domingo, 21 de septiembre de 2025

Chile: Más sobre el accidente del C-130 en 2019

"Tenís a la FACh en tus manos, ctm": los testimonios secretos del C-130 donde murieron 38 personas

Por Nicolás Parra Tapia || Bio Bio Chile





Todos los relatos marcan el mismo camino: el Hércules C-130 de la FACh tenía problemas, faltaba personal especializado para las reparaciones y, pese a las evidentes alertas, los superiores decidieron volar a la Antártica de todas formas. Ese 9 de diciembre de 2019, las consecuencias de las malas decisiones desataron la tragedia. Pese a las presiones, el expediente judicial rescata testimonios clave que develan una verdad oculta: "Los cables se deshacían", admite uno de los mecánicos.

“Tenís a la Fuerza Aérea en tus manos, conchetumare, literalmente tenís a la Fuerza Aérea en tus manos”.

Así versaba un mensaje de audio de cinco segundos recibido por Cristián Gamboa Muñoz, cabo de la FACh que se terminaría transformando en un testigo clave en la causa que sustancia el Ministerio Público contra altos oficiales de la institución.

Tal como reveló este medio, el uniformado desclasificó que sus superiores ordenaron el despegue del Hércules C-130 —donde más tarde 38 personas murieron— pese a que mecánicos de la aeronave reportaron fallas solo minutos antes de que enfilara rumbo a la Antártica.

Su testimonio, sin embargo, no es el único. La Unidad de Investigación de BioBioChile accedió a nuevas declaraciones contenidas en el expediente judicial que no sólo demuestran el mal estado en el que se encontraba la aeronave, sino también una “verdad oculta” al interior de las filas de la Fuerza Aérea de Chile.

Cables corroídos, falta de personal especializado y un funcionamiento rudimentario de la institución confluyen en esta tragedia.

Mecánicos a distancia

Patricio Valdés Vergara (33) ingresó en 2008 a la FACh. Desde 2013 forma parte de los diques de mantenimiento de la institución. En buenas cuentas, su tarea es prestar apoyo mecánico en medio de misiones complejas. Especialmente durante viajes a lugares donde la Fuerza Aérea no cuenta con los medios logísticos suficientes para reparar las aeronaves. Aquí aparecen la Antártica, Rapa Nui y la Isla San Félix, entre otros.

Valdés detalló la fragilidad de estos equipos, principalmente porque su conformación —hasta el día del accidente— no incluía a todas las especialidades necesarias para reparar el avión. En caso de que la máquina presentara una falla distinta a la expertise del técnico, este último dependía de la buena voluntad de sus colegas para que le atendieran el teléfono y lo guiaran durante la reparación.

—En la práctica nos íbamos turnando para las comisiones (…) donde finalmente designaban a uno y otro de cada especialidad, el cual, pese a no estar reglamentado, terminaba cumpliendo las dos funciones aunque no tuviese la expertise necesaria para desarrollarla —revela la declaración judicial del funcionario.

Desde 2013 a la fecha, Valdés ha cumplido alrededor de 20 misiones a la Antártica. Según explica, la FACh lleva hasta el continente blanco un equipo para volar “a como dé lugar”. Y es que si un Hércules pasa la noche allí, se genera una capa de hielo que puede significar una mayor complicación para salir al día siguiente.

—En varias oportunidades cuando no teníamos conocimiento de la materia o el protocolo para poder corregir algún inconveniente debíamos llamar a Santiago para que el especialista del área pudiese ayudar al que se encontraba en comisión a arreglar el problema.

Valdés va más allá.

—Podría decir que en más de una oportunidad, aunque algún especialista ha indicado que no se puede despegar por discrepancias de la aeronave en las que el manual prohíbe su despegue, estas son ignoradas por la parte operativa y se termina volando igual.

Así ocurrió con el C-130.

Comodín telefónico

Sebastián Ifland Castro (38) es ingeniero en electricidad electrónica de la FACh. Forma parte del Grupo de Mantenimiento desde 2009. Cuando llegó al taller ubicado en Pudahuel habían tres Hércules C-130. Dice que aprendió sobre la marcha, lo que le enseñaron los más antiguos, porque nunca tuvo cursos sobre este tipo de aviones.

