miércoles, 27 de abril de 2016

Fuerzas Aéreas: Chung-Hua Min Guo Kong Jun

Chung-Hua Min Guo Kong Jun 
Fuerza Aérea de la República de China (Taiwán)


Escarapela

ORBAT
 



La República de China (Taiwán) es una isla situada cerca de China y alberga una población de más de 20 millones de personas. No vamos a participar en el debate sobre si Taiwán es una provincia renegada, o una nación independiente. El hecho es que esta discusión es la base de la impresionante fuerza aérea que se ha construido. 

Consta de aviones de entrenamiento de combate estadounidenses e indígenas dado que el gobierno de Taiwán decidió desarrollar un caza propio. La producción de este bimotor AIDC Ching-Kuo se prolongó hasta principios de 2000. Originalmente alrededor de 250 se producirían, pero que se hicieron pedidos para el Mirage 2000 (60 aviones) y el F-16A/B (150 aviones). Esto limitó el número de Ching-Kuo construida a 135. Un nuevo pedido de 66 aeronaves F-16C/D no ha sido concedida por los EE.UU. todavía. El entrenamiento se lleva a cabo en el T-34 y en el localmente diseñado y construido AT-3. Un ala de transporte amplia y VIP de la flota se utiliza para cubrir las necesidades de transporte de la isla. Esta flota incluye C-130, Sea 1900, Fokker 50 y un B737. Para las misiones SAR una serie de S-70 se introdujeron en los años noventa. 

El elemento aéreo del Ejército opera una mezcla de helicópteros, que operan desde tres bases. Aparte del (obvio) Huey, el Ejército es el propietario de un número de AH-1 Cobra, OH-58 Kiowa, el TH-67s y nueve CH 47SDs. Un pedido de 30 helicópteros Apache AH-64D se ha puesto y el Ejército está buscando a 60 UH-60. 

El arma aérea de la Marina ha sido bendecida con el Tracker S-2T, H500MD/ASW y varios SH-60 (S-70 (M-1) y S-70 (M) -2). Aunque los Trackers han servido de mucho tiempo, su sustitución aún no se entrega. Después de mucho debate, el gobierno decidió adquirir doce P-3 Orion. 


ORBAT 
Comando de Combate Aéreo 
Ala de Control Aéreo Táctico 
Ala de Control de Comunicaciones y Aviación 
Ala Meteorológica


Mando Logístico 
1er Depósito Logistico (Pingtung) 
2do Depósito Logistico (Taichung) 
3er Depósito Logistico (Kangshan) 

Mando de Defensa y Seguridad Aérea 

Comando de Educación, Formación y Desarrollo de Doctrina 
737ma Ala de Combate Táctica (Taitung) 

7mo Grupo de Caza Táctico 
44to Escuadrón de Caza: F-5E/F 
45to Escuadrón de Caza: F-5E/F 

Centro de Entrenamiento y Desarrollo Táctico 
46to Escuadrón de Caza: F-5E/F 
Sección ACMI Section 

Mando de la Base Aérea Sungshan 
Escuadrón Especial de Transporte: Beech 1900C, Fokker 50 
Sección de Vuelo Presidencial: Boeing 737 

Mando de la Base Aérea Makung 
Destacamento 1: F-CK-1A/B 

Academia de la Fuerza Aérea 
Mando de Entrenamiento de la Aviación 
Grupo de Entrenamiento Básico: T-34C 
Grupo de Entrenamiento de Caza: AT-3 
Grupo de Entrenamiento de Transporte: Beech 1900C 2 

443ra Ala de Cazas Tácticos (Tainan) 
1er Grupo de Cazas Tácticos: F-CK-1A/B 
3er Grupo de Cazas Tácticos: F-CK-1A/B 
9no Grupo de Cazas Tácticos: F-CK-1A/B 

499no Ala de Cazas Tácticos (Hsinchu) 
41er Grupo de Cazas Tácticos: Mirage 2000-5Di/Ei 
42do Grupo de Cazas Tácticos: Mirage 2000-5Di/Ei 
48vo Grupo de Entrenamiento: Mirage 2000-5Di/Ei 

427mo Ala de Cazas Tácticos (CCK) 
7mo Grupo de Cazas Tácticos: F-CK-1A/B 
28vo Grupo de Cazas Tácticos: F-CK-1A/B 

455th Ala de Cazas Tácticos (Chiayi) 
21ro Grupo de Cazas Tácticos: F-16A/B 
22do Grupo de Cazas Tácticos: F-16A/B 
23er Grupo de Cazas Tácticos: F-16A/B 
Grupo de Rescate Aéreo: S-70C 

401st Ala Compuesta Táctica (Hualien) 
17mo Grupo de Cazas Tácticos: F-16A/B 
26to Grupo de Cazas Tácticos: F-16A/B 
27mo Grupo de Cazas Tácticos: F-16A/B 
12th Escuadrón de Reconocimiento Táctico: F-16A/B 

439no Ala Compuesta (Pingtung) 
10mo Grupo de Transporte Táctico 
101er Escuadrón Táctico de Transporte: C-130H 
102do Escuadrón Táctico de Transporte: C-130H 

