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miércoles, 26 de marzo de 2025

Hidrocanoa: Latécoère 631

Hidrocanoa hexamotor Latécoère 631






El Latécoère 631 fue un gran hidrocanoa hexamotor concebido para transportar 46 pasajeros en la ruta del Atlántico Norte. Un notable diseño de la preguerra comenzado en 1937, que sin embargo, entró en servicio en 1947. El Late 631 no fue un éxito, su operación era antieconomica y en aquellos años con la aparición de los grandes "liners" (Lockheed Constellation, Douglas DC-4 , etc) era inminente la desaparición de los grandes hidrocanoas de transporte de pasajeros. El primer ejemplar resultó destruido durante la Segunda Guerra Mundial y cuatro de los once aviones construidos se perdieron en accidentes. No obstante, en su momento, fue la hidrocanoa civil más grande construida y considerado el diseño más bello en su época.



Historia, diseño y desarrollo

Fue desarrollado en respuesta a una especificación del Ministerio del Aire francés en 1936 solicitando diseños para un hidrocanoa transatlántico de pasaje y correo destinado a ser operado por Air France con un alcance de 6000 km y capacidad para 20 pasajeros y 500 kg de carga. En 1937, la Direction Générale de l'Aviation Civile emitió unas nuevas y mucho más exigentes especificaciones. El peso máximo en despegue aumentó de 30 a 70 t y el número de motores se mantuvo libre entre cuatro y ocho. Para la ruta del Atlántico Sur, se debía poder transportar 40 pasajeros y 3 t de carga con una autonomía de 3200 km; en la del Atlántico Norte, una autonomía de 6000 km y una velocidad máxima de 300 km/h. Los diseños fueron presentados por las compañías Latécoère , Lioré et Olivier y Potez-CAMS, como Latécoère 631 , Lioré et Olivier LeO H.49 (más tarde designado SNCASE SE.200 Amphitrite) y Potez-CAMS 161 respectivamente.2


Un Latécoère 631-B volando (circa.1947)

En un principio estaba previsto que fuera propulsado por seis motores radiales refrigerados por aire de 18 cilindros en doble fila Gnome et Rhône 18L instalados en el borde de ataque del ala, pero no había ninguno disponible, (de hecho, dicho motor resultó no ser un éxito y se abandonó en 1939 debido a una mala relación potencia-peso) por lo que se instalaron motores radiales Wright Cyclone de 1290 hp (962 kW). La siguiente máquina fue equipada con motores Wright Cyclone GR-2600-A5B con una potencia nominal de 1194 kW (1646 hp).



Era un gran monoplano de ala alta y construcción totalmente metálica con casco de dos redientes, los flotadores estabilizadores se retraían totalmente en vuelo en las góndolas de los motores exteriores y la unidad de cola doble era bi-deriva. El área de ala era tan grande que los mecánicos podían examinar y mantener los motores en vuelo desplazándose su interior. La aeronave, en versión lujosa disponía de todo tipo de comodidades; con cuarenta y cuatro plazas -sillones de cuero- convertibles de noche en literas con sábanas y mantas, divididas en camarotes de dos o cuatro pasajeros cada uno separados por cortinas, la mayoría de ellos con lavabo; incluía también una lujosa mini- barra con mesas y sillones lamentablemente ubicada demasiado cercana a las hélices en la zona de máximo ruido, una cocina a gas con mesa de trabajo, y heladera para la preparación de las comidas calientes servidas en vuelo.3​ La tripulación tenía un amplio habitáculo en la cubierta superior que permitía un cómodo desplazamiento, el navegante-ingeniero tenía su puesto atrás de los asientos del pilotaje y la cabina de mando estaba situada en la parte central delantera del fuselaje lo que extendía su nariz-proa.



La construcción de la aeronave se detuvo debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial y no se reanudó hasta después de la firma del Armisticio del 22 de junio de 1940 . El prototipo construido en Toulouse Laté 631.01, registrado F-BAHG, voló por primera vez el 4 de noviembre de 1942 y en ese mismo año se encargaron otros tres ejemplares que no fueron puestos en vuelo hasta marzo de 1945, finales de 1946 y mayo de 1947. No tuvo ninguna versión militar francesa, pero si en manos alemanas.



Los vuelos de prueba del prototipo se interrumpieron a causa de la ocupación alemana del sur de Francia en 1942. Posteriormente fue confiscado por los alemanes e integrado en la Luftwaffe, que le asignó los códigos 63 + 11 (hay "baile" de números según qué fuentes). El avión fue trasladado al Lago de Constanza, cambiada sus marcas y basado en Friedrichshafen , junto a los grandes hidrocanoas franceses SE.200 Amphitrite 20 + 01 y Potez-CAMS 1614​ El escritor y especialista en hidrocanoas franceses Gérard Hartmann afirma que el SE.200 y el Laté 631 fueron destruidos en el lago el 21 de enero de 1944 (también existen fechas diferentes según fuentes), pero que el Potez-CAMS escapó y fue enviado a Rügen en el mar Báltico donde fue destruido por una patrulla de cazas P-51 Mustang en septiembre de ese mismo año.


Laté 631 con marcas de la Luftwaffe

El segundo avión, F-BANT, realizó su primer vuelo el 7 de marzo de 1945 y fue entregado a Air France en julio; estaba impulsado por seis motores Wright Cyclone de 1600 hp (1200 kW) cada uno. En marzo de 1948, Air France recibió tres Laté 631, F-BANU "Henry Guillaumet" (n° 3), F-BDRA (n° 4) y F-BDRC (n° 6). Dispuestos para 44 pasajeros y una carga útil de 4700 kg, y una tripulación de 14 hombres. Desde el 5 de julio de 1947, sirvió la ruta Biscarrosse-Nuadibú -Fort-de-France (Indias Occidentales) (dos viajes por mes). Las aeronaves fueron retiradas del servicio en agosto de 1948 después de la pérdida del F-BDRC a pesar de haber operado dos años de servicio regular sin ningún incidente.



Después de una revisión técnica, dos aparatos (números de construcción 3 y 4) se transfieren a SEMAF (Société d'Exploitation du Matériel Aéronautic Français) que las utiliza entre Francia y las colonias del África Ecuatorial Francesa; esta aerolínea operó estos dos aparatos en servicios mixtos de pasaje y carga hasta 1950, cuando el sobreviviente fue retirado después de la pérdida del F-BANU el 28 de marzo de ese año.



La aerolínea Société France Hydro compró en 1954 los seis aparatos supervivientes (algunos no completados) y en principio, operó un aparato hasta su pérdida el 10 de septiembre de 1955 muriendo los ocho a bordo, entre ellos el fundador de la compañía Louis Demouveaux;5​ por ello, fue el último hidrocanoa que voló y el fin de la aerolínea; los planes para reparar, completar su montaje - algunos estaban sin terminar - y poner en condiciones de vuelo los restantes fueron abandonados. El hangar en la base de la compañía Latécoère en Hourtiquets en el Lac de Biscarrosse en el que estaban almacenados se derrumbó en 1956 después de una fuerte nevada, con el resultado de varios aviones gravemente dañados; la reparación y terminación de alguno de ellos no se consideró rentable por lo que todos fueron desguazados a partir de 1957.