—Yo iba muerto de miedo si en el caso de ir en el dique y fallara un elemento de comunicación y navegación no iba a saber cómo resolverlo, pues esa no era mi función. Ni siquiera sabía dónde iban los equipos. Si eso pasaba tenía que recurrir al comodín telefónico que significaba tener que llamar a uno de los chicos de la especialidad para que me dijera qué tenía que hacer.

Cuenta que en una oportunidad, no recuerda el año, iba en un dique a la Antártica. En el despegue lo llamaron porque el piloto automático “no enganchó”.

—Quedé para adentro. No sabía qué hacer —confiesa.

Tuvo que pedir ayuda. Un inspector le explicó lo que debía hacer puesto que habían unas tarjetas que “siempre se soltaban”.

—Nunca me cuestioné esta situación porque era nuevo, era normal que mandaran solo a uno y yo como recibía ordenes no cuestionaba. Luego, cuando empecé a tener antigüedad, empezamos a cuestionar esto, casi todos los que salíamos en comisión. (…) No recuerdo que nos hayan dado una respuesta. Siempre estaba el miedo del especialista de que fallara algo distinto a su especialidad y quedar mal con los más antiguos que van en el dique. (…) He escuchado rumores de que no subían a todas las especialidades por temas de viático, pero no sé que tan cierto sea eso.

El ingeniero reflexiona:

—Uno no tiene injerencia en estas cosas, esto lo decide el mando y uno tiene que acatar. Me pongo en el caso que hubiese sido yo. De hecho pude haber estado yo. Y si tuviera la falla de dos indicadores malos y me dijeran “Ya, Iflan, deja ahí nomás que nos vamos a la Antártica”, tendría que haber seguido la orden.

Hay más. Los dichos del funcionario coinciden con el de su colega, Camilo Venegas Pacheco (33), otro de los mecánicos del Grupo de Mantenimiento.

—Nos incomodaba (viajar como especialista de algo que no lo era) (…) Es más, la primera vez que me enviaron a comisión, en el 2015, me iban a mandar en el dique de mantenimiento como de comunicación y navegación, pero yo no quise porque no tenía los conocimientos (…) Me negué a ir sin apoyo ante mi jefe de taller, quien puso cara de no creérselo. (…) El resto aceptaban porque seguían ordenes —lanza.

“Los cables se deshacían”

Patricio Valdés se enteró del accidente en su casa. Estaba con día libre, recién salido de guardia, cuando la noticia comenzó a circular vía WhatsApp, en el grupo del taller. Las primeras informaciones eran que el avión estaba incomunicado. Algunos deslizaron la posibilidad de que estuviese en territorio argentino, sin mayor fundamento. Al día siguiente, y por el mismo grupo, se enteró que la nave se presumía siniestrada.

A su juicio, el avión —matrícula 990— estaba a muy mal traer. Y eso lo sabían al interior de la FACh.

—Por sus años de funcionamiento tenía su cableado en muy mal estado. Presentaba problemas desde que llegó desde EEUU en el 2014 o 2016. Es más, podría incluso indicar que junto a mi compañero de curso, Leandro Torti Lillo, fallecido en el accidente, nos quedábamos días tratando de arreglar problemas de cables que, dado el uso, se deshacían al momento de manipularlos… Completamente corroídos.

El funcionario era amigo de Sergio Romero, cabo primero especializado en comunicaciones y navegación. El mismo que detectó que la aeronave no podía despegar, algo que poco le importó a sus superiores. “Estos hueones quieren volar igual”, le dijo a Cristián Gamboa, el técnico que lo estaba apoyando vía telefónica en la reparación del avión (ver primer reportaje de BBCL Investiga).

Según cuenta Valdés, Romero le preguntó si podía ocupar su lugar en la misión a la Antártica.

—Quedó en nada puesto que yo tenía dos guardias esa semana, ese mismo domingo y luego el viernes.

El miércoles, cuando el avión desapareció, Valdés tuvo que conformar un dique antártico para apoyar a un segundo Hércules que prestaba servicios de búsqueda para recuperar lo poco y nada que quedó tras el accidente.

Llamada perdida

Camilo Venegas también estaba en su casa, en compañía de su señora, cuando Sergio Romero intentó obtener su ayuda para reparar el avión. Eran cerca de las 16:00 horas de ese 9 de diciembre.

—Me dijo que estaba en Punta Arenas en un Hércules y que estaban próximos a salir a la Antártica. Me dijo que tenía fallas en el estanque de combustible (…) Le dije que la aeronave no podía salir (…) Cuando Sergio Romero me llamó no me dijo si había trabajado o no la falla, solamente me dijo que tenía falla en esos indicadores de combustible.