20mo Grupo de Guerra Electrónica 
2do Escuadrón de Alerta Temprana: E-2T 
6to Escuadrón de Alerta Temprana: C-130HE 



Armas y equipo de aeronaves 
Misiles aire-aire de alcance medio 
AIM-7M Sparrow: F-16A/B 
AIM-120C AMRAAM: F-16A/B 
MICA: Mirage 2000-5Di/Ei 
Sky Sword TC-2: F-CK-1A/B 

Misiles aire-aire de alcance corto 
AIM-9P4 Sidewinder: F-5E/F, F-16A/B, F-CK-1A/B 
AIM-9M Sidewinder: F-16A/B 
R550 Magic II: Mirage 2000-5Di/Ei 
Sky Sword TC-1: F-CK-1A/B 

Misiles Aire-Superficie 
AGM-65B Maverick: F-5E/F, F-16A/B 
AGM-65G Maverick: F-16A/B 
AGM-84A Harpoon: F-16A/B 

Bombas no guiadas 
ISCB-1: F-5E/F, F-16A/B 
Mk 20 Rockeye: F-5E/F, F-16A/B 
Mk 82LDGP/SE 500-lb: F-5E/F, F-16A/B 
Mk 84LDGP 2000-lb: F-5E/F, F-16A/B 
M117 750-lb: F-5E/F 
BLU-1: F-5E/F 
Bombas guiadas 
GBU-10 Paveway II 2000-lb: F-5E/F, F-16A/B 
GBU-12 Paveway II 500-lb: F-5E/F, F-16A/B 

Cohetes no guiados 
LAU-3/A 19x2.75 pulgadas : F-5E/F, F-16A/B 
LAU-60/A 19x2.75 pulgadas: F-5E/F, F-16A/B 

Cañones aerotransportados 
DEFA 554 30-mm: Mirage 2000-5Di/Ei 
M39A3 20-mm: F-5E/F 
M61A1 6x20-mm: F-16A/B, F-CK-1A/B 

Pods ECM 
AN/ALQ-184(V)7: F-16A/B


 
 
En Taiwán sigue funcionando una industria aeronáutica local. La AIDC produjo un par de tipos de aeronaves indígenas, así AT-3 que se utiliza para el entrenamiento de combate.
(Kangshan, 18 de agosto de 2000, Rolink Hans)
 

 
Taiwán es uno de los muchos países que operan el F-16. Dos alas, comparten 150 F-16s, vuelan el Fighting Falcon.
(Tainan, noviembre de 2007, Reinier Schreur)
 

 
La Academia de la Fuerza Aérea en Kangshan se encarga de la entrega de los pilotos entrenados para la fuerza aérea. La formación básica se lleva a cabo en el T-34.
(Kangshan, 18 de agosto de 2000, Rolink Hans)
 

 


Un ala, la 2da Ala de Combate Táctico, en Hsinchu vuela el Mirage 2000. Un total de 60 de estos deltas fueron entregados a la isla asiática.
(Hsinchu, el 27 de agosto de 2007, Fenners Dietmar)
 

 
Operando desde el norte de Pingtung, pero formalmente estacionados en en el sur de Pingtung, el 2º Escuadrón de Alerta Temprana administra seis Hawkeye E-2T para llevar a cabo su tarea. 
 


Otro diseño local es este Ching Kuo. Dos alas han sido equipados con este tipo de combate.
(Tainan, el 30 de agosto de 2007, Fenners Dietmar)
 
 
Tres aviones VIP Fokker 50 fueron entregados a la Escuadrilla de Transporte Especial en Shungshan en 1994.
(Sungshan, 14 de agosto de 2000, Rolink Hans)
 
 
 
El país opera gran cantidad de F-5 Freedom Fighters en el pasado. En la actualidad, sólo una de las alas se queda con este tipo. El TTDC también vuela la aeronave en el papel del agresor sin embargo. 

Scramble

http://www.taiwanairpower.org 




martes, 26 de abril de 2016

UK: Piloto mujer veterana de la SGM vuelve a volar Spitfire

Piloto de transporte de Spitfire vuelve a andar de nuevo a la edad de 92
por War History Online



Hace setenta años alegría Lofthouse volaba Spitfires más de Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, y ahora ella ha tenido la oportunidad de hacerlo de nuevo.
Marcando el 70° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, la alegría, que ahora tiene 92, fue capaz de volar una vez más en el icono aérea británica, el Spitfire.
Joy dice que trajo muchos recuerdos de su juventud durante la guerra, cuando su trabajo consistía en volar el Spitfire en toda Gran Bretaña la entrega de la aeronave donde se les necesitara. La alegría era parte del auxiliar de transporte aéreo durante la Segunda Guerra Mundial, que dio principalmente a las mujeres el trabajo de transporte de aviones militares de las bases aéreas de todo el país, ya sea para entregar las aeronaves de nueva construcción o para el transporte de diferentes bases aéreas oa cualquier otro lugar las operaciones militares que requieren.


