmitt, algunos pilotos emplearon los Henschel Hs 123 de una unidad alemana que operaba junto a ellos, el I (Schl.)/LG 2, que tomaron prestados para realizar algunas misiones de ataque al suelo.

Fotos de la 1ra Escuadrilla Azul (clic para ampliar)







2.ª Escuadrilla Azul 
Comandante Julio Salvador Díaz Benjumea.
Compuesta por 19 pilotos. -Participaron en 1.312 misiones de vuelo y en 117 combates aéreos, derribando 13 aviones. Se contabilizaron tres bajas (2 oficiales y un soldado).
Fue constituida el 6 de febrero de 1942 en Morón, y hasta el 2 de marzo reciben instrucción en dicha base y en la de Tablada. El 8 de junio la Escuadrilla llega a su base de operaciones en el aeródromo de Orel-Oeste, el cual se encuentra justo en medio del flanco sur del Grupo de Ejércitos Centro y el flanco norte del Grupo de Ejércitos Sur. Ahora la Escuadrilla queda agregada al JG-51 "Mölders", como 15/JG 51. La unidad recibe aviones Messerschmitt Bf 109F-2 y se le asigna un avión Junkers Ju 52/3m que hacía el recorrido Berlín-Escuadrilla-División actuando de enlace y avión correo. En un primer momento la 2ª Escuadrilla consigue 6 derribos confirmados (y 4 más probables), distinguiéndose el Capitán Gavilán en combate y teniendo su primera baja, el Capitán Noriega. Al alcanzar la ofensiva alemana el río Don Vorozneth, la ofensiva se dirige al SE, hacia Stalingrado, lejos por tanto de la base asignada a los españoles. Este desplazamiento del combate se traduciría en mínimas ocasiones de derribar aparatos enemigos en los meses siguientes, falleciendo en accidente mecánico el Alférez Navarro y el Cabo Mecánico Zaro. La 2.ª Escuadrilla regresa del Frente Ruso en noviembre de 1942.


El 6 de Febrero de 1942 se concentran en el aeródromo de Morón de la Frontera. Sede de la escuela de Caza, el personal que debía constituir la 2ª Escuadrilla Expedicionaria en Rusia, a cuyo frente había sido nombrado el Comandante Julio salvador Díaz Benjumea, único superviviente de la mítica Patrulla Azul, quien había obtenido el palmarés de 23 victorias en la recientemente pasada Guerra Civil.
En la 2ª Escuadrilla se introducirían unas variantes respecto a las normas de la 1ª E.A. y que regirían igualmente para las siguientes. La primera fue que su Jefe seria designado como “Comandante Inspector” mientras que el mando directo de la escuadrilla recaería sobre el Capitán mas antiguo, pues ello tenia la ventaja de dar mas libertad al Comandante para desempeñar otras funciones aparte de los servicios de guerra, pues debía resolver asuntos orgánicos y administrativos con sus superiores de la Luftwaffe, ya que no se quería llegar al caso del Comandante Angel Salas, quien no se ausentaba ni un solo momento del aeródromo ni dejo de realizar un solo servicio de guerra de los que le correspondían como un piloto más.
Por otro lado se dispuso de un Junkers Ju-52 del Ejercito del Aire, que fue pintado con los colores de la Luftwaffe, que tenia como misión el enlace con la División de Infantería 250 o División Azul, que luchaba en el norte de la Unión Soviética y con la Escuadrilla Azul que lo hacia en el centro. Así mismo serviría para el trasporte del correo entre ambas y las ciudades de Berlín y Madrid.
Otra diferencia importante respecto a la 1ª escuadrilla fue la designación de sus pilotos, que procedían de situaciones bien diferentes: veteranos de la guerra civil con experiencia en combate aéreo, veteranos de la guerra civil que habían combatido en unidades de tierra y que se habían hecho el curso de piloto una vez acabada la guerra y por último jóvenes pilotos, con 19 o 20 años, que acababan de
Titularse en la Escuela de Caza.