El funcionario describe como “complejo” el sistema donde se registraron los inconvenientes. Explica que hay que tener entrenamiento especializado para poder solucionar los problemas detectados por su colega antes del despegue.

—Sergio (Romero) no tenía esos conocimientos. Y lo poco que pudo haber conocido sería porque alguien le dijo o le leyó de los manuales, pero experiencia en el sistema no tenía. Y no tenía porqué tenerla, porque no era su área. Me imagino que la tripulación habrá determinado volar igual y resolver la falla a la vuelta.

Romero intentó llamarlo por WhatsApp y obtener ayuda para solucionar los problemas de la máquina, pero Venegas no pudo atenderlo. Por la noche este último le escribió para saber cómo estaba, pero los mensajes nunca fueron respondidos. El avión ya estaba siniestrado en medio del mar de Drake.
“El avión culiao andaba con dramas”

Quien sí atendió la llamada de Sergio Romero esa tarde fue Cristian Gamboa. En su testimonio —revelado en la primera entrega de este medio— sostuvo que los superiores forzaron el despegue pese a las fallas. Su declaración no sólo lo convirtió en un testigo clave, sino que parte de la indagatoria se volcó hacia las responsabilidades de oficiales de la FACh en el accidente y a dilucidar posibles presiones de la institución para silenciar la divulgación de los pormenores del siniestro.

Así, las declaraciones de Gamboa fueron complementadas en la investigación por peritajes a los celulares de él y del fallecido Romero.

Por ejemplo, en uno de los audios enviados a Romero, Gamboa lo insta a que tome resguardos para evitar el despegue.

—Hazle presente ahí al inspector de que si tenís drama de combustible (…) puede quedarte la caga hueón.

Apenas el avión se declaró desaparecido, Gamboa informó en un grupo de colegas sus aprehensiones:

—Puta, yo hablé con los cabros cuando iban despegando pa allá hueón, que el avión culiao andaba con dramas de combustible, hueón. Yo le dije a (a Romero) que avisara que no podía despegar con esa hueá.

Las reacciones llegaron de manera inmediata en el mismo chat:

—Tenís la papa más caliente que hay tenido en tu vida en las manos conchetumare. Tenís a la Fuerza Aérea en tus manos, conchetumare, literalmente tenís a la Fuerza Aérea en tus manos.

El propio Gamboa sabía que estaba en una posición incómoda. En uno de los mensajes recuperados por la PDI desde el teléfono del funcionario se lee:
“Yo por tratar de hacerlo bien y declarar lo que hablé con el guatón Romero ahora estoy metido hasta las masas, hasta las masas. Cuando me tenga que llamar el fiscal voy a tener que andar con cuatro ojos cuidándome por si me quieren cagar. Por lo mismo, porque mi declaración es súper importante. Si el guatón hubiese dicho ‘no, no se vuela”, no se hubiese volado solamente, simplemente no se hubiese volado. A lo mejor el avión se hubiese caído otro día, al día siguiente, pero ese día no. Así que tengo que estar preparado nomás para cuando me toque defenderme”.
Audio 48 segundos enviado por el cabo primero Cristián Gamboa.

Su colega, Camilo Venegas, en su testimonio va más allá:

—Cristián Gamboa me dijo que luego de que le comentó a sus superiores de mantenimiento que lo había llamado Sergio Romero ese día, el general (Raúl) Jorquera, comandante de la II Brigada Aérea, le dijo que cambiara su declaración, pero él le dijo que no.

Un informe de la PDI contenido en el expediente judicial concluyó que los mensajes encontrados en el teléfono del funcionario deja “entrever una verdad oculta”. Esto, “en referencia a la falla del avión Hércules C-130 siniestrado”.

Obstáculos en el horizonte

Consultada la FACh informaron que “consecuente con su actuar para este tipo de materias, no le corresponde referirse a asuntos que son parte de los procesos investigativos que está llevando a cabo el Fiscal Regional de Magallanes y de la Antártica Chilena”.

Eso sí, remarcaron que la institución “hace presente su permanente colaboración con la justicia y en relación con las consultas realizadas, todas estas materias han sido informadas oportunamente al fiscal del Ministerio Público a cargo de la investigación”.