El Latécoère 631 no fue un éxito debido a que no era confiable; sufrió de vibraciones en los motores y cajas de engranajes que generaron fenómenos de resonancia destructiva (pérdida de palas de hélice, fallos del control del ala, rotura del ala, pérdida del avión). Este fenómeno se debió quizás a la adaptación de las hélices Ratier francesas con paso variable en los motores Wright estadounidenses; por otro lado, su operación era totalmente antieconomica.2​ A pesar de todo, los Laté 631 (cuatro aviones realmente operados de los once construidos) tendrán en su haber, el haber podido realizar durante un año el enlace comercial sin escalas más largo de su tiempo, uniendo Port-Étienne con Fort-de-France , es decir, 4700 km sin escalas, batiendo algunos récords mundiales, en la ruta entre Burdeos y la isla Martinica establecida a partir del 25 de julio de 1947. Otro detalle en contra del diseño fue no tener capacidad de eliminar el hielo acumulado en sus bordes de ataque cuando atravesaba mal clima. El total de víctimas sumadas llegó a 101 personas en los 5 aparatos siniestrados.

Accidentes e incidentes

El Latécoère 631-C siniestrado en el océano Atlántico.

  • 31 de octubre de 1945, F-BANT Lionel Marmier (nº/sre 2) de Air France en vuelo desde Río de Janeiro, a Montevideo y Buenos Aires, pierde la hélice del motor nº 3 dañando al nº 2; una pala de la hélice cortó un agujero de 3 m en la cabina, matando a dos pasajeros. Se inició un incendio y se realizó un aterrizaje de emergencia en la Laguna de Rocha , Uruguay. La aeronave fue posteriormente reparada y devuelta al servicio. Fue retirado en 1954 tras 420 horas de vuelo y fue el último avión de la serie en ser desguazado a finales de 1963
  • 21 de febrero de 1948, el F-BDRD (nº/sre 7) de la compañía SNCAN se estrelló en el Canal de la Mancha, cerca de Saint-Marcouf en una tormenta de nieve con la pérdida de las diecinueve personas a bordo. El avión realizaba la ruta Saint-Malo , a Biscarrosse, Landes.
  • 1 de agosto de 1948, El vuelo 072 de Air France (F-BDRC) (nº/sre 6) se estrelló en el Océano Atlántico con la pérdida de las 52 personas a bordo. El avión operaba un vuelo desde Fort de France, Martinica a Port-Étienne, Mauritania. Después de esta pérdida, el Latécoère 631 fue retirado del servicio en Air France. El cutter de la Guardia Costera de los Estados Unidos USCGC Campbell informó haber encontrado restos el 4 de agosto, pero no hubo señales de sobrevivientes.
  • 28 de marzo de 1950, el F-BANU luego F-WANU (nº/sre 3) Henri Guillaumet de SEMAF se estrelló en el Océano Atlántico frente al Cap Ferret, Gironde, después de que fallaran los acoplamientos de control de los alerones debido a una vibración severa en una de las cajas de cambios de los motores con la pérdida de las doce personas a bordo. El avión estaba en un vuelo de prueba desde Biscarrosse para determinar la causa del accidente del vuelo 072 de Air France.
  • 11 de septiembre de 1955, el F-BDRE (n°/ser. 8) de Société France-Hydro sufrió la separación de las alas (probablemente debido a la cizalladura del viento) después de volar a través de una tormenta tropical y se estrelló a 38 millas al norte de Banyo, en el Camerún francés , muriendo los ocho tripulantes a bordo. El avión realizaba un vuelo desde el Lac Lérè, Chad , a Duala , Camerún francés (ahora Camerún), en ruta a Biscarrosse para mantenimiento5​ ya que contaba en aquel momento con 2000 horas de vuelo.


Especificaciones técnicas



Módelo de un Latécoère 631-Museo aeroespacial de Toulouse.

Referencia datos: Angelucci, Enzo (1986). World Encyclopedia of civil aircraft (1st edición). London: Willow Books. p. 305. ISBN 0-00-218148-7.


Características generales

    Tripulación: 5/7/14
    Capacidad: 44/46
    Longitud: 43,46 m
    Envergadura: 57,43 m
    Altura: 10,1 m
    Superficie alar: 349,4 m²
    Peso vacío: 32400 kg
    Peso cargado: 71350 kg
    Planta motriz: 6× radial 14 cilindros en doble estrella refrigerado por aire Wright R-2600-A5B Cyclone 14.
        Potencia: 1194 kW (1646 HP; 1624 CV) cada uno.
    Hélices: Ratier de paso variable

Rendimiento


    Velocidad nunca excedida (Vne): 394 km/h
    Velocidad crucero (Vc): 297 km/h
    Alcance: 6035 km
    Techo de vuelo: 4000 m
    Carga alar: 92,7 kg/m²
    Potencia/peso: 0,10 kW/kg




miércoles, 20 de julio de 2022

Hidroavión: SNCASE / Sud-Est 200 (Francia ocupada)

SNCASE / Sud-Est 200



El Sud-Est SE.200 Amphitrite fue un gran hidrocanoa comercial construido en Francia a fines de la década de 1930, originalmente desarrollado como Lioré et Olivier LeO H.49 antes de la nacionalización de la industria aeronáutica francesa.


SNCASE S.E.200 - L'Aerophile septiembre de 1945
Tipo Hidrocanoa transatlántico comercial
Fabricante Societé Nationale de Constructions du Sud-Est (SNCASE)
Diseñado por Paul Asantchéeff
Primer vuelo 11 de diciembre de 1942
Introducido 1943
Usuario  Luftwaffe
Producción 1942-1946
N.º construidos 4



Historia, diseño y desarrollo

Era un gran diseño hexamotor de ala alta en voladizo de gran altura y cola bideriva. Fue desarrollado en respuesta a una especificación del Ministerio del Aire francés en 1936 solicitando diseños para un hidrocanoa transatlántico de pasaje y correo destinado a ser operado por Air France con un alcance de 6.000 km y capacidad para 20 pasajeros y 500 kg de carga. En 1937, el Departamento de Aviación emitió especificaciones mucho más exigentes. El peso de despegue aumentó de 30 a 70 toneladas y el número de motores se mantuvo libre entre 4 y 8. Para el Atlántico Sur, se contabilizaron 40 pasajeros y 3 toneladas de carga con una autonomía de 3.200 km; en la ruta del Atlántico Norte, una autonomía de 6.000 km y una velocidad máxima de 300 km/h. Los diseños fueron presentados por las empresas Latécoère, Lioré et Olivier y Potez-CAMS como Laté 631, LeO H.49 y Potez-CAMS 161 respectivamente, y se aprobaron ejemplares de todos los diseños para su construcción. En el Salon de l'Aéronautique de 1938 se exhibió una gran maqueta, apoyada en agua simulada.

Cuatro ejemplares del SE.200 estaban en construcción en la factoría de Marignane al estallar la Segunda Guerra Mundial, y el trabajo sobre ellos continuó después de la caída de Francia, junto con una quinta máquina iniciada después. El primer avión matriculado F-BAHE bautizado como Rochambeau, voló el 11 de diciembre de 1942. Después de las pruebas, fue requisado e integrado en la Luftwaffe con el código 20 + 01. y trasladado en enero de 1943 a Friedrichshafen, Lago Constanza donde se probó en la factoría Dornier; los alemanes lograron llevar a cabo un ciclo completo de pruebas de este hidrocanoa, pero no se atrevieron a usarlo en la práctica. Fue destruido en un ataque aéreo de la RAF el 13 de abril de 1944. Hundido en aguas poco profundas los restos del primer SE.200 fueron rescatados por una empresa suiza en 1961 y desguazados. Un bombardeo de la RAF en Marignane el 10 de marzo destruyó el segundo SE.200 (código Luftwaffe 20 + 02) que estaba en un 80% completado y dañó gravemente los otros aparatos.

Se había realizado suficiente trabajo en el tercer SE.200 para que el rescate valiera la pena después de la guerra. Este avión finalmente voló el 2 de abril de 1946 como F-BAIY pero resultó dañado en un amerizaje el 18 de octubre de 1949 a su regreso de un vuelo de prueba, en el Étang de Berre; la aeronave resultó gravemente dañada y no fue reparada. Existían planes para completar también el cuarto avión; la construcción de SE 200 n.º 4 se interrumpió en mayo de 1947 cuando el avión estaba completo al 95%.