El día 8 de Febrero se desplazaron los pilotos a la Base Aérea de Tablada, en Sevilla, en donde realizarían un pequeño entrenamiento a partir de la experiencias vividas por la 1ª E.A.. Los aviones que utilizaron fueron el Messerchmitt Bf-109B.2 matriculado 6-19 y los Messerchmitt Bf-109E.3 matriculados 6-110 y 6-115, pero para ser sincero su entrenamiento dejó mucho que desear.

El día 24 de Febrero partieron para la Base Aérea de Getafe, en las inmediaciones de Madrid, en donde les visitó el Ministro del Aire General Juan Vigón, quien les dio la orden de partir el día 28 para Alemania. El día 1 de Marzo cruzaron la frontera francesa, siendo recibidos en Hendaya por las autoridades alemanas, continuando viaje y llegando a Berlín el día 4 de Marzo por la mañana, trasladándose seguidamente a la Escuela de Caza nº 1 sita en Werneuchen, en donde fueron alojados.

El inicio de su entrenamiento tuvo lugar el día 9, pero no fue el que estaban deseando, ya que se limitó a conferencias teóricas, instrucción militar en tierra, manejo del fusil Máuser 98K y en fin…...de todo menos volar!. Ante las quejas de los españoles las excusas de los alemanes fueron muchas e incomprensibles, pero las cosas continuaron igual.

Por fin el 17 de Marzo visten por primera vez el uniforme de la Luftwaffe y realizan el Juramento de Fidelidad al Führer para la Campaña del Este.
Luego, el día 23 comienzan las clases de vuelo, pero solamente con los veteranos Messerschmitt Bf-109E, con los que realmente volarán muy pocos pilotos, en un vuelo de 10 minutos con un despegue y dos aterrizajes. Los españoles se encuentran hartos de las innumerables conferencias teóricas a las que se ven obligados a asistir y los escasos vuelos que realizaban, ya que únicamente disponían de cuatro aviones.
El día 25 se recibió la grata noticia de que la Escuadrilla seria equipada con los Messerchmitt Bf.109F.2, pero hasta dieciséis días mas tarde no llegaría el momento de comenzar a volar en ellos y al mismo tiempo recibieron la información de que la Escuadrilla se incorporaría como 15ª Staffel al Jadsgruppe JG/51 “Molders”. Dicha información era realmente importante pues, a diferencia de la 1ª Escuadrilla, actuarían como una verdadera Escuadrilla de Caza y no de Asalto, como lo fue su antecesora.
Las desagradables incidencias que se sucedian parecían no tener fin, ya que pese a haberles sido entregados cinco Bf-109F.2, a los que muy pronto y siguiendo la costumbre española bautizaron como “Zacutos”, estos debían pasar una revisión general, ya que procedían del frente y por ello solo les quedaban un total de tres en condiciones de vuelo.
Y así el 12 de Mayo, durante una sesión de “tomas y al aire” que realizaba el Teniente Federico Garret Rueda, mas conocido por el apelativo de “El Chanquete”, se le fue el Messers a la izquierda al iniciar un despegue y no pudo controlarlo, por lo que en consecuencia realizó un caballito y rompió un plano, una pata del tren de aterrizaje y la hélice, aunque afortunadamente el resultó ileso.
Un días mas tarde, el Teniente Urquiola durante una toma rozó con la punta del plano izquierdo el suelo y este quedó deteriorado. Tres días después el Teniente Medrano tocó igualmente el suelo con uno de los planos de su avión al aterrizar y lo deterioró, teniendo que ser entonces suspendidos los vuelos, ya que no quedaba ni un solo avión operativo. Pero afortunadamente unos días mas tarde llegaron a Werneuchen los quince Bf.109F.2 con los que iba a dotarse la 2ª Escuadrilla. Con ellos se formaron tres Patrullas. La primera con los nº 1 a nº 5, la segunda con los nº 6 a nº 10 y la tercera con los nº 11 a nº 15. Dichos números estaban pintados en negro y orlados en blanco. En ellos se pintó en el capot el emblema que había adoptado la 2ª Escuadrilla. Una Cruz de Santiago (en rojo) sobre la que iba el Emblema (en blanco y azul) del Grupo Azul del Comandante Joaquín García Morato, ya portado por su antecesora.