En tanto, para los abogados querellantes Ciro Colombara y Aldo Díaz, la visión es totalmente distinta. A su juicio, la investigación ha avanzado con lentitud. Esto, “no sólo porque no han podido analizarse los restos del avión, sino básicamente porque la FACh no ha colaborado de manera alguna”.

“Más aún, podemos afirmar que ha obstaculizado su avance. Sin perjuicio de eso, los antecedentes de la investigación han dejado en evidencia el desorden y mal funcionamiento del sistema de mantención y reparaciones de aeronaves, permitiendo incluso la intervención de terceros”, añaden.

Y sentencian: “Es claro que existía temor a informarle a los superiores que una aeronave tenía problemas. Esto explica seguramente que en un periodo breve de tiempo FACh haya tenido dos mega tragedias, la de Juan Fernández y en la Antártida”.

sábado, 20 de septiembre de 2025

Argentina: F-16s daneses con los colores argentinos

Primeros F-16 argentinos listos en Dinamarca, con esquema de la FAA


Argentina recibirá en diciembre los primeros cazas F-16 operativos, tras su preparación en Dinamarca.
Aviación Online



El F-16BM M-1001 muestra por primera vez los colores de la FAA en Aalborg (Dinamarca). Foto: Ministerio de Defensa de la República Argentina.

El Ministerio de Defensa de la República Argentina confirmó que el programa F-16 avanza según lo previsto, con la finalización del proceso de pintado de las primeras seis aeronaves en los talleres del Forsvarets Vedligeholdelses Tjeneste (FVT) en Aalborg, Dinamarca. Se trata de un nuevo hito que acerca la llegada de los cazas a la Fuerza Aérea Argentina (FAA), prevista para diciembre de este año.

En las imágenes difundidas oficialmente se aprecia por primera vez a los F-16 con el esquema de pintura estandarizado de la FAA, aplicando tratamientos de superficie y colores bajo especificaciones OTAN. La primera aeronave presentada corresponde al F-16BM M-1001, que ya exhibe el distintivo esquema argentino.


F-16B ya pintado en los colores Fuerza Aérea Argentina. Foto: Ministerio de Defensa de la República Argentina.

Traslado aéreo en diciembre

Un equipo conjunto integrado por personal del programa F-16, la Agencia Logística de Adquisiciones para la Defensa de Dinamarca (DALO) y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos planifica actualmente la operación de ferry. El traslado de las aeronaves incluirá el acompañamiento de aviones cisterna KC-135R y un C-130 Hércules de la FAA para apoyo logístico, con arribo previsto al Área Material Río IV a principios de diciembre.



La fase final de preparación contempla ensamblaje, inspecciones y pruebas de vuelo, en línea con los requisitos específicos de la FAA. En junio, el ministro de Defensa Luis Petri y el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea visitaron Aalborg, donde verificaron el alcance de los trabajos de mantenimiento y modernización.

Un programa estratégico

El comunicado del Ministerio de Defensa subraya que el cumplimiento de los compromisos de pago asumidos en 2025 permitió sostener el ritmo de avance del programa, tanto en lo relativo a infraestructura en la Argentina como en las obligaciones contractuales con Dinamarca y Estados Unidos.



La presentación oficial del primer F-16 biplaza Block 10, ocurrida en febrero en Tandil, marcó el inicio de esta nueva etapa. Esa aeronave, conocida como “número 25”, no está en condiciones de vuelo y fue destinada al entrenamiento técnico y operativo. Ahora, la incorporación de los primeros cazas operativos marca un salto cualitativo en la capacidad de defensa aérea nacional.

Capacidades que recupera la FAA

La llegada de los F-16 Fighting Falcon permitirá a la Fuerza Aérea Argentina recuperar la capacidad de intercepción supersónica perdida tras la baja de los Mirage en 2015, además de incorporar por primera vez en su historia armamento guiado de precisión aire-aire y aire-superficie. El paquete aprobado por Estados Unidos incluye misiles AIM-120 AMRAAM, bombas guiadas Paveway II y sistemas de enlace de datos Link-16, entre otros equipos de soporte y entrenamiento.
Puede interesarte


F-16 de la Fuerza Aérea Argentina: EE.UU. aprueba la venta de misiles AMRAAM y bombas guiadas por USD 941 millones

Este proceso integra a la Argentina en la comunidad internacional de operadores del F-16 y abre un nuevo capítulo en la cooperación con aliados estratégicos. El desafío inmediato estará en consolidar la infraestructura de apoyo y la futura incorporación de reabastecedores en vuelo KC-135, indispensables para explotar plenamente el potencial de los nuevos cazas.