Joy dijo que para tener la oportunidad de volar en un Spitfire a la edad de 92 fue un milagro, y se siente muy afortunado de ser capaz de hacerlo.
Cientos de británicos trabajaron para el transporte de aviones en el Reino Unido durante la guerra y asegurado que la Fuerza Aérea Real tenía la aeronave que necesitaba, cuando y donde se los necesitaba.
Fue el Spitfire que se convirtió en el avión icónica de la RAF durante la guerra, y fue la razón ganado la batalla de Gran Bretaña por la Luftwaffe de Alemania en 1940. La alegría tenía que entregar muchos de los Supermarine Spitfire cuando fueron producidas por primera vez, y recuerda cómo desde que los pilotos han tenido envidia de ella.
El marido de la alegría también fue un piloto, pero voló bombarderos sobre el territorio enemigo. Alegría recuerda cómo sus colegas y amigos pilotos tendrían toda su preguntar acerca de sus hazañas de volar el Spitfire.
Ella dice que todos ellos decir cómo se habrían dado cualquier cosa por la oportunidad de pilotar un Spitfire, la CNN informa de edición.
vuelo reciente de alegría en el Spitfire se llevó a cabo para conmemorar el 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial y dice que mientras ella estaba emocionada de participar en el evento, ella era consciente de que 70 años habían pasado desde su último vuelo en un Spitfire . Sin embargo, una vez que estuvo en el aire, dice que se olvidó de su edad y los recuerdos de hace 70 años empezaron a llegar de nuevo como si fuera ayer.

lunes, 25 de abril de 2016

Hercules argentino con ayuda humanitaria a Ecuador



FUERZA AÉREA ARGENTINA
PRENSA
BOLETIN INFORMATIVO Nº 012
Buenos Aires, 22 de abril de 2016

HÉRCULES C-130
AYUDA HUMANITARIA a Ecuador



La Fuerza Aérea Argentina informa que a raíz de las graves secuelas que dejara el terremoto que afectó a la República de Ecuador, la Fuerza Aérea Argentina, cumpliendo una misión ordenada por el Ministerio de Defensa de la Nación, dispuso el envío de un avión de transporte con suministros de ayuda humanitaria.

En el día de la fecha, un avión Hércules Lockheed L100-30, perteneciente a la Iº Brigada Aérea El Palomar, decoló 07:15 horas rumbo a Ecuador. La aeronave permanecerá operando durante los próximos siete días a disposición de las autoridades ecuatorianas, asistiendo a los habitantes del país hermano.

El avión contará para el cumplimiento de la misión, con DOS (2) tripulaciones completas, que totalizan los 20 integrantes, entre pilotos, copilotos, navegadores y auxiliares. A su vez, completa el listado de pasajeros, SEIS (6) integrantes del Equipo de Control de Terminal Aérea, cuya tarea será la de instrumentar las actividades que sean necesarias para la disposición de la carga. La constitución de la citada comitiva permitirá que la aeronave se encuentre las 24 horas a disposición de las actividades que le sean asignadas.



Asimismo, es importante resaltar, que los integrantes de la Fuerza Aérea Argentina poseen una vasta experiencia en la concreción de este tipo de operaciones aéreas, que permiten la asistencia a comunidades que se encuentren en zonas donde se hayan producido desastres causados por la naturaleza, y que el componente aéreo militar interviniente cuenta con la organización y adiestramiento para actuar en situaciones relacionadas con desastres naturales; apoyando a la comunidad con la dedicación y profesionalismo de sus integrantes.



La Institución capacita a sus integrantes para actuar ante escenarios donde se requiera el envío de ayuda humanitaria; trabajando los procedimientos relativos a la planificación, ejecución y control de operaciones aéreas en situaciones de desastre natural.



En este sentido, acaba de finalizar en la Provincia de Mendoza, asiento de la IV Brigada Aérea, el ejercicio “COOPERACION IV”, que contó con la participación de personal militar de nuestro país, Bolivia Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, EE.UU., México, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay; para integrar y fortalecer la efectividad que posee un componente aéreo combinado, como instrumento de apoyo a las políticas de asistencia ante catástrofes.
prensafa@faa.mil.ar - www.fuerzaaerea.mil.ar -

domingo, 24 de abril de 2016

Malvinas: La enorme experiencia de los Halcones argentinos

Experiencia de Halcón: el combate de los pilotos argentinos en Malvinas
¿En qué punto de la antinomia soldados vs. militares cae el desempeño superlativo de, al menos, algunos elementos aeronáuticos? Son los esquemas que Rosana Gruber se propone interrogar. Extracto

Infobae


Crédito: AFP

INTRODUCCIÓN


Este libro trata sobre la experiencia bélica de los pilotos militares de los dos escuadrones del Grupo 5 de Caza de la Fuerza Aérea Argentina, en el conflicto angloargentino por las Malvinas e Islas del Atlántico Sur entre el 1, 2 de abril y el 14 de junio de 1982. Dicho en otras palabras, este libro trata acerca de cómo estos pilotos experimentaron la única guerra internacional en la cual intervino la República Argentina en el siglo XX, y qué experiencia hicieron al participar en ella a bordo de los aviones A-4B Skyhawk. Hablo de "experiencia" porque me interesa averiguar no tanto qué hicieron en la contienda, de lo que se ocuparon ya varios libros argentinos y extranjeros, sino analizar cómo lo hicieron y qué fue Malvinas para ellos. [...]