Fotos de la 2da Escuadrilla Azul (clic para ampliar)

El personal de tierra junto a su tienda de campaña situada junto a la línea de vuelo.
A la espera del Junkers Ju-52 de enlace, que no solo les trae la correspondencia de España, sino habituallamientos bebestibles y comestibles.


Los camaradas del capitán Noriega rezan una oración ante su tumba.

Tablero con las anotaciones de la situación de sus aviones.

Despegando rumbo al enemigo. Podemos ver que este Bf-109F.2 lleva pintado en el fuselaje el Yugo y las Flechas de Falange Española de las J.O.N.S.


Al regreso de uno de los servicios se comenta lo sucedido con los compañeros.
 


3.ª Escuadrilla Azul 
Comandante Carlos Ferrándiz Arjonilla.
Compuesta por 19 pilotos. Participan en 1.716 misiones de vuelo, realizando 112 combates y derribando 62 aviones. La cifra de derribos es considerablemente mayor que las anteriores, pues ya es notable la recuperación de la aviación soviética. Las 1ª y 2ª apenas tuvieron oposición aérea. Al regresar a España había perdido a 5 pilotos.
El 1 de septiembre de 1942 queda constituida la 3.ª Escuadrilla Expedicionaria. Su instrucción comienza el día 17 en Tablada (Sevilla). El 23 de octubre la 1ª y 2ª Patrullas parten hacia la base de instrucción avanzada de caza de Saint Jean d'Angely, a 50 km. al sur de La Rochelle. La instrucción allí duró algo menos de un mes, tiempo durante el cual se voló en Bf 109F y G, Ar 96, Fw 56, Heinkel He 45 y avionetas Klemm Kl 35, finalizando el 11 de noviembre. El 1 de diciembre comienza su servicio activo en la base de Orel, con los aviones que anteriormente habían servido con la 2.ª Escuadrilla, aunque posteriormente recibirán algunos Bf 109F-4. Dado que sólo se habían incorporado dos tercios de su plantilla nominal de pilotos, 7 aviadores de la 2.ª Escuadrilla permanecerían agregados a la nueva unidad hasta la llegada del resto del contingente al frente. La escuadrilla continúa con los Messerschmitt ME Bf 109F2, pero completada con algunos G4. El frente está bastante activo el invierno de 1942-43 y así el 27 de enero se derriban 7 aviones enemigos, entre el 22 y el 24 de febrero 11 más, y entre el 7 y el 10 de marzo otros 7. A mediados de marzo, los intensos bombardeos continuados de la aviación soviética sobre la base de Orel dejaron prácticamente sin aparatos a la Escuadrilla. Dado que los aparatos supervivientes ya empezaban a acusar el intenso desgaste, se decide equipar a la unidad con aviones Fw 190, en versiones A-2 y A-3. En vez de enviar a la Escuadrilla a retaguardia para iniciar la conversión al nuevo aparato, como era costumbre, se optó por enviar un piloto a la escuadrilla de plana mayor del JG-51. El piloto elegido fue Gonzalo Hevia, que en ese momento tenía 5 derribos confirmados y hablaba alemán. El 21 de abril de 1943 los pilotos podrán contar con algunos Fw 190A-4, con tren de aterrizaje modificado para mejorar la estabilidad en tierra helada. El potente armamento de los Focke-Wulf permitirá que en los 403 combates se anoten el derribo de 16 aviones enemigos. La 2.ª Escuadrilla es comprometida para apoyar la retirada alemana del saliente de Rhzev. Se empieza a volar con los nuevos aviones el día 25, y además una Patrulla se trasladó a Smolensk. En los dos meses siguientes, hasta ser relevados por la 4.ª Escuadrilla, se abaten 29 aviones enemigos más (hay que señalar que sólo hubo combates durante 6 días).