Especificaciones técnicas

Características generales

  • Tripulación: 8-10 (incluyendo tripulación de cabina)
  • Capacidad: 48
  • Longitud: 40,15 m
  • Envergadura: 52,2 m
  • Altura: 9,73 m
  • Superficie alar: 340 m²
  • Perfil alar: root:NACA 2418; tip:NACA 2409
  • Peso vacío: 32.746 kg
  • Peso máximo al despegue: 60.670 kg
  • Planta motriz: Radial doble estrella 14 cilindros enfriados por aire 3 × Gnôme-Rhône 14R-26 (rotación a la dcha.)
    3 × Gnôme-Rhône 14R-27 (rotación a la izda.).
    • Potencia: 1200 kW (1654 HP; 1632 CV) cada uno.
  • Hélices: Reversibles de paso variable de 3 palas

Rendimiento

  • Velocidad nunca excedida (Vne): 420 km/h (a 4.500 m)
  • Velocidad crucero (Vc): 305 km/h
  • Alcance: 6.050 km
  • Techo de vuelo: 5.000 m
  • Régimen de ascenso: 3,7 m/s
  • Carga alar: 212 kg/m²
  • Potencia/peso: 12,2 kg/kW (a 984 kW (1.320 hp) por motor)









lunes, 9 de noviembre de 2020

Los inicios del B-36

El bombardero estratégico inicial B-36

W&W




El bombardeo estratégico fue el núcleo del argumento a favor de una Fuerza Aérea de los EE. UU. separada. El uso de aviones para lanzar bombas a objetivos mucho más allá del campo de batalla representó una misión ofensiva independiente que justificaría la creación de un brazo aéreo con el mismo estatus que el Ejército y la Armada. Durante las décadas de 1920 y 1930, los entusiastas del poder aéreo estadounidense desarrollaron la doctrina del bombardeo estratégico que daría forma a la campaña aérea estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. En el período de posguerra, el Comando Aéreo Estratégico (SAC) surgió no solo como el componente central de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, que fue creada en 1947, sino también de la política de disuasión nuclear de la Guerra Fría.



En 1946, con miras a la independencia, las Fuerzas Aéreas del Ejército se reorganizaron. El general Carl A. Spaatz, comandante general de las Fuerzas Aéreas, estableció tres comandos operativos principales: el Comando Aéreo Estratégico, el Comando Aéreo Táctico y el Comando de Defensa Aérea. La Fuerza Aérea tomaría el control de estos comandos en su formación. A medida que la rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética tomó forma a fines de la década de 1940, quedó claro que el SAC ocuparía un lugar central, ya que era la única organización dentro del ejército estadounidense con la capacidad y la experiencia para entregar armas atómicas.

Sin embargo, al principio, el SAC se encontraba en malas condiciones y no parecía apto para llevar a cabo su misión de manera eficaz. La desmovilización de la posguerra no solo la había dejado con un mínimo de personal y un equipo cada vez más obsoleto, sino que un plan que requería la capacitación cruzada extensa del personal resultó en tripulaciones débilmente capacitadas y moral tensa. Sus deficiencias se pusieron de relieve durante la Crisis de Berlín en 1948, cuando las fuerzas soviéticas en el este de Berlín bloquearon los sectores de la ciudad controlados por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. En respuesta, el Jefe de Estado Mayor, el general Hoyt Vandenberg, ordenó al general Curtis E. LeMay que regresara de Europa a tomar el mando del SAC.

LeMay tomó el mando en octubre de 1948 e inmediatamente supervisó la transferencia de la sede de la SAC desde la Base de la Fuerza Aérea Andrews en Maryland a la Base de la Fuerza Aérea Offutt cerca de Omaha, Nebraska. Una vez asentado, LeMay inició un programa de formación intensivo. Aunque sus reformas dieron lugar a algunas mejoras, SAC siguió sin personal y mal equipado para su misión atómica hasta que las asignaciones aumentaron con la Guerra de Corea en la década de 1950, y Estados Unidos adoptó formalmente una política de disuasión.



Bajo las presidencias de Harry S. Truman y Dwight D. Eisenhower, SAC surgió no solo como el componente más grande de la Fuerza Aérea, sino también como la pieza central de la política de disuasión de la nación, con su amenaza de represalias masivas. Si bien, en general, el ejército se redujo después de 1953 y los presupuestos militares se estancaron, el SAC resultó ser la excepción al patrón general. Se celebró en la película de 1955 Strategic Air Command, protagonizada por Jimmy Stewart como el teniente coronel "Dutch" Holland y June Allyson como su esposa Sally. SAC obtuvo el personal y el equipo necesarios para servir como fuerza disuasoria. Los B-29 excedentes de la Segunda Guerra Mundial dieron paso inicialmente al B-50 y luego al B-47, el bombardero totalmente a reacción de primera generación. El primer bombardero intercontinental, el B-36, siguió siendo la clave de la disuasión hasta que apareció el B-52 de ocho motores a reacción en 1955. Para apoyar a estos bombarderos en sus misiones de largo alcance, SAC adoptó el reabastecimiento de combustible aéreo y adquirió su primer avión cisterna, el KC-97. A finales de la década, el KC-135 totalmente jet entró en el inventario de SAC.


Convair B-36

El bombardero de largo alcance B-36 de Convair es bien reconocido por muchos atributos. Fue la primera verdadera plataforma de bombardeo pesado intercontinental de Estados Unidos y el arma de disuasión inicial del Comando Aéreo Estratégico. Aunque su vida útil de tan sólo 10 años operativos (1949 a 1959) fue corta en comparación con otros aviones concebidos durante la misma época, como el U-2, SR-71 y B-52, que todavía vuela hoy; el B-36 fue el primer símbolo del poder aéreo estadounidense durante las primeras etapas de la Guerra Fría.

A diferencia del U-2 Dragon Lady, el SR-71 Blackbird y el B-52 Stratofortress, su eventual reemplazo, el enorme B-36 nunca recibió un nombre oficial de la Fuerza Aérea de EE. UU. A pesar de este hecho aleccionador, hoy en día gran parte del mundo reconoce al enorme bombardero impulsor de propulsores como el "Pacificador". La historia detrás del nombre es tan interesante como el propio ciclo de vida del avión. Todo comenzó en diciembre de 1948, cuando Convairiety, el boletín informativo de Consolidated Vaultee Aircraft Corporation, anunció una dedicación y un concurso de nombres para el nuevo avión.

“Se necesita un nombre apropiado a su tamaño y propósito. Un nombre que estará en consonancia con las hermosas tradiciones históricas de los barcos de combate de Convair en el pasado, los bombarderos en picado Libertadores, Catalinas, Coronados y Vengeance ”, se lee en los titulares del artículo. Se proporcionaron más instrucciones, "el nombre debe ser una palabra y no debe ser una combinación" inventada ". Se debe evitar la duplicación o posible confusión con otros nombres de aeronaves del Ejército o la Armada. Se dará preferencia a los nombres que se relacionen con el tamaño, peso, potencia, alcance, propósito y misión del B-36 ”.
De acuerdo con la declaración, se permitirán entradas desde el 5 de enero hasta el 28 de febrero de 1949, después de lo cual un comité de jueces compuesto por Amon Carter, el editor de Fort Worth Star, con sede en Dallas, el general de división Rodger M. Ramey, el jefe de la Octava Fuerza Aérea y Lamotte T. Cohu, presidente de Convair; elegiría un ganador. El premio para el seleccionado se fijó en 50 dólares, más un aluvión de publicidad.