I. ¿Qué hicieron?


En la guerra de 1982 participaron personal y medios de las tres fuerzas armadas argentinas —el Ejército Argentino (EA), la Armada de la República Argentina (ARA) y la Fuerza Aérea (FAA). Las tres habitaron el espacio aéreo en una variada gama de aeronaves [...]

Con respecto a la autoría institucional, historiadores militares y civiles de la campaña aérea de Malvinas concuerdan en que los pilotos de la Fuerza Aérea hundieron cinco de los siete buques hundidos durante el conflicto, dejaron fuera de combate a cuatro de los cinco atacados por la aviación, y dañaron a 10 embarcaciones, sin contar el ataque a los dos portaaviones, el HMS4 Invincible y el HMS Hermes, afirmado por la Argentina y no reconocido por Gran Bretaña hasta el momento de escribir estas líneas. Además, los oficiales de la Fuerza Aérea realizaron diversas acciones sobre las posiciones enemigas en su avance a Puerto Argentino, incluyendo el ataque a las fragatas que asediaban a la capital isleña y a sus elevaciones circundantes desde el 1 al 12 de mayo, el ataque a las fuerzas de desembarco británicas en San Carlos, Darwin y Goose Green (20-27 de mayo) y en Bahía Agradable (8 de junio), y al puesto comando de las fuerzas británicas terrestres ubicado entre Monte Kent y Monte Dos Hermanas (Two Sisters) (13 de junio). [...]

Los pilotos de A-4B participaron de la batalla aérea con sus dos escuadrones de la V Brigada Aérea. Cada escuadrón tenía dieciséis integrantes además de su jefe, algunos adscriptos y oficiales que acababan de pasar a otros destinos pero que se reincorporaron por propia decisión a la unidad para ir al frente de batalla. En su presentación institucional, la Fuerza Aérea resume la actuación de este sistema de armas7 de la manera siguiente:

• Hundimiento de cuatro de las siete naves alcanzadas por fuerzas argentinas [la fragata HMS Antelope (23 de mayo), el destructor HMS Coventry (25 de mayo), el buque de desembarco logístico RFA8 Sir Galahad (8 de junio) y el lanchón de desembarco LCU9 Foxtrot 4 (8 de junio)].

• Daño irrecuperable a corto plazo de tres de las cinco naves alcanzadas por fuerzas argentinas [el destructor HMS Glasgow (12 de mayo), la fragata HMS Argonaut (21 mayo), el buque de desembarco RFA Sir Tristram (8 de junio)].

• Avería de cinco de las doce naves alcanzadas por fuerzas argentinas desde aire y desde tierra [fragatas HMS Brilliant (12 de mayo), HMS Ardent (21 de mayo), HMS Broadsword (25 de mayo), HMS Plymouth (8 de junio) y el auxiliar RFA Sir Lancelot (24 de mayo)]. [...]

Durante y después del conflicto, protagonistas británicos de primer orden político y militar opinaron sobre los pilotos argentinos: "Pienso que los pilotos argentinos están mostrando mucho valor", dijo el Secretario de Defensa Británico John Nott el miércoles después de haber perdido un destructor y un buque logístico por la acción de los atrevidos pilotos argentinos. "Sería estúpido que dijera otra cosa", agregó el Secretario Nott (Miami Herald, 1982, mi traducción).

"Los ataques casi suicidas de los argentinos, los daños a los buques de superficie, los muchos actos de heroísmo y valor son de conocimiento público" (jefe de la Fuerza de Tareas Británica, almirante Sandy Woodward 1983:30, mi traducción).

Los capitanes de los buques atacados por estos pilotos dijeron cosas parecidas: "Que los argentinos se mantuvieran volando pese a los riesgos y pérdidas (51 aviones en los primeros cinco días) (sic), fue una muestra de coraje y merece nuestro profundo respeto" (capitán C. H. Layman, HMS Argonaut, 1983:39-40, mi traducción).

"Desde el 21 de mayo, sin embargo, los argentinos sabían exactamente dónde estaban estacionados sus blancos y, aún más, eran capaces de hacer su aproximación final por tierra, cruzando la Isla Gran Malvina, donde los montes los protegían de una temprana detección por el radar 'clutter'. Ésta fue una situación ideal para que los argentinos desplegaran su alto grado de destreza en vuelo y su fanático valor" (capitán David Hart-Dyke, HMS Coventry, en Lewis 1984:26, mi traducción). [...]