4.ª Escuadrilla Azul 
Comandante Mariano Cuadra Medina. Compuesta por 20 pilotos.
Participan en 1.918 misiones de vuelo, entablando 277 combates aéreos y derribando 74 aviones, principalmente en las diferentes operaciones que se inscriben en la Operación Ciudadela. Al retirarse del frente en enero de 1944, había perdido a 7 pilotos (cuatro oficiales muertos y tres desaparecidos), a los que hay que añadir tres heridos graves, lo que supone un 50% de bajas. La 4.ª escuadrilla diversifica y multiplica sus misiones, particularmente en ataques a tierra, cubriendo la retirada alemana de Jarkhov. Sin duda es la escuadrilla más activa, recibiendo siete de sus componentes la medalla militar individual.
Se constituye en Alcalá de Henares el 2 de abril de 1943, base en la cual se completó un mes de instrucción. Tras dicho periodo fueron destinados a la base aérea de Colomiers, cercana a Toulouse, el 18 de mayo parte del contingente nominal de pilotos. Tras otro mes de instrucción en la base alemana, el 15 de junio parten hacia el frente parte de sus efectivos. Al igual que ocurrió con la 3.ª Escuadrilla, la incorporación de los pilotos al frente se realizó de manera gradual, por lo que 4 pilotos de la anterior escuadrilla quedaron agregados hasta la llegada de la última Patrulla del este nuevo relevo. Otra novedad fue la introducción de otro Ju 52 de enlace, matrícula CJAC, para sustituir al anterior durante las inspecciones técnicas y para coordinar mejor los largos vuelos Madrid-Berlín. Se incorpora al frente el 5 de julio de 1943, justo al inicio de la Operación Ciudadela, la ofensiva de verano alemana en Kursk. Es encuadrada en el JG-51, en el VIII Fliegerkorps, de la Luftflotte 4. Emplean los Focke-Wulf Fw 190 G y A-8, pero las bajas eran repuestas con Messerschmitt ME Bf 109G-6. Por su condición de "inexpertos" en el frente, los pilotos españoles fueron asignados a bases relativamente alejadas del saliente de Kursk: una patrulla a Briansk (la más cercana al saliente de Kursk), otra a Witebsk y la restante a [üSeschtshinskaja]]. Pese a todo, el primer derribo de la escuadrilla llegaría pronto, el 7 de julio, al conseguir derribar un Lavochkin en combate desigual: 2 Fw 190 españoles frente a 9 La-5 soviéticos. Durante agosto, el contraataque soviético fue especialmente intenso en la zona central del frente, sobre los salientes de Orel y Karkhov. Precisamente la zona cercana a Orel era la encargada a defender por los pilotos españoles. A lo largo del mes, en los intensos combates de la posteriormente conocida Batalla de Orel, se consigue el mayor número de victorias en un sólo mes hasta la fecha: 43 aviones enemigos destruidos. A cambio, 2 pilotos de la 3.ª Patrulla que acababan de incorporarse en ese mismo mes causaron baja. En septiembre, las líneas alemanas no tienen más remedio que retroceder ante el empuje soviético, y la Escuadrilla Azul con ellos. Primero a Smolensk, luego a Orsha y finalmente a Stara-Bychow, conforman los cambios de aeródromo realizados en dicho mes. El frente finalmente se estabiliza en octubre, y la llegada del invierno paraliza la gran mayoría de las operaciones aéreas. El 25 de noviembre la Escuadrilla se traslada definitivamente a Bobruisk, en [[Bielorrusia], desde donde realizará sus últimas misiones hasta ser relevada por la 5¨.ª Escuadrilla Azul.