A finales de 1949, el Comité de Aeronaves de la Junta de Municiones de la Fuerza Aérea, la organización a cargo de asuntos como el etiquetado de nombres, dio al concurso una aprobación pasiva, pero con una salvedad. En un memorando de enero de 1949, la Junta declaró que "La MBAC se reserva el derecho de elegir cualquier otro nombre si lo desea". Debido a esto, Convair modificó las reglas agregando que "si algún nombre enviado por un empleado de Convair que no sea el ganador del concurso es posteriormente seleccionado por la Junta de Municiones, el empleado que envió el nombre elegido también recibirá $ 50".

Aunque el concurso no se limitó al área de Dallas-Fort Worth, donde se desarrolló el avión, la región representó más del 95% de los platos principales, el resto provino de la sección de la planta de ensamblaje de San Diego. En total, se recibieron 813 presentaciones, seiscientas cuarenta (640) boletas de Texas y 173 de California. Entre los nombres propuestos más populares de Dallas estaban "Longhorn", "Texas", "Texans" y "Gardua". Otros como "Condor" y "Crusader" encabezaron las presentaciones del área de San Diego. Es bastante interesante que 60 entradas (49 de Dallas, 11 de San Diego) llevaran el nombre de Pacemaker o "Marcapasos".



La palabra "Pacificador" tiene sus raíces en el Viejo Oeste de Texas. Se usó para describir el poderoso revólver Colt calibre .45, que a menudo se usa como mecanismo de disuasión. La mayoría de las personas que conjuraron la palabra lo hicieron creyendo que el B-36 serviría en un asunto similar. “Creo que este increíble avión será como un Colt. Un arma que la gente respeta y teme. Mantuvo la paz en una época inquietante. También lo hará el B-36 ”, dijo J.G. Bohn, un fabricante de herramientas de Fort Worth que, junto con J.L. McDaniels, L.R. Harris, C.W. Cannon, E.M. Wilson y G.E. McKenzie fue elegido para representar a todos los ganadores.

Originalmente, el anuncio del ganador estaba programado para el 30 de marzo de 1949. Pero debido a una confusión logística, el comité de jueces no recibió las papeletas finales hasta la última semana de febrero. La revelación de la selección se hizo en la edición de abril de 1949 de Convairiety. “Convair anuncia con orgullo que ... han ganado el concurso de nombres B-36. Esto sería remitido al Comité de Aeronaves de la Junta de Municiones AF para su aprobación ”, expresó la sección editorial del documento.

Lamentablemente para Cohu, Bohn, McKenzie y todos los involucrados en el programa, las objeciones religiosas de varios grupos disuadieron a la Fuerza Aérea de marcar el B-36, el Pacificador, posponiendo la decisión para una fecha posterior. Pero como la mayoría de las acciones burocráticas que se posponen, el etiquetado oficial de este asombroso bombardero se perdió en el tiempo. A partir de hoy, el AF Arsenal Registry no tiene un nombre oficial que figura junto al B-36.

jueves, 4 de junio de 2020

Bombardero estratégico: Prototipo Martin XB-48

Prototipo de bombardero estratégico Martin XB-48

W&W



Martin XB-48 rodaje, mostrando, equipo principal en tándem y estabilizadores de góndola

El XB-48 fue el primer avión bombardero de Martin. Diseñado a partir de las especificaciones de la Fuerza Aérea delineadas en 1944, el XB-48 compitió contra el XB-45 de América del Norte, el XB-46 de Convair y el XB-47 de Boeing. Con la competencia establecida, Martin procedió con el XB-48 de seis motores de ala recta. En cada ala delgada había una enorme góndola con tres motores General Electric / Allison J-35.

Otra nueva característica de diseño del XB-48 fue su tren de aterrizaje de bicicleta, también utilizado por la entrada XB-47 de Boeing. El tren de aterrizaje de la bicicleta, cuando estaba retraído, estaba alojado en el fuselaje en lugar de la estructura del ala. Por lo tanto, las alas podrían diseñarse más delgadas, eliminando las penalizaciones de arrastre impuestas por alas más gruesas. Con un ala más delgada, se reduce la resistencia y se aumenta el rendimiento general de la velocidad. Los ingenieros de Martin fueron pioneros en este tren de aterrizaje de bicicletas en un Martin B-26 muy modificado que se conoce como el "Puente del tocón del río medio". Las pruebas demostraron que esta configuración del tren de aterrizaje era tan maniobrable que el competidor Boeing la seleccionaría más tarde para los aviones B-47 y B-52.



La tecnología avanzada en aerodinámica capturada por los alemanes al final de la Segunda Guerra Mundial eludió al equipo de diseño de Martin. Esta ventaja pesaría mucho a favor de Boeing. El XB-47 de Boeing presentaba un ala hacia atrás barrida, con góndolas de motor montadas en pilón versus el diseño de diseño de góndola de ala recta / ala enterrada del XB-48 Al final, la velocidad máxima del XB-48 de 516 mph cayó muy por debajo de la velocidad máxima de 580 mph del XB-47 y su mayor alcance. Martin perdió ese contrato y Boeing pasó a producir uno de los aviones más memorables de todos los tiempos. Estas lecciones aprendidas del XB-48 mejorarían en gran medida el próximo bombardero jet de Martin.

Especificaciones (XB-48)


Características generales
Tripulación: tres (piloto, copiloto y bombardero-navegador)
Longitud: 85 pies 9 pulgadas (26.14 m)
Envergadura: 108 pies 4 pulgadas (33.02 m)
Altura: 26 pies y 6 pulgadas (8,08 m)
Área del ala: 1,330 pies² (123.5 m²)
Peso en vacío: 58,500 lb (26,535 kg)
Peso cargado: 92,600 lb (42,000 kg)
Max. peso de despegue: 102,600 lb (46,540 kg)
Motores: 6 × turbojet de flujo axial General Electric J35, 3,820 lbf (17 kN) cada uno

Rendimiento
Velocidad máxima: 454 kn (523 mph, 841 km / h) a 35,000 pies
Velocidad de crucero: 361 kn (415 mph, 668 km / h)
Alcance: 1,566 nmi (1,802 mi, 2,900 km)
Radio de combate: 795 mi (1,280 km)
Techo de servicio: 39,400 pies (12,009 m)
Velocidad de ascenso: 4.200 pies / min (21.3 m / s)
Armamento
Armas: ametralladoras M-2 de 2 × .50 pulg. (12.7 mm) en torreta de cola (propuesta)
Bombas: 1 × 20,000 lb (9,980 kg) o 36 × 250 lb (113 kg)

lunes, 15 de abril de 2019

Ya vuela el Stratolaunch, el avión más grande del Mundo


El avión más grande del mundo ya surca los cielos

La Vanguardia




Con sus más de 117 metros de ancho, el Stratolaunch está diseñado para lanzar satélites a la órbita terrestre baja


El avión más grande del mundo ha surcado los cielos este sábado ante la mirada de sus creadores. Tras años de desarrollo en el desierto de Mojave, al norte de Los Ángeles, el Stratolaunch de 117,34 metros de punta a punta de sus alas es una plataforma de lanzamiento voladora gigante, diseñada para lanzar satélites a la órbita terrestre baja.



“Sea cual sea la carga , sea cual sea la órbita, conseguir que su satélite llegue al espacio pronto será tan fácil como reservar un vuelo de una aerolínea”, ofrecía en 2018 el CEO de la compañía responsable del avión, Jean Floyd.



La empresa, Stratolaunch Systems, fue fundada en 2011 por Paul Allen, cofundador de Microsoft. Ahora es dueña del avión más grande del mundo, de 238 desde la punta hasta la cola. Su objetivo es ofrecer a los militares, a las empresas privadas e incluso a la NASA una forma más económica de llevar sus aparatos al espacio.