Sea como fanatismo-coraje-heroísmo, sea como operaciones inéditas, la actuación de los pilotos militares aparece siempre como sorprendente para propios y extraños. Desde la perplejidad, los observadores se preguntan cómo fue posible que estos pilotos atacaran con eficacia y contundencia (infligiéndoles "daños fuera de toda proporción") a una fuerza tecnológica y militarmente superior (la segunda fuerza naval de la OTAN). Y agregan que aquella eficacia se logró pese a "carecer de adiestramiento" y de medios adecuados para desarrollar la guerra en el mar y contra objetivos predominantemente navales. Es decir: los logros de la aviación militar se impusieron pese a carecer de experiencia. Es esta aparente contradicción la que hace particularmente interesantes a los oficiales de A-4B, uno de los sistemas más eficaces en la guerra contra la Royal Task Force. Y más interesantes aún si se los pone en relación con otras unidades, armas y rangos de desempeño bélico, y con los modos en que la literatura se refirió a todos ellos.


II. Treinta años de historias


[...] Malvinas y sus protagonistas directos e indirectos, quienes escriben y quienes no, llevan sobre sí las mismas antinomias de la historia argentina que acompañaron la transformación de una cuestión pendiente de soberanía (desde 1833) en una causa nacional y popular desde 1870 y, más decididamente, desde 1910 (Guber 2001, Lorenz 2014).

Que las dos etapas —el Proceso de Reorganización Nacional referido alternativamente como "dictadura", "gobierno militar", "autoritarismo", por un lado, y la "apertura", "transición", "democracia", "desborde", "período constitucional", por el otro— estuvieran conectadas por una guerra internacional inspirada en una causa sentida como justa por los argentinos y conducida por un gobierno ya sentido como impopular, complica más las cosas porque introduce a la Guerra de Malvinas en una antinomia, ahora sí, netamente nacional. Hay quienes la llaman "remedo fascista", "huida hacia adelante", "aventura absurda", y quienes la ponderan como "guerra justa" y "gesta heroica"; quienes la caracterizan como una extensión del terrorismo de Estado al campo internacional, y quienes la definen como un acto en defensa de la patria. Hay quienes afirman que fue la prueba de fuego no superada por los militares argentinos, "más habituados a reprimir a sus compatriotas que a prepararse para defender los intereses de la nación", y quienes dicen que fue la demostración de la voluntad de lucha contra la segunda potencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, su sigla en español). Pero estas oposiciones se esgrimen más en el terreno de los principios político-filosóficos que en el del análisis concreto, donde el gran ausente es la guerra real o, mejor dicho, las guerras hechas y vividas en el campo de batalla. Para recuperar esta dimensión contamos casi exclusivamente con el ensayo periodístico que comenzó simultáneamente con el hecho bélico, y con los escritos de quienes fueron sus protagonistas directos. Estos últimos se expresan en dos formatos: el informe institucional (EA 1983, Moro 1985, DEHFAA 1998, entre otros) y el testimonio de los soldados conscriptos, los suboficiales y los oficiales de las tres fuerzas armadas y de seguridad. Todos ellos aprendieron la guerra en carne propia y en toda su complejidad, aunque a la hora de ser leídos se los interprete según la antinomia de turno.

Así sucedió con una figura que se convirtió en emblemática del campo de batalla para el "bando democrático" y que sustentó las primeras interpretaciones que la sociedad se hizo sobre la guerra durante la transición democrática: el soldado conscripto que en la Argentina llamamos "excombatiente" o "veterano de guerra", arrastrado al campo de batalla sin el entrenamiento ni el equipamiento necesarios para enfrentar a fuerzas profesionales como las británicas, puro objeto de abuso físico y psicológico por parte de superiores que lo abandonaron a su suerte o que lo utilizaron como simple "carne de cañón". Esta imagen es la que difunden los escritos, en su mayoría periodísticos, y las películas de ficción de mayor circulación e impacto (Los chicos de la guerra, Camín 1985 e Iluminados por el fuego, Bauer 2007), aunque no siempre ni necesariamente sea la imagen sostenida y compartida por los mismos exsoldados ni por los militares que participaron con ellos en el teatro de operaciones.

Sin embargo, esta imagen sigue poblando la literatura sobre Malvinas que se pretende crítica, con anécdotas que destacan los rigores de la guerra atribuidos a la irresponsabilidad y a la inmoralidad de sus superiores, algo así como una metáfora de la historia argentina reciente y del último gobierno de facto: los conscriptos representan a la sociedad civil argentina en el campo de batalla y el campo de batalla es interpretado como un centro clandestino de detención de compatriotas inocentes.