El Servicio de Mantenimiento para la Defensa (FVT) completó el proceso de pintado y puesta a punto de las primeras 6 aeronaves destinadas a la @fuerzaaerea_arg. Asimismo, un equipo multidisciplinario integrado por personal del Programa F-16, DALO y la USAF planifica el traslado aéreo de los aviones, que contará con apoyo de reabastecedores KC-135R y un Hércules C-130, con arribo al Área Material Río Cuarto en diciembre.

Con sistemas modernizados, tratamientos de superficie y pintura estandarizada según especificaciones OTAN, los F-16, adquiridos por decisión del Presidente @javiermilei, pronto surcarán nuestros cielos, reforzando nuestras capacidades aéreas para defender la soberanía y a todos los argentinos.

viernes, 19 de septiembre de 2025

Frente del Lejano Oriente: Incursión en el Índico de 1942

Incursión en el Océano Índico de 1942

Por Jim Laurier.



El Gran Capitán - Historia Militar
@farolo

Uno de los episodios desconocidos de la Guerra en el Océano Índico fue el primer ataque aliado contra la Fuerza de Ataque japonesa durante toda la guerra. El 9 de abril,en respuesta a información recibida por un hidroavión Catalina esa misma mañana, los británicos lanzaron toda su fuerza de ataque disponible sobre Ceilán: 11 bombarderos Blenheim IV del 11º Escuadrón. Los aviones despegaron del Hipódromo alrededor de las 8:20 h; dos de ellos se vieron obligados a regresar debido a problemas de motor. Tras una breve búsqueda, encontraron la Fuerza de Ataque. El líder del escuadrón decidió atacar al Akagi, ya que era el portaaviones más grande presente. La aproximación de los Blenheims tomó a los japoneses totalmente por sorpresa, dejando en evidencia la debilidad de la doctrina de defensa aérea de la Fuerza de Ataque. Ninguno de los buques japoneses llevaba radar y los cazas Zero en el CAP no detectaron a los aviones británicos. En esta lámina, los Blenheim llevan a cabo su ataque desde unos 3.000 metros de altura, lanzando un total de 27 bombas semiperforantes de 227 kg y 113 kg. La tripulación del 11º Escuadrón carecía de experiencia y entrenamiento en ataques marítimos, por lo que era poco probable que alcanzaran un objetivo, incluso uno sorprendido, desde esa altitud. Tres bombas impactaron cerca de la proa del Akagi, pero las demás, dirigidas al portaaviones y al crucero de escolta Tone, erraron el blanco con creces. Los japoneses, totalmente sorprendidos, ni siquiera abrieron fuego con sus cañones antiaéreos. Tras lanzar sus bombas, los Blenheim volaron en una formación cerrada para escapar. Los 20 Zeros del CAP respondieron y derribaron cuatro de los bombarderos en retirada. No hubo supervivientes en ninguna de las aeronaves. Durante esta melé, uno de los pilotos de Zero más experimentados de Hiryu murió. Con la formación británica destrozada y en retirada, los Zeros interrumpieron la persecución por si otras aeronaves británicas intentaban atacar los portaaviones. La próxima vez que la Fuerza de Ataque se viera expuesta a un ataque aéreo durante la batalla de Midway, no tendría tanta suerte. https://elgrancapitan.org/foro/viewtopic

jueves, 18 de septiembre de 2025

Prototipo: Bombardero ligero Parnall G.4 / 31

Parnall G.31/4




 