“Es el avión más grande del mundo. Es tan enorme, parece que no debería ser capaz de volar”, dijo el jueves a la CNN Jack Beyer, un fotógrafo aeroespacial para NASASpaceFlight.com. “La gente está interesada en el primer vuelo de Stratolaunch porque quiere ver el futuro”, dijo Beyer. “Es la misma razón por la que la gente sintoniza cada año para ver las keynotes de Apple. La gente quiere ver qué es lo próximo”.



Para que un aparato tan inmenso como este, con una aparente imposibilidad de elevarse del suelo, los materiales con los que está construido son fuertes y livianos. El Stratolaunch está hecho principalmente de material de fibra de carbono en lugar de aluminio. Para ahorrar dinero en el diseño de nuevos motores y trenes de aterrizaje, el jet funciona con seis motores Pratt Whitney, que fueron diseñados originalmente para Boeing 747. Su tren de aterrizaje, que incluye unas 28 ruedas, también fue diseñado por primera vez para 747s.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Stratolaunch: El avión lanzador de cohetes espaciales de Burt Rutan


117 metros de locura: la máquina voladora más audaz de todos los tiempos





Wired

El mago de la aviación Alt Burt Rutan se propuso diseñar un avión que pudiera transportar cohetes al borde del espacio. Luego persuadió al cofundador de Microsoft, Paul Allen, para que construyera una bestia de doble fuselaje con una envergadura más larga que un campo de fútbol.

El 13 de diciembre de 2011, Paul Allen, el solitario multimillonario y cofundador de Microsoft, se puso de pie frente a un grupo de reporteros en Seattle y les contó sobre su nuevo plan.

Vistiendo el uniforme techno-brahmín de chaqueta azul marino, camisa de vestir y una corbata llamativamente ausente, Allen hizo algunos comentarios introductorios y luego rodó una simulación de video de una extraña bestia de un avión dejando un gran hangar. Esto fue Stratolaunch. Sería el avión más grande, por envergadura, creado alguna vez. El avión de estilo catamarán de doble fuselaje sería una plataforma de lanzamiento volante, con el objetivo de llevar un cohete de medio millón de libras a una altitud de crucero y luego soltarlo, con lo que el cohete encendería sus motores para un ardiente ascenso al espacio. La esperanza de Allen era que este pájaro extraordinario pudiera hacer vueltas rápidas entre el suelo y la estratosfera, haciendo que el acceso al espacio no sea más exótico que un vuelo de ida y vuelta entre Nueva York y Boston.

Burt Rutan tomó el micrófono al lado. Rutan, un diseñador gregario de aviones exóticos, vestía una camisa de trabajo azul claro y lucía enormes cornamentas de estilo elvis. Él fue el arquitecto original del esfuerzo extravagante y la persona que vendió a Allen en el proyecto. "Justo aquí en frente de nosotros es un error muy grande", dijo, aterrizando pesadamente en la palabra error y apuntando con su dedo a una maqueta del avión. El problema, explicó, era que nadie en la sala podría comprender lo grande que sería el gran Stratolaunch. Para que tengan sentido, tendrían que entender que incluso un Boeing 747 parecería un Tinkertoy en comparación. La sonrisa diabólica de Rutan lo dijo todo: este sería un avión para desafiar la imaginación. El avión, dijeron él y Allen, tomaría su primer vuelo en 2015.

Tres años después de esa fecha objetivo, el avión finalmente existe, y como prometió Rutan, es una gran mamá. Como descubrí, nada -ni siquiera una maqueta aprobada por Rutan- puede prepararte para un encuentro con ella.

El pasado mes de diciembre viajé al Mojave Air and Space Port, una ciudad desértica de estructuras industriales gigantes en el sur de California, donde se construyó Stratolaunch. La instalación del avión en el borde oriental del puerto se destaca entre las otras estructuras. Después de caminar por algunas oficinas monótonas, fui escoltado al hangar de aproximadamente 100,000 pies cuadrados. El brillante Stratolaunch blanco no solo llenó la extensión; llegó a cada rincón de ella. No había forma de ver al monstruo con una sola mirada. Comenzando cerca de su cola, caminé a través y alrededor de él, estirando mi cuello y estirándome de puntillas para juntar instantáneas mentales de los dos fuselajes y la franja blanca de un ala y unirlas en una sola imagen panorámica.



Todo sobre Stratolaunch es gigante. Tiene seis motores a chorro turbofan de Pratt & Whitney, rescatados de tres 747. Su peso máximo de despegue es de 1.3 millones de libras. Tiene más de 80 millas de cableado. Lo más sorprendente es su envergadura de 385 pies, la especificación que coloca a Stratolaunch en los libros de historia. Ese número puede no parecer notable, pero en un solo ala de avión 385 pies es una eternidad. Es un campo de fútbol más las zonas finales y un poco más. Si los hermanos Wright hubieran comenzado su vuelo inicial de Kitty Hawk en la punta de un ala Stratolaunch, podrían haber completado el viaje y haberlo hecho dos veces más antes de llegar al otro extremo.



Aunque los dos fuselajes parecen idénticos, solo el de la derecha tiene una cabina, en gran parte preservada de uno de los 747, con acelerador, pedal e incluso algunas pantallas analógicas que un piloto comercial que trabaja en la década de 1970 podría encontrar familiar. Uno de los asientos está cubierto por un cojín de piel de oveja del tipo que se encuentra a menudo en los taxis de la ciudad de Nueva York. Mirando por la ventana, el segundo fuselaje está tan lejos que parece un avión sentado en una pista adyacente.

Es difícil imaginar esta gigantesca estructura elevándose en el aire. Pero el equipo -sin Rutan, que se retiró en 2011- lo ha llevado a cabo metódicamente en una serie de pruebas: cargar su propio peso, encender sus motores y rodar más de 2 millas de pista. Allen promete que Stratolaunch ascenderá tan pronto como este otoño.



Miles de personas volverán sus ojos hacia Mojave cuando suceda ese primer vuelo. Pero después de eso, ¿qué? El plan original era crear una forma más confiable y flexible de disparar satélites al espacio. Pero mientras que el desarrollo de Stratolaunch se ha prolongado, la industria espacial privada ha salido adelante. Otros multimillonarios, notablemente Elon Musk, han deslumbrado al mundo con lanzamientos feroces y logros salvajes como cohetes reutilizables y autos deportivos en órbita. La industria se está volviendo cada vez más competitiva, y numerosas compañías están planeando reducir el costo y aumentar la confiabilidad del lanzamiento de cohetes. Musk's SpaceX iba a proporcionar a Allen los cohetes que Stratolaunch llevaría, pero abandonó el proyecto hace años.

El gigantesco avión inevitablemente trae a la mente el Spruce Goose, el aeroplano gigante y el proyecto favorito del magnate Howard Hughes. Allen había visitado el legendario avión en su casa en un museo de Oregón. Ese avión (en realidad estaba hecho mayormente de abedul, no de abetos) tenía la intención de enviar suministros y soldados para combatir durante la Segunda Guerra Mundial, pero voló solo una vez, solo una milla, mucho después de que el conflicto terminara. Stratolaunch también podría quedar obsoleto antes de que su enorme ala llegue al cielo. ¿Es mejor mejor? Tal vez. Tal vez no.

¿Pero has visto esto?





