miércoles, 5 de julio de 2017

Fuerza Aérea Argentina: Cuando el F-27 cambió de base



por Sergio E. Baroni

El resurgimiento de la industria aeronáutica holandesa fue unos de los acontecimientos europeos más notables. Apoyada por su gobierno, buscó independizarse de los países centrales con una serie de proyectos orientados a competir con estadounidenses y británicos, particularmente en el sector de la aviación comercial.



El comienzo de la historia del F-27 fue la búsqueda de un sucesor del veterano Douglas DC-3 norteamericano.

Este avión estaba tan arraigado en las aerolíneas de todo el mundo, que el departamento de diseño de Fokker envió un cuestionario a los usuarios comerciales de los casi 1.200 Dakota que aún volaban para los años 50, para preguntarles qué características deseaban en un eventual sucesor, además del número de pasajeros más favorable, tamaño y alcance.

Como desde un principio se proyectó un avión para cortas distancias y económico se descartó la posibilidad de colocarle turborreactores y obviamente también motores de pistón, recayendo la elección naturalmente en el turbohélice.

Se escogió el Rolls-Royce Dart ya que tenía una grande y favorable experiencia a bordo del Vickers Viscount.

En el transcurso del 51 se desarrollaron pruebas en el túnel aerodinámico con maquetas a diversas escalas y al año siguiente se construyó una maqueta a tamaño natural; en el 53 se comenzó la fabricación de cuatro prototipos, dos destinados a pruebas estáticas y de los dos restantes el primero realizó su vuelo inaugural el 24 Nov ‘55 en Schiphol.

Desde un principio se avizoró un gran éxito comercial ya que para la primavera del 56 se tenían pedidos en firme por más de 30 aeronaves, lográndose un verdadero hito cuando la Fairchild convino en construirlo bajo licencia en los Estados Unidos.

Al promediar la década del 80, el F-27 bautizado Friendship era el turbohélice más vendido del mundo, superando los 600 ejemplares.

Los F-27 no sólo prestaron servicios como aviones comerciales, sino que se desarrollaron versiones para uso militar, como el transporte de tropas, vigilancia marítima y lucha antisubmarina.



En la Argentina

A mediados de la década del 60 la Fuerza Aérea Argentina puso en marcha la renovación de su flota de aviones de transporte, y junto a la adquisición de los Lockheed C-130 Hercules se compraron Fokker F-27 en sus versiones Mk 400 y 600.

El 9 Ago ‘68 llega el primer F-27 matriculado T-80 y el 15 el segundo, son dos máquinas arrendadas a una aerolínea africana destinadas a la instrucción del personal de mantenimiento y las tripulaciones argentinas encargadas de traer al país las próximas aeronaves.

Finalizada esta tarea las máquinas fueron adquiridas y rematriculadas como T-41 y 42.

El 29 May ‘69 parte la primera tripulación a Holanda con el objeto de iniciar el traslado del TC-71, siendo sus integrantes:

Vcom. Ervin Kern, 1ros tenientes Héctor Cid y Adrián Speranza, S.P. José Mazzaroni, S.M. Ricardo Guzmán y S.A. Héctor D’Onofrio.

Arriban el 12 Jul ‘69 a nuestro país en vuelo ferry desde Holanda, realizando las siguientes escalas: Aeropuerto de Schiphol Amsterdam (Holanda) / Islandia (Base de Stornoway) / Groenlandia (Base de Keflavik) / Canadá (Goose) / Nueva Orleans (Griffis) / Panamá (La Aurora) / Ecuador (Guayaquil) / Perú (Lima) / Chile (Antofagasta) / Argentina (El Palomar), donde comienza de inmediato a operar en el recién creado Escuadrón IV del Grupo 1 de Transporte Aéreo de la I Brigada Aérea siendo su primer jefe el Vcom. Ervin Kern.

Desde entonces realizaron las más diversas operaciones tanto militares como civiles, demostrando su enorme versatilidad.

Entre las más importantes debemos destacar: el 29 Oct ‘69 el TC-77 hizo el primer aterrizaje de un turbohélice en territorio Antártico, durante la inauguración de la Base Marambio, trasladando al Ministro de Defensa y al Comandante en Jefe de la FAA.

En Jun ‘70 en el terremoto que azotó al pueblo peruano de Yungay se llevó a cabo un enorme operativo de ayuda humanitaria; lamentablemente el día 10 Jun en Huaricanga se produce un accidente perdiéndose el TC-75 con su tripulación. Recibiendo por parte del gobierno peruano la condecoración post mortem de la Orden del Sol de Perú a los caídos.

El 15 Nov ‘72 el T-43 inaugura el aeropuerto construido por la Fuerza Aérea en Puerto Argentino (Islas Malvinas) comenzando a reemplazar a los HU-16B Albatros en el puente aéreo al continente.

En Sep ‘79 se brinda ayuda solidaria a las víctimas del terremoto en Honduras, en tanto que el 15 Ene ‘82 se constituye el Escuadrón VI de Transporte Aéreo con estos aviones en la entonces IX Brigada Aérea de Comodoro Rivadavia.

Durante el conflicto del Atlántico Sur tuvieron una activa participación en apoyo de las unidades de combate, transporte logístico, y a partir del 1º May en misiones de exploración y reconocimiento en la zona de exclusión establecida por las fuerzas de tareas británicas. Es importante resaltar el vuelo del 29 May, cuando con el indicativo Romeo II prestó apoyo radioeléctrico al Twin Otter (Romeo I) que rescató a personal de la FAA y Armada destacados en la Isla Borbón, a pesar de saber de la presencia de aviones Sea Harriers.

Durante el conflicto los F-27 realizaron 129 salidas en May y 180 en Jun sin registrar ninguna pérdida.

Hacia fines de May ‘94, por requerimiento de las Naciones Unidas (ONU) es enviado a Haití el TC-73 para apoyo de las tropas de paz que se encuentran desplegadas en dicho país, accidentándose el 16 Jun ‘95 en Jeremie, perdiéndose la máquina sin lamentar vidas humanas.

Fueron innumerables las operaciones de apoyo a la comunidad durante inundaciones, lucha contra incendios y vuelos sanitarios.

El Escuadrón IV tiene en su historial dos récords mundiales de lanzamiento de paracaídas, uno en Salar de Cacharí (Salta) durante el Operativo Halcón 82 en donde hizo un lanzamiento en masa desde 1.500 m de altura; el segundo el 21 Jul ‘92 cuando se lanzaron 640 hombres en seis horas durante ejercicios de adiestramiento en la Escuela de Aviación Militar.

Otra brillante actuación la tuvo también en el torneo internacional Rodeo 91, desarrollado en El Palomar, en el que toman parte aviones de transporte militar.



En el transcurso de sus treinta años en servicio los F-27 han acumulado más de 200.000 horas de vuelo, recorriendo unos 5 M de km. Cifra que equivale a unas 1.250 veces la circunsferencia de la Tierra. Transportaron unos 620.000 pasajeros y más de 4.000 toneladas de carga.

Ante la desprogramación de los IA-50 GII en la II Brigada Aérea (Paraná, Entre Ríos) se decidió el traslado del Escuadrón IV a esta unidad, que se produjo el 21 Sep ‘99 desde donde seguirá demostrando su excelencia.

Aeroespacio

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