El Parnall G.31/4 estaba destinado a reemplazar a Westland Wapiti y Fairey Gordon en la segunda mitad de la década de 1930. Tal y como se diseñó, se suponía que iba a ser usado como bombardero de día y noche, así como como como papeles de reconocimiento, torpedos y bombardeo de piqué.
Handley Page, Vickers, Fairey y Armstrong Whitworth también compitieron con Parnall.
El G. 4/31 era un gran biplano angular con un tren de aterrizaje fijo, propulsado por un motor radial Bristol Pegasus IM3 de 690 CV protegido con un anillo Townend. Tenía una sola ametralladora de disparo hacia delante para el piloto y un anillo Scarff montado en Lewis para el observador. Los soportes de bombas se instalaron bajo las alas inferiores y también se estaban considerando los dispositivos de transporte de torpedos instalados entre el tren de aterrizaje.
Tras el despliegue del prototipo en 1935, se realizaron una serie de modificaciones a las superficies de la célula y la cola, cuando los resultados de las pruebas de molinos de viento realizadas por el Royal Aeronautical Establishment (RAE) con modelos revelaron problemas de rotación. Modificaciones necesarias para la deriva, el volante, la carretilla trasera y la carretilla trasero.
Voló por primera vez en la planta de Parnall en Yate, Bristol, en 1935 y no fue entregado para su evaluación por el Establecimiento Experimental de Aviones y Armamentos (A&AEE) en Martlesham Heath hasta principios de 1936. El biplano Vickers Tipo 253 ya había sido seleccionado para cumplir con la especificación, luego cancelado cuando el Ministerio del Aire vio que el monoplano alternativo de Vickers al Tipo 253 era superior y entró en servicio bajo el nombre de Vickers Wellesley.
El único prototipo del Parnall G. 4/31 (serie K2772) fue utilizado para pruebas de armas por la A & AED hasta marzo de 1937, cuando fue dañado en un accidente y desechado. El G. 31/4 fue el último proyecto militar de la sociedad.

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Perú: La gloriosa FAP autorizada a adquirir 12 F-16 Viper Block 70

Estados Unidos aprueba la posible venta de cazas F-16 Block 70 a Perú por USD 3.420 millones


El Departamento de Estado de EE.UU. autorizó una posible venta de 12 cazas F-16 Block 70 y armamento a Perú, valorada en USD 3.420 millones.
Aviación Online



El Departamento de Estado de los Estados Unidos dio luz verde a una posible Venta Militar Extranjera (FMS, por sus siglas en inglés) al Gobierno de Perú para la adquisición de aviones de combate F-16 Block 70 y equipamiento asociado. El valor estimado de la operación asciende a USD 3.420 millones.
Ads

De acuerdo con un comunicado de la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA), la notificación requerida fue entregada al Congreso estadounidense el 15 de septiembre de 2025 para su revisión. Esta aprobación representa un paso fundamental en el proceso de modernización de la Fuerza Aérea del Perú (FAP).

La solicitud peruana contempla la compra de doce aeronaves: diez monoplazas F-16C Block 70 y dos biplazas F-16D Block 70. El paquete incluye catorce motores F110-GE-129, sistemas de aviónica avanzados y un considerable lote de armamento y equipos de apoyo.

El F-16 Block 70, también conocido como F-16V "Viper", es la versión más avanzada del caza de Lockheed Martin. Está equipado con el radar de barrido electrónico activo (AESA) AN/APG-83, que le otorga capacidades de detección y seguimiento muy superiores a las de sistemas anteriores, permitiéndole enfrentar amenazas modernas con mayor eficacia.

FAQ: Preguntas Clave sobre la Venta de F-16 a Perú

        ¿Qué significa que la venta sea "posible"? La aprobación del Departamento de Estado y la notificación de la DSCA al Congreso no constituyen una venta finalizada. Es un requisito del proceso de Venta Militar Extranjera de EE.UU. Perú y Estados Unidos aún deben negociar y firmar un contrato definitivo para que la compra se concrete.
        ¿Qué capacidades clave aporta el F-16 Block 70? La principal mejora es el radar AESA AN/APG-83, que ofrece una conciencia situacional sin precedentes. Sumado a computadoras de misión más rápidas y la capacidad de portar armamento de última generación como los misiles AIM-120C-8 y AIM-9X Block II, el Block 70 permite ejecutar misiones aire-aire y aire-tierra con alta precisión y supervivencia.
        ¿A qué aeronaves reemplazarían estos F-16 en la Fuerza Aérea del Perú? Aunque no se especifica un reemplazo directo, la FAP actualmente opera flotas de cazas de origen soviético/ruso (MiG-29) y francés (Mirage 2000) que se acercan al final de su vida útil. La incorporación de los F-16 representaría un salto tecnológico y una estandarización con material occidental.
        ¿Quiénes son los principales contratistas involucrados? Los contratistas principales para este programa serán Lockheed Martin, responsable de la fabricación de las aeronaves; General Electric Aerospace, que provee los motores; y RTX Corporation, involucrada en diversos sistemas de aviónica y armamento.