Paul Allen, el multimillonario que financia Stratolaunch, ha estado fascinado con los viajes espaciales desde la infancia. "Cuando ves ese avión gigante, es un poco loco", dice. Pero su objetivo es más práctico: competir en el negocio espacial privado.
Joe Pugliese

Cuando era adolescente, Paul Allen era un nerd de ciencia ficción y rocketry. Soñaba con convertirse en astronauta, pero esa ambición fue barrida por la miopía. Su dormitorio de la infancia estaba lleno de libros de ciencia ficción y espacio. Bill Gates recuerda la obsesión de Allen. "Incluso cuando lo conocí por primera vez -estaba en décimo grado y yo estaba en octavo- había leído mucho más ciencia ficción que nadie más", dice Gates, quien más tarde fundó Microsoft con Allen. "Mucho más". Uno de los favoritos de Allen fue un popular clásico de ciencia llamado Rockets, Missiles, and Space Travel, de Willy Ley, publicado por primera vez en 1944. Como lo cuenta Allen en sus memorias, fue aplastado cuando visitó a sus padres como un adulta y fue a su habitación vieja para hacer referencia a un libro. Descubrió que su madre había vendido su colección. (El precio de venta es de $ 75). Usando una ampliación de una vieja foto de la habitación, Allen envió exploradores para recrear minuciosamente la biblioteca de su niñez.

Allen nunca dejó de pensar en el espacio. En abril de 1981, durante el momento crucial para el proyecto más importante de Microsoft -desarrollo de un sistema operativo para la próxima computadora personal IBM- Allen se fue y se fue, se unió a un colega en un viaje a Florida para ver el lanzamiento del primer transbordador espacial. (Gates, para el registro, todavía parece un poco molesto por eso.) "Fue increíblemente impresionante", dice Allen ahora de ese lanzamiento. Pero nunca se imaginó seriamente involucrarse en la cohetería, hasta que conoció a Burt Rutan.

Rutan había estado enganchado a los aviones desde que tenía 8 años. Comenzó a ganar reconocimiento en la década de 1970, vendiendo planes para aviones pequeños que los intrépidos entusiastas podían construir por sí mismos. Sus diseños volvieron a imaginar lo que podría ser un avión, cambiando la ubicación de aletas, alas e incluso cabinas. En 1982 comenzó su empresa, Scaled Composites, en el desierto de California. Construyó aviones que parecían mantis religiosas y otros que tenían la fantasía de un juguete de Playmobil. (Cinco de sus creaciones están ahora en exhibición en el Smithsonian National Air and Space Museum.) La compañía cambió de dueño varias veces a lo largo de los años, hasta que Northrop Grumman la adquirió hace una década.

A medida que Scaled Composites generaba diseños astutos y galardonados, se convirtió en el equivalente de la fábrica de chocolate de Willy Wonka, atendida por obstinados parias que habían sido atraídos por el carisma de su jefe iconoclasta. "Fue el trabajo soñado", dice Matt Stinemetze, ingeniero en jefe de Scaled, quien se unió a sus veinte años. "Burt fue este legendario diseñador que diseñó todas estas construcciones caseras que eran extrañas y atrasadas. Era casi como si siempre hubiéramos hecho estas cosas muy diferentes porque pudimos ".

En 1996, Allen, que hacía tiempo había dejado Microsoft y estaba buscando una variedad ecléctica de inversiones (incluida la adquisición de Portland Trail Blazers), había comenzado a explorar la idea de ofrecer banda ancha desde el cielo. Se enteró de una creación de Rutan que pensó que podría ser útil para esta empresa, y voló a Mojave en su Boeing 757 personal para preguntar sobre eso cara a cara. Nada salió de la conversación ese día, excepto que Rutan aprendió que Allen era un "loco del espacio" con dinero para gastar.



Fue una conexión fatídica. Unos años más tarde, cuando Rutan estaba considerando construir el primer cohete privado que podría enviar a un humano al espacio, hizo un peregrinaje a Seattle para visitar a Allen. Un aspecto de su plan, dijo, era lanzar una nave espacial tripulada desde un avión, no una plataforma de lanzamiento. Rutan pensó que podía hacerlo con menos de $ 20 millones.

Allen vio en la idea de Rutan una oportunidad de abrir espacio de la misma manera que él y Bill Gates habían popularizado las computadoras. Accedió a financiar la nave espacial y cerraron el trato con un apretón de manos. También decidieron participar en el concurso Ansari XPrize, que ofreció $ 10 millones al primer equipo para enviar a una persona al espacio suborbital dos veces en dos semanas con el mismo equipo.

Rutan llamó a ese esfuerzo SpaceShipOne. Richard Branson, otro multimillonario fascinado por el espacio, y que conocía a Rutan, se enteró y corrió hacia el Mojave. Recibió $ 1 millón a cambio de calificar el cohete con el logotipo de Virgin. El mayor interés de Branson era el turismo espacial: viajes emocionantes suborbitales de alto precio, y sentía que SpaceShipOne podría darle un comienzo de alto perfil.

El 29 de septiembre de 2004, un piloto de prueba de SpaceShipOne apenas, pero triunfalmente, cruzó la frontera de 62 millas entre la atmósfera y el espacio de la Tierra. Cinco días después, otro piloto repitió el truco. Rutan y Allen ganaron el XPrize.

La excitación de Allen por el logro fue atenuada por su creciente ansiedad. Las primeras incursiones de SpaceShipOne fueron asuntos tensos, con giros no planificados e incluso un aterrizaje casi siniestrado. La fatal reentrada del transbordador espacial Columbia en el 2003 en la atmósfera de la Tierra, que mató a siete astronautas, aún estaba fresca, y estaba atormentado por la posibilidad de que pudieran perder a uno de los pilotos. Como Allen escribió más tarde, cuando los cohetes dispararon durante el vuelo ganador del premio SpaceShip One, Branson le preguntó: "¿No es esto mejor que el mejor sexo que hayas tenido alguna vez?" Allen pensó lo contrario. "Si estuviera tan ansioso durante cualquier tipo de actividad interpersonal, no podría disfrutarlo mucho", se dijo a sí mismo. Branson quería licenciar la tecnología SpaceShipOne de Allen para el turismo espacial, y Allen estuvo de acuerdo. El esfuerzo de Branson para desarrollar Virgin Galactic terminó dañado por dos accidentes fatales, el escenario exacto que había asustado a Allen. (Virgin Galactic todavía planea enviar clientes para un giro de 90 minutos.) Allen estaba fuera de la carrera espacial.

Se centró en su nuevo instituto en el cerebro humano, un impulso inmobiliario en su Seattle natal, y un tipo diferente de barco: su yate de aproximadamente 414 pies, conocido como el Octopus.


Burt Rutan, un diseñador de aviones exóticos, pasó dos décadas desarrollando lo que llamó Big Airplane. Se retiró en 2011, y Stratolaunch no incluye algunas de sus ideas más externas. "Burt no es el diseñador del avión en Mojave ahora", dice.
Joe Pugliese

Rutan, mientras tanto, estaba pensando en el avión Brobdingnagian que eventualmente se convertiría en Stratolaunch. En 1992 fue convocado por Antonio Elias, un alto ejecutivo de una compañía espacial comercial llamada Orbital Sciences Corporation, para reunirse con un pequeño grupo. Elias estaba explorando la idea de construir una nave espacial pesada que pudiera ser lanzada desde un avión gigante.

Un problema con los cohetes terrestres es que pueden despegar desde solo un pequeño número de instalaciones, como el Centro Espacial Kennedy o la Base Aérea Vandenberg, donde la competencia por el tiempo de lanzamiento crea largas demoras. Un lanzamiento en avión crearía nuevas posibilidades.

Pero un avión tan grande tenía otros desafíos. El análisis de Rutan concluyó que para entregar el peso del cohete que Elías estaba hablando -hasta 640,000 libras- necesitaría una envergadura de casi 400 pies. Esa ala también tenía que ser fuerte. Además de dos fuselajes y toneladas de combustible, estaría llevando un conjunto de motores a reacción y ese vehículo masivo. Rutan planeó construir el avión a partir de compuestos no metálicos, en lugar de aluminio, para mantener el peso bajo, pero hacer que el compuesto fuera lo suficientemente fuerte presentaba otro problema. Rutan resolvió este dilema en parte con un proceso llamado pultrusión, en el que una máquina tira de un material a un ritmo constante y luego lo hornea hasta que se endurece, una forma de moldear grandes segmentos del avión con una fuerza constante. Esta técnica permite a los ingenieros fabricar largueros muy largos que fortifican el ala gigante.