5.ª Escuadrilla Azul 
Comandante Javier Murcia Rubio. Compuesta por 20 pilotos y encuadrada en el mismo Grupo de Caza que la 4.ª, el JG-51 (JadgGeschwader nº 51).
Participan en 86 misiones de vuelo, participando en 6 combates no acreditando ningún derribo. No llegó ni a incorporarse al completo de efectivos, ni reclamó derribo alguno. Se crea el 26 de octubre de 1943, en Alcalá de Henares. Dado el rumbo que estaba tomando el curso de la guerra, la 1.ª Patrulla cruzó la frontera francesa con especiales medidas de seguridad y discreción (la 2.ª Patrulla lo haría todavía más de incógnito), llegando a la base de Saint Jean d'Angely el 27 de noviembre, donde culminaría su instrucción un mes después. La 2.ª Patrulla se destinó a otra base, Bergerac, comenzando la instrucción el 15 de enero y finalizándola el 6 de febrero de 1944. El relevo por parte de la 5.ª Escuadrilla Azul se hizo efectivo el 23 de febrero de 1944 en el aeródromo de Bobruisk, a donde ya habían llegado la 1.ª y 2.ª Patrullas (la 3.ª nunca llegaría al frente). Ya no recibirían servicio por parte de los Ju 52 de enlace, puesto que el gobierno español ya tenía tomada la decisión de repatriar del frente a todos los voluntarios españoles que combatían en Rusia. Además, a esto ha de agregarse que la cada vez más activa caza aliada suponía un serio peligro para estos lentos aparatos que portaban las insignias de la Luftwaffe. La escuadrilla se equipó con Messerschmitt Bf 109G-6. Esto supuso un pequeño inconveniente a los pilotos y mecánicos españoles, que habían realizado la instrucción en Francia con Focke Wulf 190. Regresa en junio, perdiendo a un piloto (Tte. Segurola). El corto periodo de permanencia en el frente no permitió derribar ningún aparato enemigo, y, sin embargo, hubo que soportar la pérdida de dos Bf 109G-6, aunque no por causa del enemigo.

Victorias homologadas En paréntesis el detalle de victorias aéreas conseguidas con Fw `90
Gonzalo Hevia Álvarez de Quiñones: 12 (2 La-5; 2 Lagg 3; 1 Yak 9)
Mariano Cuadra Medina: 10 (6 Lagg 3; 2 La-5; 1 IL 2)
José Ramón Gavilán Ponce de León: 9
Fernando Sánchez Arjona Courtoy: 9 (muerto en accidente 19/11/43) (5 La-5; 2 Lagg 3; 1 Pe-2)
Ángel Salas Larrazábal: 7 (+ 16.33 en 1936-39)
Vicente Aldecoa Lecanda: 7 (4 La-5; 2 Lagg 3)
Damaso Arango López: 7 (4 IL-2; 2 La-5; 1 Lagg 3)
Luis Azqueta Brunet: 6
Bernardo Meneses Orozco: 6
Manuel Sánchez-Tabernero de Prada: 6 (2 Lagg 3; 1 La-5;3 IL 2)
Francisco Valiente Zárraga: 6 (3 La-5; 1 IL 2; 2 Douglas Boston)
Lorenzo Lucas Fernández Peña: 6 (4 Lagg 3; 1 La-5; 3 IL 2)
Antonio Aldós: 6
Antonio Herrero Alós: 5
Fernando Bengoa Cremades: 5
José Mateos Recio: 5

Relato de los pilotos

El Tte. Francisco Valiente Zárraga (4.ª Escuadrilla) cuando llegamos al frente únicamente pudimos hacer unos cuantos vuelos de acomodación ,ya que las alarmas eran constantes. Desde luego, el FW-190 era un todo terreno, los mecánicos se hacían rápidamente con él. Tras recibirse la alarma los ponían en marcha, comprobaban el armamento y comenzábamos a rodar. El rodaje era fácil a pesar del enorme motor, que dificultaba la visión frontal, se sacaba flan, palanca de gases a fondo y el avión a unos 180 Km/h se iba al aire. Comenzábamos a recibir las órdenes de tierra; la radio tenía una pantallita de cuarzo con diferentes frecuencias y cada día llegaba en una orden de la escuadra la que se debía usar, de esta manera se evitaban interceptaciones del enemigo. Existían dos tipos de misiones: caza libre y protección de bombarderos o aviones de reconocimiento.

