Ansaldo SVA
El avión que se hizo famoso por su vuelo sobre Viena.
Aerei MilitareLa serie de aviones SVA marca un hito para la tecnología aeronáutica italiana con la transición de la fase empírica al cálculo sobre bases científicas precisas de las características aerodinámicas y estructurales del avión. De hecho, con el SVA se pudo determinar sobre el papel cuáles serían las características del ejemplar creado. Además de la importancia de este enorme progreso técnico, cabe señalar también cómo el SVA alineó la ingeniería aeronáutica italiana con la ingeniería extranjera. Hay quienes sostienen que esta máquina no cumplió perfectamente el propósito para el que fue creada; pero si bien es cierto que el SVA fue un caza fallido y que resultó inferior a otros aviones similares contemporáneos (como el SPAD), también lo es que como bombardero ligero y de reconocimiento fue insuperable, e incluso admirado por sus adversarios. Además, la confirmación de la excelencia de sus actuaciones reside en su hoja de servicios, que se extendió desde 1917 hasta 1935.
En 1916, la actividad de diseño en Italia la realizaba esencialmente la Dirección Técnica de Aviación Militar, organismo que reunía a los mejores técnicos de la época. Tras el diseño, en 1915, de la serie de biplanos con pluma de cola Savoia Pomilio, de características mediocres, el D.T.A.M. reconoció la necesidad de estudiar un nuevo avión, basando el proyecto en estudios racionales estructurales y aerodinámicos.
El diseño del nuevo avión encargó a los ingenieros Umberto Savoia y Rodolfo Verduzio en el verano de 1916, con la colaboración del ingeniero Celestino Rosatelli. La estructura y cada detalle fueron cuidadosamente estudiados y calculados, y una vez finalizado el proyecto (en el otoño de 1916), el Ministerio de la Guerra encargó a la empresa Ansaldo de Génova la construcción de los prototipos del avión, que había tomado el nombre SVA por los nombres de sus creadores (Savoia-Verduzio-Ansaldo).
En diciembre de 1916 se inició en el astillero Borzoli Mare la construcción del primer ejemplar, que se diferenciaba del proyecto original por una forma diferente de los empenajes y por la adopción de un único radiador frontal (tipo coche) en sustitución del par de radiadores colocados. entre el fuselaje y el ala superior. A pesar de las numerosas dificultades iniciales, Ansaldo, que sólo contaba con 200 empleados, pudo completar el prototipo a principios de marzo de 1917: parte del mérito se debió al trabajo del ingeniero Brezzi, técnico dinámico a cargo de la obra. El primer SVA fue trasladado de Borzoli al campo de Grosseto, donde, con el entonces sargento Mario Stoppani a los mandos, abandonó el terreno por primera vez el 19 de marzo. En las semanas siguientes, el SVA fue sometido a un intenso programa de pruebas y ajustes, mientras que otros ejemplares del avión se completaron en Borzoli y Bolzaneto, donde Ansaldo había instalado la obra nº 2.
En verano, los primeros ejemplares fueron probados por pilotos militares. Hubo una opinión negativa sobre las cualidades de maniobra del SVA, aunque su velocidad era mucho mayor que la de los cazas aliados Hanriot HD.1 y Spad S.VII. Se obtuvieron resultados similares al compararlos con las máquinas enemigas, que también eran más lentas pero más manejables. A la luz de estas consideraciones, el D.T.A.M. y Ansaldo consideró la oportunidad de utilizar el SVA como avión polivalente, adaptándolo al bombardeo y al reconocimiento.
La primera incursión con un SVA corrió a cargo del piloto Mario Stoppani, que desde Mirafiori (Turín) llegó a Udine y luego regresó a Turín (Museo Caproni de Taliedo).
Interesante imagen que muestra el avanzado estado de las obras en una obra de Ansaldo (muy probablemente la 2ª)