Rutan comenzó a trabajar en un diseño, incluso cuando se dio cuenta de que las probabilidades estaban en contra de que se construyera. Utilizando métodos y materiales de construcción tradicionales, la etiqueta de precio podría extenderse más allá de mil millones, quizás incluso alcanzar el costo de un portaaviones nuclear. Pensó que podría construirlo más barato, especialmente si llevaba su mentalidad de carroñero al límite. "Pensé que si podía levantar los motores, las torres de alta tensión, el tren de aterrizaje, los actuadores, la electricidad y el habitáculo del 747, era factible para nosotros", dice.

Durante los siguientes 20 años, Rutan trabajó con tres posibles clientes mientras continuaba diseñando lo que él llamaba el Gran Avión. No dirá quiénes eran los clientes, pero ninguno de ellos dio el paso de encargarlo.

Entonces Allen decidió volver al negocio espacial.

Cuando hablé por primera vez con Allen, él era vago acerca de por qué decidió financiar Stratolaunch. "Hice lo mío, ganamos el premio", dice, hablando por videoconferencia desde Santa Fe, Nuevo México, en la antigua casa de Georgia O'Keeffe. Es una de al menos siete propiedades que posee. Está sentado con las piernas estiradas en un sofá profundo, casi engullido por cojines de asiento con estampados gigantes. Estoy hablando con él desde Seattle, y no estoy seguro de si su falta de contacto visual es el resultado de la timidez o porque la imagen de mi pantalla no está alineada con la cámara. "Burt Rutan plantó una semilla que quería hacer algo orbital con un avión a escala", dice finalmente.

Más tarde, Allen dijo que tenía otra razón: había estado observando cómo la NASA retiró las operaciones espaciales y surgieron empresas privadas para llenar los vacíos. El terreno se estaba volviendo irresistible, y pensó que esta era su oportunidad.

Deje que Richard Branson ofrezca atracciones suborbitales a los civiles. Deja que Elon Musk vaya a Marte. Allen sospechaba que había otra propuesta comercial. El costo de construir satélites estaba disminuyendo a medida que las computadoras, las cámaras y los sensores se volvían más baratos y más potentes. Sus usos también estaban creciendo. Podrían usarse para detectar pesca ilegal en el océano -otro proyecto financiado por Allen- o monitorear crisis humanitarias. Si hubiera una forma confiable y económica de lanzar satélites, las personas podrían encontrar más usos, creando un mercado aún más grande. Eso es lo que sucedió con las PC.

Allen pensó que los lanzamientos de aire podrían acelerar ese proceso. No son tan sensibles al clima como los que se llevan a cabo en las instalaciones tradicionales de lanzamiento vertical, lo que permite despegues más flexibles. También podrían ser más asequibles, ya que el avión puede reutilizarse muchas veces. Pero nadie había construido un sistema de lanzamiento de aire capaz de lanzar cargas útiles superpesadas a la órbita.



Allen incorporó la compañía Stratolaunch y se dispuso a construir el enorme hangar para el avión en Mojave, junto a Scaled Composites. (El nombre en clave original del avión era Maliboo, pero la gente de Scaled Composites lo llamó Roc, en honor al ave de rapiña gigante de la mitología de Oriente Medio. Rutan bromea diciendo que es realmente un acrónimo de Rutan's on Crack).

Allen todavía estaba mareado por arriesgar vidas, pero esta vez tenía un razonamiento. "Hay una distinción entre tomar el boleto de alguien para un paseo en el espacio y tener un piloto de pruebas comercial que conozca el riesgo", dice Allen. Aun así, admite que se necesita fortaleza para enviar a cualquier humano al gran vacío. "Es diferente a tener un error en Microsoft Word o algo así", agrega. "Tienes que sentirte cómodo de que algo malo pueda pasar, es un nivel completamente diferente de ansiedad".

Aunque está retirado, Rutan todavía se sienta en el tablero de Stratolaunch. Él hace un punto para dar crédito a los diseñadores de Scaled Composites, aunque a su manera: "Burt Rutan diseñó diferentes configuraciones para Big Airplane durante más de 20 años", dice, refiriéndose a sí mismo en tercera persona. "Pero Burt no es el diseñador del avión en Mojave ahora".

Es una pena porque, como lo describe Rutan, su visión original para Stratolaunch era aún más radical que el avión que ahora está en un hangar en el puerto espacial de Mojave. Había situado la cabina hacia la cola, unida a una lámina masiva que conectaba los fuselajes duales. La ubicación del piloto en la parte posterior del avión ofrecería una vista del resto del vehículo, lo que facilita el control. El actual CEO de Stratolaunch, Jean Floyd, explica que los diseñadores determinaron que la cabina trasera y su lámina pesaban demasiado en la parte posterior del avión, por lo que cambiaron desde el principio a un diseño donde los dos fuselajes estarían conectados solo por el ala principal. .

El equipo trabajó para acelerar la construcción mediante el uso de piezas disponibles en la tienda siempre que sea posible, el ejemplo más destacado es la reutilización de tres 747. Pero la superficie del avión tuvo que ser creada desde cero. "Este vehículo tiene algunos de los componentes compuestos más grandes jamás construidos en el mundo, hechos a mano por fabricantes, todos hechos por nuestros muchachos", dice Jacob Leichtweisz-Fortier, que trabaja en el avión. Las piezas más masivas eran palos de 285 pies que le dan al ala su resiliencia, cada uno con un peso de 18,000 libras. El equipo primero construyó el ala fuera de los enormes largueros y construyó el resto del avión a su alrededor.



El tamaño extremo del avión provocó algunas complicaciones inesperadas: el andamio necesario para ensamblar el ala tenía que tener unos 40 pies de altura. "Empieza a parecerse a un edificio", dice Stinemetze. "De hecho, la forma en que California lo trata, es un edificio. Tiene que cumplir con los códigos de rociadores y energía eléctrica. "Cuando el avión estaba listo para salir de su andamio y ser remolcado del hangar, solo bajarlo 2 pies hasta el suelo tomó ocho horas, dice Floyd.

Mientras el avión tomaba forma, Stratolaunch estaba luchando por encontrar cohetes para lanzar. Durante unos años, la compañía de Allen buscó un reemplazo para SpaceX y finalmente se decidió por el cohete Pegasus XL, construido por Orbital ATK. (Orbital también es propiedad de Northrop Grumman.) Pero la elección del cohete fue anticlimática. Más de 40 cohetes Pegasus ya han sido lanzados desde el aire, generalmente desde un Lockheed L011 Tristar convertido, un avión comercial comercial que está casi completamente retirado. Pone en duda toda la empresa Stratolaunch. ¿Por qué construir el avión más grande del mundo tan solo para lanzar un cohete con una pequeña carga útil que se puede disparar desde un crujiente avión fuera de servicio?



Para que Stratolaunch cumpliera su promesa, Allen se dio cuenta de que tendría que construir sus propios cohetes. En 2016, Stratolaunch comenzó ese proceso. "Al principio analizamos el uso de motores disponibles en el mercado, incluso la reconstrucción de los motores del transbordador espacial excedentes", dice Allen. Pero luego los ingenieros de la compañía se dieron cuenta de que las nuevas tecnologías, especialmente la impresión en 3-D, serían más eficientes. "Puede imprimir estos motores casi desde cero por mucho menos", dice Allen, estimando que se puede imprimir un nuevo motor por aproximadamente un quinto del costo de reutilizar el exceso de espacio del transbordador espacial. Stratolaunch formó un equipo de diseñadores de cohetes, liderado por el ex jefe de propulsión de SpaceX, Jeff Thornburg. La compañía probará sus motores en una instalación de la NASA en Stennis, Mississippi.