A mí, personalmente, me gustaban más las segundas, ya que era como cazar con reclamo. El avión combatía muy bien hasta 4.000 metros, si había de pasar de dicha altura perdía mucha potencia. A 3.000 metros te ponías la máscara de oxígeno, cuando veías a la caza enemiga accionabas el colimador y quitabas los seguros de las ametralladoras y cañones. Los disparos se notaban perfectamente, disponía de cuatro cañones y dos ametralladoras. De los cazas que encontrábamos en Rusia el más difícil sin duda era el Yak-9, el LaGG-3 era inferior y el La-5 muy parecido. Las tácticas de combate a emplear con el FW-190 eran las de siempre: sorprender al enemigo lanzándose desde más altura, pegar la pasada y recuperar. Meterse en combate cerrado te podía poner en dificultades, aunque a veces no había más remedio que hacerlo. Realmente, calcular la correción de tiro en virajes cerrados siendo novato es muy complicado. El combate más difícil que tuve con el FW-190 fue contra un Yak-9 en Bobruisk. Iba de pareja con Tabernero cuando vimos unos Pe-2, me tiré hacia ellos sin darme cuenta que un caza de escolta se me había puesto en la cola. En mis anteriores combates no había tenido problemas para quitarme los aviones de encima, pero aquel piloto sabía lo que hacía. Tabernero comenzó a gritarme de lo que tenía encima, inmediatamente eché la palanca hacia delante picando todo lo que podía, veía las trazadoras pasando por todos los lados. De repente se desprendió un trozo del motor, chocando contra el timón; de inmediato pensé que me habían derribado, pegué un tirón hacia el sol que me nubló la vista; cuando recuperé miré los instrumentos del motor y las temperaturas, el Yak-9 no apareció, creo que al ver desprenderse la carena del motor debió pensar que me había derribado.

Capitán Andrés Asensi Álvarez Arenas

El día 1 de diciembre de 1942 a las 8:15 de la mañana, despegaron dos Me-109F tripulados por el capitán Bengoechea (con el nº 2) y el capitán Asensi (con el nº 15), para efectuar una protección sobre un Focke Wulf 189 sobre el sector de Mzensk y aprovechar para que el capitán Asensi se familiarizara con el área de operaciones. Esperando en el aire a dicho aparato, recibieron por radio la orden de que éste no acudiría, por lo que podían efectuar el servicio de la forma más conveniente (de caza libre y reconocimiento). El control de radio informó de la presencia de aparatos soviéticos sobre Orel, poniendo la patrulla española rumbo al lugar indicado, donde por la antiaérea y la estela de condensación descubrieron un avión enemigo tipo Yak.

El capitán Bengoechea, que mandaba la pareja, se dispuso a entrar en combate cuando oyó por radio a su pareja que se había perdido y tenía avería en el motor. El día era totalmente despejado y de gran visibilidad, si bien la altura que llevaba durante el combate (6.000 m), unido a la topografía de esta zona totalmente llana, sin más referencia que los ferrocarriles con el suelo cubierto de nieve, hacían más difícil la navegación, y más aún para el capitán Asensi, del que era su segundo servicio en el frente. Al frente del servicio de radio se encontraba el sargento Heli García López-Rengel, hermano del desaparecido capitán Arístides de la 1.ª Escuadrilla. Habiendo oído la comunicación entre los dos pilotos y viendo la gravedad del asunto, se lo comunicó al brigada Basanta y éste al oficial de servicio, el teniente Lacruz. Ambos en el búnker del puesto de mando, donde se encontraban los aparatos de radio, intentaban comunicar con Asensi el rumbo que debía seguir para dirigirse al aérodromo. Lacruz y Basanta, con ansiedad, esperaban que Asensi dejara de hablar y pasara a la escucha, pero éste no lo hizo, hablaba e informaba de su avería en el motor, que se encontraba a 1.600 m de altura en la confluencia de dos ríos y tomaba rumbo norte. Desde el control le comunicaban que pusiera rumbo 220 grados, necesarios para el regreso a la base, pero no había duda: el capitán tenía problemas con la radio y repetía sus fallos de motor y su deseo de poner rumbo norte. Volaba en planeo... y, al final, el silencio absoluto.