Esta construcción dice basarse en los escritos testimoniales de los exsoldados a poco de regresar en 1982. Pero aquellos escritos son mucho más matizados. Encontramos allí la historia vívida del reclutamiento y el deseo de ir a las islas junto a los compañeros pese a una reciente baja; la partida, el traslado al archipiélago o a las unidades navales y aéreas, los preparativos, la incertidumbre de los soldados novatos, las condiciones ambientales, materiales y afectivas de la vida cotidiana en las posiciones, los cambios ante la llegada del enemigo al Atlántico Sur, el inicio de las acciones armadas, el bombardeo nocturno, la relación de camaradería entre pares y con algunos superiores, la relación de subordinación correspondida y la no correspondida con los superiores inmediatos y diferidos, la relación epistolar e imaginaria con los seres queridos y con "el pueblo argentino", las privaciones derivadas del hambre y el aislamiento de algunas posiciones, la exposición constante a la humedad en bajas temperaturas desde posiciones fijas, las guardias, las misas, el 25 de mayo, el disciplinamiento y los castigos de distinto tenor infligidos por los suboficiales y los oficiales ante la desobediencia, el desaliño o la ofensa a la propiedad kelper; las excursiones furtivas a los depósitos a buscar comida, la muerte y la automutilación, la llegada del enemigo a las posiciones y el combate, los actos de solidaridad bajo fuego, los superiores conteniendo y haciéndose o no responsables de sus subalternos, el grito de los heridos, el paso por el hospital, el repliegue, la rendición, la entrega de las armas, el regreso a las unidades militares del continente, la firma del pacto de silencio acerca de lo visto, oído y actuado en las islas y, finalmente, el reintegro en sus diversas modalidades, más y menos conflictivas, a los hogares y a la vida civil, la relativa indiferencia de la población y la adultez incompleta hasta cumplir los 21 años, la mayoría de edad legal. En suma, los escritos testimoniales de los exsoldados son profusamente vivenciales y están muy lejos de las visiones maniqueas que sólo los caracterizan como "carne de cañón" o como puros "héroes".

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El problema que presenta la guerra aérea para la antinomia cívico-militar es que, según los estándares bélicos argentinos, británicos, estadounidenses y europeos, el desempeño de la aeronáutica militar argentina fue sobresaliente. Tal ponderación se pone de manifiesto en las revistas especializadas de las Fuerzas Armadas de los EE.UU. y de Gran Bretaña, en la programación de los mass media ingleses, en los homenajes virtuales y presenciales de la Royal Air Force y del Estado Mayor del Reino Unido a los pilotos argentinos, y en las largas colas de admiradores que año tras año asisten al puesto de Ediciones Argentinidad en la Feria del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, y esperan hasta dos horas para que Carballo les firme un ejemplar y se saque una foto con ellos.

¿Cómo congeniar estos datos con nuestros esquemas dicotómicos?

¿En qué punto de la antinomia soldados vs. militares cae el desempeño superlativo de, al menos, algunos elementos aeronáuticos? Acaso sea tarea de las ciencias sociales, todavía renuentes a internarse en la materia bélica de nuestra última contienda, interrogar dichos esquemas e integrar a los profesionales de la guerra al mundo sociocultural argentino. Y acaso sea la exitosa aviación militar la que nos ayude a quebrar las vanas certezas con que aprendimos a entender Malvinas.

Extracto de Experiencia de Halcón, de Rosana Gruber (Sudamericana, 2016)

sábado, 23 de abril de 2016

Radar Thales Hanwha para el KF/X

Corea del Sur selecciona al Thales Hanwha como el radar del Proyecto  KF-X



Radar AESA Hanwha Thales 

El ejército de Corea del Sur el miércoles seleccionado Hanwha Thales como su socio de negociación prioridad en el desarrollo del radar avanzado para el proyecto de avión de combate de cosecha propia, dijeron las autoridades.
De acuerdo con la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa, la Agencia estatal para el Desarrollo de Defensa eligió el proveedor local - la filial de defensa de Hanwha Group - como el oferente preferido para el radar activo de matriz escaneada electrónicamente. El radar será para el combate Experimental coreano o KF-X, proyecto.
Las señales de los radares AESA se extienden a través de una banda de frecuencias y son difíciles de detectar por encima del ruido de fondo, lo que es menos susceptible a la detección. Esto permite que los buques o aeronaves que siguen siendo sigiloso mientras que el envío de señales de radar.
Hanwha Thales triunfó sobre su rival LIG Nex1 Co., que también había sido compitiendo por el primer lugar y ahora es el siguiente en línea para las negociaciones.
El ADD comenzará negociaciones con Hanwha Thales y está programado para firmar un acuerdo en junio.
"Las capacidades tecnológicas y la eficiencia de costes fueron las dos categorías principales en la selección del socio de negociación prioritaria, junto con la seguridad y la cooperación con las pequeñas y medianas empresas", dijo un funcionario de ADD.
Dijo LIG Nex1 Co., que había sido considerado el candidato más prominente, había sido relativamente expuesta más que su rival.
El proyecto de jet indígena busca producir 120 aviones de combate con tecnología nacional con un presupuesto de alrededor de 1,8 billones de won ($ 1.6 mil millones)
La decisión fue tomada en el Comité Ejecutivo 94ª Defensa Programa de Adquisición, presidida por el ministro de Defensa Han Min-koo.
En la reunión, los funcionarios decidieron también de 1,1 billones de won planes de desplegar el proyecto de misiles guiados antitanque, llamada «Hyeongung" o "Raybolt," durante los próximos siete años.