Compartiendo su hoja de ruta públicamente por primera vez, Thornburg y Floyd presentaron sus planes para Stratolaunch: su primer cohete personalizado será considerablemente más grande que el Pegasus, capaz de transportar satélites múltiples u otras cargas útiles. Este cohete de tamaño mediano recibe el sobrenombre de Kraken, en honor al legendario monstruo marino islandés. Floyd dice que los clientes podrán usarlo para llevar los satélites a la órbita baja de la Tierra por menos de $ 30 millones, un precio competitivo y aproximadamente la mitad de lo que SpaceX cobra por el lanzamiento de su cohete Falcon 9. Floyd estima que Kraken estará operativo en 2022.
Los próximos pasos son más ambiciosos. En un proyecto con el nombre en código Black Ice, Stratolaunch está diseñando aviones espaciales reutilizables que despegarán del gran avión y entrarán en órbita. El primero estará programado para abrir sus puertas de la bahía una vez en órbita y liberar su carga útil, tal vez incluso una flota de satélites, en el espacio. Y luego regresará a la Tierra. La idea no es tan diferente del transbordador espacial original, que era un vehículo reutilizable que también podía descender de la órbita para aterrizar en una pista. Puede "regresar y aterrizar en Mojave, donde el avión está esperando, el sistema de combustible está esperando", dice Floyd. "Te enrollas debajo del avión, recargas combustible, pones la próxima carga y vuelves". Finalmente, Stratolaunch pretende construir una segunda versión de Black Ice que pueda transportar astronautas. Ese barco no volará durante al menos una década.

Pero para entonces, ¿quién sabe qué harán los competidores de Stratolaunch? Aunque, según los informes, Allen planea gastar cientos de millones de dólares en su empresa espacial y es su único inversor, se están inyectando miles de millones en compañías como Musk's SpaceX y Blue Origin de Jeff Bezos, que intentan reducir los costos en el sector privado. industria espacial con cohetes de refuerzo reutilizables que despegan desde el suelo, no lanzamientos de aire. Las compañías tienen acuerdos con la NASA y clientes comerciales por valor de miles de millones de dólares. Los contratistas tradicionales de defensa también están desarrollando sus propios cohetes orbitales. Y una nueva generación de personas está pensando en nuevos enfoques del espacio. A principios de este año llegó la noticia de que una startup llamada SpinLaunch estaba desarrollando un sistema en el que un artilugio similar a una catapulta podría cerrar de forma eficiente los satélites en órbita, con el objetivo de reducir los precios a menos de $ 500,000 por lanzamiento. Los inversores incluyen Airbus Ventures y Kleiner Perkins.






Volar la cosa podría ser un problema menor que aterrizarlo. Eso es lo que Chris Guarente, piloto principal de pruebas de Scaled Composites, me dice mientras llevo a Stratolaunch a los cielos. Virtualmente, al menos. Estamos sentados en la cabina del simulador Stratolaunch, a unos cientos de metros de distancia de su gigantesco hangar. Estoy usando un traje de vuelo gris y un casco. Guarente, conocido por todos como Duff (un piloto de prueba, supongo), me está instruyendo sobre cómo usar los controles estándar del 747-acelerador, pedales, yugo-para rodar por la larga pista de Mojave.

Incluso antes de despegar, puedo ver por qué Rutan pensó en poner la cabina en una sección de cola. Es difícil compensar el hecho de que, mientras estamos en el extremo derecho de la pista, aparentemente a solo pulgadas de la arena, el fuselaje izquierdo está a 100 pies de distancia; sí, viene con nosotros Finalmente, después de que nuestra velocidad se monta en un taxi muy largo, retiro el yugo y ascendemos lentamente. Delante de nosotros es una cordillera, tal vez 5,000 pies de alto. Mi altímetro, uno de esos diales analógicos con una aguja apuntando al número, sigue subiendo, y estoy a 11,000 pies cuando lo despejamos. Duff me instruye para dar algunos giros y ver cómo responde el avión.

"Todos los objetivos que tienes durante ese vuelo se basan en '¿Qué debo hacer para saber que puedo aterrizar este avión?'", Dice Duff, que voló F-16 en el ejército. En el viaje inaugural de Stratolaunch, los pilotos ni siquiera retractarán el tren de aterrizaje. "Es solo una cosa más que podría salir mal", me dice Duff. Él repite una vez más, como si lo hubiera extrañado: "La misión es familiarizar al piloto y asegurarse de que el avión sea capaz de aterrizar".

Menciono que es un poco alarmante escucharlo hablar sobre la capacidad del avión para aterrizar en el condicional. "Creemos que es capaz de aterrizar", dice Duff. "Pero esta es la primera vez que averiguas si realmente es así".

Una parte complicada del aterrizaje, dice Stinemetze de Scaled, podría ser manejar un touchdown desde un lado de una configuración de dos fuselaje incómoda. "Puedes tocar ese otro brazo antes de estar en el suelo, por lo que pueden suceder todas estas cosas extrañas", dice.

El primer vuelo se supone que sucederá pronto. Quizás septiembre. Tal vez un poco más tarde. El próximo año verán cómo vuela el avión con un Pegaso atado. Una vez que el avión despega con un cohete remolcado, el contrato de Scaled Composites podría terminar, momento en el que la compañía de Allen sería la única entidad a cargo del avión. Stratolaunch se mantendrá basado en su hangar de Mojave mientras sus ingenieros lo preparan para más pruebas. Ya en 2020, la tripulación de Stratolaunch lanzará el cohete desde su enganche a 35,000 pies sobre el Océano Pacífico. El cohete encenderá sus impulsores y comenzará un ascenso de dos minutos en el espacio.

Sin embargo, para algunos miembros del equipo que ha estado construyendo Stratolaunch durante siete años, los cohetes son una abstracción. "Solo queremos ver volar este gigantesco avión", dice Niki Dugue, uno de los ingenieros de Scaled Composites.

Allen no es alguien que muestre exuberancia, y cuando habla sobre el avión se centra en su utilidad futura. "Cuando ves ese avión gigante, es un poco loco", dice. "Y no lo construyes a menos que sea muy serio, no solo para querer ver volar el avión, sino para ver que cumpla su propósito". Lo que hace que los vehículos entren en órbita ".



Sin embargo, es bastante fácil comprender que la construcción del avión más grande del mundo sea, para Allen, una aventura digna de los libros de ciencia ficción que recuperó laboriosamente después de que su madre los vendiera.

Sin duda fue para Burt Rutan. "Este avión debería llamarse el Salvador", dice. Estamos en su extensa casa frente al lago en Coeur d'Alene, Idaho. Rutan lo llama la "cabaña". Las paredes de su museo en el hogar están adornadas con premios, recuerdos y modelos de sus creaciones. Sus patillas de muttonchop son grises, pero sus grandes ojos azules son tan vívidos como el cielo a gran altura.

Para explicar por qué se refiere a Stratolaunch de esa manera, el septuagenario se levanta de la silla y mira hacia el techo con la mandíbula caída teatralmente, como si la bestia blanca de doble cañón apareciera repentinamente en su sala de estar.

"Casi todos los que lo ven por primera vez dicen: 'Jeeeee-zus Christ'", dice, levantando los brazos y agitando las manos en hosannas. "Y es por eso que lo llamas el Salvador".

Es como si los cohetes no importasen. Deje que el pájaro vuele.