Detalles del paquete de armamento y equipos

El potencial contrato no solo incluye los aviones, sino también un completo ecosistema de combate y soporte. Entre el armamento solicitado destacan doce misiles aire-aire de mediano alcance AIM-120C-8 AMRAAM y doce misiles de corto alcance AIM-9X Block II Sidewinder.

Además, el equipamiento listado incluye:

  • Radares AN/APG-83 AESA.
  • Computadoras de misión modulares 7000AH.
  • Sistemas de guerra electrónica AN/ALQ-254 Viper Shield.
  • Pods de designación de objetivos AN/AAQ-28 Litening.
  • Cascos con sistema de mira integrada JHMCS II.
  • Sistemas de distribución de información y radio táctica MIDS-JTRS.


El paquete también cubre un extenso soporte logístico, entrenamiento de personal, equipos de planificación de misiones, repuestos, manuales técnicos y apoyo de ingeniería tanto del gobierno estadounidense como de los contratistas.
Impacto estratégico y modernización

Según la DSCA, esta venta propuesta apoyará los objetivos de la política exterior de Estados Unidos al mejorar la seguridad de un socio importante en Sudamérica. Para Perú, la adquisición potenciará la capacidad de su Fuerza Aérea para controlar el espacio aéreo soberano, defender sus fronteras y ejecutar operaciones de precisión en apoyo a fuerzas terrestres.

El comunicado destaca que la venta "no alterará el equilibrio militar básico en la región". Asimismo, se espera que Perú no tenga dificultades para absorber este nuevo material en sus fuerzas armadas, fortaleciendo su interoperabilidad con Estados Unidos a largo plazo.



martes, 16 de septiembre de 2025

Prototipo: Avión de carga Air Utility AU 18 150

Prototipo de avión de apoyo Air Utility AU 18 150



 

El Air Utility AU-18 150 fue un prototipo estadounidense desarrollado en 1949 como avión de apoyo en tierra. Se trataba de una aeronave de diseño poco convencional, con una configuración bipolar bimotor (motores en brazos laterales), que inicialmente incorporaba dos motores Continental C-75 de 75 caballos de fuerza cada uno. Posteriormente, en un intento de mejorar su rendimiento, fue remotorizado con dos Lycoming O-290 de 130 hp cada uno. A pesar de estas modificaciones y de que las pruebas se extendieron hasta 1958, el proyecto nunca pasó a producción y fue finalmente cancelado.

Una de sus características más distintivas era su cápsula modular desmontable, ubicada bajo la sección central del fuselaje. Esta cápsula podía intercambiarse para cumplir distintas funciones, como transporte de carga, agricultura, fotografía aérea, ambulancia aérea o incluso transporte de pasajeros. Esta versatilidad reflejaba el espíritu de innovación (y cierta ingenuidad comercial) de la aviación civil de los años 50.

Sin embargo, el AU-18 presentaba múltiples deficiencias técnicas que lo hacían poco práctico, especialmente para aplicaciones más exigentes. Con sus motores originales de 75 hp y estructura de doble brazo (que aumentaba el peso y la resistencia), su rendimiento con un solo motor era extremadamente deficiente. Para ilustrar esto, se lo compara con el Champion 402 Lancer, un avión conocido por su mal desempeño monomotor. Mientras el Lancer, con motores más potentes (100 hp), descendía a unos 250 pies/min con un solo motor, es probable que el AU-18 ni siquiera pudiera sostener el vuelo nivelado en esa situación.

Además, poseía hélices de paso fijo y tren de aterrizaje fijo, características que no ayudaban a mejorar su aerodinámica ni su rendimiento general. Aunque los folletos de marketing de la época sugerían una velocidad de crucero de 109 nudos y una velocidad de pérdida de 43 nudos, estos datos no compensaban sus limitaciones estructurales y operativas reales.

Actualmente se desconoce el destino del único ejemplar construido. Algunos entusiastas sugieren que, con tecnología moderna —por ejemplo, usando motores más potentes como los CC393i de CubCrafters y ruedas para operaciones en campo —, una reinterpretación contemporánea del AU-18 podría tener potencial real como avión utilitario o de rescate.

En resumen, el AU-18 fue una propuesta ambiciosa y creativa, pero mal ejecutada desde el punto de vista técnico, lo que explica por qué nunca alcanzó producción. A pesar de sus fallos, su diseño modular y espíritu experimental lo convierten en una curiosidad fascinante dentro de la historia de la aviación ligera.