Korea Herald

viernes, 22 de abril de 2016

FAA: Mariela Santamaría, primera piloto de Hercules



Gigante en el aire: la única mujer argentina que pilotea un Hércules


Mariela Santamaría, capitana de la Fuerza Aérea, trabaja en la Base de El Palomar. Es la primera en volar el enorme avión de transporte. Mirá los videos.

Clarín





Dicen que para cumplir los sueños hay que volar alto. Fue así como Mariela Santamaría logró demostrar que no existen límites para abrir las alas y aprender a volar. A sus 32 años se convirtió en la primera mujer de Argentina en comandar un avión Hércules y la única del género que realizó vuelos entre las bases argentinas en la Antártida. Es capitana y trabaja en la Base Aérea de El Palomar.


Mariela Santamaría, en un Hércules. FOTO: GUSTAVO CASTAING

Un largo camino la llevó a cumplir su objetivo de pilotear uno de los aviones más grandes del mundo. Pasó cuatro años en la escuela militar de Córdoba y le tomó otros dos aprender a volar. “Mi primer vuelo no lo disfruté. Por un lado, se me estaba concretando un sueño, y por el otro, tenía miedo de que algo saliera mal”, recuerda Santamaría.


Vuelo rasante sobre la Base Marambio de un Hércules similar al que pilotea Mariela, pero al mando de otro piloto.

Pero fue recién cuando llegó a la Base Aérea de El Palomar, hace tres años, que pudo subirse a un Lockheed C-130 Hércules como piloto. El avión tiene 30 metros de largo y puede llegar a pesar 70 mil kilos con carga completa. Y es por eso que cuesta creer que con su contextura diminuta, domine a la enorme aeronave de transporte conocida por su labor en la Guerra de Malvinas y sus misiones de rescate.

Aunque en la Fuerza Aérea hay cinco mujeres piloto, la capitana Santamaría es la única que eligió especializarse en Hércules. “Me decidí por ese avión por su tarea humanitaria. En las operaciones generalmente se trata de llevar comida a quienes la necesitan o de ayudar en alguna catástrofe”, explica. Y agrega: “Cumple una función de servicio y eso es lo que más me gusta”.


Mariela Santamaría camina sobre un ala del Hércules. FOTO: GUSTAVO CASTAING

Cuando le comentó a su familia que quería dedicarse a la aviación, todos se sorprendieron. Incluso su papá le advirtió sobre lo dura que podía ser la carrera militar. “A mí no me importó. Mi sueño era volar Hércules y lo pude alcanzar. Hice todo lo que tenía que hacer. Cumplí con las etapas y las exigencias para llegar a donde estoy hoy”, sostiene.

Al terminar la secundaria, en 2001, se anotó en la escuela de aviación. “Decidí que quería ser piloto, pero mi familia no me podía pagar las horas de vuelo. Así fue como terminé haciendo la carrera militar sin tener ni la más mínima idea de cómo era el régimen”, confiesa Mariela, que forma parte de la segunda promoción de mujeres aviadoras de la Fuerza Aérea y está de novia con un paracaidista.


Mariela Santamaría y un Hércules. FOTO: GUSTAVO CASTAING

No todas las pasiones se heredan, algunas se llevan en el alma desde la infancia. “Siempre me gustaron los aviones. De chica iba una vez al año a las jornadas a puertas abiertas en la Base de Morón. Veía los despegues y quedaba fascinada”, recuerda Mariela, cuyos padres nada tienen que ver con la profesión: su mamá es diseñadora de indumentaria y su papá tiene una rectificadora de autos.

Hoy, la piloto mira hacia atrás y dice estar satisfecha de haber invertido tanto esfuerzo en concretar su sueño. “Amo lo que hago y aspiro a seguir creciendo”, expresa.


Mariela Santamaría, en la cabina del enorme Hércules. FOTO: GUSTAVO CASTAING

A pesar de que la carrera militar es un terreno históricamente dominado por hombres, la capitana Santamaría nunca recibió un trato diferente. “Jamás me sentí discriminada, al contrario, los hombres me tratan como uno más”, revela entre risas.

Su vida, claro, gira en torno a la aviación: realiza vuelos periódicos con el Hércules hacia diferentes puntos del país desde la base de El Palomar. La misión se hace en el día y es para llevar provisiones y pasajeros. Aunque también viajó a otros países, como Chile y Estados Unidos. “La gente se sorprende cuando digo que soy piloto -marca-. Sin embargo, para mí es algo natural”.


Mariela Santamaría, bajo un motor del Hércules que pilotea. FOTO: GUSTAVO CASTAING

Aventuras en la Antártida


Si bien su objetivo era pilotear Hércules, antes debió aprender a comandar un avión de transporte más pequeño llamado Twin Otter. A bordo de esa aeronave pasó a ser la primera mujer en pilotear vuelos internos dentro de la Antártida. Realizó dos campañas de seis meses y conectó Marambio con Esperanza y Carlini, las otras dos bases que pertenecen a Argentina.


Video de un Twin Otter como el que voló Mariela en la Antártida.

“Es una experiencia única. Desde el paisaje hasta la responsabilidad de manejar el único medio de comunicación entre los tres asentamientos. Además, junto con la tripulación cumplimos un rol fundamental que es transportar comida, pasajeros y correo”, recuerda Mariela con una sonrisa en el rostro.