Poco después se recibió la notificación de un oficial alemán: La unidad de infantería n.º 26 ha observado que a las 10:20 un Me 109 con insignias alemanas evolucionó a 25 km al noroeste de Mzensk, observando que perdía altura poco a poco y viendo cómo se internaba detrás de un bosque, 3 km al este de la primera línea, en terreno enemigo. No volvió a ser visto. El pueblo más cercano es el Trotzkoje, cuadrícula 6453.

José María Arango López 
Me acerqué bastante a los rusos, hasta que el aparato de la izquierda me vio y pegó un tornillazo. Le disparé al de la derecha, metido en el rebufo y a unos 100 metros. En un viraje a la izquierda desapareció. Otro aparato estaba envuelto en llamas.

Bajas de las Escuadrillas Azules

Unidad Grado Nombre y Apellidos Fecha Causa

1ª Teniente Luis Alcocer Moreno-Abella 02-X-41 Muerto
1ª Teniente Abundio Cesteros García 25-X-41 Herido
1ª Teniente Alfonso Rubial Sabio 27-X-41 Desaparecido
1ª Comandante José Muñoz Jiménez 27-XI-41 Desaparecido
1ª Capitán Arístides García López-Rengel 27-XI-41 Desaparecido
1ª Teniente Ricardo Bartolomé Chavarria 04-XII-41 Desaparecido
1ª Soldado Sabino Barriola 03-II-42 Muerto
2ª Capitán Antonio Noriega Labat 01-VII-42 Muerto
2ª Soldado Leoncio Cavero 01-VII-42 Herido
2ª Cabo Tomás Zaro 28-VII-42 Muerto
2ª Alférez Antonio Navarro Pérez 07-VIII-42 Muerto
3ª Capitán Andrés Asensi Alvárez-Arenas 01-XII-42 Desaparecido
Ju-52 Teniente Hermenegildo Menendez Fernandez 01-I-43 Herido
3ª Teniente Carmelo Lacruz Cuervo 12-I-43 Herido
3ª Soldado Primitivo Jiménez 14-III-43 Muerto
3ª Teniente Narciso García García 18-III-43 Muerto
3ª Capitán Jose A. García-Alfonso Menendez-Conde 21-III-43 Muerto
3ª Teniente Juan Rosello Simonet 05-VI-43 Muerto
3ª Teniente Alejandro Pérez González 08-VI-43 Muerto
4ª Teniente Pedro Lacalle Orellana 06-VII-43 Herido
4ª Alférez Eduardo Garcia Amigó 14-VII-43 Desaparecido
4ª Teniente Gerardo Escalante de la Lastra 14-VII-43 Herido
4ª Alférez Luis Chicharro Lamamié de Clairac 21-VII-43 Desaparecido
4ª Capitán Alvaro Borrás Marimón 31-VIII-43 Desaparecido
4ª Alférez Luis Estebanez Vela 18-IX-43 Desaparecido
4ª Teniente Enrique Pareja Nuñez 21-X-43 Muerto
4ª Alférez Jose Recasens Garriga 14-XI-43 Herido
4ª Teniente Fernando Sanchez-Arjona Courtroy 19-XI-43 Muerto
4ª Teniente Jose Cavanilles Bereterra 20-I-44 Desaparecido
5ª Teniente Estanislao Segurota Guereca 17-II-44 Muerto 




Bibliografía

-Escuadrillas Azules en Rusia de Santiago Guillén y Carlos Caballero Jurado.
-Véase también "España en la Segunda Guerra Mundial "

Enlaces externos Una Escuadrilla llamada Azul
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Escuadrilla_Azul"