Mariela Santamaría con el avión que piloteó allí, un Twin Otter.

Sin embargo, no fue casualidad que la piloto haya sido la primera en volar por el Continente Blanco. “Ninguna otra se había animado a hacer una campaña antártica. Yo, en cambio, me propuse que quería ir. Junté las horas de vuelo que necesitaba en Comodoro Rivadavia y ahora formo parte del selecto grupo de personas que la conoce”, admite.

Aunque recorrió buena parte del país y también otros países, elige su estadía en la Antártida como la mejor experiencia que le tocó vivir. “Cuando estuve ahí, supe que iba a querer volver”, confiesa.

Ailén Diap, Clarín Zonales

jueves, 21 de abril de 2016

SGM: La peligrosa vida de los artilleros de cola

Ex militar de la SGM recuerda los peligros que enfrentó como un artillero de cola en los bombardeos sobre Alemania



Como ha pasado el tiempo y se ha alcanzado el 70 aniversario del último año de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los soldados supervivientes son ahora bien entrados los años noventa o son centenarios, y el mundo está perdiendo poco a poco los veteranos restantes de la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, alrededor de 16.000.000 ciudadanos estadounidenses sirvieron en la Segunda Guerra Mundial. Ahora, a finales de 2015, sólo algunos sobreviven 850.000. En estas circunstancias, testimonio se vuelve cada vez más importante, ya que estos sobrevivientes es cada vez menor y sus voces y recuerdos se desvanecen.

Uno de estos superviviente fue recientemente hablando de su tiempo como artillero de cola en un vuelo B-17 Bombardero de la fortaleza en la Segunda Guerra Mundial. Él es Don Anderson, que es ahora de 93 años de edad y vive en Sherwood, Oregon. Él recuerda el tiempo hacia el final de la guerra, cuando, todavía en su adolescencia, pensó que su suerte se había agotado.
Anderson se crió en la ciudad de Arlington, en el estado de Washington, y en 1943 acababa de salir de la escuela a los 18 años de edad cuando fue reclutado en el ejército. Después de un entrenamiento de la aviación se precipitó en Utah, donde esperaba para calificar como piloto, fue enviado en lugar de convertirse en un artillero.

Poco después de que se encontró a sí mismo como un artillero de cola recién formado en un bombardero B-17 para el Grupo de Bombardeo 401 de la 8ª División de Aire 1ª Fuerza Aérea. Anderson estaba estacionado en el condado de Northamptonshire, en el este de Inglaterra, en el aeródromo Deenethorpe, como parte de una tripulación de nueve a una fortaleza vuelo B-17 que llamaron The Joker.




Anderson participó en una misión de bombardeo, el 3 de febrero de 1945, con un millar de otros B-17. El destino era Berlín y se llevó nueve horas de vuelo para llegar allí y volver.

Anderson recuerda cómo él estaba inclinado hacia arriba en la burbuja cola-gun, y lo vulnerable que se sentía allí. Como él dice, deshacerse del artillero de cola fue el primer gol para los que defienden los pilotos de caza alemanes. Tenía que tratar de evitar que esto suceda.

Una de las ventajas de Anderson y sus compañeros era que la fuerza de defensa de combate de la Luftwaffe tenía en ese momento visto seriamente debilitada por las incursiones anteriores en las fábricas que hicieron los rodamientos de bolas y otras partes.
Antes de esto, B-17, junto con muchos otros bombarderos, habían sufrido pérdidas muy elevadas. Anderson reconoce su suerte, diciendo: "En el momento en que yo estaba allí, las pérdidas se redujeron a ... 3 por ciento." A pesar de ello, en su propia misión que había visto B-17 de ser golpeado por el fuego ACK-ACK, y recordaban haber visto algunos de estrellarse contra el suelo.


Como sucedió, se las arreglaron para lanzar sus bombas, el banco del avión y volver a Inglaterra indemne. Pero, recuerda antibalas explosión muy cerca de su avión antes de que hubieran tenido la posibilidad de soltar su carga de bombas. Él recuerda cómo ciertos él era que no iba a sobrevivir a la noche, y recuerda sentirse muy tranquilo. Se dice que era común que las personas en estas circunstancias se sientan resignada y simplemente esperan su destino. Hasta cierto punto, no tenían ningún control sobre su destino.

Anderson voló en 23 misiones de bombardeo. Recibió una medalla del Ejército de Estados Unidos. Después de la guerra, siendo sólo 20 años de edad, regresó a casa intención de casarse y sentar cabeza. Trabajó en una emisora ​​de radio y más tarde en ambulancia y protección contra incendios trabajo, el Grupo de Medios Pamplin informa.

Don Anderson guarda muchos recuerdos de su tiempo como un artillero de cola en una de las famosas fortalezas volantes durante el esfuerzo de guerra de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Sólo uno de sus compañeros miembros de la tripulación se mantiene vivo. Anderson ha escrito una autobiografía llamada simplemente Donald.

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